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Aerogeneradores sin hélices

Recreación virtual de un parque de aerogeneradores sin hélices.

Esperan producir la primera unidad en 2016 con apoyo de Repsol y 12 inversores

Genera electricidad al pasar el aire por un cono y mover el mástil

Ávila
Actualizado: 11/12/2014 10:46 horas

Las grandes extensiones de terreno plagadas de molinos eólicos con grandes aspas pueden tener fecha de caducidad si sale adelante el
proyecto en el que desde hace tres años trabaja un grupo de siete personas, para diseñar un aerogenerador sin aspas. Realizará las mismas
funciones que uno convencional, pero con un ahorro considerable de costes, ya que tanto su mantenimiento como su instalación resultan
mucho más baratos. Además, reduce el impacto medioambiental y elimina el ruido.

Todas estas ventajas son destacadas por el ingeniero David Yáñez, involucrado en esta aventura junto a otros cinco compañeros más que
trabajan entre Ávila y el Centro Tecnológico de Repsol en Móstoles (Madrid). Los otros dos socios mayoritarios impulsores del proyecto
son Raúl Martín y David Suriol.

En Ávila tienen un pequeño túnel de viento en el que testan los prototipos y prueban en el cercano municipio de Gotarrendura, cuyo alcalde,
Fernando Martín, es un convencido de las energías limpias.

Este ingeniero industrial de la Universidad de Valladolid deja claro desde el primer momento que el «fin último»
consiste en «competir con la energía eólica tradicional» a partir de un proyecto pionero que puede suponer
un ahorro medio de en torno a 50%.

Pese a que la función es la misma que la de los molinos con aspas, la metodología es totalmente distinta, ya que
los nuevos 'molinos' parten de una estructura cónica de unos 12,5 metros de alto, que absorbe la energía
del viento a partir de los remolinos que ella misma genera con la acción del aire cuando la hace vibrar.

Para explicarlo gráficamente, sería algo parecido a la acción del viento sobre una persona con melena. Las
ondulaciones del pelo serían los remolinos o vórtices de Von Karman que genera el viento tras acariciar la cara,
que sería la que absorbería la energía generada por la oscilación, en este caso, del mástil.

Se trata de un efecto que en ocasiones ha provocado graves problemas en grandes obras de ingeniería como el
puente estadounidense de «Tacoma Narrows», que se vino abajo en 1940 tras un colapso estructural
provocado por la confluencia de la frecuencia natural de la oscilación del puente y la de los remolinos.

Lo que en aquella ocasión fue un problema, en este caso ha sido aprovechado para este salto tecnológico que
pretende absorber la energía del aire a partir de una estructura que consta de una especie de mástil que
función que el comenzó teniendo el aspecto de un bate de béisbol y ahora parece más estilizado con una forma más cónica. Su

convencional pero con ventaja sobre los aerogeneradores actuales consiste en que «absorbe mejor la energía» y no necesita ser
orientado porque «siempre lo está». Una vez diseñado un dispositivo «lo suficientemente bueno» para el fin que
ahorro de costes, sin
se busca, llegó el momento de centrarse en «cómo variar la frecuencia de oscilación» del mástil «en función
tanto impacto
de la velocidad del viento».
ambiental y sin generar Dado que el sistema no tiene ni engranajes, ni rodamientos, ni elementos mecánicos que propicien un desgaste
ruido como consecuencia del rozamiento, los ingenieros consiguieron un pequeño dispositivo situado de la mitad para
abajo del prototipo, cuyo funcionamiento se basa fundamentalmente en la acción de los imanes.

De esta manera se cuenta con un mecanismo que se ajusta de manera


natural a la velocidad del viento, no produce desgaste en la estructura y
produce un ahorro de los 300 litros de aceite que cada año necesita
un aerogenerador tradicional.

Este proyecto de aerogenerador, que «no puede ser más simple» según
David Yáñez, se encuentra inmerso en su tercera y definitiva fase, de
manera que a principios de 2016 pueda estar lista la primera unidad de
molino eólico sin aspas, gracias al apoyo inicial de Repsol y en la
actualidad de doce inversores privados. Las pruebas finales podrían
ser realizadas en Soria, antes de que estos nuevos 'molinos' salgan al
mercado con un coste aproximado de 5.500 euros.
Recreación virtual de un parque de aerogeneradores sin hélices.

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