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TÉCNICA DE AMBATO
TOXICOLOGIA
DIÁLISIS Y QUELACIÓN
SEMESTRE: 8° M.V.Z.
Cevallos – Ecuador
HEMODIALISIS
Los riñones tienen la función de limpiar la sangre de las sustancias tóxicas y de los líquidos
que le sobran, que se eliminan en forma de orina, además de producir hormonas necesarias
para el organismo. Cuando en un paciente, por un problema de insuficiencia renal aguda o
crónica, los riñones dejan de funcionar, la diálisis permite realizar mediante equipos
médicos, las funciones de los riñones.
Es necesario recurrir a la diálisis cuando los riñones ya no son capaces de eliminar los
desechos y el exceso de líquido de la sangre en cantidades suficientes como para mantener
sano al paciente. Generalmente, esto ocurre cuando los riñones funcionan al 5-15 % de lo
normal.
En el proceso de hemodiálisis, la sangre del paciente se conduce entubada desde el
organismo hasta una máquina llamada “riñón artificial” en la que pasa a través de un filtro
de limpieza (dializador), en el que se produce el intercambio entre el líquido del dializador
y la sangre, recogiendo las sustancias tóxicas de la sangre y aportando otras beneficiosas, y
retorna de nuevo al cuerpo.
A semejanza de los riñones sanos, la diálisis permite:
HEMOPERFUSION
Es una técnica mediante la cual la sangre del paciente es directamente filtrada a través de
una columna de carbón activado o de resina.
DIÁLISIS PERITONEAL
En esta forma de terapia, la función de limpieza de los riñones está apoyada o la realiza el
peritoneo de la cavidad abdominal. Se utiliza un procedimiento quirúrgico menor para
insertar permanentemente un tubo suave (catéter) en la cavidad abdominal. A través de este
catéter, se introduce una solución acuosa especial en la cavidad abdominal que une los
productos residuales que se filtra a través del peritoneo. La solución para la diálisis
peritoneal es un líquido estéril que consta principalmente de glucosa o aminoácidos lo que
ayuda a que el peritoneo elimine los residuos.
Después de varias horas, la solución de la diálisis se satura con productos residuales desde
la sangre y se vacía desde el abdomen y, a continuación, se sustituye por una solución
nueva para continuar con la limpieza. Este ciclo se repite normalmente cuatro veces al día,
pero también se puede hacer una vez al día en circunstancias especiales. Debe realizarse
con cuidado para evitar riesgos de peritonitis que es una infección del peritoneo. Este
procedimiento es fácil de aprender. Esta es la razón por la que los pacientes pueden realizar
esta forma de tratamiento de diálisis sin asistencia y en la comodidad de sus propias casas.
Necesitas diálisis si tus riñones ya no funcionan lo suficientemente bien. Por lo general, el
daño renal avanza durante varios años como resultado de enfermedades a largo plazo,
como:
Diabetes
Presión arterial alta
Inflamación de riñón (glomerulonefritis)
Varios quistes en los riñones (enfermedad renal poliquística)
Aunque ambos tipos de diálisis pueden filtrar eficazmente la sangre, los beneficios de la
diálisis peritoneal, comparada con la hemodiálisis, incluyen:
Además, hasta hace poco, los ensayos clínicos no mostraban beneficios significativos con
la terapia de quelación, y en las revisiones sistemáticas 1 todos han llegado a la conclusión
de que la terapia de quelación con EDTA es ineficaz. En 2012, un gran ensayo
aleatorizado, controlado con placebo sobre medicina alternativa (el Trial to Assess
Chelation Therapy [TACT]) encontró un beneficio apenas significativo para la quelación
sobre el placebo con los resultados agregados (26,5 frente a 30% para el placebo), pero no
para los resultados individuales (p. ej., muerte, eventos cardiovasculares, accidentes
cerebrovasculares, hospitalizaciones). Sin embargo, este estudio tuvo una alta tasa de
deserción y se cuestionó el enmascaramiento y la heterogeneidad de los centros de
tratamiento; por lo tanto, este estudio no puso fin a la controversia sobre la terapia de
quelación.
PENICILAMINA
La penicilamina permite la quelación del mercurio, el plomo, el cobre, el hierro y,
probablemente, la de otros metales pesados, con los que forma complejos solubles estables
que se excretan en la orina. No se conoce el mecanismo de acción en la artritis reumatoidea,
pero puede implicar la mejoría de la función linfocitaria. Disminuye el factor reumatoide
IgM y los complejos inmunes en el suero y en el líquido sinovial, pero no reduce las
concentraciones absolutas de inmunoglobulinas séricas. Se combina químicamente con la
cistina para formar penicilaminacisteína, que es más soluble que la cistina, y se excreta en
orina; de esta manera se evita la formación de cálculos de cistina. Con el tratamiento
prolongado los cálculos de cistina se pueden disolver. Se metaboliza en el hígado y se
elimina por vías renal y fecal.