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Indicadores financieros

Los indicadores financieros son herramientas que se diseñan utilizando la


información financiera de la empresa, y son necesarias para medir la estabilidad,
la capacidad de endeudamiento, la capacidad de generar liquidez, los
rendimientos y las utilidades de la entidad, a través de la interpretación de las
cifras, de los resultados y de la información en general. Los indicadores
financieros permiten el análisis de la realidad financiera, de manera individual, y
facilitan la comparación de la misma con la competencia y con la entidad u
organización que lidera el mercado.

Liquidez

La liquidez se es la capacidad de un activo de convertirse en dinero en el corto


plazo sin necesidad de reducir el precio.

El grado de liquidez es la velocidad con que un activo se puede vender o


intercambiar por otro activo. Cuanto más líquido es un activo más rápido lo
podemos vender y menos arriesgamos a perder al venderlo. El dinero en efectivo
es el activo más líquido de todos, ya que es fácilmente intercambiable por otros
activos en cualquier momento.

Cuando se dice que un mercado es líquido significa que en ese mercado se


realizan muchas transacciones y por lo tanto será fácil intercambiar activos de ese
mercado por dinero.

Para una empresa o una persona, la liquidez es la capacidad para cumplir con sus
obligaciones en el corto plazo. La forma más eficaz de calcular el ratio de liquidez
de una empresa es dividir el activo corriente (recursos más líquidos de la
empresa) entre el pasivo corriente (deudas a corto plazo de la empresa). Si el
resultado es mayor que uno, significa que la entidad podrá hacer frente a sus
deudas con la cantidad de dinero líquido que tienen en ese momento; si el
resultado es menos de uno, significa que la entidad no tiene liquidez suficiente
para hacer frente a esas deudas. El siguiente paso para una empresa es analizar
su solvencia, que es la liquidez a largo plazo.

Solvencia

Solvencia es la capacidad de una persona física o jurídica para hacer frente a sus
obligaciones financieras.

Es decir, su capacidad para devolver actualmente o en el futuro las deudas que ha


contraído o que planea contraer.

La solvencia es una herramienta básica para que un posible acreedor pueda tomar
decisiones sobre la conveniencia de conceder financiación al que lo solicita, pero
además es útil para conocer la situación actual de un deudor que actualmente ya
está haciendo frente a sus obligaciones.

Diferencia entre liquidez y solvencia

Las diferencias entre liquidez y solvencia vienen relacionadas con la seguridad


financiera de la empresa. Si bien es cierto que en muchas ocasiones estas dos
definiciones van de la mano, no tiene por qué ser siempre así.

La liquidez es la cualidad que tienen los activos financieros para convertirse en


dinero, y por tanto, hacer frente a los compromisos de pago más inmediatos en un
momento oportuno. Sin embargo, la solvencia es la capacidad que tiene una
empresa para realizar sus pagos y cumplir con sus deudas financieras, para ello,
hay que contar con los recursos suficientes como respaldo para cumplir con las
A la hora de valorar el desempeño económico de una empresa, aparecen diversos
ratios o medidas a tener en cuenta. Sin embargo, ninguno de ellos refleja de
manera tan fiel y precisa el estado económico y financiero de la empresa como la
liquidez y solvencia de la misma.

Si bien son dos criterios que en muchas ocasiones van de la mano, es


conveniente diferenciarlos para no caer en errores que nos conduzcan a tomar
decisiones financieras equivocadas, ya que tienen connotaciones totalmente
diferentes y, en algunos casos, incluso contrapuestas.

Por un lado, la liquidez es la cualidad que tienen los activos que figuran en el
balance de nuestra empresa de convertirse en dinero de forma fácil. El dinero es
el activo más líquido que toda empresa posee, puesto que ya proporciona liquidez
por sí mismo. Por otra parte, la solvencia es la capacidad de un individuo o
empresa para atender sus compromisos de pago con los acreedores, es decir, sus
deudas. Cuanta más capacidad de pago posea, más solvente será. Una empresa
no es solvente cuando sus activos no son suficientes para respaldar sus pasivos.

Ambas variables son muy importantes y en la mayoría de los casos tienen que
venir acompañadas por el buen funcionamiento de la empresa, si bien es cierto
que la solvencia es muy importante para la estabilidad de un negocio ya que
existen formas de obtener liquidez en caso de necesitarla en determinado
momento y cuya necesidad se considere urgente.
Indicadores de liquidez

Los indicadores de liquidez se utilizan para determinar la capacidad que tiene una
empresa pare enfrentar las obligaciones contraídas a corto plazo. Cuanto más
elevado es el indicador de liquidez, mayor es la posibilidad de que la empresa
consiga cancelar las deudas a corto plazo, de lo contrario deberá evaluar la
generación de recursos propios o contemplar la posibilidad de financiarse a largo
plazo mientras genera los recursos suficientes en el corto plazo para atender
dichas obligaciones que en el inmediato futuro se convierten en corrientes.

Prueba acida

La prueba ácida, prueba de ácido o liquidez seca, es uno de los indicadores de


liquidez frecuentemente usados como indicador de la capacidad de la empresa
para cancelar sus obligaciones corrientes, sin contar con la venta de sus
existencias, es decir, básicamente con los saldos de efectivo, sus cuentas por
cobrar, sus inversiones temporales y algún otro activo de fácil liquidación, sin tocar
los inventarios.1Es un indicador más riguroso que la razón corriente. Para el caso
de las empresas de servicios, donde los inventarios son reducidos, los valores
numéricos de la prueba ácida y de la razón corriente son prácticamente iguales.

La prueba ácida (Pa) se determina por la expresión:

Rc = (Activo Corriente - Inventario) / Pasivo Corriente

Tanto el Activo corriente, como el Pasivo corriente y el inventario se obtienen


del balance de la empresa.
Cómo calcular el índice de de liquidez

Los ratios que miden la capacidad de la empresa para hacer frente al


endeudamiento a corto plazo son los siguientes:

La razón corriente
La razón corriente, nos indica qué proporción de deudas de corto plazo son
cubiertas por el activo, cuya conversión en dinero corresponde aproximadamente
al vencimiento de las deudas.

La calculamos dividiendo el activo corriente entre el pasivo corriente. El activo


corriente incluye las cuentas de caja, bancos, valores de fácil negociación, cuentas
y letras por cobrar e inventarios. Este ratio es la principal medida de liquidez.

Liquidez general = activo corriente / pasivo corriente = veces

La prueba ácida
Se trata de un indicador más exigente ya que en él se descartan del total del
activo corriente las cuentas que no son realizables de manera fácil. Nos
proporciona una medida más exigente de la capacidad de pago a corto plazo de
una empresa.

Se calcula restando del activo corriente el inventario y dividiendo estas diferencias


entre el pasivo corriente.

Prueba ácida = Activo corriente – inventarios / pasivo corriente = veces

Ratio prueba defensiva


Este indicador nos indica la capacidad de la empresa para operar con sus activos
más líquidos, sin recurrir a sus flujos de venta. Este ratio permite medir la
capacidad efectiva de la empresa en el corto plazo; en este ratio se tienen en
cuenta únicamente los activos mantenidos en caja y los valores negociables,
eliminando la influencia de la variable tiempo y la incertidumbre de los precios de
las demás cuentas del activo corriente.

Se calcula este ratio dividiendo el total de los saldos de caja y bancos entre el
pasivo corriente.

Prueba defensiva = Caja bancos / pasivo corriente = %


Ratio capital de trabajo
Es una relación entre los Activos Corrientes y los Pasivos Corrientes; no es una
razón definida en términos de un conjunto de cuentas dividido por otro. El Capital
de Trabajo, es lo que le queda a la empresa después de saldar sus deudas
inmediatas, es la diferencia entre los Activos Corrientes menos Pasivos
Corrientes; el dinero del que dispone la empresa para poder operar diariamente.

Capital de trabajo = Activo corriente - Pasivo corriente = UM (unidades


monetarias)

Ratios de liquidez de las cuentas por cobrar


Las cuentas por cobrar son activos líquidos en la medida en que estas se puedan
cobrar en un plazo prudente. Este índice nos indica el tiempo promedio en el que
las cuentas por cobrar se convierten en efectivo.

Período promedio de cobranza = Cuenta por cobrar x días en el año / ventas


anuales a crédito = días

Si quieres informarte un poco mejor de cuáles son los ratios de calificación


crediticia en Funding Circle, puedes informarte en este artículo

INDICADORES DE ACTIVIDAD

Son los que establecen el grado de eficiencia con el cual la administración de la


empresa, maneja los recursos y la recuperación de los mismos. Estos indicadores
nos ayudan a complementar el concepto de la liquidez. También se les da a estos
indicadores el nombre de rotación, toda vez que se ocupa de las cuentas del
balance dinámicas en el sector de los activos corrientes y las estáticas, en los
activos fijos.
Rotación de inventarios

La rotación del inventario o rotación de existencias es uno de los parámetros


utilizados para el control de gestión de la función logística o del departamento
comercial de una empresa. La rotación, en este contexto, expresa el número de
veces que se han renovado las existencias (de un artículo, de una materia
prima...) durante un período, normalmente un año.
Este valor constituye un buen indicador sobre la calidad de la gestión de los
abastecimientos, de la gestión del stock y de las prácticas de compra de una
empresa. No puede establecerse una cifra ya que varía de un sector a otro: 1
las empresas fabricantes suelen tener índices de rotación entre 4 y 5; los grandes
almacenes procuran llegar a 8; y los hipermercados pueden llegar a 25 en algunos
artículos del surtido de alimentación.

Calculo

La rotación, o índice de rotación, IR, se calcula con la expresión:

Ventas a precio de coste


Son las unidades vendidas durante el periodo, pueden expresarse en
unidades físicas o en unidades monetarias; en este último caso, la cifra
debe reflejar el coste de las ventas (o las ventas a precio de coste), no los
ingresos por ventas, pues distorsionaría el resultado.
Existencias medias
Son las unidades almacenadas por término medio durante el periodo,
igualmente pueden expresarse en unidades físicas o en unidades
monetarias, a su valor en el almacén.
Las dos cifras deben expresarse en la misma unidad.
Fórmula para determinar la rotación de inventarios
La rotación de inventarios se determina dividiendo el costo de las mercancías
vendidas en el periodo entre el promedio de inventarios durante el periodo. (Coste
mercancías vendidas/Promedio inventarios) = N veces.
Rotación de cuentas por pagar

La rotación de cuentas por pagar es un indicador de liquidez a corto plazo que se


utiliza para cuantificar la tasa a la cual una empresa paga a sus proveedores. El
volumen de negocio de las cuentas por pagar muestra la cantidad de veces que
una empresa liquida sus cuentas por pagar durante un período.

Las cuentas por pagar son deudas a corto plazo que una empresa debe a sus
proveedores y acreedores. Están plasmadas en el pasivo circulante del balance
general. El indicador de rotación de cuentas por pagar muestra cuán eficiente es
una empresa en pagar a sus proveedores y las deudas a corto plazo.

Fórmula

La fórmula para calcular el indicador de rotación de cuentas por pagar en


un período determinado es:

Indicador de rotación de cuentas por pagar = Compras totales a


proveedores / Promedio de cuentas por pagar.

Para calcular el denominador de la fórmula anterior se utiliza la siguiente


fórmula: Promedio de cuentas por pagar = (Cuentas por pagar al inicio del
período + Cuentas por pagar al final del período) / 2.

Se utiliza el promedio de cuentas por pagar porque las cuentas por pagar
pueden variar a lo largo del año. El saldo final puede que no sea
representativo del año total, por lo cual se utiliza un promedio.
Periodopromedio de pago a provedores

El periodo medio de pago, se define como los días que de media tarda una
empresa en pagar a proveedores.

Este ratio expresado en días es muy importante conocerlo y controlarlo desde


cualquier departamento financiero de una empresa, pues en él se basa la gestión
de tesorería de la misma. No obstante, también es crucial conocerlo a la hora de
analizar el estado financiero de una empresa.

Visto desde el punto de vista del ciclo de explotación, el PMP es el número de días
que transcurre desde que la empresa adquiere la materia prima hasta que paga al
proveedor.

El periodo medio de pago a proveedores en España se sitúa en 17 días,


superando en 2 días el plazo medio en Europa, que son 15 días. El máximo
marcado en la normativa sobre morosidad, actualmente asciende a 30 días. Nada
más es superado por Portugal con 30,56 días.

Cuanto más elevado sea el valor de este ratio, más se demora el pago a los
proveedores, lo que revela que la compañía se está financiando gracias a éstos.

Este ratio es estudiado junto con el periodo medio de cobro. Analizando ambos
ratios, se puede conocer no solo el estado financiero de una compañía, si no
también el poder de negociación de la misma.

Cálculo

Se calcula haciendo una media de los proveedores medios (Proveedores año x +


poveedores año x-1)/2.

Todo ello se divide por las compras del ejercico 2014 que vienen reflejadas en la
cuenta de pérdidas y ganancias, teniendo en cuenta el impuesto valor añadido
(IVA) soportado del ejecicio.
Todo ello es multiplicado por 365 días.

INDICADORES DE RENTABILIDAD

Los indicadores de rendimiento, denominados también de rentabilidad o


lucratividad, sirven para medir la efectividad de la administración de la empresa
para controlar los costos y gastos y, de esta manera, convertir las ventas en
utilidades.
Desde el punto de vista del inversionista, lo más importante de utilizar estos
indicadores es analizar la manera como se produce el retorno de los valores
invertidos en la empresa (rentabilidad del patrimonio y rentabilidad del activo total).

4.1 Rentabilidad neta del activo (Dupont)

razón muestra la capacidad del activo para producir utilidades, independientemente de la forma
como haya sido financiado, ya sea con deuda o patrimonio.

Si bien la rentabilidad neta del activo se puede obtener dividiendo la utilidad neta para el activo
total, la variación presentada en su fórmula, conocida como “Sistema Dupont”1, permite relacionar
la rentabilidad de ventas y la rotación del activo total, con lo que se puede identificar las áreas
responsables del desempeño de la rentabilidad del activo.
En algunos casos este indicador puede ser negativo debido a que para obtener las utilidades
netas, las utilidades del ejercicio se ven afectadas por la conciliación tributaria, en la cuál, si existe
un monto muy alto de gastos no deducibles, el impuesto a la renta tendrá un valor elevado, el
mismo que, al sumarse con la participación de trabajadores puede ser incluso superior a la utilidad
del ejercicio.

4.2 Margen Bruto

Este índice permite conocer la rentabilidad de las ventas frente al costo de ventas y la capacidad
de la empresa para cubrir los gastos operativos y generar utilidades antes de deducciones e
impuestos.
En el caso de las empresas industriales, el costo de ventas corresponde al costo de producción
más el de los inventarios de productos terminados. Por consiguiente, el método que se utilice para
valorar los diferentes inventarios (materias primas, productos en proceso y productos terminados)
puede incidir significativamente sobre el costo de ventas y, por lo tanto, sobre el margen bruto

4.3 Margen Operacional

La utilidad operacional está influenciada no sólo por el costo de las ventas, sino también por los
gastos operacionales de administración y ventas. Los gastos financieros, no deben considerarse
como gastos operacionales, puesto que teóricamente no son absolutamente necesarios para que
la empresa pueda operar. Una compañía podría desarrollar su actividad social sin incurrir en
gastos financieros, por ejemplo, cuando no incluye deuda en su financiamiento, o cuando la deuda
incluida no implica costo financiero por provenir de socios, proveedores o gastos acumulados.

El margen operacional tiene gran importancia dentro del estudio de la rentabilidad de una empresa,
puesto que indica si el negocio es o no lucrativo, en sí mismo, independientemente de la forma
como ha sido financiado.
Debido a que la utilidad operacional es resultado de los ingresos operacionales menos el costo de
ventas y los gastos de administración y ventas, este índice puede tomar valores negativos, ya que
no se toman en cuenta los ingresos no operacionales que pueden ser la principal fuente de
ingresos que determine que las empresas tengan utilidades, como en el caso de las empresas
holding por ejemplo.

4.4 Rentabilidad Neta de Ventas (Margen Neto)

Los índices de rentabilidad de ventas muestran la utilidad de la empresa por cada unidad de venta.
Se debe tener especial cuidado al estudiar este indicador, comparándolo con el margen
operacional, para establecer si la utilidad procede principalmente de la operación propia de la
empresa, o de otros ingresos diferentes. La inconveniencia de estos últimos se deriva del hecho
que este tipo de ingresos tienden a ser inestables o esporádicos y no reflejan la rentabilidad propia
del negocio. Puede suceder que una compañía reporte una utilidad neta aceptable después de
haber presentado pérdida operacional. Entonces, si solamente se analizara el margen neto, las
conclusiones serían incompletas y erróneas.

4.5 Rentabilidad Operacional del Patrimonio

La rentabilidad operacional del patrimonio permite identificar la rentabilidad que le ofrece a los
socios o accionistas el capital que han invertido en la empresa, sin tomar en cuenta los gastos
financieros ni de impuestos y participación de trabajadores. Por tanto, para su análisis es
importante tomar en cuenta la diferencia que existe entre este indicador y el de rentabilidad
financiera, para conocer cuál es el impacto de los gastos financieros e impuestos en la rentabilidad
de los accionistas.

Este índice también puede registrar valores negativos, por la misma razón que se explica en el
caso del margen operacional.

4.6 Rentabilidad Financiera

Cuando un accionista o socio decide mantener la inversión en la empresa, es porque la misma le


responde con un rendimiento mayor a las tasas de mercado o indirectamente recibe otro tipo de
beneficios que compensan su frágil o menor rentabilidad patrimonial.
De esta forma, la rentabilidad financiera se constituye en un indicador sumamente importante, pues
mide el beneficio neto (deducidos los gastos financieros, impuestos y participación de trabajadores)
generado en relación a la inversión de los propietarios de la empresa. Refleja además, las
expectativas de los accionistas o socios, que suelen estar representadas por el denominado costo
de oportunidad, que indica la rentabilidad que dejan de percibir en lugar de optar por otras
alternativas de inversiones de riesgo.
Si bien la rentabilidad neta se puede encontrar fácilmente dividiendo la utilidad neta para el
patrimonio, la fórmula a continuación permite identificar qué factores están afectando a la utilidad
de los accionistas.

Bajo esta concepción, es importante para el empresario determinar qué factor o factores han
generado o afectado a la rentabilidad, en este caso, a partir de la
rotación, el margen, el apalancamiento financiero y el efecto fiscal que mide la repercusión que
tiene el impuesto sobre la utilidad neta. Con el análisis de estas relaciones los administradores
podrán formular políticas que fortalezcan, modifiquen o sustituyan a las tomadas por la empresa.
Debido a que este índice utiliza el valor de la utilidad neta, pueden registrarse valores negativos
por la misma razón que se explicó en el caso de la rentabilidad neta del activo.
Rotación del inventario
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Apalancamiento
El apalancamiento consiste en utilizar algún mecanismo (como deuda) para
aumentar la cantidad de dinero que podemos destinar a una inversión. Es la
relación entre capital propio y el realmente utilizado en una operación financiera.

El principal mecanismo para apalancarse es la deuda. La deuda permite que


invirtamos más dinero del que tenemos gracias a lo que hemos pedido prestado. A
cambio, como es lógico, debemos pagar unos intereses.Pero no solo mediante
deuda se puede conseguir apalancamiento financiero.

En muchos instrumentos financieros (sobretodo derivados como los futuros o


los CFDs) solo es necesario dejar una garantía del total invertido, por lo que
también se puede apalancar la operación. Además, en las opciones financieras,
dado que compramos un derecho sobre un activo subyacente, que generalmente
tiene un precio mucho mayor a la prima, se genera un efecto apalancamiento.

Gracias al apalancamiento financiero logramos invertir más dinero del que


realmente tenemos. De este modo, podemos obtener más beneficios (o más
pérdidas) que si hubiéramos invertido solo nuestro capital disponible. Una
operación apalancada (con deuda) tiene una mayor rentabilidad con respecto al
capital que hemos invertido. Esto se puede hacer por medio de deuda o a través
de derivados financieros.

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