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Cambia estratégicamente tus emociones, pensamientos

y creencias

Coaching para mujeres


Las mujeres y las emociones

Una gran cantidad de mujeres tiende a hacer inferencias arbitrarias, a generalizar y a exagerar los problemas y esto
lleva directamente a auto-deprimirse. Las emociones que siguen a este modo de ver las cosas son demoledoras.
Creemos que si hemos perdido una relación o la calidad en la pareja, hemos fracasado en lograr el objetivo más
importante de nuestra vida… tenemos la culpa por la pérdida. A partir de ahí, consideramos que el resultado de
cualquier actividad que realicemos será negativo, así que no emprendemos ningún objetivo concreto y evitamos
actividades constructivas. Esperamos, pues, que nuestra vida futura cambie poco, sea poco feliz, incluso esperamos que
sea un desastre.

Entrar en esta espiral que se forma a partir de pequeños incidentes es entrar en un círculo vicioso que puede dejarnos
inoperantes y además es entrar en el estereotipo femenino del sufrimiento.

Antes que aceptar el camino de muchas de nuestras predecesoras, te propongo reaccionar y poner todos los medios para
cambiar de creencias y de perspectiva. El coaching proporciona los instrumentos y estrategias para adquirir el hábito de
convivir en libertad con tus emociones.

Las mujeres y el pensamiento excesivo

Según Susan Nolen. Hoeksema (Mujeres que piensan demasiado, Paidós, Barcelona, 2004), las mujeres suelen caer en
el pensamiento excesivo. Los desencadenantes para pensar demasiado son variados pero dominan:

- las relaciones de pareja,


- el trabajo y la carrera profesional,
- los padres y los hijos,
- los problemas de salud,
- la pérdida de seres queridos…

Para combatir esta tendencia puedes plantearte:

- reforzar tu perspectiva del largo plazo,


- clarificar tus valores
- racionalizar y discutir contigo mismo el exceso,
- cambiar el modo en el que te defines como cuidadora emocional de los demás,
- reforzando tu capacidad para actuar

Convive con tus emociones

Consideramos que el paradigma de la felicidad es sentirse bien con nosotros mismos y con nuestro entorno. Las
personas que se consideran felices tienen una autoestima alta, controlan su conducta y sus emociones, ven las cosas y
se comportan de manera positiva ¿Cómo aprender e integrar estas cualidades y habilidades para que nuestros
sentimientos nos permitan ser más prácticas y más felices?

El animo: Concentrate para relajarte. Hazlo a diario y entrenate ¿sabias que hay mujeres que tienen la mandibula
desencajada por un estrés descontrolado?

La conducta: Márcate objetivos realistas y distribuye el tiempo disponible de forma racional. Es posible no tomar
decisiones precipitadas o estar todo el dia desbordada e incumpliendo constantemente los compromisos que nos hemos
hecho hace un segundo. Todo ello produce culpabilidad. El método a seguir es el siguiente: establece prioridades,
cumple el horario previsto, toma decisiones básicas, de sentido común.

Comunicación y negociación:Expresa los sentimientos defendiendo tus derechos y sin negar los de los demás. Tienes
derecho a pedir, a cambiar, a tomarte tiempo, a decir “no”. No generalices con palabras como “siempre” o “nunca”,
desbanca del discurso las exigencias y amenazas y todos los “deberías”…Argumenta, explica, insiste…

Otros valores: la estrategia, la ambición… Frente actitudes de queja, auto-sabotaje, depresión y sufrimiento, las
mujeres adoptamos hoy otros valores que nos dan más impulso. Ser estratégica o tener ambición han estado
tradicionalmente muy mal vistos cuando la portadora era una mujer y aun hoy están excluidos del vocabulario y de la
imagen que forma lo femenino.

Ser estratégica es situarse en una posición que te permita llevar a cabo el proyecto que te has propuesto. La estrategia es
un concepto fundamental para las empresas y las personas. Con ella formulamos el objetivo a alcanzar y la manera de
llevarlo a cabo de forma eficiente. Su puesta en práctica permite el éxito. La estrategia no es sinónimo de perversión ni
de exageración, es simplemente sinónimo de pragmatismo y de eficacia. Aprender a ser estratégicas es una inversión.

La ambición es otra actitud que puedes incorporar en tu estilo. La ambición económica, de ser poderosas son muy
reales. La ambición es el deseo de ser reconocidas y la aspiración al reconocimiento es completamente legítima. Para
no defraudar tus ambiciones, hazte visible y no te conformes con que te agradezcan tus servicios, pide sin miedo poder
optar a una promoción.

La percepción de pensamientos y emociones: Aunque todos tenemos aspectos y cualidades positivas, muchas veces
solo reconocemos nuestras características negativas. Una visión catastrófica e irracional que se puede cambiar: discute
contigo misma esa tendencia, relativiza aquello a lo que estás dando una importancia excesiva, piensa y planea actos
eficaces…

Cambia ese hábito de pensamiento porque las personas que ven el vaso de agua medio lleno, tienen mejor estado de
ánimo y más confianza en ellas mismas, por eso llegan más lejos.

¡Tener confianza en ti misma es una actitud estratégica!

Salir de las redes de unas emociones que se convierten en dictadoras es uno de los objetivos del coaching. Poner
distancia emocional es una garantía para ser más respetadas. Planificar tu vida según tu proyecto es lo adecuado. No
te detengas, ten conciencia de que lo que los demás esperan de ti no tiene porque ser lo que tú quieres. Decide por ti
misma.

Dale a tu carrera profesional todo el sitio que le corresponde en tu vida. Planifícala a conciencia para llevarla a cabo.
Las mujeres que sacrifican su trabajo no son más buenas o abnegadas, solo consiguen ser más ingenuas.

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