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Segunda ola del feminismo

Publicado el 27 diciembre, 2018

La primera ola del feminismo, no sé si os acordáis, no dejó a las mujeres muy bien paradas, se
les negaron todos los derechos que los hombres si tenían reconocidos hasta entonces. La
segunda ola del feminismo, más conocida como el sufragismo , ocurre desde mediados del
siglo XIX hasta la década de los cincuenta del siglo XX (final de la Segunda Guerra Mundial).
Surge en los dos países anglosajones y estos influyen poco a poco en el resto de los países.

Para empezar tenemos que hablar de cuatro mujeres de EE.UU que lucharon por la
independencia de su país y una vez conseguida, comenzaron a agruparse por la defensa de los
derechos de los esclavos. Estas cuatro mujeres viajaron hasta Londres a un congreso
antiesclavista (1840) y se llevan una gran sorpresa, ya que no les dejan entrar por el mero
hecho de ser mujeres. Finalmente consiguen participar pero tienen que hacerlo desde detrás
de una cortina. Ellas vuelven a Estados Unidos muy cabreadas y humilladas con ideas claras de
empezar a luchar por sus propios derechos. Dos de estas mujeres, Lucretia Mott y Elisabeth
Cady Stanton , organizan ocho años después (1848) la Convención de Seneca Falls , fue la
primera convención de los derechos de la mujer, donde acuden alrededor de unas 300
personas.

Redactaron un documento “La Declaración de Sentimientos” firmado por sesenta y ocho


mujeres y treinta y dos hombres, en el que se denuncian las desigualdades a las que están
sometidas las mujeres, se puede leer aquí . Después de Seneca Falls, con el paso de los años las
sufragistas se vuelven más activas, participando en manifestaciones y realizando protestas
pero a menudo son humilladas y no son tomadas en serio. En 1868 Elisabeth Cady y Susan B.
Anthony fundaron la Asociación Nacional pro Sufragio de la Mujer (NWSA) , realizando muchas
campañas y poco a poco van consiguiendo avances hasta que finalmente en 1918 el presidente
Wilson anuncia su apoyo al sufragismo. En 1920 el voto femenino era una realidad en Estados
Unidos, 28 años después de Seneca Falls.

En Inglaterra la primera petición de voto para las mujeres fue presentada al Parlamento
británico en agosto de 1832, que fue rechazada, como cabía esperar. En 1866 Emily Davies y
Elisabeth Garret Anderson redactan otra petición, la cual fue presentada por John Stuart Mill y
Henry Fawcett a la Cámara de los Comunes, pero que tampoco consigue salir adelante. El
mismo John Stuart , escribe en 1869 un alegato en el que arremete contra la sociedad
patriarcal tradicional llamado “ El Sometimiento de la Mujer”, que sirve de inspiración para
muchas mujeres y tiene un gran impacto en el movimiento feminista.

En 1903 Emmiline Pankhurst crea la

“Woman´s Social and Political Union” y ya cansadas de no conseguir ninguno de sus objetivos,
empiezan una lucha más directa por medio de encadenamientos, huelgas de hambre,
sabotajes a políticos, bombas, incendios, por ello muchas de ellas son arrestadas. Es debido a
la I Guerra Mundial que el gobierno británico

empieza a reclutar mujeres como mano de obra para sustituir a la masculina durante la guerra,
lo que provocó un cambio en la estructura social: muchos puestos en fábricas, oficinas,
comercios dejados por los hombres son ahora ocupados por mujeres. En 1918 fue aprobada la
ley de sufragio femenino , aunque no fue hasta 10 años más tarde que pudieron votar en las
mismas condiciones que los hombres, pues hasta 1928 solo podrían votar las mujeres mayores
de 30 años. Se puede decir que la guerra fue el desencadenante final para la consecución del
sufragio femenino después de toda la lucha realizada.

Ya a estas alturas, aparecen ciertas ramificaciones dentro del movimiento:

Una se centra en la búsqueda por la igualdad racial, en la que es pionera

Sojourner Truth , aquí podéis escuchar su famoso discurso .

El feminismo socialista, que inicia

Flora Tristan , busca cambiar el sistema capitalista establecido para poder conseguir los
mismos derechos para las mujeres.

En España el voto femenino fue posible gracias a la Constitución de 1931 de la Segunda


República española, que se consiguió, no sin poca lucha de las feministas españolas, como
Clara Campoamor o Carmen Burgos.

En el siguiente artículo hablaremos de la denominada tercera ola del feminismo, precedida por
la publicación de dos obras muy próximas al tiempo de los acontecimientos de los que hemos
hablado:“ El Segundo Sexo” (1949) de

Simone de Beauvoir y “Mistica de la Feminidad” (1963) de Betty Friedan.

Sojourner Truth (1797-1883), nacida en esclavitud en Nueva York, escapó a Canadá en 1827,
regresando cuando el estado de Nueva York abolió la esclavitud 1829. Con el tiempo se
convirtió en encendida e influyente oradora en favor tanto del movimiento abolicionista.
Posteriormente se concentró en los derechos de la mujer.

Uno de sus discursos más famosos fue ¿Acaso no soy mujer? , agudo comentario sobre las
desigualdades de género y los derechos de las mujeres, pronunciado en 1851 en la Convención
de los derechos de la Mujer en Akron (Ohio), en el que introduce una forma de feminismo muy
avanzada para la época.

Durante la Guerra Civil estadounidense, organizó un acopio de víveres a favor de la Unión. Tras
la Guerra Civil norteamericana luchó para lograr que se mantuvieran las promesas de tierras
para los antigu@s esclavizad@s.

Diciembre de 1851. Convención de mujeres, Akron, Ohio, EEUU - reunión de mujeres blancas,
las muestra el pecho y dice (fragmento)

Los caballeros dicen que las mujeres necesitan ayuda para subir a las carretas y para pasar
sobre los charcos en la calle y que deben tener el mejor asiento en todas partes.

¡Pero a mí nadie nunca me ha ayudado a subir a las carretas o a saltar charcos de lodo ni me
ha cedido el mejor asiento! y ¿acaso no soy una mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mis brazos! He
arado y sembrado, y trabajado en los establos y ¡ningún hombre lo hizo nunca mejor que yo! Y
¿acaso no soy una mujer? Puedo trabajar y comer tanto como un hombre si es que consigo
alimento, ¡y puedo aguantar el latigazo también! Y ¿acaso no soy una mujer? Parí trece hijos y
vi como todos fueron vendidos como esclavos, cuando lloré junto a las penas de mi madre
nadie me escuchó…

Flora Tristán nació en París el 7 de abril en 1803, en plena época napoleónica. Fue hija del
coronel Marino Tristán y Moscoso, coronel peruano de la armada española y de la francesa
Anne Laisney.

Durante los primeros años de su vida, Flora no se vio privada de nada y crecíó en un hogar
siempre concurrido por visitas del nivel de Simón Bolívar y su maestro Sim6n Rodríguez.

La muerte de su padre cuando Flora sólo tenía 4 años sume a la familia en la pobreza. El estado
francés revolucionario no reconoce a la viuda ni a los hijos negándoles cualquier bien o
derecho.

Por este motivo, Flora comienza a trabajar como obrera en un taller de lítografia. Con apenas
17 años, se casa con el propietario de ésta, André Chazal, y tiene tres hijos, uno de ellos, Aline,
será la futura madre del pintor Paul Gaugin.

Decepcionada del matrimonio comienza a trabajar como criada de una familia inglesa, por lo
que debe viajar a Inglaterra. Se inicia entonces una lucha legal por la custodia de los hijos que
duraría 12 años.

Sus amargas vivencias despiertan en ella un pensamiento y una actitud revolucionaria que la
convierte en la precursora del movimiento feminista. Viaja por varios países donde realiza
trabajos de toda clase, es en este momento cuando toma conciencia de su condición de
"paria".

En 1833 decide viajar a Perú para reclamar la herencia que le corresponde de su padre, pero
solamente consigue una pensión mensual. La etapa que pasa en Perú donde asiste a la guerra
civil y ve la gran diferencia entre las distintas clases sociales será significante para el futuro de
Flora: se convierte en defensora declarada de los derechos y libertades de la clase obrera y de
la mujer.

Las persecuciones de su marido continúan, hasta el punto de recibir un disparo que la deja mal
herida. Finalmente es condenado y ella consigue liberarse de él.

A raiz de un viaje a Londres, donde Flora consigue penetrar en la cámara de los lores
disfrazada de hombre y donde entra en cometo con los obreros que malviven en una sociedad
que les da la espalda, decide dedicar sus esfuerzos en un futuro sobretodo a la clase obrera:
antes de empezar a gestarse las ideas de Marx y Engels, viaja por toda Francia dando apoyo a
los trabajadores de su país.

En 1844 fallece víctima del tifus con solo 41 años, dejándons plasmadas sus ideas y sus
vivencias en su prolífica obra, de la cual destacan Peregrinaciones de una paria, Paseos en
Paris, Selección de Cartas, una recopilación de cartas del Libertador Simón Bolívar, Unión
Obrera así como otros dos libros a favor del divorcio.
Simone de Beauvoir

(París, 1908-1986) Pensadora y novelista francesa, representante del movimiento


existencialista ateo y figura importante en la reivindicación de los derechos de la mujer.
Originaria de una familia burguesa, destacó desde temprana edad como una alumna brillante.
Estudió en la Sorbona y en 1929 conoció a Jean-Paul Sartre , que se convirtió en su compañero
durante el resto de su vida.

Simone de Beauvoir

Se graduó en filosofía y hasta 1943 se dedicó a la docencia en los liceos de Marsella, Ruan y
París. Su primera obra fue la novela La invitada (1943), a la que siguió La sangre de los otros
(1944) y el ensayo Pyrrhus y Cineas (1944). Participó intensamente en los debates ideológicos
de la época, atacó con dureza a la derecha francesa y asumió el papel de intelectual
comprometida. En sus textos literarios revisó los conceptos de historia y personaje e
incorporó, desde la óptica existencialista, los temas de "libertad", "situación" y "compromiso".

Fue fundadora junto a Sartre, Albert Camus y Maurice Merleau-Ponty , entre otros, de la
revista Tiempos Modernos , cuyo primer número salió a la calle el 15 de octubre de 1945 y se
transformó en un referente político y cultural del pensamiento francés de mitad del siglo XX.
Posteriormente publicó la novela Todos los hombres son mortales (1946), y los ensayos Para
una moral de la ambigüedad (1947) y América al día (1948).

Su libro El segundo sexo (1949) significó un punto de partida teórico para distintos grupos
feministas, y se convirtió en una obra clásica del pensamiento contemporáneo. En él elaboró
una historia sobre la condición social de la mujer y analizó las distintas características de la
opresión masculina. Afirmó que al ser excluida de los procesos de producción y confinada al
hogar y a las funciones reproductivas, la mujer perdía todos los vínculos sociales y con ellos la
posibilidad de ser libre. Analizó la situación de género desde la visión de la biología, el
psicoanálisis y el marxismo; destruyó los mitos femeninos, e incitó a buscar una auténtica
liberación. Sostuvo que la lucha para la emancipación de la mujer era distinta y paralela a la
lucha de clases, y que el principal problema que debía afrontar el "sexo débil" no era
ideológico sino económico.

Simone de Beauvoir fundó con algunas feministas la Liga de los Derechos de la Mujer, que se
propuso reaccionar con firmeza ante cualquier discriminación sexista, y preparó un número
especial de Tiempos Modernos destinado a la discusión del tema. Ganó el Premio Goncourt
con Los mandarines (1954), donde trató las dificultades de los intelectuales de la posguerra
para asumir su responsabilidad social. En 1966 participó en el Tribunal Russell, en mayo de
1968 se solidarizó con los estudiantes liderados por Daniel Cohn-Bendit, en 1972 presidió la
asociación Choisir, encargada de defender la libre contracepción, y hasta sus últimos días fue
una incansable luchadora por los derechos humanos .
NOW

La organización está dedicada a la defensa de los derechos de las mujeres con un enfoque
holístico y tiene entre sus prioridades la igualdad económica y la igualdad de derechos, la lucha
por el derecho al aborto y la libertad reproductiva, la lucha contra el racismo y la intolerancia
en defensa de la comunidad LGBTQIA, la lucha contra la violencia de género y el apoyo al
liderazgo de las mujeres en los ámbitos político, laboral y social. [2]

Fue cofundada en 1966 por Betty Friedan , figura central del feminismo liberal surgido a
mediados del siglo XX en Estados Unidos con la particularidad de combinar el marco teórico y
las acciones prácticas articuladas como movimiento organizado de mujeres. [1]

Su sede central está en Washington y tiene más de 500,000 miembros contribuyentes y 550
capítulos en los 50 estados de EE.UU y en el Distrito de Columbia. [3]

NOW tiene 49 fundadoras: 28 mujeres que firmaron en junio de 1966 en el marco de la


Tercera Conferencia Nacional de la Comisión sobre el Estatuto de las Mujeres y otras 21
mujeres y hombres que fueron fundadores en octubre de 1966 de la organización, en ambos
casos en Washington D.C . [4]

Entre las fundadoras más destacadas estaba Betty Friedan , autora de La mística de la
feminidad , figura central del feminismo liberal , quien fue la primera presidenta de la
organización. [1]

En la declaración fundación de octubre de 1966 se apunta:

"Nosotros, hombres y mujeres, que por este medio nos constituimos como la Organización
Nacional de Mujeres, creemos que ha llegado el momento de un nuevo movimiento hacia la
igualdad real para todas las mujeres en Estados Unidos, y hacia una sociedad plenamente
igualitaria de los sexos, como parte de la revolución mundial de los derechos humanos que
ahora tiene lugar dentro y fuera de nuestras fronteras nacionales".[1]

National Organization for Women (N.O.W.) Declaración de Principios 1966

Objetivos

La Fundación se centra en una amplia gama de temas relacionados con los derechos de las
mujeres, incluida la justicia económica, la igualdad salarial, la discriminación racial, la salud y la
imagen corporal de las mujeres, las mujeres con discapacidad, los derechos reproductivos y la
justicia, el derecho de familia, el matrimonio y la formación de familias entre personas del
mismo sexo, la representación de la mujer en los medios de comunicación y las cuestiones
feministas globales.

La tercera ola de feminismo

Publicado el 16 enero, 2019

Como ya habíamos hablado, el colofón de la segunda ola del feminismo y la apertura de la


tercera ola se debe, entre otras cosas, a dos obras muy importantes que cambiaron la vida a
miles de mujeres:
“El Segundo Sexo” (1949) de Simone de Beauvoir. Este libro se centra en la idea de la libertad,
el análisis de las mujeres como la otra cara de la evolución del mundo masculino y aporta un
análisis no biologicista al decir “no se nace mujer, se llega a serlo”.

“ Mística de la Feminidad” (1963) de Betty Friedan . En esta obra se describe el descontento y


los problemas que sufrían millones de mujeres en EE.UU, ya que cuando los hombres volvieron
de la guerra y a pesar de todo lo conseguido con la segunda ola, a las mujeres se les dio
preferentemente la opción de volver a ser amas de casa y madres como papel principal, ya que
si trabajaban fuera del hogar se ponía en duda su feminidad. Friedan habla sobre el malestar
que no tiene nombre, que resultaba en depresión y otros cuadros médicos que se calificaban
como “típicamente femeninos”.

Friedan fue también cofundadora y presidenta de NOW (Organización Nacional de Mujeres) en


1966. Entre sus objetivos estaban: la justicia económica, la igualdad salarial, la erradicación de
la discriminación racial, la salud y la imagen corporal de las mujeres, las mujeres con
discapacidad, los derechos reproductivos, el derecho de familia (tener los mismos derechos y
deberes que los maridos y poder tomar decisiones respecto a los hijos), el matrimonio y la
formación de familias entre personas del mismo sexo, la representación de la mujer en los
medios, etc. Friedan y NOW han llegado a ser los máximos representantes del

feminismo liberal, el cual no define la situación de las mujeres como una opresión sino como
una desigualdad, por lo que quieren reformar el sistema hasta llegar a la igualdad entre los
sexos.

Como acabamos de ver ya empiezan a diferenciarse ramas del feminismo (como ya habíamos
hablado en el artículo sobre la segunda ola con

Sojourner Truth y Flora Tristan ), lo que nos lleva a hablar de muchos tipos de feminismos. Por
ejemplo, el feminismo radical que se desarrolla entre 1967 y 1975 y que tuvo dos obras
fundamentales: Política sexual de Kate Millett (1969) y la dialéctica del sexo de

Sulamith Firestone (1970). Ésta última mujer fue la que denominó el feminismo como Radical,
significando tomar las cosas por la raíz, buscando el origen mismo de la opresión. De esta rama
nace la famosa frase “lo personal es político”, pues sostiene que es necesario transformar el
espacio privado, ya que son todos los varones los que reciben beneficios económicos, sexuales
y psicológicos del sistema patriarcal. La liberación sexual fue uno de los epicentros del debate.
Cabe mencionar también que las feministas radicales realizaron grandes protestas públicas,
desarrollaron grupos de autoconciencia y creaciones de centros de ayuda.

Este feminismo radical fue también el que abrió paso para que cada feminista empezara a
trabajar en su propia realidad, echando tierra al tiesto y dejando florecer diferentes
feminismos en todas las partes del mundo. A continuación podéis ver algunos ejemplos:

El feminismo cultural nace en la necesidad de profundizar en una cultura propia de las


mujeres, no de lo que habían construido hasta ahora los hombres bajo la influencia del
patriarcado.

El feminismo lesbiano cuestiona la posición de los homosexuales y mujeres en la sociedad.


Analizan la heterosexualidad como una institución.
Otra importante rama del feminismo se centra en la dimensión racial: el feminismo de las
mujeres negras, defiende que el sexismo , la opresión de clases y el racismo están
estrechamente relacionados.

El feminismo institucional se desarrolla a partir de las conferencias internacionales de la mujer


por la ONU y por la entrada de las reclamaciones de las feministas a los gobiernos. Es la
actividad política generada en estas instituciones es lo que se denomina como feminismo
institucional. Se sitúa dentro del sistema, intentando cambiarlo, pero es un cambio difícil y
lento.

El feminismo académico nace en las universidades (en España es muy relevante).

El ecofeminismo nace de las mujeres del tercer mundo y su implicación con la tierra. Se juntan
tres movimientos, el feminista, el de la espiritualidad femenina y el ecológico. Fueron las
primeras en señalar que cada vez hay más mujeres dentro de la pobreza.

El feminismo de la diferencia señala que lo contrario de la igualdad no es la diferencia sino la


desigualdad. Plantea la igualdad entre hombres y mujeres pero sin aceptar el modelo
masculino.

Por último hay que mencionar el

ciberfeminismo, ya que Internet, y todas las plataformas que ofrece, está siendo una
herramienta fundamental. Se puede llegar a mucha gente y dar a conocer propuestas o
pensamientos de manera inmediata. Dentro de este tipo de feminismo también pueden
distinguirse diferentes ramificaciones.

Como podemos ver es imposible de hablar de un solo feminismo, ya que a partir de esta
revolución florecen muchas ramas, muchas de ellas ni las hemos mencionado. En cualquier
caso, si hubiese que mencionar una característica común a todos estos movimientos y
ramificaciones dentro del feminismo, es el hecho de que personas con los mismos ideales se
junten para luchar por sus derechos y la igualdad.

Por último, hoy en día hay quien habla de una cuarta ola del feminismo refiriéndose al
feminismo actual, por todos los movimientos y campañas que se están produciendo en la
actualidad.

Betty Friedan, una feminista con muy mala leche

Psicóloga reconvertida en ama de casa, su obra ‘La mística de la feminidad’ la convirtió en la


feminista más famosa del mundo

‘Una mujer debe poder decir, y no sentirse culpable al hacerlo, ¿ quién soy? y ¿qué quiero
hacer en mi vida? No debe sentirse egoísta y neurótica si quiere alcanzar metas propias, que
no estén relacionadas con su esposo e hijos’.

Esta es una de las máximas que integran


La mística de la feminidad , ensayo que contra todo pronóstico, encabeza en 1963 la lista de
los más vendidos en Estados Unidos. Su autora, Betty Friedan, una psicóloga reconvertida en
ama de casa, logra con su texto cambiar la vida de la mujer norteamericana. Su mensaje es tan
claro como contundente: tener esposo e hijos no es todo a lo que las mujeres deben aspirar,
ya que necesitan desarrollarse individualmente. Sin saberlo, estaba cambiando la historia de
las mujeres, erigiéndose como pionera del movimiento moderno de liberación de la mujer.

Betty Friedan sabía muy bien de qué hablaba. Hija de un matrimonio de inmigrantes judíos de
la Europa Central, había tenido una infancia difícil marcada por los constantes ataques de ira
de su madre, una mujer inteligente frustrada tras abandonar su puesto como editora en un
diario para convertirse en ama de casa. Deseosa de abandonar el hogar, Betty toma una
determinación, debe alejarse de su madre a fin de no acabar emulándola. Su objetivo es
graduarse en psicología. Estudiante brillante, consigue dos becas pero acepta la de la
Universidad de California en Berkeley tras renunciar a otra aún mejor para complacer al
hombre con el que sale entonces. Esa decisión la marcará para siempre.

Terminada la relación, la joven realiza un examen de conciencia y decide tomar las riendas de
su vida. En 1943 Betty se traslada a Nueva York, cuenta 22 años. Pluma de talento, colabora
con varias publicaciones obreras. En una de las redacciones conoce a un joven director teatral,
Carl Friedan, con el que contrae matrimonio cuatro años después. Al poco tiempo, Carl ficha
por una agencia publicitaria y Betty se convierte en ama de casa. Empiezan las peleas. Madre
de tres hijos, observa cómo su vida se aleja de sus principios y se asemeja más a la de su
progenitora.

Combativa, retoma la escritura y colabora con varias revistas. Cuando uno de sus artículos es
rechazado, decide concentrarse en la redacción de un ensayo que refleje cómo se siente. Así
nace La mística de la feminidad , texto que marca la historia de las mujeres. En sus líneas,
Friedan denuncia su malestar y el de todas las norteamericanas de su generación, que, como
ella, se ven abocadas a cubrir un rol femenino que no les corresponde. Mujeres impelidas a
renunciar a su individualidad, féminas frustradas que padecen el denominado ‘malestar sin
nombre’, y caen víctimas de la depresión, el suicidio y el alcoholismo, engrosando las cuentas
de psicoanalistas y laboratorios farmacéuticos.

Tres años después, en 1966, Betty es una de las fundadoras y primera presidente del NOW
(National Organization for Woman), organización que reúne a un gran número de colectivos y
grupos feministas de Estados Unidos. Al frente del mismo,

defiende revolucionarias posturas en torno al aborto, el permiso de maternidad, o el aún hoy


controvertido tema de la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

Su posicionamiento combativo le lleva a tomar decisiones vitales drásticas. Así, al año


siguiente se divorcia de su esposo tras 22 años de violento matrimonio: ‘Divorciarme ha sido lo
más difícil que he tenido que hacer. Tenía tanto miedo de quedarme sola... Ahora ya no me
importa, porque la verdad es que nunca estoy sola, tengo muchos amigos’. Siempre en la
brecha continua escribiendo. En 1993 se publica La fuente de la edad , en el que reflexiona
sobre la obsesión de la juventud y el peso que conlleva envejecer.

Convertida en una leyenda del feminismo, su personalidad controvertida y su fuerte


temperamento dan lugar a no pocos enfrentamientos con el movimiento feminista. En el 2000
publica sus memorias: Life so far ( Mi vida hasta ahora ), toda una revelación, una autocrítica
en la que al tiempo, se defiende de los ataques de sus compañeras feministas que la acusan de
comportarse como una diva: ‘La verdad es que siempre he tenido muy mala leche. Algunos
dicen que me he calmado con la edad. No lo sé’.

La feminista más famosa de mundo fallece en su casa el día de su 85 cumpleaños, tras fallar su
corazón. Su epitafio debería recoger la que fue su afirmación más valiosa. Aquella con la que
‘justificaba’ la redacción de La mística de la feminidad : ‘De alguna forma lo hice por mi padre,
para que los hombres no tuvieran que soportar las frustaciones de sus mujeres y tener que
pasar por ellas. Lo hice por mi madre, para que las mujeres no tuvieran que depender de sus
maridos porque no tenían profesión’.

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