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I.

San Martín en España

José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, a


orillas del río Uruguay, que pertenecía al Virreinato del Río de la
Plata. Su padre, don Juan de San Martín, venía de España y
ocupaba la función de lugarteniente gobernador del departamento.
Su madre, doña Gregoria Matorras, era sobrina de un conquistador
del Chaco.
Se fue a España, con sus padres, en 1786, donde entró al
Seminario de Nobles de Madrid. En 1789, comenzó una carrera
militar en el regimiento de Murcia. Tomó parte en la campaña del
África combatiendo en Melilla y Orán. En 1797, obtuvo el grado de
sub-lugarteniente en recompensa por sus acciones frente a los
franceses en los Pirineos.
Luego combatió en diferentes sitios del sur de España, en Gibraltar y Cádiz, con el grado
de Capitán de segunda de la infantería ligera.
En 1808, las tropas de Napoleón invadieron la península y el rey Fernando VII fue hecho
prisionero. Fue entonces que estalló la rebelión del pueblo español contra el Emperador
y su hermano José Bonaparte, que venía de ser proclamado Rey de España.
Un Gobierno provisorio se instaló en Sevilla y luego en Cádiz.
San Martín fue nombrado por la Junta ayuda de campo del Primer Regimiento de
Voluntarios de Campo Mayor. Destacado por sus hechos de armas contra los franceses,
accedió al grado de capitán del regimiento de Borbón. La armada atacó las tropas
francesas y las batió en el curso de la batalla de Bailén, el 19 de julio de 1808. San Martín
se distinguió.
Esta victoria permitió a la armada de Andalucía recuperar Madrid y fue la primera derrota
de las tropas napoleónicas. San Martín recibió el grado de Lugarteniente Coronel y una
medalla de oro. Continuó la lucha contra los franceses en la armada de aliados: España,
Portugal e Inglaterra. Combatió bajo las órdenes del general Beresford en la batalla de
Albuera.
Tuvo conocimiento de Lord Macduff, un noble escocés, quien lo informó acerca de logias
secretas que complotaban para la independencia de América del Sur. Gracias a este
último obtuvo un pasaporte para ir a Inglaterra, donde encontró en 1811 a compatriotas
de la América española: Alvear, Zapiola, Andrés Bello, Tomás Guido, entre otros . Todos
hacían parte de una logia que había fundado el "Precursor", Miranda, quien, con Bolívar,
luchaba ya en América por la independencia de Venezuela. En enero de 1812, San
Martín embarcó para Buenos Aires a bordo de la fragata inglesa George Canning.
II. Desembarco de San Martín en Paracas.
El 08 de septiembre de 1820, como parte de la Expedición Libertadora del Perú, Don
José de San Martín desembarcó en Paracas, cerca al puerto de Pisco.
Con su llegada, San Martín hizo retroceder al ejército realista, compuesto por 20 000
soldados distribuidos por todo el territorio, de los cuales la mayor parte defendía Lima;
tratando de ganar tiempo para reunir a todos los soldados, plantea una salida diplomática
al conflicto, que finalmente no llegó a ningún acuerdo aceptable para San Martín.
Este envía inmediatamente una división al mando del general Juan Antonio Álvarez de
Arenales hacia Lima, por la ruta de la sierra, para propiciar la insurrección de las
poblaciones a lo largo de su trayecto.
San Martín sigue con la flota y en los primeros días de noviembre desembarca en la
localidad de Huacho, donde fortifica su posición e inicia su estrategia para sitiar
definitivamente Lima.
Este hecho constituyó el comienzo de una serie de episodios de la historia peruana de
gran significación para la organización política que adoptaría la Sudamérica
independiente. Dio inicio a los actos de patriotismo de los primeros voluntarios peruanos,
incluyendo a algunos esclavos, para ponerse al mando del general con el fin de lograr la
independencia. San Martín emitió su primera proclama: “Primer día de la libertad del
Perú” y dio inicio a la planificación y ejecución de la independencia del Perú.

III. San Martín en América

En la ciudad de Buenos Aires, el 25 de mayo de


1810, una Junta se había formado según el
modelo de juntas de España, que se oponía a
la ocupación francesa de la Península, y
gobernaba en nombre del rey Fernando VII
prisionero en Francia.
Se había enviado emisarios en las diferentes
ciudades del Virreinato del Río de la Plata, para
que ellas formaran juntas y reconocieran a la de
Buenos Aires. Las poblaciones parecían
dividirse entre las juntas independientes de
España y aquellas que pretendían obedecer al
virrey. La Junta de Buenos Aires nombró un cuerpo ejecutivo, llamado Primer Triunvirato.
Sus miembros eran: Juan José Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea.
La ciudad de Montevideo no reconocía a la junta de Buenos Aires y había emprendido
hostilidades contra la capital. En Chile, el Consejo se pronunciaba contra la autoridad del
Virrey. En el Alto Perú, la Bolivia actual, los realistas ocuparon la provincia de Salta y
avanzaron sobre Tucumán, defendido por el Ejército del Norte que comandaba el general
Belgrano. El Paraguay se había ya declarado independiente.
Pocos días después de su llegada, San Martín fue reconocido en el grado de
Lugarteniente Coronel y el Triunvirato le encargó formar un escuadrón, que sería el
célebre Regimiento de Granaderos a Caballo. Durante el año 1812, se ocupó de instruir
a la tropa en las técnicas modernas de combate que había adquirido en Europa contra
el ejército napoleónico. Además, organizó una sociedad secreta llamada la Logia Lautaro
(nombre de un jefe araucano que defendió la libertad de su pueblo durante la conquista
española). La sociedad estaba formada de la misma manera que las logias masónicas
de Cádiz, Londres y Venezuela, que tenía por miembros a Miranda, Bolívar y Andrés
Bello. Su objetivo era de "trabajar por la independencia de América y su honor". Sus
principales miembros, además de San Martín, fueron: Alvear, Zapiola, Bernardo
Monteagudo, Juan Martín de Pueyrredón.
En agosto de 1812, San Martín se casó con María de los Remedios de Escalada, una
mujer joven y bella, que pertenecía a una de las familias más destacadas del país.
En octubre de 1812, cuando llegó la noticia de la victoria del general Belgrano en
Tucumán, la Logia Lautaro intentó imponer sus candidatos al Triunvirato. Con la presión
de los cuerpos armados y el pueblo, un segundo Triunvirato se formó, constituído por:
Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte. Además, se exigió
crear una Asamblea Suprema con delegados de todas las provincias a fin de redactar
una constitución.
Los primeros actos del Triunvirato consistieron en reforzar el ejército y enviar una
expedición para sitiar Montevideo, ocupado por los realistas.
En enero de 1813, las posiciones militares fueron consolidadas: el general José Rondeau
dirigió el sitio de Montevideo mientras que, en Buenos Aires, el domingo 31 de enero, se
reunió la Asamblea General Constituyente, conocida en la historia bajo el nombre de
Asamblea del año 13. Casi todos los miembros de la Asamblea pertenecían a la Logia
Lautaro. Se aprobó importantes reformas: el nombre del rey de España desaparecía de
los documentos públicos, la Asamblea se declaraba soberana, se suprimían los blasones
y títulos de nobleza, se adoptaban los colores de la bandera creada por Belgrano, el
emblema nacional y el himno, se eliminaba la inquisición y se quemaban los instrumentos
de tortura, se defendía la libertad de prensa, se imponía restricciones a la esclavitud.
Los realistas de Montevideo dominaban los ríos con su flota, asolaban las ciudades
costeras y hacían frecuentes desembarcos para obtener tropas y alimentos. En enero,
se supo en Buenos Aires que una escuadra
realista, dirigida por el corsario Rafael Ruíz y el
capitán Juan Antonio Zabala, se aprestaba a
desembarcar. El 28 de enero, el Triunvirato
ordenó al coronel San Martín proteger las costas
del Paraná del desembarco realista. Los
granaderos siguieron la progresión de la flota
enemiga que contaba con 11 naves y alrededor
de 300 soldados. Los navíos tiraron anclas en
Rosario y los españoles intercambiaron disparos
con las tropas de Caledonio Escalada,
comandante militar de la ciudad.
Fue en la noche del 2 de febrero que los granaderos de San Martín llegaron y se
escondieron en el convento de la vecina ciudad de San Lorenzo. En la mañana del 3 de
agosto, los barcos de la expedición realista tocaron tierra y los españoles subieron los
acantilados. San Martín había dividido sus tropas en dos columnas, y en el momento
cuando el clarín comenzó a resonar dio el asalto. Desde la primera carga, el caballo de
San Martín fue puesto en tierra. El granadero Baigorria atravesó con su lanza a un
soldado español que intentaba herir a San Martín. El soldado Juan Bautista Cabral, quien
había levantado el caballo de su jefe para liberarlo, fue herido de muerte. Al momento de
morir pronunció: "Muero contento, hemos vencido al enemigo".
En efecto, la victoria llegó en algunos minutos. Los realistas huyeron por los acantilados
abandonando sus armas, cañones y estandartes. La flota vencida retornó a Montevideo
y no regresó jamás por el Paraná. San Martín regresó a Buenos Aires triunfal.
Poco tiempo después se supo de la victoria del general Belgrano frente a los realistas en
la batalla de Salta, donde se rindió la armada dirigida por Pío Tristán.
Manuel Belgrano, después de la batalla de Salta, entró en tierras del Alto Perú
persiguiendo a los realistas, pero debió retroceder hasta sus posiciones precedentes, en
el valle de Lerma, después de las derrotas de Vilcapugio (1 de octubre) y Ayohuma (14
de noviembre).
El Triunvirato decidió enviar a San Martín al norte con un pequeño ejército de infantería
y el cuerpo de Granaderos a Caballo. El ejército vencido se reunió con los refuerzos en
Yatasto, en el camino entre Salta y Tucumán, donde los dos libertadores se conocieron
y se unieron en amistad para siempre.
Entretanto, el 31 de enero de 1814, en Buenos Aires, la Asamblea nombró como Director
Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata a Don Gervasio Antonio Posadas
por un período de dos años, reemplazando al Triunvirato precedente. En enero
igualmente, San Martín tomó el mando del Ejército del Norte, quedando Belgrano su
subordinado. La armada realista, dirigida por el general Pezuela, amenazaba las
provincias de Salta y Jujuy.
La frontera norte era defendida por gauchos a caballo, bajo el mando del lugarteniente
coronel Martín Güemes, originario de Salta y muy bien instruído en el terreno. Este
ejército causó estragos en las tropas realistas levantando al pueblo contra el enemigo.
Al mismo tiempo, en el Río de la Plata, la flota dirigida por el comandante Guillermo
Brown vencía a la armada realista frente a Montevideo y llegó a establecer el sitio
marítimo que obligó a la ciudad a rendirse al General Alvear (junio de 1814). Sabiendo
de esta derrota, los realistas, que intentaban conquistar las Provincias Unidas por la
frontera norte, comenzaron a retirarse, concentrando sus fuerzas en el Alto Perú .

IV. El Plan continental


Poco después de su llegada a Tucumán, San Martín se dio cuenta de la imposibilidad de
llegar a Lima, que en ese momento era el centro del poder realista, por el camino del Alto
Perú. Cada vez que una armada realista descendía del altiplano hacia los valles de Salta
era vencida; y cada vez que un ejército de las Provincias Unidas se aventuraba en el Alto
Perú era exterminada.
Fue entonces que el general San Martín tuvo la idea de atravezar la cordillera y atacar
Lima por el mar. Para asegurar las fronteras del norte, las tropas del general Güemes
bastaban. El plan de conquistar Perú por el Pacífico era lo que San Martín mismo llamaba
"su secreto", compartido con algunos de sus amigos de la Logia Lautaro.
En el mes de abril de este año, una enfermedad le impidió ir a pedir la autorización a la
Asamblea para realizar su plan. Reposó en una hacienda próxima a Córdoba, dejando
al general Cruz dirigir las tropas del Ejército del Norte.
En agosto, el Director Posadas lo nombró gobernador intendente de Cuyo, en razón de
su salud todavía frágil. En realidad, San Martín estaba en una posición favorable para
comenzar sus planes que lo llevarían a liberar la mitad del continente.
Cuando el futuro Libertador se instaló en Cuyo, del otro lado de la Cordillera de los Andes,
la revolución del "Reino de Chile" se encontraba en peligro: el país era invadido por las
fuerzas realistas del Virreinato del Perú y después de varias batallas, las fuerzas
independentistas bajo el mando de O´Higgins y José Miguel Carreras fueron derrotadas
en el curso de la batalla de Rancagua (1 de octubre de 1814), donde el ejército chileno
fue exterminado, dejando la ruta hacia la capital, Santiago, abierta. El general Carrera
con el resto del ejército atravesó la cordillera y se refugió en el territorio de Cuyo,
gobernado por San Martín.
En Buenos Aires se supo que Napoleón había sido vencido y exiliado en la isla de Elb a.
El rey Fernando VII había llegado a Madrid después de seis años de cautiverio. El primer
acto del gobierno fue abolir la constitución de Cádiz y condenar a muerte a todos aquellos
que se oponían a su soberanía. El Tribunal de la Inquisición fue restablecido.
En este momento la revolución sudamericana parecía vencida en todos los frentes. Chile
y el Alto Perú estaban perdidos, con realistas fuertemente establecidos en Lima; la
revolución venezolana estaba vencida y sus jefes, Bolívar y Mariño, se habían refugiado
en Cartagena; los liberales españoles eran perseguidos. Solo en el Río de la Plata
ondeaban los estandartes de la Libertad y la Independencia.
En Buenos Aires, a comienzos del año 1815, el Director Supremo Posadas renunció, y
se nombró en su lugar al general Carlos María de Alvear. Alvear nombró entonces como
gobernador de Cuyo al coronel Gregorio Perdriel. Esto conmocionó a la ciudad de
Mendoza y, el 16 de febrero, el Consejo Municipal solicitó al Director Supremo una
audiencia para que conserve en su gobierno al general San Martín, argumentando el
hecho en que había un peligro cierto de una invasión realista por la cordillera. El director
aceptó la demanda del Consejo y confirmó a San Martín en su cargo.
Poco tiempo después, el Consejo de Buenos Aires pidió la dimisión de Alvear y nombró
al general Rondeau en su lugar, con la condición de disolver la Asamblea y de formar un
nuevo congreso elegido por sufragio universal (18 de abril).
Pero los habitantes de Mendoza constituyeron un Consejo independiente. Decidieron no
obedecer a ningún gobierno que no fuera elegido por el pueblo y declararon nulo y no
bienvenido el nombramiento del Gobernador Intendente por el Director Supremo. Se
aclamó a San Martín como Gobernador de Cuyo. Los Consejos de San Juan y San Luis
confirmaron sus declaraciones.
San Martin decidió entonces crear el Ejército de los Andes, al cual la población de Cuyo
contribuyó como pudo. Se estableció nuevos impuestos, se creó una contribución
extraordinaria de guerra, se recibió donaciones en joyas y dinero...Los transportes
militares fueron gratuitos, los artesanos trabajaron sin retribución para el ejército y las
mujeres participaron del esfuerzo para la guerra confeccionando los uniformes de los
soldados.
Se supo que en ese momento España preparaba una expedición de diez mil hombres,
bajo el mando del general Murillo, la cual se dirigía hacia el Río de la Plata para someter
a los rebeldes a la voluntad real. El coronel San Martin reunió en Consejo a la población
de Cuyo el 6 de junio de 1815 y declaró: "Es llegada la hora de los verdaderos patriotas.
Se acerca al Río de la Plata una expedición de diez mil españoles. Ya no se trata de
encarecer y exaltar las virtudes republicanas, ni es tiempo de exhortar a la conservación
de las fortunas o de las comodidades familiares. El primer interés del día es el de la vida:
este es el único bien de los mortales. Sin ella, también perece con nosotros la patria.
Basta de ser egoístas para empeñar el último esfuerzo en este momento único que para
siempre fijará nuestra suerte. A la idea del bien común y a nuestra existencia, todo debe
sacrificarse. Desde este instante el lujo y las comodidades deben avergonzarnos. Desde
hoy quedan nuestros sueldos reducidos a la mitad. El empleado que no quiera donar lo
que deja de percibir recibirá un boleto para su abono en mejores circunstancias. Yo
graduaré el patriotismo de los habitantes de esta provincia por la generosidad. Cada uno
es centinela de su vida."
Las damas de Mendoza, con María de los Remedios de Escalada de San Martín a la
cabeza, su esposa, fueron recibidas por el Consejo municipal en audiencia y, en
presencia de la población, se despojaron de todas sus joyas, ofreciéndolas a la patria.
Llegamos a fines del año 1815 con las desalentadoras noticias de la derrota del Ejército
del Norte, dirigida por Rondeau, en la batalla de Sipe-Sipe el 29 de noviembre. Las
fuerzas del Virrey de Perú, comandadas por el general Osorio, dominaban Chile. El
ejército de Murillo, que debía llegar a Buenos Aires, desembarcó en Venezuela y venció
a las tropas de Bolívar.
San Martín, a la cabeza del pequeño ejército de Cuyo, era entonces la única esperanza
de las Provincias Unidas. Fue en estas circunstancias que reunió sus oficiales y expuso
su plan de atravesar los andes y la reconquista de Chile.
A fines del año precedente, la autoridad del rey Fernando VII estaba prácticamente
restablecida, y ya los generales realistas ejercían su crueldad sobre las poblaciones
rebeldes, sobre todo en Venezuela y el Alto Perú.
A comienzos del año 1816, los delegados de las diferentes provincias, elegidos por
sufragio universal, comenzaron a arribar a Tucumán, y el 24 de marzo se formó el
Soberano Congreso Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata. El gobierno
de Cuyo tenía cuatro delegados, amigos de San Martín y miembros de la Logia Lautaro.
Por la provincia de San Juan: el hermano Justo Santa María de Oro y don Agustín Maza;
por Mendoza: Tomás Godoy Cruz y Francisco Narciso Laprida; por San Luis, Juan Martín
de Pueyrredón. En el mes de mayo el Congreso se dedicó a la elección del nuevo Director
Supremo. El primer candidato en vista fue Belgrano, después se pensó en San Martín,
pero los delegados de Cuyo se opusieron. Finalmente, el 3 de mayo, Juan Martín de
Pueyrredón fue designado como Director Supremo, con el consentimiento de los
delegados próximos a San Martín.
Sin embargo, San Martín, como Gobernador de Cuyo, insistió al Director Supremo para
que le otorgue los medios para realizar su cruce de los Andes. Ya había comenzado sus
actividades de espionaje y tenía contactos en medio de los realistas de Santiago, y estos
le informaban de las actividades del Gobernador Osorio y de su sucesor Marcó del Pont.
Sus espías preparaban la insurrección de los patriotas chilenos preparando la futura
invasión.
San Martín se vio propuesto comandante del ejército del Perú, para reemplazar al general
Rondeau. Pero no creyó en las posibilidades de éxito y pidió al Director Supremo enviar
a Manuel Belgrano.
Durante este año, varias batallas navales fueron emprendidas por corsarios bajo
pabellón del Río de la Plata. Capturaron los cargamentos de navíos que hacían la
travesía entre América y España, liberando los esclavos, lo que les valió el
reconocimiento de la opinión liberal en Europa. Se interceptó además la correspondencia
confidencial, lo que les permitió conocer el verdadero estado de las tropas realistas en
el Caribe y Venezuela. Fue así que se supo en Buenos Aires los progresos de Bolívar y
las tropas independentistas de México.
Fue en este contexto que se preparó la expedición del comandante Guillermo Brown,
secundado por Hipólito Buchardo, quienes partieron del Río de la Plata, doblaron por el
Cabo de Hornos y atacaron las fortalezas españolas en Chile, después los puertos
fortificados de Callao y de Guayaquil. Eso permitió a los independentistas informarse
sobre las defensas de esos puertos que serían útiles para la campaña del Perú.
Después de la derrota de Sipe-Sipe en el Alto Perú, San Martín pensó que era tiempo de
poner en marcha su plan de conquista de Lima por el Pacífico. Envió a su delegado,
Manuel Ignacio, a Buenos Aires, para convencer al director de la utilidad de una
expedición a Chile. El ministro de Guerra, Tomás Guido, era un amigo de San Martín y
parecía de acuerdo con él. Pero el gobierno no estaba convencido.
Obrando con astucia, San Martín hizo creer que su ejército marcharía hacia el Alto Perú.
Quería hacer creer a los realistas que Mendoza quedaría sin protección para empujarlos
a pasar al otro lado de la cordillera. Pero Marcó del Pont no cayó en la trampa.
San Martín envió entonces a Buenos Aires a su ayuda de campo, José Antonio Álvarez
Condarco, ingeniero militar, con algunos detalles de sus planes de campaña. Condarco
se entrevistó con Antonio González Balcarce, quien aseguró el interín en espera del
nuevo director. Pueyrredón fue favorable al plan de invasión de Chile y dio por fin
instrucciones para que se apoye a San Martín (mes de junio).
San Martín insistió con sus delegados del Congreso sobre la necesidad de declarar la
independencia. El 9 de julio, el Congreso proclamó la independencia de las Provincias
Unidas del Río de la Plata. No había más posibilidad de reconciliación con Fernando VII.
San Martín envió entonces su emisario a los jefes realistas para notificarles esta
declaración de independencia.
El 15 de julio, el director Pueyrredón y San Martín se encontraron en Córdoba para
planificar la expedición. A partir de este día, los dos hombres se hicieron amigos para
siempre

DECADENCIA DEL PROTECTORADO DE SAN MARTIN


Antecedentes:
San Martín se entrevistó con Simón Bolívar, el gran líder de la Corriente Libertadora del
Norte. Dejó en el gobierno de Lima al delegado supremo José Bernardo de Tagle y
marchó a Guayaquil a la entrevista. Conversaron sobre tres temas: Los límites entre el
Perú y Gran Colombia (sobre todo la posesión de Guayaquil), la ayuda militar y el sistema
de gobierno más conveniente para el Perú.
En ninguno de los puntos San Martín logró lo que buscaba: Bolívar no renunció a
Guayaquil, solo ofreció 1600 soldados (San Martín pedía 6000) y rechazó la idea de una
monarquía en el Perú. Cuando San Martín le ofreció el liderazgo de la campaña
libertadora en el Perú, Bolívar le dio a entender que solo lo aceptaría si él se retiraba del
Perú.
Mientras San Martín conferenciaba en Guayaquil con Bolívar, en Perú se produce un
movimiento que solicitaba la remoción del ministro Monteagudo. El minist ro renuncia,
pero luego exigen su deportación.
El 20 de setiembre se inaugura el primer congreso constituyente del Perú. Ese día San
Martín entrega su título de Protector. Pronuncia un discurso de despedida y se retira.
Esa misma noche, el congreso, reunido en sesión extraordinaria le otorga el título de
"Fundador de la Libertad del Perú" y le asignan la misma pensión vitalicia que a
Washington.
Así terminó la vida pública del Libertador. Esa misma noche del 20 de setiembre se
embarcó en el bergantín Belgrano con rumbo a Chile.
Campaña de intermedios:
Pero dos días antes de abandonar Lima, San Martín instruyó al general Alvarado sobre
la estrategia a seguir en la marcha hacia los puertos intermedios: una operación en la
cual confiaba mucho.
Primera campaña de intermedios: Expedición militar dirigida por el general
Rudencio Alvarado, en contra de las fuerzas realistas que estaban en la sierra del Perú.
Esta, fracaso porque no uno del dinamismo que la batalla necesitaba, así los oficiales
realistas atacaron bajo la supervisión del virrey José de la Serna. Ellos triunfaron 2
batallas: Torata y Moquegua.
Esta campaña consistía en tres frentes:
-El ejército del Callao que debía atacar a los españoles por los puertos intermedios del
sur.
-Otro ejército salido de Lima atacaría a las fuerzas realistas por la región del Centro.
-Un ejército argentino atacaría a los españoles por el Alto Perú.
Pero para la realización de este plan, San Martín necesitaba la ayuda de Simón Bolívar,
pero eso no sucedió. Este fracaso militar desprestigió ostensiblemente a la Junta de
Gobierno, provocando así el primer golpe de estado de la historia republicana peruana:
El Motín de Balconcillo. El 26 de febrero de 1826, los generales del ejército, grupo que
había adquirido gran cantidad de poder y de fueros, obligaron al Congreso a disolver la
Junta de Gobierno y designar como primer presidente del Perú al coronel José de la Riva
Güero.

Segunda campaña de intermedios: Desde el 28 de febrero de 1823 gobernaba en el


Perú el presidente José de la Rivagüero, nombrado por el Congreso Constituyente luego
de la disolución de la Suprema Junta Gubernativa del Perú. Tarea primordial del nuevo
gobierno era poner fin a la guerra de la Independencia, pues los españoles dominaban
todavía el centro y el sur del Perú.
Lamentablemente, Mientras que se desarrollaba esta campaña, importantes
acontecimientos sucedían en el resto del Perú. Como consecuencia de la casi nula
defensa militar de Lima, las tropas realistas al mando del general José de
Canterac, tomaron la capital el 18 de junio de 1823, lo que desencadenó un re-acomodo
social a la nueva situación que devino en una crisis política. Parte del Congreso se pasó
al bando realista al igual que la élite criolla que no había tenido participación directa en
la firma del acta de independencia, mientras que unas diez mil personas dejaban la
ciudad temerosa a las represalias del bando realista.
EL PROTECTORADO DE SAN MARTIN
Antecedentes:
El 24 de setiembre de 1820, el virrey Pezuela y San Martín se entrevistaron en Miraflores,
pero no llegaron a ningún acuerdo; entonces, San Martín dejó Pisco y se trasladó a
Huaura, donde estableció su nuevo cuartel militar. Pezuela fue reemplazado por José de
La Serna, quien se entrevistó con San Martín. San Martín exigió la independencia y la
instalación de una monarquía con un príncipe español; La Serna no aceptó y se trasladó
a la sierra sur del Perú.
Una vez proclamada la independencia del Perú, San Martín recibió el título de protector
de la independencia del Perú el 3 de agosto de 1821 con lo que se inició el régimen del
protectorado. Se inclinó por un gobierno monárquico constitucional (quería crear "El reino
del Perú"), lo que generó un debate muy intenso en el que se plantearon medidas.
Las principales medidas del protectorado fueron:
-Políticas: básicamente quería implantar una monarquía constitucional:
-Primero, envía una misión a Europa para que traigan a un príncipe Borbón para que
gobierne al Perú.
-Creó la sociedad patriótica que era una organización que formaba una base social que
respalde, asegure y difunda sus ideas.
-Estableció dos condecoraciones: la oren del Sol (para varones) y la banda de seda (para
las damas)
-Cambió los títulos de Castilla por los del Perú.
En esencia, una monarquía constitucional mantenía una aristocracia colonial todavía y
los peruanos eran justamente, lo que no buscaban.
-Económicas: decretó el libre comercio, suprimió las aduanas, creó el ministerio de
Hacienda (con Hipólito Unanue), el ministerio de relaciones exteriores (con García del
Río) y el ministerio de Guerra (con Bernardo Monteagudo). Sin embargo, dirigía un
precario estado que carecía de recursos económicos; por lo que tuvo que gestionar
préstamos con Inglaterra (1'200, 00 libras esterlinas) y las familias aristocráticas limeñas
ya que el Perú necesitaba dinero para mantener a su ejército.
-No pudo impedir la salida de nuestro oro y plata y nombró como jefe de la Moneda de
Lima al italiano José Boqui.
-Hubo una gran crisis económica que imposibilitó que el Estado organizara una base
sólida económica.
-Sociales:
-El 12 de agosto de 1821 decretó la ley de Vientres, que defendía los derechos de los
esclavos y los declaraba libres a los que nacían a partir del 28 de julio del mismo año.
-15 días después, abolió el tributo indígena.
Culturales:
-Convirtió a la educación primaria en gratuita y obligatoria.
-Decretó el derecho a la libertad de imprenta.
-Fundó la escuela normal de varones "Diego Thompson"
-Fundó la Biblioteca Nacional y creó los símbolos patrios (solo bandera e himno).
Militares:
-Elaboró el plan militar "Campaña de puertos intermedios" con Lord Thomas Cochrane
-Creó el primer ejército peruano "Legión Peruana de la Guardía"; que la integraba el
escuadrón de caballería "Húsares del Perú".
-Se formó la primera marina peruana
La entrevista de Guayaquil:
San Martín, escuchando el pedido de Sucre que se encontraba en Guayaquil, envió una
ayuda de 1400 soldados bajo el mando del General Andrés de San Cruz. Sucre venció
a los españoles en Pichincha el 24 de mayo de 1822. Pero un ejército patriota bajo el
mando de Pío Tristán fue derrotado por los españoles dirigidos por Valdez en la batalla
de Macacona (Ica) el 7 de abril de 1822. Esto desespero a San Martín y fue presto a
solicitar ayuda de Bolívar.
San Martín se entrevistó el 14 de julio de 1822 en Guayaquil con el Libertador del Norte
(Simón Bolívar), con el fin de tratar la culminación de la guerra dirigida por el virrey La
Serna.
San Martín contó con las fuerzas colombianas en el Perú, a lo que Bolívar respondió que
estaba dispuesto a enviar sólo 1,400 soldados. San Martín consideró insuficiente e
insto a Bolívar se traslade al Perú y culminara la guerra.
Otro punto tratado fue acerca del establecimiento de la monarquía en el Perú, que, según
San Martín, era lo más necesario, pero Bolívar denegó dicha propuesta política.
Vista la posición de Bolívar, San Martín consideró que la intervención de aquél en el Perú
implicaba su retiro previo
El Real Felipe:
En setiembre de 1821, los realistas invaden Lima refugiándose en el Real Felipe. Ya
habían pasado dos meses y los españoles-realistas estaban ahí, escondidos y sin
alimentos. Mientras tanto, su líder, José De La Serna huye por vía terrestre hacia la sierra
central.
Los refugiados no aguantaron más, unos cambiaron de propósito y se unieron a los
patriotas, mientras que otros murieron de hambre en la misma fortaleza. Es por eso que
se dice que en ese lugar penan.
Los que se unieron al ejército patriota, bajaron el mando al ejército de José de la Mar,
quien se plegó a San Martín.
Opiniones en contra:
Dentro de la sociedad patriota se destacó a José Faustino Sánchez Carrión (precursor
separatista), quien expresó sus ideas en contra a la monarquía española mediante su
órgano periodístico "La abeja republicana"
Conclusión:
San Martín trató de crear un ambiente propicio para el establecimiento de una monarquía
peruana de tipo constitucional. Estas medidas fueron importantes porque permitieron el
establecimiento de un estado, la defensa de derechos y la consolidación de la
independencia. Lo único que le faltaba era apoyo de todos los ciudadanos.

Fuente: Historia del pueblo peruano. (11 de julio del 2015). Protectorado de San Martin. Consultado el 06 de
setiembre de 2019. Recuperado de: http://lahistoriadelpuebloperuano.blogspot.com/

Libertadores de América - los héroes de la


independencia:
Bolívar y San Martín encabezaron las dos grandes oleadas
emancipadoras en América del Sur. Pero el sueño de unidad
continental se apagó con sus sucesores.

Bernardo O'Higgins
De ascendencia irlandesa y vasca, O’Higgins fue un rico
terrateniente chileno cuya formación completó primero en Lima
y posteriormente en Inglaterra y España, donde estuvo en
contacto con las ideas libertarias que se expandían entre las
élites intelectuales. De vuelta a su hacienda chilena herencia
de su padre, fue elegido alcalde de su localidad y empezó a
divulgar algunas de las ideas de las que se había
empapado en Europa. Tras el comienzo de las guerras
napoleónicas en Europa, inició su participación en la organización de la defensa frente a
los realistas y se incorporó en el ejército para combatir a los españoles. Cruzó
los Andes con el ejército del general José de San Martín y en 1817 fue nombrado director
supremo de Chile al ser liberado el país. Se retiró en 1823

Proclamación y jura de la independencia de Chile, por Pedro Subercaseaux


Después de que la asamblea convocada por el general San Martín lo eligiera como
director supremo de Chile y renunciara en favor de O'Higgins, éste organizó un ejército
militar para combatir a las tropas realistas e hizo redactar una declaración de
independencia que firmó el 12 de febrero de 1818.

Francisco de Paula Santander


Este militar y político colombiano nacido a finales del siglo XVIII en el Virreinato de Nueva
Granada fue un personaje clave en el proceso de independencia de la Gran Colombia.
Participó en numerosas batallas que tuvieron lugar en todo el territorio colombiano desde
1813 hasta 1819 cosechando éxitos, aunque también fracasos. Tras el triunfo, junto a
Bolívar, en la batalla de Boyacá de 1819 y la proclamación de la independencia,
Santander ocupó el cargo de Vicepresidente de la Gran Colombia. Una grave crisis con
Bolívar lo llevó al exilio en 1832, de donde regresó para asumir la presidencia de la
República de Granada (que en 1863 adoptaría el nombre de Colombia)
Simón Bolívar
“No daré descanso a mi brazo ni a mi espada hasta el día en que hayamos roto las cadenas
del dominio español que nos oprime”. Con este juramento frente al Aventino
de Roma empezó el compromiso de un joven Bolívar con la lucha contra el ejército colonial
en América. Hijo de una familia acomodada de criollos venezolanos, vio en las guerras
napoleónicas en las que estaba inmersa la Monarquía española la situación de crisis
perfecta para iniciar el camino hacia la emancipación de los territorios sudamericanos. A
pesar de que su ambicioso proyecto de una Gran Colombia fracasó, tuvo un papel
determinante como líder de las grandes campañas militares y políticas que dieron la
independencia a Venezuela, Colombia y Ecuador, ganándose el sobrenombre de
“Libertador de América”.

La batalla de Juniń , por Martín Tovar y Tovar.


Considerada como una de las victorias claves para la independencia de Perú, la batalla de
Junín tuvo lugar en agosto de 1824. Tras el éxito de las tropas patrióticas, Bolívar continuó
la guerra contra los realistas que todavía resistían en el Alto Perú, la actual Bolivia.
José Antonio Páez
El que terminaría siendo el quinto presidente de Venezuela procedía de una familia de
ascendencia canaria y de origen humilde. Después de casarse se dedicó al cuidado de
ganado, gracias a lo cual se convirtió en un experto jinete, y se unió a las fuerzas que
combatían el gobierno español. Participó en las célebres batallas de Las Queseras
(junto a Bolívar) y la de Carabobo, y en 1830 fue elegido presidente de la República
de Venezuela, que rompió entonces su unión con la Gran Colombia fundada por Simón
Bolívar.

Vuelvan caras, por Arturo Michelena


Este óleo de Michelena representa el momento en que el general José Antonio Paéz da la
orden a sus jinetes de dar media vuelta –"¡Vuelvan caras!"– y contraatacar a la caballería
española que acosaba a sus tropas en el marco de la batalla de las Queseras del Medio,
una victoria clave en la consecución de la independencia de Venezuela.

Andrés de Santa Cruz


Nacido en la La Paz, Andrés de Santa Cruz pertenecía a una familia colonial noble que le
proporcionó una educación acorde con su posición. Cuando dejó el colegio se unió al
ejército realista pero, tras enfrentarse en varias ocasiones a las guerrillas
independentistas, decidió cambiarse de bando en 1821. A partir de ese momento se
incorporó al ejército independentista peruano y en 1826 destituyó a Bolívar de la presidencia
de Perú. Fue presidente de Bolivia entre 1828 y 1839, y de la unión de Perú y Bolivia entre
1836 y 1839.
Antonio José de Sucre
Del mismo modo que su padre, el teniente coronel Vicente Sucre, también apoyó la causa
independentista desde los inicios. Tras la proclamación de la Gran Colombia por parte
de Bolívar, Antonio José de Sucre se convirtió en uno de sus lugartenientes más
fieles y lideró la campaña que habría de liberar Ecuador del dominio español, que
culminó con la batalla de Pichincha. Pero fue en la campaña de Perú cuando Sucre obtuvo
su mayor éxito como militar en la victoria de la batalla de Ayacucho en 1824, que dirigió él
mismo y por la que se ganó el apodo de "Gran Mariscal de Ayacucho". En 1825, después
de entrar como liberador en La Paz, convocó una asamblea que proclamó la independencia
de Bolivia y lo eligió como presidente.

La capitulación de la batalla de Pichincha, por Antonio Salas


La victoria lograda por el general Sucre a los pies del volcán Pichincha en 1822 constituyó
un episodio determinante para la independencia de la República de Ecuador, que se
incorporó ese mismo año como parte de la Gran Colombia.
Jose de San Martín
A pesar de haber nacido en territorio argentino en el seno de una familia española de
colonos, se trasladó a España antes de cumplir los 10 años, donde empezó a destacar
como el gran militar que terminaría siendo. Sin embargo, el contacto con el ideario de
la Revolución Francesa junto con el estallido del movimiento independentista hizo renacer
su sentimiento identitario americano y emprendió su regreso a Argentina. Protagonizó una
de las mayores hazañas militares de la historia del continente cuando cruzó
los Andes con su ejército en tan solo 24 días para conseguir la liberación
de Chile. Rechazó varios cargos y ofertas políticas porque el objetivo que perseguía era la
liberación de Perú, centro del poder colonial, cuya independencia proclamó él mismo en
1821.

La Independencia del Perú


Tras haber emprendido rumbo hacia Perú en agosto de 1820 junto al Ejército Libertador de
los Andes, José de San Martín proclama la independencia del Perú en Lima, en 1821.
Libertadores de América: los héroes de la independencia

Las motivaciones que llevaron a los países sudamericanos a empezar una gran oleada
emancipadora son múltiples y complejas, empezando por el descontento general de la
población frente al sistema colonial bajo el que se encontraban. Sin embargo, hay dos
acontecimientos que marcaron el inicio de los procesos que terminaron con la
independencia del poder español. En primer lugar la influencia de dos grandes
revoluciones que habían tenido lugar en las décadas precedentes cuyo ideario impregnó
los discursos de los líderes sudamericanos: la Revolución Americana (1774) y
la Revolución Francesa (1789). Y en segundo lugar la crisis de la monarquía española
que se desencadenó a causa de la entronización de José Bonaparte en 1808 en el
lugar de Fernando VII en el marco de las guerras napoleónicas.
Alrededor de 1810 surgieron juntas de gobierno en muchas regiones que ejercían el poder
de forma autónoma, y se empezaron a formar ejércitos libertadores que emprendieron
grandes campañas para liberar los territorios de la influencia española. Simón
Bolívar y José de San Martín fueron dos de los principales líderes del bando patriota o
independentista que se enfrentaron al ejército realista o virreinal, que luchaba en defensa
de la corona española.
El sueño de Bolívar consistía en crear una sola entidad continental que uniera política
y militarmente todos los territorios sudamericanos en forma de confederación con el
objetivo de establecer un gobierno fuerte que asegurara el fin del dominio español para
siempre: la Gran Colombia. Pero tras el éxito de las primeras oleadas emancipadoras,
surgieron reivindicaciones propias de cada territorio que terminaron por desmembrar el gran
proyecto de Bolívar.
El sueño de Bolívar consistía en crear una sola entidad continental que uniera política y
militarmente todos los territorios sudamericanos.
Cada uno de los estados que se independizaron del dominio español recorrieron un camino
difícil hacia el éxito; la población civil sufrió consecuencias devastadoras y se cobró
numerosas bajas en las filas de soldados, pero también puso en primera línea las
destacadas personalidades que lideraron las batallas. En esta lista tienen un lugar algunos
de los personajes más célebres que acompañaron a Bolívar en su epopeya emancipadora

Fuente: National Geographic España (1 de junio del 2018) Libertadores de América: los héroes de la
independencia. Nacional Geographic. Consultado el 06 de setiembre del 2019. Recuperado de:
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/libertadores-america-los-
heroes-independencia_12186/8

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