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EL FARAÓN RAMSÉS III SE DIRIGE A LOS DIOSES

“[...] Soy vuestro hijo... Me habéis designado como soberano de la vida, la salud y la
fuerza de todas las tierras. Habéis creado por mí la perfección sobre la tierra...
He buscado lo útil y lo eficaz para vuestros santuarios. Los he dotado de... hombres,
tierras, ganado y barcos...
He llenado vuestros graneros con montones de cebada.
He construido para vuestros castillos, santuarios y ciudades...
He promulgado decretos para establecerlos en la tierra al amparo de los reyes que
vengan tras de mi...
Os he dedicado ofrendas...”
Papiro Harris 1. Prehistoria, Oriente y Grecia (1971).

LOS SACERDOTES SEGÚN HERODOTO


“[...] Sus vestidos son de lino y siempre recién lavados... Se
EL FARAÓN TUTMÉS III HABLA DEL VISIR, rapan a navaja... Disfrutan de no pocas conveniencias, pues
UNO DE SUS FUNCIONARIOS nada ponen de su casa ni consumen de su hacienda; comen de
la carne ya cocida en los sacrificios, tocándoles diariamente a
“El visir no debe dejarse influir por los cada uno una crecida ración de la de ganso y de buey, no menos
demás funcionarios ni tratar a los súbditos de su buen vino de uvas... consagran muchos de estos
como esclavos. Lo único que debe tomar en sacerdotes a cada dios, nombrando a uno de ellos sumo
consideración es el interés de su señor. Al sacerdote y perpetuando sus empleos en sus hijos a su
que viene a encontrarle para someterle nacimiento...”
algún asunto, debe tratarle según la ley y Heródoto. Prehistoria, Oriente y Grecia. (1971)
conforme al buen orden. El visir no olvidará
jamás que es el punto de mira de la opinión
pública...El visir tiene el deber de
proporcionar él mismo solución a quien le
presenta una demanda, si tiene que
enviarlo a otra autoridad debe hacerlo LOS GUERREROS, SEGÚN HERODOTO
mediante juicio...”.
“[...] Los guerreros, únicamente –si se exceptúan los sacerdotes–,
Tutmés II. Prehistoria, Oriente y Grecia. (1971) tenían entre los egipcios sus privilegios y gajes particulares, por los
cuales disfrutan cada uno de doce “aruras” o yugadas de tierra,
inmune de todo tributo... Dichas propiedades reservadas al cuerpo de
los guerreros, pasan de unos a otros, sin que jamás disfrute uno las
mismas... En tiempo de servicio al Rey, además de sus yugadas, se les
daba su ración diaria, pan cocido...carne de buey..., y vino...”.
Heródoto. Prehistoria, Oriente y Grecia. (1971)

LOS ESCRIBAS (CONSEJOS DE UN MAESTRO A UN ALUMNO)


“[…] Escribe las cosas por ti mismo, y discute con quien sea más sabio que tú...
para ser hábil hay que ejercitarse día a día... Un solo día de negligencia puede
serte fatal. El oído del joven está en su espalda. Sólo escucha a quien le golpea.
Deja que tu corazón escuche mis palabras. Te será de provecho. No olvides que la
discusión aya de progresar... No descuides las escrituras...Ha llegado a mi
conocimiento que descuidas las escrituras y que te dedicas al baile. Vas de
taberna en taberna.... El olor de la cerveza acompaña cada uno de tus pasos...”
Papiro Harris 1. Prehistoria, Oriente y Grecia. (1971)
COMERCIANTES, ARTESANOS Y CAMPESINOS
“¿No te has imaginado la existencia del campesino que cultiva
la tierra? El recaudador de las finanzas siempre ocupado en
recoger los impuestos. Junto a él, agentes armados de
bastones. Todos gritan: ¡Vamos a los granos! Si el campesino no
los tiene, lo arrastran al canal. Los artesanos no son más felices
que los campesinos. He visto a los herreros, tienen sus dedos
arrugados como la piel de un cocodrilo. El picapedrero,
agachado desde que se levanta el sol, sus rodillas y sus espaldas
están quebradas.
El barbero afeita hasta la noche, el albañil expuesto a todos los
vientos sobre las vigas del andamiaje, colgado de los capiteles
en forma de loto, sus vestimentas siempre en desorden.
El tejedor apenas si puede salir de su casa, pues si un solo día
deja de fabricar la cantidad reglamentaria es castigado; él está
ligado como el loto al pantano. Los tintoreros, hieden sus dedos
a pescado putrefacto, sus ojos están fatigados.
[...] He visto por todos lados la violencia. Es por esto que debes
dar tu corazón a las letras. Yo he contemplado los trabajos
manuales, y en verdad no hay nada por encima de las letras...”
“Sátira de los Oficios”. En: Labraga,O. y Viera de Iturria, S.
Prehistoria, Oriente y Grecia. (1971)

LOS ESCLAVOS
Los esclavos eran una pequeña minoría en la sociedad egipcia. Se trataba de prisioneros de
guerra pertenecientes a otros pueblos como los libios y los nubios. El mayor número de esclavos
se registró en los tiempos del llamado “Imperio Nuevo”, cuando los egipcios impulsaron una
política guerrera de expansión sobre los territorios vecinos. También hubo algunos egipcios que
fueron reducidos a la esclavitud por haber cometido algún delito, pero podían recuperar su
libertad al cabo de un tiempo. Las tareas que realizaban los esclavos eran las más pesadas:
extraían minerales de las minas y grandes bloques de piedras de las canteras que debían
transportar hasta los lugares de construcción de los grandes templos, construían diques y
canales de riego y debían limpiarlos periódicamente.

Fragmento del Himno al Nilo:

«Salve, oh río Nilo, tú que vienes pacíficamente para dar la vida al Egipto; señor
de los peces, generador del trigo, creador de la cebada; lo que tú trabajas es
descanso para millones de desgraciados. Cuando tú faltas, los dioses se
entristecen y los hombres se mueren. Pero cuando levantas tus aguas, la tierra se
llena de alegría, regocíjense los estómagos, todo ser vivo recibe su ración, todo
diente masca. Tú haces germinar las hierbas para el ganado y el incienso para los
dioses. Invades con tus aguas el Alto y el Bajo Egipto para llenar los graneros, para
surtir la despensa de los pobres. Enjugas las lágrimas de todos los ojos y prodigas
la abundancia de tus riquezas...»

[Himno al Nilo (Papyro, Sellier, ap. Museo Británico)]

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