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Describimos las características macro y micro, ciclo de vida, patogenia, diagnóstico y

tratamiento de Ascaris lumbricoides

La ascariasis es una geohelmintiosis, ya que el agente causal requiere de la tierra para que se
forme la fase infectiva para el humano; en este caso, la fase es el huevo larvado que contiene a
la larva de segundo estadio. Es una infección producida por el nematodo Ascaris lumbricoides,
uno de los parásitos descritos desde la Antigüedad. Esta parasitosis tiene enorme importancia
epidemiológica, pues las zonas donde se presenta con mayor incidencia son las de gran pobreza,
donde la gente acostumbra defecar a ras del suelo, pues no tiene el recurso económico
necesario para construir baños ni dispone de agua potable. Esta parasitosis afecta de 25 a 35%
de la población mundial.

Ascaris lumbricoides es un helminto intestinal que se transmiten a través de heces humanas


huevecillos muy resistentes, los huevecillos no son infecciosos de inmediato, sino que se deben
incubar en tierra bajo ciertas condiciones de temperatura y humedad antes de que se desarrolle
por completo el embrión y se tornen infecciosos. Como consecuencia, este parásito no puede
transmitirse directamente de un hospedador a otro. La diseminación del organismo ocurre sólo
cuando la defecación indiscriminada de humanos ocasiona el depósito de huevecillos en la tierra
con exposición subsiguiente a las condiciones climáticas necesarias para que se desarrolle el
embrión en el huevecillo. Por esta razón, las infestaciones por Ascaris son más prevalentes en
regiones tropicales y subtropicales con malas condiciones sanitarias.

Ascaris lumbricoides atraviesa por la fase de huevo, cuatro fases larvarias y el adulto, macho o
hembra, pues es dioico (sexos separados, macho o hembra). En su cuerpo existen sistemas
urinario, nervioso, digestivo y reproductor, este último madura cuando alcanza el estadio
adulto. En fase adulta, la hembra alcanza una longitud de 15 a 45 cm. Pueden contener hasta 27
millones de huevos y se estima que su oviposición es de 200 000 huevos diarios. Las hembras
presentan una forma recta en su terminación posterior, en tanto que los machos tienen forma
curva, donde se presenta su espícula copulatriz. En su extremo anterior se encuentra la boca,
provista de tres labios con bordes dentados; los labios tienen papilas gemelas en los bordes
laterales, continúan en el esófago e intestino tubular y
terminan en la cloaca sexual, en el macho, y en el ano,
en la hembra. El macho es más pequeño y mide de 15 a
30 cm de longitud; los genitales son túmulos
diferenciados en testículos, conducto deferente,
vesícula seminal, conducto eyaculador y cloaca, de localización subterminal junto con el recto y
las espículas copulatrices.

Por otro lado, se pueden observar dos tipos de huevos:


los fecundados y los no fecundados. Los primeros son
ovoides, de cápsula gruesa y transparente formada por
tres capas, que son la interna o membrana vitelina, de
naturaleza lipoide; la media, derivada del glucógeno, y
la externa o albuminoide, con mamelones múltiples de
50 a 65 μm de largo por 45 a 50 μm de ancho. Las
hembras que no se aparearon depositan los huevos sin
fecundar. A este fenómeno se le denomina
partenogénesis, y lo que ponen son óvulos, más largos y
estrechos, sin membrana vitelina, cubierta muy delgada, y
en general carecen de mamelones; miden 85 a 90 μm de
longitud por 30 a 40 μm de ancho.

1. Ciclo biológico de Ascaris Lumbricoides

El mismo humano actúa


como huésped de Ascaris
lumbricoides para que de ahí
surjan los huevos y para que
regresen; es decir, se trata de
un parásito monoxeno, pues
requiere de un mismo
huésped para completar el
ciclo biológico. El sitio de
establecimiento preferencial
y definitivo del parásito es el intestino delgado. Macho y hembra copulan en la luz intestinal y
después de varios días la hembra ovipone; los huevos caen a la luz intestinal y son arrojados
hacia el exterior junto con la materia fecal durante la defecación de la persona. Los huevos no
son infectivos en esos momentos; requieren 15 a 21 días para que se larve en su interior, y para
ello se necesita de suelo arcilloso-arenoso, humedad y temperatura ambiental entre 21 y 35 °C,
y media de 25 °C. En la tierra el huevo sufre una transformación: en su interior se forma una
larva de primer estadio; cinco a 10 días después la larva muda y se transforma en larva de
segundo estadio, todo esto dentro del huevo. En ese momento adquiere fase infectante para el
humano: huevo larvado, con larva de segundo estadio. En condiciones adecuadas puede
permanecer viable durante varios meses. Después que el humano ingiere los huevos infectivos
junto con los alimentos o mediante otros mecanismos,

los huevos pasan por estómago; jugo gástrico y enzimas que están en contacto con el
nematodo, no lo afectan, pero cuando llega al duodeno, la larva de segundo estadio eclosiona
alcanzando la segunda porción del duodeno. Dicha larva mide 200 a 300 μm, penetra la pared
intestinal, alcanza los vasos mesentéricos y en 24 horas llega por vía corta al hígado, donde
permanece de tres a cinco días. Aquí aumenta de tamaño y llega a tener 900 μm de longitud;
ahora es larva de tercer estadio, la cual sigue migrando por las venas suprahepáticas, cava
inferior, aurícula y ventrículo derechos, arterias pulmonares, atraviesa la membrana
alveolocapilar y cae en los alvéolos, donde permanece en este estadio, o bien muda y se
transforma en larva de cuarto estadio. La larva de tercer estadio mide ahora 1.5 cm de longitud,
lo que ocasiona sintomatología. Esta fase del parásito asciende por bronquiolos, bronquios,
tráquea y laringe, entonces es deglutida, con lo que pasa a esófago y estómago; por último, llega
al intestino delgado, donde se convierte en cuarto estadio y luego en adulto. Se desarrolla hasta
alcanzar la madurez sexual en 50 días después de la infección; luego se efectúa la fecundación
entre machos y hembras que están alojados en el intestino; 10 días más tarde se pueden
encontrar huevos en las heces, con lo que se cierra el ciclo biológico.

2. Prevención:

La prevención se orienta a la eliminación adecuada de las excretas mediante la instalación de


letrinas sanitarias o instalaciones similares, y observar medidas higiénicas personales
adecuadas, tanto individuales como comunitarias, así como en el manejo de los alimentos. La
ascariasis se puede controlar mediante quimioterapia en la que se administran periódicamente
fármacos y por observación de las medidas anteriores con objeto de eliminar los parásitos
adultos y luego los inmaduros, a tal grado que los huevos que permanecen en el suelo se tornen
inviables a fin de que si se ingieren no produzcan infección. Este mecanismo es válido sólo para
comunidades cerradas, ya que en poblaciones abiertas se observa que al cabo de unos años las
personas presentan de nuevo la parasitosis debido a que existen las condiciones ideales para
que continúe el ciclo biológico.

3. Epidemiología:

Ascaris lumbricoides es un parásito cosmopolita y el más común de los helmintos. Se distribuye


en zonas tropicales y templadas del mundo, sobre todo en el medio rural, donde las condiciones
socioeconómicas e higiénicas son deficientes. En todo el mundo existen 1 400 millones de
personas infectadas con Ascaris lumbricoides, cuyas prevalencias varían en diferentes países y
van desde 4 hasta 90%. Las complicaciones secundarias varían de 11 a 67% de los infectados y
la complicación más común es la obstrucción intestinal y biliar; ocurren 8 000 a 100 000 muertes
por año en todo el mundo, sobre todo en niños. Aunque varones y niños son los más parasitados,
no hay predisposición hormonal o genética; más bien se debe a hábitos higiénicos, jugar con
tierra y comerla. Se estima que 33% de la población en México tiene el parásito, aun cuando al
parecer sólo 6% de los infectados presenta parasitosis masiva. La ascariasis se presenta en todas
las edades, pero es más común en los niños debido principalmente a ciertos facto- res, como
hábitos de jugar en el suelo, infección a través de la boca por contacto con las manos sucias,
práctica de geofagia, etc., además de la ingestión de verduras regadas con aguas negras,
alimentos y bebidas contaminados con la forma infectiva,
tanto por el humano como por vectores. Tanto hombres
como mujeres pueden ser parasitados, pero los adultos
que ya sufrieron la infección muestran cierto grado de
resistencia. La longevidad del parásito adulto se calcula
en 18 meses. Desde el punto de vista epidemiológico, es
muy importante evitar el fecalismo a ras del suelo.

1. Murray, P., Rosenthal, K., Pfaller, M., Di_Francesco, P. and Angiolella, L. Microbiología
médica. 9th ed. Milano: Elservier; 2017.
2. Kenneth, R., Ray, G. Sherris Microbiología Medica. 5tha ed. Mexico: Mc Graw Hill
Education; 2011.
3. Prats, G. Microbiología y Parasitología Medica. 1th ed. Madrid: Medica Panamericana;
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4. Romero, R. Microbiología y Parasitología Humana. 3th ed. México: Medica
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