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1.

2 Elementos de un Sistema de Comunicación


Cualquier sistema de comunicación pasa información desde un origen o fuente a
un destino por medio de un canal. En la figura 1.1 se ilustra esta idea tan sencilla,
la cual está en el centro de todo lo que se estudia en este libro. Por lo general, la
información de la fuente no está en una forma que tenga la capacidad de viajar a
través de un canal, por tal razón se utiliza un dispositivo llamado transmisor en un
extremo y un receptor en el otro.

LA FUENTE
La fuente o la señal de información es analógica o digital. Los ejemplos comunes
son las señales analógicas de audio y video, y los datos digitales. La fuente se
describe a menudo en los términos del intervalo de frecuencia que ocupa. Por
ejemplo, las señales analógicas de voz con calidad telefónica contienen frecuencias
que van desde casi 300 Hz a 3 kHz, en tanto que la música analógica de alta
fidelidad necesita un intervalo de frecuencia de alrededor de 20 Hz a 20 kHz.

El video requiere un intervalo de frecuencia mucho más grande que el audio. Una
señal de video analógica con la calidad para radiodifusión comercial por televisión
requiere un intervalo de frecuencias desde cero (cd) a casi 4.2 MHz.

Las fuentes digitales se derivan de señales de audio o video o consisten de datos


(caracteres alfanuméricos, por ejemplo). Las señales digitales pueden tener casi
cualquier ancho de banda, lo cual depende de la cantidad de bits transmitidos por
segundo y del método usado para convertir los unos y ceros binarios en señales
eléctricas.

EL CANAL
Un canal de comunicación puede ser casi cualquier cosa: un par de conductores o
una fibra óptica, por ejemplo. Gran parte de este libro trata la radiocomunicación,
en la cual el espacio libre sirve como canal.

Algunas veces el canal lleva directamente la señal de información. Por ejemplo,


una señal de audio puede transportarse a través de un hilo telefónico de tipo par
trenzado. Por el contrario, un enlace de radio a través del espacio libre no se
puede usar de manera directa para señales de voz. Se requeriría una antena de
gran longitud, y no sería posible transmitir más de una señal sin interferencia.
Estas situaciones requieren una señal portadora cuya frecuencia es tal que viaja
o se propaga por el canal. La señal de información altera o modula esta onda
portadora de tal manera que la información se recupera en el destino. Cuando se
usa una portadora, la señal de información también se conoce como la señal
moduladora. Puesto que en general la frecuencia de la portadora es mucho más
alta que la de la señal de información, al espectro de frecuencia de la señal de
información suele llamársele banda base. Por consiguiente, los tres
términos señal de información, señal moduladora y señal en banda base son
equivalentes en los esquemas de comunicación que requieren portadoras
moduladas.

TIPOS DE MODULACIÓN
Todos los sistemas de modulación son variantes de una pequeña cantidad de
posibilidades. Una portadora se genera a una frecuencia mucho más alta que la
frecuencia más alta de la banda base más alta. Por lo común, la portadora es una
onda senoidal. La amplitud instantánea de la señal en banda base se usa para
modificar algún parámetro de la portadora.

Una ecuación general para una portadora senoidal es:

e (t) = Ec sen (ωct + θ) (1.1)

donde e(t) = voltaje instantáneo como una función del tiempo

Ec = voltaje pico o máximo

ωc = frecuencia en radianes por segundo

t = tiempo en segundos

θ = desfasamiento en radianes

Si se utilizan radianes por segundo en los cálculos que tratan con la modulación las
ecuaciones se hacen más sencillas. Naturalmente, la frecuencia se da por lo común
en hertz y no en radianes por segundo cuando se estudian dispositivos prácticos.
Es fácil efectuar las conversiones de uno a otro sistema si se recuerda que, según
la teoría básica de señales de corriente alterna (ac), ω = 2πf

En la modulación, los parámetros que pueden cambiarse son amplitud Ec ,


frecuencia (ωc y desfasamiento θ. Las combinaciones también son posibles; por
ejemplo, en muchos esquemas para transmitir información digital se usa tanto
modulación de la amplitud como de la fase.
La modulación se efectúa en el transmisor. Un proceso inverso,
llamado desmodulación o detección, se realiza en el receptor para restaurar la
señal original en banda base.

ANCHO DE BANDA DE LA SEÑAL


Una portadora senoidal no modulada existiría a sólo una frecuencia y, en
consecuencia, tendría ancho de banda cero. En cambio, una señal modulada ya no
es tan sólo una simple senoide y, por lo tanto, ocupa una ancho de banda mayor.
Saber exactamente qué ancho de banda se requiere depende del intervalo de
frecuencias de la señal en banda base (o de la tasa de transmisión de datos, en el
caso de la comunicación digital) y del esquema de modulación en uso. La ley de
Hartley es una regla general que relaciona el ancho de banda con la capacidad de
información. Establece que la cantidad de información que puede transmitirse en
un tiempo dado es proporcional al ancho de banda para un esquema de
modulación dado.

l = ktB (1.2)

donde I = cantidad de información por enviar

k = una constante que depende del tipo de modulación

t = tiempo disponible

B = ancho de banda del canal

En algunos esquemas de modulación se usa el ancho de banda en forma más


eficaz que en otros. El ancho de banda de cada tipo de señal modulada se trata
con detalle en los capítulos siguientes.

MULTIPLEXIÓN POR DIVISIÓN DE FRECUENCIA


Una de las ventajas de utilizar portadoras moduladas, incluso con canales que
tienen la capacidad de llevar señales en banda base, es que es posible usar varias
portadoras en frecuencias distintas. Cada una puede modularse por separado con
una señal de información distinta, y los filtros en el receptor separan las señales y
desmodulan cualquiera que sea requerida.

Multiplexión es el término que se usa en comunicaciones para referirse a la


combinación de dos o más señales de información. Cuando el intervalo de
frecuencia disponible se divide entre las señales, el proceso se conoce
como multiplexión por división de frecuencia (frequency-division multiplexing,
FDM).
La transmisión de radio y televisión, en la cual el espectro disponible se divide
entre varias señales, es un ejemplo cotidiano de FDM. Hay limitaciones para la
cantidad de señales que es posible concentrar en un intervalo de frecuencia dado,
porque cada una requiere un determinado ancho de banda. Por ejemplo, un canal
de televisión ocupa un ancho de banda de 6 MHz. En la figura 1.2 se ilustra cómo
se aplica la FDM a la banda VHF de televisión.

MULTIPLEXIÓN POR DIVISIÓN DE TIEMPO


Otra forma de enviar muchas señales por un solo canal de comunicación es
utilizando la multiplexión por división de tiempo (time-division multiplexing,
TDM). En lugar de dividir el ancho de banda disponible del canal entre varias
señales, se utiliza el ancho de banda completo para cada señal, pero sólo durante
una pequeña parte de tiempo. Un vistazo a la ecuación (1.2) confirma que el
tiempo y el ancho de banda son equivalentes en términos de capacidad de
información. Un ejemplo que no tiene relación con la electrónica es la división del
tiempo total disponible de un canal de televisión, entre los diferentes programas
transmitidos. Cada programa utiliza todo el ancho de banda del canal, pero sólo
durante una parte del tiempo. Ejemplos de TDM en la comunicación electrónica no
son tan comunes cotidianamente como los de FDM, pero TDM se usa ampliamente
sobre todo con la comunicación digital. El sistema de telefonía digital es un buen
ejemplo.

Claro que es posible combinar FDM y TDM. Por ejemplo, el ancho de banda disponible de
un satélite de comunicaciones se divide entre una cierta cantidad de combinaciones de
transmisor y receptor denominadas transpondedores. Éste es un ejemplo de FDM.
Mediante un solo transpondedor puede llevarse una gran cantidad de señales digitales
usando TDM.

BANDAS DE FRECUENCIA
Hertz utilizó frecuencias entre 50 a 500 MHz en sus primeros experimentos en el
laboratorio. Cuando otros, como Marconi, intentaron aplicar estos resultados a las
comunicaciones prácticas observaron que los resultados eran mucho mejores
cuando se usaban bajas frecuencias. En ese momento poco se sabía acerca de la
propagación de las ondas de radio (o sobre el diseño de antenas). Ahora se sabe
que todas las frecuencias, desde unos pocos kilohertz a varios gigahertz, tienen
sus aplicaciones propias en los sistemas de radiocomunicaciones.

Mientras tanto, entró en uso un sistema para etiquetar las frecuencias. Las
frecuencias que más se utilizaban al principio, las de alrededor de 300 kHz a 3
MHz, se llamaron frecuencias medias {medium frequencies, MF). Se asignaron
nombres a cada orden de magnitud de frecuencia, tanto hacia arriba como hacia
abajo, y los nombres se conservan en la actualidad. Por consiguiente,
hay frecuencias bajas (low frequencies, LF) desde 30 a 300 kHz y frecuencias muy
bajas (very low frequencies, VLF) desde 3 a 30 kHz. Del otro lado hay frecuencias
altas (high frequencies, HF) desde 3 a 30 MHz, frecuencias muy altas (very high
frequencies, VHF) desde 30 a 300 MHz, etcétera. En la figura 1.3 se ilustra el
espectro útil completo con la respectiva clasificación.

Las ondas de radio también se describen según su longitud de onda, esto es, la
distancia que viaja una onda en un periodo. La ecuación general que relaciona
frecuencia y longitud de onda para cualquier onda es:
ν = f λ (1.3)

donde ν = velocidad de la onda en metros por segundo

f = frecuencia de la onda en hertz

λ = longitud de onda en metros

Para una onda de radio en el espacio libre, la velocidad es la misma que la de la


luz, la cual es de alrededor de 300 × 106 metros por segundo. El símbolo usual
para esta cantidad es c. Entonces, la ecuación (1.3) se transforma en:

c = f λ (1.4)

donde c = velocidad de la luz, 300 X 106 m/s

f = frecuencia en hertz

λ = longitud de onda en metros

A partir de la ecuación (1.4) puede observarse que una frecuencia de 300 MHz
corresponde a una longitud de onda de 1 m, y que la longitud de onda es
inversamente proporcional a la frecuencia. Las señales de baja frecuencia se
denominan a veces ondas largas, las frecuencias altas corresponden a la onda
corta y así sucesivamente. Sin duda, el estudiante está familiarizado con el
término microonda para describir las señales en el orden de gigahertz.

TRANSMISIÓN SIN DISTORSIÓN


El receptor debe restaurar exactamente la señal en banda base. Es natural que
haya un retraso por la distancia sobre la cual tiene lugar la comunicación y quizá
haya también un cambio en la amplitud. Es probable que ninguno de estos efectos
ocasione problemas, aunque hay excepciones. El retraso que se observa en las
comunicaciones vía satélite geoestacionario llega a ser molesto en la comunicación
telefónica. Aunque las ondas de radio se propagan a la velocidad de la luz, la gran
distancia que la señal debe viajar (cerca de 70 000 kilómetros) ocasiona un retraso
de un cuarto de segundo.

Cualquier otro cambio en la señal en banda base refleja distorsión, la cual tiene
un efecto degradante en la señal. Hay muchos tipos posibles de distorsión;
algunos se mencionan en seguida, aunque no todos ellos queden claros de
inmediato. Gran parte del resto de este libro se destina a explicarlos con más
detalles. Algunos tipos posibles de distorsión son:
 Distorsión armónica: las armónicas (múltiplos) de algunos de los componentes de la señal
en banda base se suman a la señal original.
 Distorsión por intermodulación: componentes de frecuencia adicionales que se generan al
combinar (mezclar) los componentes frecuenciales de la señal original. La operación de
mezcla se explica en el capítulo 2.
 Respuesta en frecuencia no lineal: algunos componentes frecuenciales de la señal en
banda base se amplifican más que otros.
 Respuesta de fase no lineal: desplazamiento de fase entre componentes de la señal.
 Ruido: tanto el transmisor como el receptor añaden ruido, y el canal también es ruidoso.
Este ruido se suma a la señal y la enmascara. El ruido se trata en este capítulo.
 Interferencia: si más de una señal utiliza el mismo medio de transmisión, las señales
podrían interactuar entre sí.

Una de las ventajas de la comunicación digital es la capacidad para regenerar una


señal que se alteró con ruido y distorsión, siempre que todavía sea posible
identificar si representa un uno o un cero. En cambio, en los sistemas analógicos,
el ruido y la distorsión tienden a acumularse. En algunos casos es posible eliminar
la distorsión en un punto posterior. Si la respuesta en frecuencia de un canal no es
plano constante pero es conocida, por ejemplo, para compensar se usa la
equalización con filtros. Sin embargo, es imposible eliminar por completo la
distorsión armónica, la intermodulación y el ruido una vez que están presentes en
una señal analógica. Una cierta inmunidad puede incorporarse en los esquemas
digitales, pero el ruido y la distorsión excesivas se reflejan en tasa de errores
mayores.

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