Está en la página 1de 5

Importancia de la voz

Cuando nacemos, lo hacemos en lo que es nuestro Grupo Social Primario con el que
tendremos contacto directo por el resto de nuestras vidas, la Familia, siendo ésta la
encargada de brindarnos los cuidados y protecciones relativos a la Alimentación, Abrigo e
Higiene y sin los cuales se nos vería imposibilitada la supervivencia, recibiendo esta
asistencia hasta que podemos valernos por nosotros mismos.

Es así que en un primer momento expresamos mediante Actos Reflejo distintas necesidades,
solicitando la ayuda o manifestando cuando algo nos incomoda, siendo a través del Llanto
una de las formas primitivas que tenemos para comunicarnos y llamar la atención de los
adultos, quienes deben encargarse de darnos Estímulos que ayuden a desarrollar nuestras
Facultades Cognitivas para luego tener una Comunicación más precisa.

Es así que nuestra herramienta para poder comunicarnos con nuestra familia y con el mundo
es mediante la Voz, siendo éste el sonido que emitimos emanando aire a través de nuestra
boca y tras haber hecho vibrar las Cuerdas Vocales que se ubican entre la Laringe y los
Pulmones, tranportándose a través del aire y siendo captado por los oídos de los receptores.

La utilización de la misma permite llegar a la Comunicación Oral, la cual está influenciada por
el uso del Lenguaje que consiste en la herencia de nuestros padres o el entorno respecto al
Idioma, del cual hacemos uso aprendiendo por imitación, escuchando lo que nuestros pares
dicen para comunicarse entre sí, como también mediante Estímulos que ayudan a desarrollar
nuestras Facultades Cognitivas.

Sin embargo la Voz no solo es usada solamente para comunicarse, sino que también puede
emplearse con fines recreativos o artísticos, como es en el caso del Canto, donde se puede
disgregar a la misma en cuanto a Timbre, Tono y Altura, tal como si se tratase de un
instrumento musical.

La voz es el canal fundamental en la oratoria y a pesar de que es importante que un discurso


esté bien preparado es igualmente necesario que cuando el orador hable frente al público lo
haga con una buena voz, es decir, de forma clara, comprensible, con la intensidad y el ritmo
adecuados para una buena comunicación y lograr los resultados esperados. Una buena voz
facilita la tarea del orador, por lo tanto deberá cultivarla y fortificarla. Se pueden distinguir tres
elementos esenciales en la voz: el tono, la intensidad y el timbre.

El tono es el modo de decir las cosas. Cambiar el tono de la voz permite enfatizar los puntos
clave y llamar la atención del público, pero estas variaciones de voz deben ser naturales y no
se debe debe confundir con hablar más alto o más bajo, porque se puede caer en la
monotonía. Por ejemplo, es subirlo si quiere recalcar algo, bajar cuando es una especie de
confidencia o para expresar un sentimiento, es decir, adecuarlo a lo que se va diciendo.

La intensidad es la fuerza de emisión de la voz, el volumen sonoro. Usualmente al hablar en


público es necesario que el volumen sea un poco mayor al que normalmente se usa para
conversar con otra persona, tampoco es conveniente hablar demasiado alto, ya que se cansa
el orador y los que escuchan también.
Recomendaciones para un uso adecuado de la voz:
• Mantenga la cabeza erguida, con una posición cómoda de su cuerpo y respire
adecuadamente. Antes de iniciar puede hacer algunos ejercicios de respiración y relajación
del cuerpo.

• Pronuncie abriendo bien la boca, vocalice y articule con claridad, utilice las pausas al
hablar.

• Cuide la velocidad al hablar. Hacerlo de prisa transmite entusiasmo y seguridad pero si se


excede puede cansar al público. Hablar despacio proporciona énfasis, pero el exceso puede
hacer el discurso monótono y perder la atención
.
• Se debe aprender a colocar la voz, encontrando el nivel apropiado de fuerza vocal (tono e
intensidad) de acuerdo con el timbre de voz que posee.

• Ensaye sus presentaciones o discurso para definir lo que desea transmitir con la entonación
e intensidad adecuadas.

La respiración y la voz
La respiración y la fonación tienen un objetivo diferente, pero entre ellas existe una estrecha
relación ya que el aire que sale de los pulmones es el motor y el vehículo que impulsa la
voz: “podemos respirar sin hablar pero no podemos hablar sin respirar”.
Como sabemos, la respiración consta de dos tiempos: inspiración y espiración.
En la respiración habitual, el tiempo activo es la inspiración, mientras que para la fonación, el
tiempo activo es la espiración porque es en el que hablamos.
Podemos comparar los pulmones con un globo: hay que llenarlos pero se vacían solos. Esto
está totalmente en desacuerdo con el carácter activo de la fonación, que necesita una salida
de aire controlada y uniforme para sostener y conducir el sonido al exterior, evitando que se
nos oigan peor los finales de las frases y la sensación de ahogo al hablar o al leer.
Para hablar, se debe utilizar la respiración costo diafragmática que provee al pulmón de una
buena cantidad de aire y le permite actuar como fuelle propulsor del sonido.
Cualquier técnica respiratoria requiere primero su aprendizaje y después su automatización
ya que no podemos hablar pensando, a la vez, cómo respiramos.
Las cualidades de la voz
1. Altura (Tono): Es la cualidad verbal y no verbal de la voz, fundamental en la comunicación,
ya que con él, además de obtener información de la “altura musical” que puede alcanzar y
sus cualidades (agudo, central o grave), nos informa mucho sobre su expresión,sobre las
emociones que le acompaña, sobre lo que quiere o intenta expresar. Es evocador e
informador.
2. Intensidad (o volumen). Hace referencia a la fuerza y el volumen acentual. Lo fuerte o
suave de su sonido. Se puede clasificar básicamente en “piano”, “medio”, “forte”. Aunque hay
ocho clasificaciones que van de piano pianissimo a forte fortissimo
3. Tiempo (mide el tiempo de duración del sonido y la velocidad que alcanza). Lento, normal,
rápido y andante.
4. Timbre. Es la “huella digital de la voz”, no hay dos iguales. La cualidad que confiere al
sonido los armónicos que acompañan a la frecuencia fundamental, lo intrínseco de cada
voz. Difícilmente se puede modificar o cambiar, pero si potenciar o mejorar. Puede ser
normal, claro (predominio de armónicos agudos), falsete, oscuro (predominio de armónicos
graves), gutural, opaco etc…
Por último podríamos añadir otra, la textura, aunque está se aprecia más en la voz cantada
que en la hablada.
Lenguaje de los gestos: cuando la boca silencia, el cuerpo se expresa
El cuerpo tiene su propio lenguaje, es un idioma callado, instintivo y
de naturaleza adaptadora, pero tan expresivo que comunica mucho más que las palabras
porque existía antes de que el lenguaje hablado existiera. Los expertos estiman que en una
conversación el 65 por ciento de la comunicación se produce de forma no verbal, las
palabras son el 35 por ciento restante, aún así, influyen más el tono y los matices que las
palabras mismas, éstas pueden llegar a engañar pero los gestos corporales son inequívocos.
Lo son, porque poder interpretar las intenciones del desconocido, aunque no diga nada en
nuestro pasado prehistórico, significaba la diferencia entre la vida y la muerte.
Las mujeres puede que, como madres potenciales, nazcan con una habilidad innata para
percibir y descifrar señales no verbales, si creen que se les están mintiendo, mientras las
palabras dicen otra cosa, el lenguaje del cuerpo les cuenta otra historia y eso ellas lo captan.
La percepción femenina no es accidente sino el resultado de una mayor actividad de áreas
del cerebro donde se establecen las intuiciones y las respuestas instintivas, el cual es el
encargado de las funciones automáticas.

La opinión sobre una persona se forma en el primer minuto de conocerla, sin que intervenga
ni la lógica, ni la razón.
¿Qué nos dicen algunos gestos?
•Cruzar los brazos: Denota una actitud defensiva
•Llevarse la mano a la boca: Es disimular una mentira
•Acariciar la barbilla: Es evaluar, ponderar y decidir
•Morderse las uñas: Inseguridad o nerviosismo
•Ponerse los dedos en la boca: Denota necesidad de seguridad, nerviosismo
•Una sonrisa falsa: Engaño, traición, falsedad
•Si te miran a tus ojos fijamente: Denotan que no hay nada que esconder, es limpia la
conversación, también indica control de la situación
•Si los ojos no sonríen y se muestran esquivos y la mirada es falsa: Significa engaño
•Cuando los pulgares asoman por el bolsillo: Expresan dominio y seguridad
•Acariciarse la quijada: Toma de decisiones
•Entrelazar los dedos: Autoridad
•Dar un tirón al oído: Inseguridad
•Mirar hacia abajo: No apreciar lo que se escucha
•Frotarse las manos: Impaciencia
•Apretarse la nariz: Evaluación negativa
•Golpear ligeramente los dedos: Impaciencia
•Sentarse con las manos agarrando la cabeza por detrás: Seguridad en sí mismo e ínfulas de
superioridad
•Inclinar la cabeza hacia delante: Interés
•Palma de la mano abierta: Sinceridad, franqueza y candor
•Caminar erguido: Confianza y seguridad en uno mismo
•Jugar con el cabello: Falta de confianza en sí mismo e incertidumbre
•La cabeza descansando sobre las manos o mirar hacia el piso: Tedio
•Unir los tobillos: Temor
•Manos agarradas hacia la espalda: Furia, ira, frustración y temor
•Cruzar las piernas, balanceando ligeramente el pie: Aburrimiento
•Brazos cruzados a la altura del pecho: Actitud a la defensiva
•Caminar con las manos en los bolsillos o con los hombros encorvados: Abatimiento,
agotamiento, cansancio
•Manos en las mejillas: Evaluación, interés
•Frotarse un ojo: Dudas
•Tocarse ligeramente la nariz: Mentir, desconfiar o rechazar algo
•Mirar el reloj mientras se habla: Es un gesto rudo que revela impaciencia, es algo así como:
"Acaba de decir lo que tengas pendiente, porque tengo otras cosas por hacer".
•Un tono de voz demasiado alto: Sugiere una personalidad agresiva o impetuosa, capaz de
actuar con violencia en cualquier momento determinado.
•Pisadas repetidas en el suelo, mientras se está estático: Sugiere nerviosismo, impaciencia,
intranquilidad. Se está acumulando tensión, y es posible que estos sentimientos reprimidos
estallen en algún momento.
¿Cómo darle el valor que se merece al lenguaje no verbal?
Una buena parte tiene que ver con el tono de voz, el modo en que hablamos, la forma en que
empleamos el timbre, volumen, ritmo y cadencia. No hay que ser un buen locutor para hacer
adecuado uso de nuestra voz.

Lo primero que debemos lograr es concentrarnos en el tono, que debe ser agradable y grato
a los oídos de los demás. La amabilidad, la cortesía, las buenas maneras se expresan en el
tono que empleamos al dirigirnos a los otros. Los tonos irónico y sarcástico, frío y distante,
despectivo y denigrante, no hacen más que decirles a nuestro receptor que no lo aceptamos
como interlocutor válido. Por eso, de nada sirve pretender utilizar palabras como "gracias" o
"por favor" si el tono que las acompaña es altivo o desagradable.

Es importante emplear el tono más adecuado en el entorno social, aquel que va a tono con el
estilo de la organización en la que trabajamos. Hay empresas en las cuales el estilo
de relaciones humanas predominante impone un tono informal, alegre y amistoso. Otras en
la que el tono debe ser más serio, formal y protocolar. Pero nuestra adaptación no puede
sentirse forzada o fingida. Lo fundamental es ser nosotros mismos y demostrar la mayor
sinceridad a través de nuestro tono de voz.

En resumen
Para finalizar con nuestro tema de lenguaje de los gestos, vale la pena tener presente que
todos estos expresiones son manipulables por terceros, que hay personas que se dedican a
estudiarlos y las usan a su favor. Si somos conscientes de que todas estas prácticas de la
manipulación de la voluntad por medio del lenguaje del cuerpo se utilizan con tanta
frecuencia, podemos evitar que las mismas nos sean aplicadas con el propósito de controlar
nuestras decisiones y dictar nuestras actividades. Así que empléenlas con discreción
y traten de no ruborizarse.

También podría gustarte