Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para esto, el ejercicio del control difuso cumple con que solo tenga que darse en el
caso de que ello sea relevante para resolver la controversia y no sea posible obtener
una interpretación conforme a la Constitución, como ha sido el caso de la
determinación de inconstitucionalidad generada mediante la aplicación del Test de
Proporcionalidad, donde se ha demostrado, que las presentes medidas de restricción,
transgreden derechos fundamentales, y no son proporcionales a lo que la medida
impuesta buscaba proteger, como lo sustenta el tribunal constitucional en el presente
caso.
R= Respecto del Voto Singular del Magistrado Sardón de Taboada, se señala, como
primer punto, que este discrepa de la sentencia en mayoría pues proscribe, de manera
general, que las Juntas de Propietarios de departamentos prohíban tener mascotas, lo
cual estaría generando una vulneración a la libertar de las personas de manera
arbitraria. Agregando, además, en párrafos posteriores, que esta sentencia asume que
solo está en juego el derecho al libre desarrollo de la personalidad del actor, por lo
cual, estaría dejando de lado, el de la mayoría de los miembros de la Junta de
Propietarios.
Entendiendo por esto, que sí reconoce que se encuentra comprometido el libre
desarrollo de la personalidad del demandante (expresado en su deseo de que las
mascotas estén permitidas), el cual se encontraría en conflicto con el derecho de la
mayoría de los integrantes de la Junta de Propietarios (expresado en la modificación
del Reglamento Interno), según como lo observa el magistrado.
Para sustentar esta idea, el voto del magistrado Sardón de Taboada, indica que, las
decisiones que tomen la Junta de Propietarios no pueden equipararse a una medida
restrictiva adoptada por una autoridad del Estado, la cual, para estos casos, las
autoridades Estatales no pueden prohibir las cosas o limitar las libertades ciudadanas
solo porque sí. Y para que estas puedan existir, tienen que estar debidamente fundadas
en la Constitución.
Por lo tanto, a contrario sensu, al ser este un caso de particulares, las restricciones
decididas por una Junta de Propietarios, no serían necesarias que se fundamenten en
el sentido de la constitución. Dado que, como señala, las personas pueden tomar
decisiones sin que tengan que fundamentarse necesariamente en razones
constitucionalmente valiosas o de interés público. Considerando entonces, que, en el
caso de los particulares, la regla general es la libertad para actuar, permitir o prohibir.
Lo que genera que este magistrado resuelva el conflicto como un simple conflicto de
intereses, lo que vuelve su voto disímil al del resto de magistrados.