Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
6. San Ignacio utiliza una parábola. También Jesús las empleó para
hablarnos del Reino. No es por poner ejemplos bonitos y atrayentes.
La parábola –como la poesía- nos remite a realidades espirituales
profundas e interiores que no se pueden “cosificar”.
“Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos
los nombres, para que ante ese nombre concedido a Jesús, doblen
todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y
todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios
Padre”: Filipenses 2,9-11.
d. Segundo preámbulo: EE. 91. Pedir gracia para que “… no sea sordo
a su llamamiento”. Ese llamado no es otro que el “de conquistar todo
el mundo” para el Padre: EE. 95. Se trata, en el fondo, del “Principio
y Fundamento”. Hagamos nuestra petición.
- Pero: EE. 97: “Los que más se querrán affectar y señalar en todo
servicio del rey eterno y señor universal…” Entramos en el “magis”.
Estamos en el plano del afecto. El amor tiene su propia lógica; no
puede detenerse en el camino sino llegar al final. No puede sufrir el
llevar una vida diferente de la persona que ama. Y, entonces,
pasamos a ofrecernos.