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INTRODUCCION

La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga. Los


síntomas pueden variar desde una filtración de orina leve hasta la
salida abundante e incontrolable de ésta. Puede ocurrirle a cualquiera,
pero es más común con la edad. Las mujeres la experimentan el doble
en comparación con los hombres.

La mayoría de los problemas de control de la vejiga ocurren cuando los


músculos están demasiado débiles o demasiado activos. Si los
músculos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan, es posible que
tenga accidentes al estornudar, reír o levantar objetos pesados. Esto
se conoce como incontinencia de esfuerzo (o por estrés).

Si los músculos de la vejiga están demasiado activos, es posible que


sienta una fuerte urgencia por ir al baño cuando tenga poca orina en
la vejiga. Esto se conoce como incontinencia de urgencia o vejiga
hiperactiva. Existen otras causas de incontinencia, tales como
problemas con la próstata y lesiones neurológicas.

El tratamiento depende del tipo de problema que tenga y lo que mejor


se adapte a su estilo de vida. Puede incluir ejercicios simples,
medicinas, dispositivos especiales o procedimientos indicados por el
médico o cirugía.

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INCONTINENCIA URINARIA

La incontinencia urinaria consiste en la pérdida involuntaria de


orina. El afectado tiene una necesidad imperiosa y repentina de orinar,
pero es incapaz de retener la orina.

Los escapes pueden producirse al estornudar, reír, realizar algún


esfuerzo o ejercicio físico. Supone un problema higiénico, social y
psíquico, ya que influye en la actividad cotidiana del enfermo y reduce
su calidad de vida.

La incontinencia no es una enfermedad en sí misma, sino la


consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical que se
presenta en numerosas enfermedades. Es más común entre las
mujeres, los niños (enuresis) y los ancianos, afectando a más del 15
por ciento de los mayores de 65 años no institucionalizados y al 35 por
ciento de los ingresos en los hospitales.

Prevalencia

“La prevalencia de la incontinencia urinaria en España es del 15%


en mujeres y del 11,6% en hombres. El envejecimiento de la
población es un factor de riesgo de la incontinencia urinaria, sobre todo
en la forma de vejiga hiperactiva”, explica Patricia Ramírez Rodríguez-
Bermejo, del equipo de Urología de Juan Carlos Ramírez Fernández
perteneciente al Hospital Ruber Internacional.

Blanca Madurga, miembro de la Asociación Española de Urología


(AEU), comenta que “siempre pensamos que es una enfermedad
infradiagnosticada, ya que existe a día de hoy bastante ‘vergüenza’ a
la hora de reconocer que una mujer padece una incontinencia urinaria.
En general, los hombres no tienen tanto pudor por acudir al médico
cuando la sufren”.

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CAUSAS

La incontinencia urinaria se produce cuando la presión dentro de la


vejiga es superior a la presión en la uretra.

Este trastorno puede deberse a una hiperactividad del músculo


detrusor. Los principales motivos son:

 Problemas o daños neurológicos.

 Por una alteración del esfínter externo y de los músculos del


suelo pélvico.

 Por el fallo del esfínter interno ante una relajación inapropiada


o lesión orgánica.

SÍNTOMAS

El principal síntoma de la incontinencia urinaria es la pérdida de orina


al toser y estornudar, realizar actividades físicas o mantener relaciones
sexuales.

PREVENCIÓN

Existen algunas medidas que pueden ayudar a retrasar la aparición


de la incontinencia de orina, así como a prevenirla. Algunos de
los consejos a tener en cuenta son:

 Seguir una dieta equilibrada, como la mediterránea. Evitar el


sobrepeso y la obesidad, de esta forma se reducirá la presión
intraabdominal.

 Reducir el consumo de bebidas como el café, los refrescos y


bebidas carbonatadas, el alcohol y los cítricos, entre otros.

 Evitar las comidas picantes.

 Aumentar el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.

 Reducir el consumo de productos y medicamentos


diuréticos, así tendrá menos ganas de orinar.

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 Evitar beber entre cuatro y dos horas antes de irse a dormir.

 No empujar al orinar. De esta manera evitará que se dañen los


músculos del suelo pélvico.

 No ingerir bebidas antes de realizar ejercicio físico.

EJERCICIOS DE KEGEL

Los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer los músculos situados


alrededor de la uretra y del suelo pélvico, cuando estos músculos
están debilitados hay más probabilidades de que aparezca la
incontinencia urinaria.

Estos ejercicios consisten en la realización de una serie de


contracciones y relajaciones que se repiten a lo largo del día de forma
constante.

TIPOS

Los principales tipos de incontinencia son:

Incontinencia urinaria de esfuerzo

En la incontinencia de esfuerzo, la pérdida de orina se produce al


realizar cualquier movimiento o actividad física. La risa, el
estornudo, el deporte, la carga de objetos pesados o el mero hecho de
ponerse en pie o agacharse puede provocar escapes de orina que van
desde unas gotas hasta un chorro.

El origen de esta incontinencia, que afecta a más de un millón de


mujeres, se encuentra en la uretra. El esfuerzo físico, aunque sea
leve, provoca un aumento de la presión en el abdomen y en la vejiga,
pero no se transmite a la uretra, lo que desencadena la incontinencia.

El embarazo y la edad provocan una pérdida de elasticidad y de tensión


en el suelo pélvico, por lo que la vejiga y la uretra caen y sus
mecanismos de continencia sólo son efectivos en reposo.

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Este tipo de incontinencia no está asociada a la necesidad de orinar.

Incontinencia urinaria de urgencia

Consiste en la pérdida involuntaria de orina asociada a una necesidad


imperiosa y repentina de orinar. Por lo tanto, existe una consciencia
previa. El origen de esta incontinencia se encuentra en el detrusor. Se
pueden distinguir dos tipos de incontinencia urinaria de urgencia:

 Incontinencia sensitiva: Está provocada por un aumento de


los impulsos sensitivos desde los receptores de tensión/presión
que se encuentran en las paredes de la vejiga. Aparece una
sensación temprana de plenitud y urgencia por orinar. Puede
estar asociada a enfermedades.

 Incontinencia motora: La pérdida de orina está motivada por


una hiperactividad del detrusor, es decir, un fallo en la inhibición
motora del reflejo de la micción. Está causada, principalmente,
por mecanismos psíquicos, esfuerzos u obstrucción

INCONTINENCIA URINARIA MIXTA

La pérdida de orina se produce por un hiperactividad del músculo


detrusor y un trastorno en los mecanismos esfinterianos. En
este caso, la incompetencia del cuello vesical permite la entrada de
orina en la uretra proximal. Como consecuencia, el detrusor entiende
que se ha iniciado la micción y libera el reflejo que produce su
contracción.

INCONTINENCIA URINARIA POR REBOSAMIENTO

La pérdida de orina se produce porque la vejiga se encuentra


distendida por obstrucción e imposibilidad de vaciado. Se distinguen
dos causas de incontinencia urinaria por rebosamiento:

 Orgánica: En este caso la vejiga se encuentra distendida por


una obstrucción que impide el paso de la orina y es incapaz de

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vaciarse. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más se
produce el rebosamiento. Los tumores prostáticos y
la hipertrofia benigna de próstata son las principales
enfermedades que originan este tipo de incontinencia.

 Neurológica: Un daño neurológico del núcleo parasimpático


medular o del nervio pélvico provoca que el detrusor no tenga
fuerza. Generalmente surge por lesiones medulares, esclerosis
múltiple o intervenciones quirúrgicas que afectan al nervio
pélvico.

INCONTINENCIA URINARIA DE CAUSA PSICÓGENA

Está asociada a estímulos externos que afectan a los sentidos (frío o


agua), a emociones fuertes y repentinas (miedo, angustia o placer) o
a fobias y manías.

Incontinencia urinaria de causa neurológica

Engloba las alteraciones de la dinámica miccional que se originan en el


sistema nervioso. En su desarrollo influyen los accidentes
cerebrovasculares, la esclerosis múltiple, la enfermedad de
Parkinson y las lesiones medulares.

DIAGNÓSTICO

El primer paso que debe dar el especialista es confirmar que se trata


de una pérdida de orina totalmente involuntaria y objetivamente
demostrable.

Para establecer un diagnóstico correcto debe distinguir los factores


externos y los trastornos de las vías urinarias que originan la
incontinencia, por lo que será necesaria una exploración física
minuciosa que incluya un examen de la sensibilidad perianal y
estudios analíticos, radiológicos y urodinámicos.

Además, el profesional debe tener en cuenta los antecedentes


personales y las enfermedades concomitantes, como

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las enfermedades neurológicas, patologías sistémicas con
repercusión sobre el sistema nervioso central y las intervenciones
previas que hayan afectado al tracto urinario (uretrotomías, resección
transuretral de próstata, etc.), al abdomen y pelvis (resección
abdominoperineal de colon o histerectomías) y a la columna vertebral
(descompresiones o laminectomías). Asimismo, debe controlar la
medicación que toma el enfermo, ya que algunas sustancias pueden
desencadenar o agravar la incontinencia.

Junto a los análisis de sangre se pueden realizar otras pruebas


complementarias:

 Radiografía simple de abdomen: Permite diagnosticar la


litiasis vesicular que causa la incontinencia urinaria de urgencia,
sobre todo en pacientes con hipertrofia benigna de próstata.

 Urografía intravenosa: Sirve para valorar la morfología y el


correcto funcionamiento de las vías urinarias altas.

 Ecografía vesicoprostática: Diagnostica la litiasis y los


tumores vesicales, mide la próstata y determina su obstrucción.

 Estudios urodinámicos: Evalúan la actividad funcional del


tracto urinario inferior en la fase de llenado y vaciado vesical.

TRATAMIENTOS

“Son constantes las novedades terapéuticas farmacológicas en la


incontinencia urinaria, bien aisladas o en forma de combinaciones de
fármacos. Diversas técnicas quirúrgicas y la utilización de distintas
formas de energía favorecen esa tendencia”, según la uróloga del
Hospital Ruber Internacional.

Medidas higiénico dietéticas

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Los afectados deben controlar los líquidos que toman para evitar
la formación excesiva de orina. También es importante la forma en
la que se toman; las sopas, los guisos y los alimentos hervidos aportan
más líquidos que los asados y fritos.

Entre los líquidos que favorecen la formación de orina se encuentran el


agua, la leche, el alcohol y las infusiones. Se debe distribuir mejor el
horario de la ingesta de bebidas, bebiendo más durante la mañana y
disminuyendo paulatinamente las bebidas conforme avanza el día. En
el caso de los niños con enuresis, es aconsejable adelantar la hora de
la cena.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

El objetivo del tratamiento farmacológico es conseguir que la vejiga


sea capaz de distenderse sin contraerse y que la uretra se
mantenga cerrada durante el llenado.

Los fármacos más utilizados son los anticolinérgicos, sustancias que,


al disminuir la capacidad contráctil del detrusor, aumentan la tolerancia
del llenado vesical y la continencia.

Son útiles en las contracciones involuntarias del detrusor no


neurológicas, la incontinencia mixta y la hiperreflexia del detrusor. Su
eficacia está demostrada en cuanto al alivio de los síntomas, pero
sus efectos secundarios, fundamentalmente la sequedad de boca, la
taquicardia y la excitación, son muy severos en algunos pacientes,
que en ocasiones deben abandonar el tratamiento. Están
contraindicados en los enfermos con glaucoma y arritmias
cardiacas.

Entre los anticolinérgicos más comunes se encuentran la oxibutinina,


el flavoxato, la propantelina, la metantelina y el cloruro de trospio.

Cirugía

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Existen diferentes soluciones quirúrgicas, según el tipo de
incontinencia, las características de la vejiga y la uretra.

Autosondaje intermitente

Consiste en la introducción, a través de la uretra, de una sonda en la


vejiga. Se utiliza principalmente en la incontinencia causada por daño
neuronal o de los nervios que controlan la micción. Con el catéter se
consigue el vaciado completo y se evitan los escapes de orina.

ENTRENAMIENTO DE LA VEJIGA

Los pacientes recuperan el control de la vejiga aprendiendo a resistir


el impulso de salida de la misma y contribuyendo, de esta manera, a
aumentar la capacidad vesical. Esto se consigue mediante ejercicios
que desarrollan la musculatura del suelo pélvico.

Estimulación eléctrica intravaginal

Su objetivo es conseguir la contracción del suelo pélvico mediante la


estimulación del nervio pudendo con un electrodo intravaginal.

OTROS DATOS

Personas que pueden padecer incontinencia urinaria

 Niños (enuresis).

 Mujeres en edad laboral.

 Hombres con problemas de próstata.

 Tercera edad.

 Pacientes neurológicos: enfermos de Parkinson, esclerosis


múltiple y lesión medular.

Los efectos psicosociales de la incontinencia suelen llevar


implícitos numerosos trastornos emocionales, entre los que se
encuentran la pérdida de autoestima y la discontinuidad en las
actividades laborales, sexuales y sociales.

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Muchos afectados se niegan a alejarse de su entorno familiar por temor
a enfrentarse a situaciones embarazosas, limitando sus tareas
habituales y su independencia.

PROBLEMAS PSICOSOCIALES MÁS FRECUENTES

 Sentimientos de humillación personal.

 Vergüenza ante sí mismo y ante los demás.

 Reacciones emocionales de inseguridad.

 Inhibición afectiva.

 Ansiedad.

 Depresión y tristeza.

 Inhibición de la sexualidad.

 Incapacidad para afrontar los problemas.

 Aislamiento social.

ENURESIS

Aunque este término se refiere a la pérdida involuntaria de orina en


general, en la actualidad se utiliza para definir la incontinencia
nocturna durante el sueño.

Se manifiesta especialmente en niños, siendo más frecuente en el


sexo femenino. En su aparición influyen los siguientes factores:
hereditarios, ansiedad, alteraciones psicológicas, inmadurez cerebral,
profundidad del sueño, patología funcional y orgánica.

En definitiva, existen muchas teorías sobre el origen de esta


incontinencia urinaria, aunque ninguna es del todo concluyente.

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Para tratar este trastorno hay que realizar un análisis de los rasgos
sociales y biológicos del niño, así como de la actitud y la disposición de
los padres. Casi todos los casos de enuresis se resuelven con el
tiempo y los afectados no sufren ninguna alteración de la
personalidad. Su capacidad intelectual es igual que la de los demás
niños.

LA INCONTINENCIA EN ANCIANOS

Es otro de los trastornos más comunes e incapacitantes en los


ancianos. Afecta a más del 15 por ciento de los mayores de 65
años no institucionalizados y al 35 por ciento en los hospitales.

Cuanto mayor sea la incapacidad física o psíquica, más aumenta este


trastorno. En estos casos al fallo en el control de la micción se unen
muchas causas de incontinencia: los cambios fisiológicos, y el deterioro
neurológico y del sistema nervioso central.

Esta población se ve especialmente afectada por la incontinencia


urinaria, llevándoles a limitaciones importantes e incluso al aislamiento
social y familiar.

Para combatir este problema se pueden administrar fármacos, aplicar


cirugía o medios paliativos que les permitan continuar con sus
actividades cotidianas y mejorar su calidad de vida.

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CONCLUCIONES

La incontinencia urinaria (o vesical) ocurre cuando usted no es capaz


de impedir que la orina se escape de la uretra. La uretra es el conducto
que transporta la orina fuera del cuerpo desde la vejiga. Es posible que
la orina se escape de vez en cuando. O puede ser que no sea capaz de
contener ninguna cantidad de orina.

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