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SALA CONSTITUCIONAL

Magistrada Ponente: LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO


Expediente Nº 09-1283

El 13 de noviembre de 2009, fue recibido en esta Sala Constitucional escrito presentado por los
ciudadanos HENRIQUE CAPRILES RADONSKI y ARMANDO BRIQUET, titulares de las cédulas de
identidad Nros. 9.971.631 y 11.026.546, respectivamente, asistidos por el abogado Ángel Luis Pérez, inscrito en
el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nº 103.214, contentivo de la acción de amparo
constitucional interpuesta contra “la Diputada Cilia Flores, en su carácter de Presidenta de la Asamblea
Nacional y el Diputado Darío Vivas, en su carácter de Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana
de la señalada Asamblea Nacional, por la amenaza de violación de los derechos constitucionales a la
participación libremente (sic) en los asuntos públicos, atribución constitucional de los estados de ser
consultados por la Asamblea Nacional, cuando se legisle en materias relativas a los mismos, derechos de
palabra de los respectivos representantes de los estados en el marco del procedimiento de discusión y
aprobación de los proyectos de leyes, establecidos en los artículos 62, 206 y 211 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela”.

El 25 de noviembre de 2009, se dio cuenta en Sala y se designó como ponente a la Magistrada Luisa
Estella Morales Lamuño quien, con tal carácter, suscribe el presente fallo.

Realizado el estudio individual de las actas que conforman el presente expediente, esta Sala
Constitucional pasa a decidir previas las siguientes consideraciones.

I
DE LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

La parte actora presentó solicitud de amparo, con fundamento en los siguientes alegatos:
Que “es un hecho notorio comunicacional, que en el seno de la Asamblea Nacional está siendo discutido
el proyecto de Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno, cuya primera discusión fue llevada a cabo en
fecha 2 de noviembre de 2009 (…). Igualmente, es necesario dejar en claro el hecho de que jamás el Estado
Bolivariano de Miranda ha sido consultado respecto al proyecto de ley señalado, el cual contiene materias de
total interés para ese ente político territorial ”.

Que “a los fines de ejercer nuestro derecho a la participación (…) el Consejo Legislativo del Estado
Miranda, aprobó mediante el Acuerdo Nº 21-2009 de fecha 10 de noviembre de 2009, solicitar a la Asamblea
Nacional de conformidad con el artículo 206 de la Constitución (…) proceder a consultar al Estado Bolivariano
de Miranda por intermedio de ese Consejo Legislativo acerca del Proyecto de Ley Orgánica del Consejo
Federal de Gobierno y, adicionalmente, a los fines de cumplir con lo establecido en el artículo 211 de la
Constitución (…), fue designado como representante del Estado Bolivariano de Miranda en la consulta (…) al
ciudadano Henrique Carriles Radonski ”.

Que el Gobernador del Estado Bolivariano de Miranda solicitó mediante comunicación Nº 0439 del 8 de
noviembre de 2009, recibida por la Presidencia de la Asamblea Nacional el 10 de ese mismo mes y año, su
intención de hacer efectivo el derecho de palabra y participación en la discusión del respectivo proyecto de ley,
de conformidad con el artículo 108 del Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea Nacional.

Que “ante la anterior solicitud (…) Darío Vivas (…) mediante declaración ante los medios de
comunicación rechazó la posibilidad de que fuera ejercido el derecho de palabra que ostenta el Gobernador del
Estado Miranda”.

Que “ante tales hechos, es evidente que existe un fundado temor de que se sancione el proyecto de Ley
Orgánica del Consejo Federal de Gobierno sin que se Garantice (sic) el derecho a la participación (artículo
62), se vulnere la atribución constitucional de consulta al Estado Bolivariano de Miranda (artículo 206) en
materias relativas al mismo, a través de su Consejo Legislativo, y la debida intervención con derecho de
palabra ante la Asamblea Nacional”.

Finalmente, solicitó que “fije de forma inmediata la oportunidad para que tenga el lugar el derecho de
palabra correspondiente al Estado Bolivariano de Miranda representado por Henrique Capriles Radonski y,
adicionalmente, se ordene sean cumplidos los pasos establecidos en el artículo 206 de la Constitución (…), para
que se de la consulta al Estado Bolivariano de Miranda por intermedio del Consejo Legislativo”.

II
DE LA COMPETENCIA

En primer lugar debe esta Sala determinar su competencia para conocer de la presente acción de amparo,
y a tal efecto observa, que el artículo 5 numeral 18 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
establece con carácter exclusivo y excluyente la competencia de esta Sala para el conocimiento de las acciones
de amparo constitucional interpuestas contra los altos funcionarios del Estado, al efecto dispone: “Conocer en
primera y última instancia las acciones de amparo constitucional interpuestas contra los altos funcionarios
públicos”.

En este orden de ideas, deben entenderse por altos funcionarios públicos los establecidos en el artículo 8
de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales y los establecidos en el artículo 45
de la Ley Orgánica de la Administración Pública, los cuales disponen:

“Artículo 8. La Corte Suprema de Justicia conocerá en única instancia, en la Sala de competencia afín
con el derecho o garantía constitucionales violados o amenazados de violación, de la acción de amparo
contra el hecho, acto u omisión emanados del Presidente de la República, de los Ministros, del Consejo
Supremo Electoral y demás organismos electorales del país, del Fiscal General de la República, del
Procurador General de la República o del Contralor General de la República”.
“Artículo 45. Son órganos superiores de dirección de la Administración Pública Central, el Presidente o
Presidenta de la República, el Vicepresidente Ejecutivo o la Vicepresidenta Ejecutiva, el Consejo de
Ministros, los ministros o ministras y los viceministros o viceministras.
Son órganos superiores de consulta de la Administración Pública Central, la Procuraduría General de la
República, el Consejo de Estado, el Consejo de Defensa de la Nación, los gabinetes sectoriales y los
gabinetes”.

Así pues, esta Sala ha establecido reiteradamente, conforme a las normas citadas, su control con carácter
excluyente y exclusivo de los actos, hechos u omisiones imputados a los altos funcionarios públicos nacionales,
indicados anteriormente, no obstante, la enumeración expuesta en el artículo 45 eiusdem, es de manera
enunciativa y no taxativa (Vid. Entre otras, sentencias de esta Sala del 30 de junio de 2000, caso: “Defensoría
del Pueblo”; 20 de enero de 2000, caso: “Emery Mata Millán”; y 15 de febrero de 2001, caso: “María Zamora
Ron”).

Visto que la acción de amparo constitucional interpuesta fue ejercida contra la Asamblea Nacional y,
particularmente, respecto a “la Diputada Cilia Flores, en su carácter de Presidenta de la Asamblea nacional y
el Diputado Darío Vivas, en su carácter de Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana de la
señalada Asamblea Nacional”, esta Sala Constitucional determina que dicha investidura se encuentra
comprendida dentro de altas autoridades que refiere el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, por lo que resulta competente para conocer del presente amparo, y así se decide.

III
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Analizado el escrito de solicitud de amparo y declarada como ha sido la competencia de esta Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para conocer de la acción de amparo constitucional interpuesta,
la Sala observa que el mismo cumple con todos los requisitos contenidos en el artículo 18 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
Por otra parte, a los fines de realizar el examen de las causales de inadmisibilidad de la acción de amparo
constitucional consagradas en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, esta Sala considera necesario formular las siguientes consideraciones:

La Sala aprecia que la acción de amparo fue interpuesta contra “la Diputada Cilia Flores, en su carácter
de Presidenta de la Asamblea Nacional y el Diputado Darío Vivas, en su carácter de Presidente de la Comisión
de Participación Ciudadana de la señalada Asamblea Nacional, por la amenaza de violación de los derechos
constitucionales a la participación libremente (sic) en los asuntos públicos, atribución constitucional de los
estados de ser consultados por la Asamblea Nacional, cuando se legisle en materias relativas a los mismos,
derechos de palabra de los respectivos representantes de los estados en el marco del procedimiento de discusión
y aprobación de los proyectos de leyes, establecidos en los artículos 62, 206 y 211 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela”.

En atención a ello, debe destacarse que ha sido criterio reiterado de esta Sala que un acto normativo
puede suponer una lesión a un derecho constitucional constituyéndose en una amenaza para ese derecho, pero
para que esa lesión pueda ser tutelada mediante la acción de amparo debe ser producto de un acto aplicativo
posterior, salvo que se trate de una ley auto-aplicativa.

En este sentido, debe destacarse lo establecido en el fallo Nº 1.702/2007, mediante el cual se estableció la
imposibilidad del ejercicio del amparo constitucional contra un proyecto de ley, por carecer éste de efectos
jurídicos, en razón de lo cual, mal puede presuponer o evidenciarse violación alguna a un derecho o garantía
constitucional. Al efecto, estableció el mencionado fallo, lo siguiente:

“Ello así, los proyectos de ley escapan a los controles de amparo, por cuanto no existen en el mundo
jurídico y no han adquirido eficacia, efecto que produce luego que, conforme lo indica el artículo 1° del
Código Civil, sean publicados en la Gaceta Oficial. De manera que, tratándose de uno proyecto de ley,
mal podían aquellos amenazar derecho constitucional alguno mediante un acto aplicativo, por cuanto no
poseían el carácter de obligatorio cumplimiento y, por tanto, ningún órgano del Estado o particular
podría darle ejecución. Al respecto, puede verse sentencia de esta Sala Nº 2844 del 19 de noviembre de
2002.
En este sentido, se debe mencionar que los únicos controles previos de posibles actos normativos
existentes bajo la vigente normativa constitucional, son para los tratados suscritos por la República -
numeral 5 del artículo 336-; para el carácter orgánico de las leyes -artículo 203-; y para el control de
constitucionalidad de una ley, establecida a favor del Presidente -artículo 214-.
Por lo cual, tratándose el caso de autos de una acción de amparo contra el Proyecto de Ley Orgánica de
Reforma Parcial de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, resulta obvio que éste,
por cuanto no existe en el mundo jurídico, no puede lesionar derecho constitucional alguno, dado que
resulta imposible dictar un acto aplicativo posterior y, por tanto, mal puede ser accionado en amparo”.

En tal sentido, es necesario acotar que, ni siquiera el hecho de que en la actualidad la Asamblea Nacional
haya sancionado la Ley objeto del presente amparo, “puede ser entendido como una modificación de la causa
que excluye la posibilidad de accionar en amparo contra proyectos de ley, dado que, por una parte, no existe
certeza de que el proyecto o los proyectos accionados sean los mismos publicados; y, por la otra, porque
entender que se trata, luego de la publicación, de un amparo contra normas, es una actividad intelectiva que
suple una defensa de la parte accionante, a quien, en todo caso, bajo tales circunstancias, es al que le
corresponde reformar su escrito, dado que de lo contrario se desmejoraría en la defensa a la contraparte, de
allí que esta Sala declare no ha lugar en derecho la acción propuesta” -Cfr. Sentencias de esta Sala Nros.
2.844/02 y 1.507/09-.

Ahora bien, dado que en el presente caso la parte accionante consideró como hecho lesivo la omisión de
la consulta en el proceso de formación de la ley, debe destacarse que en el transcurso del presente procedimiento
de amparo, se produjo la sanción y publicación de la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno, en la
Gaceta Oficial de República Bolivariana de Venezuela Nº 5.963 del 22 de febrero de 2010, la cual generó que el
amparo devenga en inadmisible -Cfr. Numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales-, por cuanto el mismo no es la vía idónea para conocer la presunta
inconstitucionalidad de la Ley, sino a través del recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad -Cfr.
Sentencia de esta Sala Nº 985/09-.

En virtud de las consideraciones expuestas, esta Sala declara inadmisible con fundamento en el numeral
5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales la acción propuesta
-Cfr. Sentencias de esta Sala Nros. 2.844/02 y 985/09-. Así se decide.

IV
DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la ley, se declara COMPETENTE para
conocer el amparo e INADMISIBLE la acción de amparo interpuesta por los ciudadanos HENRIQUE
CAPRILES RADONSKI y ARMANDO BRIQUET, asistidos por el abogado Ángel Luis Pérez, ya
identificados, contra “la Diputada Cilia Flores, en su carácter de Presidenta de la Asamblea Nacional y el
Diputado Darío Vivas, en su carácter de Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana de la señalada
Asamblea Nacional, por la amenaza de violación de los derechos constitucionales a la participación libremente
(sic) en los asuntos públicos, atribución constitucional de los estados de ser consultados por la Asamblea
Nacional, cuando se legisle en materias relativas a los mismos, derechos de palabra de los respectivos
representantes de los estados en el marco del procedimiento de discusión y aprobación de los proyectos de leyes,
establecidos en los artículos 62, 206 y 211 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

Publíquese, regístrese y archívese el expediente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constituc ional del Tribunal Supremo de
Justicia, en Caracas, a los 05 días del mes de marzo de dos mil diez (2010). Años: 199° de la Independencia y
151° de la Federación.

La Presidenta de la Sala,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
Ponente

El Vicepresidente,

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ

Los Magistrados,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN


CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES

El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

Exp. N º AA50-T-2009-1283
LEML/

El Magistrado Dr. Pedro Rafael Rondón Haaz manifiesta su concurrencia con el dispositivo del
fallo que antecede, razón por la cual, de conformidad con el artículo 20 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, emite su voto concurrente en los siguientes términos:
En el veredicto en cuestión se declaró la inadmisión del amparo constitucional que los ciudadanos
Henrique Capriles Radonski y Armando Briquet intentaron contra los diputados Cilia Flores y Darío Vivas,
Presidenta de la Asamblea Nacional y Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana de esa Asamblea,
respectivamente.
La demanda se incoó contra “la amenaza de violación de los derechos constitucionales a la
participación libremente (sic) en los asuntos públicos, atribución constitucional de los estados a ser consultados
por la Asamblea Nacional, cuando se legisle en materias relativas a los mismos, [y] derechos de palabra de los
respectivos representantes de los estados en el marco del procedimiento de discusión y aprobación de los
proyectos de leyes”.
La mayoría sentenciadora fundó su decisión, por una parte, en que los actos normativos sólo
pueden ser lesivos de derechos constitucionales a través de sus actos de aplicación (salvo el caso de las normas
“auto-aplicativas”); por la otra, con fundamento en que un proyecto de ley no causa injuria constitucional, “por
carecer de efectos jurídicos” y; por último, a causa de la circunstancia sobrevenida, al inicio del procedimiento
judicial, de sanción y publicación de la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno, lo cual, según la Sala,
causó la inadmisibilidad sobrevenida del amparo, de conformidad con los cardinales 3 y 5 del artículo 6 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, “por cuanto el mismo no es la vía
idónea para conocer la presunta inconstitucionalidad de la Ley”.
Quien concurre con la declaratoria de inadmisión, discrepa de la posición mayoritaria porque:
1. Tal como fue declarado en el veredicto, “la parte accionante consideró como hecho lesivo
la omisión de la consulta en el proceso de formación de la ley”; por tanto, resultan impertinentes las
apreciaciones acerca de la imposibilidad de cuestionamiento de los proyectos de ley a través del amparo
constitucional, en virtud de que no fue uno de ellos el objeto de la pretensión; así como la inadmisión con
fundamento en el cardinal 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales por la disponibilidad sobrevenida de la demanda –que no “recurso”- de nulidad por
inconstitucionalidad, ya que, de nuevo, la pretensión de los quejosos no fue la declaratoria de
inconstitucionalidad de una ley que no era tal al momento del planteamiento de su pretensión de tutela
constitucional.
En cambio, se aprecia la irreparabilidad de la situación que quiso prevenirse, de falta de
participación en el procedimiento de formación de la Ley en cuestión, conforme a lo que preceptúa el artículo
6.3 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, desde cuando dicho trámite
culminó con la sanción y publicación de dicha Ley.
La Sala ha establecido que la amenaza de violación a un derecho constitucional que admite la
incoación de una pretensión de tutela es aquélla que es inmediata, posible y realizable. Al respecto, en sentencia
n.° 326/01, caso: Frigoríficos Ordaz S.A., se estableció:
...(L)a amenaza que hace procedente la acción de amparo es aquella que sea inmediata, posible y
realizable por el imputado, estableciendo al efecto que tales requisitos deben ser concurrentes,
por lo cual es indispensable -además de la inmediación de la amenaza- que la eventual violación
de los derechos alegados -que podría materializarse de no ser protegidos mediante el
mandamiento que se solicita- deba ser consecuencia directa e inmediata del acto, hecho u omisión
que constituyan el objeto de la acción; de lo cual deviene, por interpretación a contrario, la
improcedencia de la acción, cuando se le imputen al supuesto agraviante resultados distintos a los
que eventualmente pudiere ocasionar la materialización de la amenaza que vulneraría los
derechos denunciados, o cuando la misma no sea inmediata o ejecutable por el presunto
agraviante.
En efecto, en los casos de protección constitucional contra amenazas de violación a derechos
constitucionales, el análisis, lógico y coherente con la doctrina de la Sala, es la revisión de si la amenaza que se
delata cumple con los requisitos de que sea inmediata, posible y realizable. En ese orden, en la hipótesis que se
examina, la conclusión a la cual se debió llegar es que la amenaza que originalmente se denunció y que habría
provocado la injuria constitucional ya se concretó, en virtud de que la ley que se encontraba en fase de discusión
fue sancionada y publicada.
En conclusión, quien suscribe considera que la inadmisión de la pretensión de amparo como la de
autos, debió declararse con afincamiento en el artículo 6.3 de la ley especial aplicable y en el cardinal 5 de la
misma disposición legal.
Queda expresado, en los términos precedentes, el motivo del Magistrado que expide el presente
voto concurrente.
Fecha retro.
La Presidenta,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO


El Vicepresidente,

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ

Los Magistrados,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ


Concurrente

MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES


El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO


PRRH.sn.cr.
Exp. 09-1283

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