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Condesa Sangrienta FIN
Condesa Sangrienta FIN
Eslovaquia, dejando solo pequeñas rendijas por las que la mujer de 50 años allí encerrada pudiera
respirar y ser alimentada. Durante más de cuatro años, la Condesa Sangrienta permaneció en
solitaria reclusión; un lúgubre final para la vida de la asesina en serie más prolífica de todos los
tiempos.
A lo largo de la historia, han existido personajes que parecen sacados de una vieja leyenda,
de una novela negra o de una tragedia de Shakespeare; mujeres y hombres cuyas vidas merecen ser
leídas y releídas, pensadas y vueltas a pensar. Anécdotas que pendulan entre lo real y lo fantástico
y se descubren ante los ojos de quienes aceptamos creerlas. Dentro de lo ficcional, las brujas son
hay un autor que juega entre lo real y lo no-real es, sin duda alguna, William Shakespeare.
Cuando Shakespeare murió, su amigo y rival literario Ben Jonson escribió que su obra
demostraría que “no es de una época, sino para todos los tiempos”. Y no podría estar más en lo
escritores más icónicos de la historia. Pero, ¿por qué un hombre que murió en 1616 sigue siendo
tan importante para los lectores y amantes del teatro actuales? Muchos autores defienden que gran
parte de su atractivo reside en su capacidad para captar en palabras aquello que se siente como
humano.
El objetivo de este trabajo, en un principio, era comparar a la Condesa Sangrienta con las
brujas de Macbeth con el fin de identificar las características que tenían en común y contestar si la
condesa Bathory podría o no ser una bruja shakespeariana. Tras realizar la investigación necesaria,
llegué a la conclusión que Erzsébet no es sólo una bruja shakespeariana, pues reducir su
característica a “bruja” sería disminuir su gran leyenda al mínimo. La Condesa Sangrienta es digna
de merecer el título de mujer shakespeariana con todas las virtudes que esto significa. Al elaborar
un recuento de su vida, de todos los crímenes que cometió, se las razones de dicho sucesos, del uso
de su poder y de sus extrañas aficiones nos encontramos con la que, para mí, ha sido una de las
El presente trabajo pretende, entonces, exponer las razones por las que la vida y las acciones
de Erzsébet podrían ser sacadas de las páginas de cualquier obra escrita por Shakespeare,
La Condesa Sangrienta
Báthory. Según el Guinness World Records, Erzsébet Bathory de Esced (Hungría) consiguió el
recor de: Most prolific female murderer, por haber asesinado a aproximadamente 600 -aunque más
adelante se supo que pudieron ser 650 o más- doncellas con el fin de bañarse en su sangre y así
conseguir una eterna juventud. Alejandra Pizarnik, poeta argentina, escribe un relato a partir del
texto de Valentine Penrose (1963) en el que relata la leyenda de Erzsébet y le da el nombre de “La
condesa sangrienta”; el texto lo publica por primera vez en la revista Testigo en 1966. De este
La condesa Erzsébet Báthory de Esced, nacida en 1560, procedía de una de las más
distinguidas familias de Hungría; linaje que tenía la fama de ser temerario, cruel y lujurioso. Entre
lo que se dice acerca de su familia, se comenta que era descendiente de Vlad III, más conocido
como Drácula. Estudiosa y trilingüe, creció en un ambiente poco común para una mujer de su
tiempo. Con una enfermera de niña que le proponía practicar magia negra, unos tíos que adoraban
a Satán, hermanos adictos a la bebida, una tía que decía ser bisexual y otra a la que llamaban
“bruja”, no es difícil ver desde donde inician sus extrañas influencias y obsesiones. De cualquier
manera, el pensar a la Condesa Sangrienta como sucesora de Drácula pone sobre la mesa otra
conocida discusión en relación a ella: ¿era Erzsébet vampira y por eso adoraba tanto la sangre de
las mujeres a las que torturaba y asesinaba? Pero esa es una pregunta que no viene al tema central
del trabajo.
A los 15 años de edad, Erzsébet fue obligada a casarse con su primo, el conde Fernec
Nádasdy. Durante largas temporadas, Erzsébet empezó a encontrarse muy sola en el castillo ya que
su esposo, al ser general del ejército, debía acudir a batallas. Dentro del mundo de la milicia, Fernec
era más conocido como el Caballero Negro debido a las torturas que ejercía en su trabajo militar
hacia los soldados capturados, cosa que a la condesa no le molestaba en absoluto. Gracias a unas
correspondencias que se conocieron unos años después de la muerte de Erzsébet podemos saber
que entre ellos comentaban cómo él ejercía dolor a los cautivos y ella le contestaba contándoles a
su esposo cómo pinchaba a sus sirvientas con agujas o le mordía los hombros. Además, empezó a
volver costumbre el castigar a sus doncellas de acuerdo a lo que ella creía que debería ser su castigo.
A la que hablaba de más hizo que le cosieran la boca, a otra que tenía fama de coqueta y libertina
la obligó a sentarse en una parrilla al rojo vivo, dónde no la levantaron hasta dos horas después y
a otra, sencillamente, le prendió fuego al vello púbico. Lo cierto es que en vida de su esposo no
llegó a cometer crimen alguno, pero sin duda éste fue un estímulo importante. En 1604, Erzsébet
queda viuda con tan solo 44 años. Es aquí cuando se inician sus verdaderas atrocidades; cuando la
crueldad de la Condesa despierta de su letargo para entregarse a su nueva pasión: torturar doncellas
Renaciendo en su mente todo lo que había estudiado sobre hechicería y brujería y aconsejada por
una supuesta bruja de la región, de nombre Darvulia, montó lo que sería la mayor cámara de tortura
de Hungría, con el fin de bañarse en las sangre de jóvenes doncellas. Un día, mientras una criada
la peinaba le dio un muy fuerte tirón en el cabello y la condesa, enfurecida, se volteó y le rompió
la nariz con un golpe. La sangre que brotó de la cara de la criada le cayó en la mano y tuvo la
impresión de que esa parte de la piel rejuvenecía. Entonces ordenó llevar a la joven a la celda de
torturas donde la desangró; la sangre fue vertida en una bañera y por vez primera se bañó en ella.
Desde ese momento se desató la peste roja de la Condesa Sangrienta, que se prolongó en un espacio
de diez años.
Entre más jóvenes y vírgenes eran las doncellas, más le gustaban a Erzsébet, quien las
prefería entre los 12 y los 18 años. Durante los años que duró esta matanza, llegaron cientos de
jóvenes al castillo de la Condesa; unas raptadas y otras bajo engaños. Entre las torturas que
proporcionaba, las más viles eran, por ejemplo, la jaula mortal en la que colgaban a las jóvenes
para que, al torturarlas, la sangre rodara por su piel desnuda hasta caer encima de Erszébet quien
lo esperaba con ansias. Bañar a las doncellas en agua helada, dejarlas en la nieve junto a unas pocas
antorchas, luego arrojarle más agua y dejarla ahí hasta que muriera de frio, era otra de sus favoritas.
Llegó incluso a adquirir un autómata llamado “La Virgen de Hierro”, que consistía en una dama
metálica que abraza a las desnudas jóvenes mientras que, en su pecho, aparecen cinco puñales que
atraviesan el cuerpo de las indefensas mujeres, creando así el rio de sangre en el que se bañará la
Condesa. Todas estas torturas iban acompañadas de las más clásicas y medievales, como eran las
agujas, los cortes y los mordiscos, los metales al rojo vivo introducidos en el sexo de las jóvenes,
La dichosa orgía de asesinatos terminó justo cuando, hacia 1610, empezaron a correr
rumores de lo que sucedía dentro del castillo. El palatino Thurzó fue el encargado de ir al palacio
encerradas que aguardaban la hora de su muerte, sino que el olor a cadáver y el cuerpo sin vida de
una pobre doncella lo llevaron a dictar sentencia y condenar a Elzsébet a prisión perpetua dentro
Harold Bloom, por ejemplo, hace un polémico estudio frente a los personajes de todas las
obras de Shakespeare y los llama “humanos”. Pero él no es el único crítico que ha dicho que estos
personajes suelen ser más grandes que las mismas obras que los contienen.
Al adentrarnos en las múltiples obras de Shakespeare, nos damos cuenta que es imposible
darle unas características específicas a los personajes, más allá de lo que la misma historia amerita.
No podemos compararlos a los unos con los otros, pues hay tantos Hamlet como lectores de la
la naturaleza y reflejar a su audiencia con él; en sus obras, la gente se reconoce a si misma y a los
otros.” La técnica más eficaz para implicar al auditorio es el uso del soliloquio; figura atractiva que
utiliza para adentrar a los espectadores en los afectos más íntimos de los personajes de sus historias,
creando así un espejo de la audiencia con sus personajes. Y es curioso llamarlo espejo, pues se dice
que la condesa tenía un espejo diseñado para ella en el que se miraba continuamente, con
apoyadores de brazos para cuando se cansara de admirar su belleza; tal vez ella misma era el espejo
Es un trabajo complejo pensarse la vida de una persona y re-pensarla como parte de una
obra escrita por William Shakespeare. Sin embargo, y por lo dicho anteriormente, los personajes
de las obras de Shakespeare suelen sobresalir por encima de las mismas páginas, lo que es el claro
caso de Erzsébet, que pasa por encima de su verdadera historia y es estable como ella misma.
Las tragedias de Shakespeare, que es el género en el que considero que mejor encaja la
historia de la mujer Báthory, son más destructivas en su desarrollo dramático. Las relaciones son
sometidas a prueba, puestas bajo presión y finalmente rotas, y se suelen cerrar las obras con una
escena de muerte. La vida de la Condesa Sangrienta es una tragedia al estilo de Shakespeare, con
Aunque sea difícil que las personas se reconozcan a sí mismas dentro de la historia de
Erzsébet, si logramos adentrarnos en sus retorcidos pensamientos con escuchar un poco de lo que
hacía en sus tiempos de esparcimiento con todas esas doncellas. Es importante igual tener en cuenta
que sólo se conoce un lado de la historia, puesto que esta mujer sólo llevaba un diario en el que
escribía el nombre de quienes mataba, más no expresaba lo que sentía al respecto ni cuáles eran su
doncellas cuya sangre utilizaba para mantenerse bella. Tal vez, si tuviéramos la oportunidad de
escuchar algún soliloquio proveniente de la Condesa, en el que nos hablara acerca de la fragilidad
de los cuerpos, lo efímera que es la belleza o lo veloz que corren la sangre y las lágrimas cuando
se sabe que se va a morir, podíamos sentir algún tipo de intimidad con esta mujer.
castillo sino también en el de toda una época, que es el renacimiento; esta no era una situación de
un solo lugar, o una sola familia. Es una historia entrelazada entre las creencias de las brujas y la
hechicería y el poder que tiene un linaje. Habla de fuerza y habla de silencio; de lo grotesco y lo
oculto.
A modo de conclusión, la Condesa Sangrienta no fue sólo una mujer a la que se le podría
llamar shakespeariana, sino también es una gran imagen del Renacimiento y de los pensamientos
populares que nacieron, crecieron y desfallecieron en esta época. Una bruja, “vampira”, que se
aprovechaba de su poder en el castillo, inteligente, con obsesiones oscuras y gustos poco comunes.
incesante contemplación de las criaturas por ella desposeída (...) Nunca nadie no quiso de
tal modo envejecer, esto es: morir. Por eso, tal vez, representaba y encarnaba a la Muerte.
época y no se quedan sólo como historias. Ponen al espectador en el trabajo de sentir con los
Armengol, Anna. Realidades de la brujería en el siglo XVII: entre la europa de la caza de brujas
—. Shakespeare : The Invention of the Human. New Jersey: Pearson Education (US), 2001.
Digital.
Dee, Gordon. Bad Girls From HIstory: Wicked or Misunderstood? Pen and Sword History, 2017.
EBSCOhost.
Dorling Kindersley Limited. «La sangre de doncellas la mantendrá joven.» Limited, Dorling
Kindersley. The Crime Book. Londres: Penguin Random House , 2017. 264-265. Impreso.
Dorling Kindersley Limited. «Un hombre en su tiempo representa muchos papeles.» Limited,
Dorling Kindersley. The Literature Book. Londres: Penguin Random House, 2016. 84-87.
Impreso.
Octubre de 2019.
Pizarnik, Alejandra. «La condesa sangrienta.» Pizarnik, Alejandra. Prosa completa. Bogotá: