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Descubren más de medio centenar de geoglifos en el desierto de Nazca en Perú
Imágenes de satélite desvelan el significado de las espirales de Nazca
María Reiche nació en Dresden el 15 de mayo, del año 1903. Fue la mayor de
tres hermanos y, tras una infancia feliz, pudo estudiar matemáticas, física y
geografía en la Universidad Técnica de Dresde y Hamburgo, en la que se graduó
en 1928.
Viajó allí por primera vez en diciembre de 1941. Casi recién graduada en la
Universidad de Hamburgo, el arqueólogo estadounidense Paul Kosok la invitó a
ser su asistente de trabajo y a observar aquellas figuras que solo podían verse
en su totalidad desde el aire. Tras aquella primera visita, la joven alemana se
enamoró del lugar, y si bien lo abandonó poco tiempo después por las
restricciones de la guerra, volvió de nuevo en 1945 y ya no abandonaría el
desierto hasta su muerte; de hecho, Kosok dejó Perú en 1948, pero María
Reiche, sola, continuó con las investigaciones y los mapas sobre las figuras de
Nazca.
En las llanuras de Jumana y San José, entre las actuales poblaciones de Nazca
y Palpa, es donde más figuras de gran tamaño se han contabilizado: en concreto,
70 figuras de enormes dimensiones y más de 10.000 líneas. María
Reiche bautizó lo que vio en una obra que publicó en 1968 como “misterio del
desierto”, y es algo que sigue atrayendo hasta ese terreno árido y hostil a miles
de curiosos, investigadores y estudiosos.
En 1949 María Reiche publicó su primer artículo sobre las líneas de Nazca:
‘Mistery on the desert. A study of the ancient figures and strange delineated
surface’ (Misterio en el desierto. Un estudio de las figuras antiguas y la extraña
superficie delineada). Gracias a sus investigaciones, que se prolongaron durante
varias décadas, ahora disponemos de cientos de mapas, planos y fotografías de
los diseños y figuras que pueblan aquella gran extensión.
El misterioso lugar fue poco a poco ganando fama y también visitantes, que
llegaron a poner en serio peligro su conservación, con la lógica preocupación de
la científica alemana, única guardiana de la zona y que apenas tenía una
escalera de mano como torre de control y una escoba que igual le servía para
limpiar el terreno que para ahuyentar a los pesados e incivilizados visitantes. Sin
embargo, gracias a la colaboración del denominado en aquella época Fondo de
Promoción Turística y a la ayuda de su hermana Renate se pudo construir un
mirador, y la inversión privada también permitió que un pequeño aeropuerto, con
un reducido servicio de avionetas, pudiera sobrevolar el área. De esta
forma, María Reiche pudo pagar a vigilantes para evitar a los visitantes que
llegaban con intención de esquilmar el terreno.
Las líneas y figuras que llenan la llanura peruana datan de la época que va desde
el año 200 a. C. hasta el 700 d. C., periodo en el que habitó la cultura Nazca. Allí
se desarrolló, como en otras partes de América, una civilización que, por un lado
sabía sacar partido a los recursos naturales y, por otro, rendía culto a las
divinidades con enormes y complicadas construcciones arquitectónicas.
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Una de las tareas más importantes de María Reiche fue precisamente medir,
con los pocos recursos y los medios rudimentarios que tenía, una gran cantidad
de geoglifos y crear así el primer mapa sobre las figuras de Nazca en 1974. Una
de las primeras figuras que descifró fue también una de las más conocidas: un
mono con una cola enroscada en espiral. Según su teoría, esa figura debía de
ser la representación de la unión de las constelaciones que conocemos como la
Osa Mayor con otras estrellas cercanas a esta.
Durante las décadas que vivió en La Pampa, ‘la mujer que barría el desierto’,
como la apodaron los habitantes de Nazca, se mudó a una choza para poder
estar lo más cerca posible del campo de estudio. Jamás dejó su trabajo, aunque
le llevó tiempo descubrir su vocación, tal y como le aventuró por carta a su madre
tras acabar su primer trabajo como tutora de los hijos del cónsul alemán en
Cuzco: “Es posible que viva algunos años más en el completo anonimato, hasta
que el destino me considere digna de asignarme la tarea que ha determinado
para mí, aquella tarea para la cual he nacido (…) yo creo que se trata de un
trabajo específico para el cual me estoy preparando inconscientemente,
formándome y aprendiendo”.
MARIE CURIE
Marie Curie nació en Varsovia
(Polonia) el 7 de noviembre de
1867 y murió en Passy
(Francia) el 4 de julio de 1934.
Nació y creció en una Polonia ocupada, casi en su totalidad, por las fuerzas del
Imperio Ruso. Obligados a deshacerse de la cultura polaca, su familia no se
desligó nunca de sus raíces.
El patriotismo del padre de Marie hizo que sus supervisores rusos le designaran
trabajos mal remunerados. Su familia tuvo serios problemas económicos,
llegando a acoger a niños en su casa por las noches para poder tener ingresos
extras.
Las dificultades por las que atravesó desde bien pequeña no
amedrentaron su deseo de estudiar. Tras cursar los estudios de enseñanza
básicos, Curie no pudo ingresar en una institución de educación superior por el
mero hecho de ser mujer. Sin embargo, eso no hizo más que avivar sus ganas
de aprender e ingresó junto a su hermana Bronislawa en una universidad
clandestina polaca que admitía mujeres.
El interés de Marie Curie por la Física no acabó tras conseguir su título. Continuó
formándose y su siguiente paso fue conseguir el doctorado.
Las investigaciones sobre la radiación del uranio del físico Henri Becquerel y el
descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Röntgen ayudaron a Curie a elegir el
tema de su tesis: Investigaciones sobre sustancias radioactivas.
Fascinado por los avances de la investigación de su mujer, Pierre decidió aparcar
sus estudios sobre magnetismo para poder ayudarla.
Marie Curie no solo fue una científica pionera, también tuvo un papel muy
importante durante la I Guerra Mundial.
Sin nunca haberse lucrado con sus hallazgos, la científica adquirió diversos
automóviles y máquinas de rayos X portátiles y creó “ambulancias
radiológicas”. Gracias a este gesto, muchos soldados pudieron salvar la vida y
se convirtió en la directora del Servicio de Radiología de Cruz Roja francesa.