Está en la página 1de 4

Informe de lectura: ¿Colombia que ha pasado con su reforma de salud?

Presentado por: Ingrid Nathalia Tobar Tobar.


__________________________________________________________________

Rubén Darío Gómez Arias, médico y cirujano de la universidad de Antioquia,


magister en salud pública, universidad de Antioquia, PhD en salud publica en la
universidad de Alicante, España; junto con Emmanuel Nieto, docente de la
universidad de Antioquia, economista y magister en economía de la universidad de
Antioquia, muestran al mundo su artículo: ¿Colombia que ha pasado con su reforma
en la salud?; publicado en la revista peruana de medicina experimental y salud
publica en Lima, Perú (2014), dirigido a todas las personas interesadas en saber el
estado actual del sistema de salud en nuestro país y como ha venido evolucionando
con cada reforma hecha.

Estos dos investigadores de la universidad de Antioquia muestran en su artículo


como en la década de los 70 quienes se encargaban de las demandas del sistema
sanitario de la población eran entidades privadas y filantrópicas que su principal
financiamiento era eran los juegos de azar, donaciones y actividades de
beneficencia, con el tiempo las necesidades de la población cada vez mayores,
hicieron que este sistema tuviera problemas de cobertura y financiamiento, lo que
hizo que en 1995 se creara el Sistema Nacional de Salud (SNS), su financiamiento,
control, dirección y administración estaban a cargo del estado, en cabeza del
ministerio de salud, bajo un modelo centralizado; lo que hacía que la población
recibiera servicios gratuitos debido a que parte del financiamiento provenía de los
impuestos de los ciudadanos, el tiempo y la demanda de la población no se hizo
esperar y esto condujo a que este sistema estuviera en constante crisis y con una
gestión deficiente.

A mediados de los 80 Colombia asumió una política de modernización del estado y


la apertura económica; esta y muchas de las reformas en América Latina están
orientadas bajo la misma idea de privatización debido a que se tomó como modelo
el consenso de Washington, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo, entidades financieras gobernadas por países del primer mundo. Este
proceso se dio en dos etapas: primera, se hicieron reformas de primera generación
que se inclinaban por la descentralización y el debilitamiento del estado, segunda,
fue una fase de privatización progresiva de funciones y recursos públicos, aquí se
da la adopción del New Public Mangement, que tenía principios de empresa privada.

La reforma sanitaria colombiana de los 90 fue una reforma sanitaria de segunda


generación, su contenido está fundamentado en la ley 10 de 1990 que desarticulo
el sistema de salud estatal y la ley 100 de 1993 que sustituyo ese sistema por el
sistema integral de seguridad social, ambas leyes junto con la ley 60 de 1993
buscaban fortalecer financieramente el sector salud. La asamblea nacional
constituyente de 1991 se convocó para promulgar una nueva constitución en
remplazo de la constitución de 1886, donde no se tenían en cuenta poblaciones
minoritarias y tenía una marcada influencia religiosa. La reforma constitucional de
1991 permitió la ampliación del sector salud estableciendo la prestación de servicios
por parte del sector privado.

Con la ley 100 de 1993 se crea el Sistema General de Seguridad Social (SGSS),
este sistema se basa en dos principios de complementariedad: primero, una
competencia regulada por los recursos entre agentes estatales y privados, segunda,
pluralismo estructurado. Con esta ley surge el seguro social que permitía adquirir
un plan de obligatorio de salud (POS), y se va a dividir en dos regímenes:
contributivo y subsidiado. Ordena que todo colombiano debe adquirir una póliza de
seguro de manera obligatoria que sería pagada por el empleador y el trabajador,
esta póliza va ser la unidad de pago por capitación (UPC) que cubriría los costos
del afiliado y sus beneficiarios, en este caso su familia ( régimen contributivo),de la
población más pobre y marginada que no podía pagar su póliza de seguro se
encargaría el estado (régimen subsidiado); creo las instituciones prestadoras de
servicios (IPS) quienes ofertarían los servicios y podían ser de carácter estatal o
privado, su financiación iba a cargo de la facturación de sus servicios, y las
encargadas de recibir las pólizas y los subsidios serían las entidades promotoras
de salud (EPS), podían ser de naturaleza estatal, privada o mixta y se encargarían
de prestar los servicios de salud requeridos por la población ya sea de manera
directa o contratando a una IPS. En esta ley se establece que los recursos no le
pertenecen a las aseguradoras sino al sistema de seguridad social, por lo que se
crea el fondo de solidaridad y garantías (FOSYGA), lo que hoy en día conocemos
como ADRES, administradora de los recursos del sistema general de seguridad
social en salud. Las EPS descuentan mensualmente un valor de sus recaudos que
vendrá de la siguiente operación: número de afiliados y beneficiarios por (X) el valor
de UPC y la diferencia debía ir al FOSYGA, pero si el monto del recaudo no
alcanzaba a cubrir la UPC de los afiliados la diferencia se quedaba en las EPS.
Tristemente es ver en periódicos y noticieros como las EPS de forma fraudulenta
adulteran las cifras de sus afiliados para quedarse con un monto mayor al necesario,
lo que obedece a una desviación de los fondos y se traduce a un robo para los
afiliados porque aun con mayores recursos no hay un cambio en la cobertura de la
atención en salud, pero más triste es que los mecanismos de control no tienen los
suficientes recursos para controlar y castigar este tipo de corrupción.

Con el tiempo tanto las EPS como IPS han buscado ser costo eficientes para reducir
los gastos y maximizar su lucro, reduciendo al personal en salud, bajando salarios,
disminuyendo el número de servicios, aumentando la carga de trabajo en el menor
tiempo posible, lo que hace que no se de una atención de calidad a la población y
esto se represente en las demandas y tutelas interpuestas por personas que buscan
que se respete su salud como lo que es, un derecho fundamental ya que sus
necesidades van más allá del POS.

Aparte de la corrupción que estimula a las inequidades en salud también existen


unas barreras de acceso que generan las mismas EPS e IPS para beneficiarse,
pueden ser geográficas como concentrar los servicios en un lugar, administrativas
como las largas listas de espera. La cobertura de la salud para la población que se
ha intentado hacer con cada reforma, se hace insuficiente ante la demanda de la
población y aún más con la corrupción, desviación de los recursos por personas
intermedias y barreras de acceso. Necesitamos que desaparezcan las EPS e IPS
y que la salud no tenga lucro, y que nuestros ideales de un sistema de salud
universal, capaz de cubrir todas nuestras necesidades no se queden en eso,
“ideales”, necesitamos que la balanza se incline hacia nosotros, el pueblo, que
queremos la garantía de la salud como un derecho fundamental.

Muy buen trabajo

Nota 4,7

También podría gustarte