principales: La Psicoterapia y la Orientación. La psicoterapia es un tipo de ayuda en el cual un profesional entrenado (exclusivamente psiquiatras y psicólogos con formación), utilizando determinados enfoques teóricos y técnicas, trata de inducir cambios importantes en la personalidad y la conducta del cliente. Este cliente adolece de dificultades que trascienden lo meramente adaptativo o coyuntural, y hacen suponer trastornos de personalidad o enfermedad mental. Sus problemas se manifiestan a través de signos y síntomas estructurales. En síntesis, la psicoterapia tiene un carácter curativo, es más profunda, dura más, requiere de una formación más especializada y se avoca a problemas que entrañan fallas esenciales de la salud mental. Capacita al individuo para que utilice sus recursos con mayor eficiencia y eficacia en el afronte de problemas (terapia de cambio mínimo). • Se centra en la solución de problemas específicos y no arraigados. • Se centra en partes sanas a desarrollar; busca lo normal aún en personas anormales. • Trabaja con clientes cuyo nivel de malestar interfiere o quebrante, pero no incapacita, limita o desintegra. • Preventivo, superficial y breve. • Busca cambiar aspectos disfuncionales o anormales de la personalidad. • Trata de modificar el nivel de ansiedad, las defensas y otros hábitos generalizados de respuesta. • Se centra en debilidades a superar. Busca anormalidades en personas normales. • Pacientes con niveles de ansiedad, malestar por encima de lo adaptativo. • Curativo, profundo, extenso. La orientación es preventiva, dirigida a personas sanas que atraviesan por dificultades situacionales que implican el escoger o el ejecutar, y que requieren apoyo emocional. Básicamente la orientación surge para subsanar ciertas carencias de apoyo que toda persona necesita en momentos claves de su vida, y que lamentablemente la sociedad y la familia proporcionan cada vez menos. En una familia funcional el rol del orientador correspondería de manera natural al grupo familiar en su conjunto; pero al fallar éste se crea un reemplazo en el psicólogo o consejero. La orientación es preventiva, "superficial", requiere de menos especialización y se avoca a la superación de crisis y situaciones problemáticas pero no a fallas de la personalidad. El aspecto más importante de la orientación es la elaboración de los sentimientos. También se ocupa del sufrimiento común del ser humano, no de la patología mental. Su finalidad es facilitar un aprendizaje cognitivo-emocional para la prevención, el cambio y el desarrollo personal. Pone énfasis en crear salud para evitar la enfermedad, usando nuestras facultades y talentos, y ayuda a descubrir por sí mismo el sentido de la vida. Es tarea del Orientador brindar un clima de encuentro, de libertad y de amor. El cliente debe estar dispuesto a revisar sus actitudes y conductas, y además asumir la responsabilidad sobre sí mismo. Se trabaja en forma individual o grupal y se usan recursos lingüísticos, corporales e imaginación. Son acciones terapeuticas cortas cuya duración varía entre algunas semanas a unos pocos meses, según el caso. La Orientación se va insertando en el ámbito educativo, laboral y también en el área hospitalaria como en clínicas privadas, apuntando a la calidad de vida de todos. Se trata de servicios de ayuda y de apoyo a personas que se confrontan a una situación difícil como: • Una enfermedad grave (cáncer, infección por VIH, etc.) • Un accidente • La pérdida de un ser querido • Una violación • La tortura • El alcohol • La toxicomanía • El suicidio • El incesto • El terrorismo • La violencia en el hogar • La educación a la salud