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La ley tiene tan poca historia independiente como la religion.

Marx y Engels, German Ideology

Los romanos frecuentemente pretendrían que su imperio había sido adquirido casi en contra de
su voluntad, por una serie de acciones defensivas, que podian sonar virtuosas al decir que
representaban la defensa de otros, especialmente de los aliados de Roma.

De acuerdo a Cicero, el imperio fue creado en el curso de “defender sus aliados” sociis
defendendis, que los romanos se convirtieron en “master of all lands”.

Cicero es consciente del odio que Roma ha producido entre las personas subyugadas por la
opresión y explotación.

Los romanos han logrado convencerse a sí mismos que su imperio era universal y seguía la
voluntad de los dioses.

G. E. M. de Ste. Croix - The class struggle in the ancient greek world

Cicero (106-43)

En el 66 Cicero podría recordar a los italianos que “ cuando las fuerzas hostiles están cerca,
aun cuando no hayan hecho todavía nionguna incursión concreta, los rebaños se abandonan,
el cultivo de la teirra se descuida y los barcos mercantes quedan solos en lso puertos”

http://www.pdfhumanidades.com/sites/default/files/apuntes/35_Brunt_Conflictos%20sociales%2
0en%20la%20re+ publica%20romana_%28121_copias%29.pdf

Ste. Croix

Philosophy treatise by cicero, one of the first printed books

Si tienes una biblioteca y un jardin, tienes todo lo que precisas. CICERO

El jurista romano pensaba en terminos de remedios en vez de derechos, en


formas de accion en vez de causas de accion. Ste. Croix

La naturaleza inviolable de los derechos de propiedad, y la creencia de


ciceron compartida por sus coetaneos que su preservacion era la principal
causa de la fundacion de los estados. Ste. Croix

Homo novus, proveniente de una familia ecuestre de Arpino. cicero

Pina Polo
Cicero era de Arpino como Gaius Marius.

Cicero había destacado desde el 80 como abogado defensor en diversos juicios.

Cuestor en Sicilia año 75


Prefirió ser edil que tribuno de la plebe. (Edil en 69)
Año 66 pretor.
La carrera de cicero llega a su cúspide en el año 64 cuando es elegido cónsulo con el mínimo
de tiempo permitido luego de ser pretor (dos años) y con la mínima edad elegible 43 años.
La primera tarea que se impuso como cónsul fue ganarse la voluntad de su compañero
Antonio, para esto le cedió los derechos de gobierno de Macedonia, la rica provincia que, junto
con la Galia Cisalpina se repartía entre los dos cónsules. Con esto tuvo manos libres para
actuar contra Catilina.
Cicero que siempre predicaba la concordia ordinum (concorida entre las clases), no pudo
mantenerse equidistante y a pesar de que había empezado su carrera política y judicial
defendiendo las causas populares fue forzado a decantarse a favor del senado y la aristocracia.
No le dieron tregua. La táctica consistía en proponer leyes a las que él se hubiera opuesto en el
pasado para que tuviese que contradecirse con el posterior desprestigio ante el pueblo. En
todas estas maniobras se vislumbra una intervención muy activa de Cesar, empeñado en
debilitar la posición política del cónsul.

Para nuestra fortuna, Cicerón fue declarado “pagano virtuoso” para la iglesia cristiana de la
antiguedad tardía y la alta edad media, por lo que sus trabajos fueron considerados valiosos y
fueron conservados y transmitidos.

“A los buenos ciudadanos los hace en primer lugar la naturaleza, pero la fortuna ayuda. La
seguridad del Estado contribuye a la ventaja de todos los hombres buenos, pero beneficia más
claramente a los hombres de fortuna” Filípicas, xiii, 16) año 43.

Cicero despreciaba al pueblo común, a la plebe, y se ve en algunas de sus cartas, como por
ejemplo esta a Ático: “el desdichado populacho medio muerto de hambre, que asiste a las
reuniones masivas y succiona la sangre del tesoro” (A Ático, 1, 16,11)
Reconocía con repugnancia que la restauración del poder tribunicio había sido necesaria para
apaciguar al populacho.
Las democracias griegas habían sucumbido par la irrefrenada libertad y licencia de las
asmbleas según palabras del propio Marcus Tulius.
A los demagogos les era fácil agitar a los “aretsanos, tendederos y toda especie de hez (fex)
(Pro Flaco, 15-18)
Según su opinión y en la línea de Aristóteles toda las ocupaciones manuales (trabajos serviles)
eran mezquinas y sórdidas (sordidus) y los que las practicaban no eran aptos para participar en
decisiones políticas. Sólo para obtener la estabilidad había que concederle al pueblo un mínimo
de libertad política que lo apaciguara.
El primer deber del estadista era asegurar que, por equidad de la ley y los tribunales, cada cual
pudiera conservar lo suyo.

Para cicerón la libertad era un muy alto valor que consistía en “no tener un amo justo, sino en
no tenerlo en absoluto” (República, ii, 43). Claro que no se refiere al hombre común (ni
mencionar a las mujeres) sino a un senador de alta posición que debía exigir el derecho de
formar y emitir su juicio independiente en las deliberaciones por las que se decidiía la política
del Estado. Esta es la libertad senatorial que Augusto y el advenimiento del imperio iban a
destruir y junto con esta a la propia persona de Cicerón.
Cicerón expresaba sus puntos de vista de un modo elaborado, teórico y explícito,
principalmente porque veía estos puntos de vistas amenazados por la crisis republicana vivida.

Incluso Cicerón y otros escritores antiguos atribuyeron la miseria de los veteranos


exclusivametne al lujo y la extravagancia.

Catilina pudo haber nacido en el 108 y pertenecía a la gens Sergia que se hacía descender de
Sergesto uno de los compañeros de Eneas.
En el 89 militó en las tropas auxiliares al mando del cónsul Cneo Pompeyo Estrabón.
Lucius Sergius Catilina había sido uno de los aristócratas favorecidos por las proscripciones de
la dictadura Silana donde encontró oportunidad de enriquecerse acudiendo a las subastas de
las propiedades de los proscriptos. Además era conocido por haber sido uno de los agentes
más sanguinarios de Lucius Cornelius Sulla.
Cuestor 77, edil,
Fue pretor en el 68 y luego propretor de Africa en el 67.
No le admitieron la candidatura a cónsul para el 65 por acusaciones de extorsión durante su
propretorado. De todos modos fue absuelto de ese juicio.(Acusado Clodio, defensor entre otros
Catulo) En la primera mención que se tiene de Catilina por parte de ciceron este anuncia que
piensa defenderlo en este proceso e incluso hacer campaña por el en el consulado.
Este proceso le impdiió ser candidato en el 64 tambien.
Si creemos todo lo que indican las fuentes había cometido una serie de crímenes horrendos
para la época, como por ejemplo el abuso a una virgen vestal.

“Primera conjuración de Catilina” Denominación pomposa por la historiografía moderna.


Su propósito no realizado sería asesinar tras la toma de posesión a quienes fueron elegidos
cónsules en el 65.
Fueron rumores, no hay evidenciias que fueran preparativos para un golpe de estado, ni que
crasus o cesar la promovieron, ni siquiera que catilina fuera un agente de estos o de pompey.
Pina Polo dice que la llama primera conjuración de Catilina es poco más que un espejismo
historiográfico y que la presunta participación de Catilina se apoya más en la real participación
de la posterior conjuración que en datos que avalen un pasado revolucionario de este miembro
de la nobilitas.
El año 63 comenzó con la discusión de un proyecto de ley agraria que pretendía asentar en
colonias a los veteranos de las guerras de oriente de Pompeyo y a miembros de la plebe
urbana de Roma. Estas tierras las compraría el estado a aquellos terratenientes
voluntariamente interesados en venderlas.
La necesidad de una reforma agraria era evidente desde un punto de vista social.

La rogatio del tribuno de la plebe Publius Servilius Rulus recibió abierta oposición de la mayoría
senatorial, incluido Cicero que pronunció tres discrusos ante el senado y el pueblo conocidos
con el título de Sobre la ley agraria. El hecho de dar el discurso en frente al pueblo fue una
estrategia política planificada con el fin de no perder favor de la plebe convenciéndola con sus
siempres inteligentes oraciones. El argumento era básicamente que era un riesgo financiero
para el estado y que la comisión que iba a llevar a cabo el proyecto (de diez personas,
decemviri) podía convertirse en un grupo influyente de poder personal.

Cicero junto con Hortensio participó en la defensa del senador Gaius Rabirius acusado del
asesinato en el año 100 del tribuno Saturnino. En realidad, esta acusación se trataba de una
operación política que pretendía cuestionar la figura de SENATUS CONSULTUM ULTIMUM
con el que entonces se había justificado el asesinato del tribuno de la plebe.
Cicero en En favor de Rabirio muestra la atmósfera política de la época y se trata de una
justificación ideológica del senatus consultum ultimum por parte de los optimates. Finalmente
se aplazó la votación y el asunto no volvió a ser planteado.
Cicero nuevamente sale airoso por la fuerza de su retórica

Un nuevo episodio político dominó la escena del último tercio del 63 y comienzos del 62.
La llamada conjuración de Catilina bien conocida gracias a los discursos pronunciados al
respecto por Cicero en las Catilinarias y a la monografía escrita por Salustius (La conjuración
de Catilina) quien vio en Catilina un símbolo de la corrupción moral que, en su opinión, dominó
la última generación republicana.

Su significado político se ha exagerado al punto de parece un punto de inflexión en la historia


de Roma del S.I.
A Catilina se lo ha juzgado disparmente, como un ambicioso político inescrupuloso dispuesto
todo para lograr el poder o como un reformador social.

La primera vez donde Ciceron fustiga con dureza a Catilina es en el perdido (sobrevive solo un
comentario por Asconio)discurso In toga Candida donde ciceron denuncia las corruptelas de los
otros aspirantes al consulado Catilina y Antonius, algo perfectamente entendible ya que fue el
principal competidor en aquellos comicios de 64 para el consulado del 63.
En el verano del 63 Catilina fue derrotado nuevamente en las elecciones consulares.
En las semanas previas se había interesado en una condonación parcial o total de deudas.
Catilina se había interesado por los problemas de la población campesina de Etruria.
Frente a Catilina Cicero se había posicionado a la cabezsza de quienes consideraba peligrosa
su elección com cónsul.

Al comprobar Catilina y sus seguidores que no podían llevar su plan por medios legales,
comenzaron a organizar una revuelta en Italia.
Presuntamente participaron varios senadores de cierta importancia.
Es probable que la frustración provocada por una cierta marginación política uniera a estos
individuos con el fin de hacerse con el poder.
De acuerdo con su propaganda, deseaban devolver al pueblo romano la libertad que habia sido
secuestrada por un grupo de aristócratas que detentaba el poder de forma fraudelenta. Como
objetivo secundario estaba la remisión de las deudas que propugnaba Catilina.
Entre sus partidarios, estaban otros nobles cuyas finanzas estaban, como la suya,
desquiciadas, por lo que intentaban alcanzar la riqueza y el poder mediante la revolución,
recurriendo a toda clase de criminales, aventureros y gente endeudada y necesitada de toda
Roma e Italia. Salustio se refiere especialmente a las plebes urabans y a los “jóvenes que
habían llevado una vida de miseria trabajando en los campos y que, atraídos por la
prodigalidad pública y privada, habían llegado a preferi el ocio en la ciudad al afán inútil”
(Catilina, 37)
Parece que no hay motivos para pensar que Catilina quisiera subvertir el orden social, si bien la
dinámica de la rebelión provocó efectos no deseados en sus promotores.
El nivel de endeudamiento de campesinos en el medio rural, así como de pequeños
comerciantes y artesanos en la ciudad, había alcanzado niveles difícilmente soportables. En
ese contexto, la promesa de un reparto más equitativo de tierras y la condonación de deudas
tabulae novae eran los señuelos con los que los conjurados pretendían atraer a la plene rural y
urabana, con el fin de dar apoyo popular a un movimiento de estricto origen aristocrático.
Cicerón incluso menciona que nunca el monto de la deuda de la plebe había sido tan frande
como en esa época.
Los veteranos de Sila, que participarían en la conspiración de Catilina, y anteriormente en la
liderada por Lépido se quejaban en una carta del 63 que transmite Salustio su contenido
(Catilina,33) “desdichados e indigentes, la violencia y la crueldad de los usureros los había
privado de su patria y de toda su reputación y su fortuna…; después de la pérdida de su
patrimonio, no se les permitía retener la libertad de sus personas”

La conspiración tuvo dos frentes, uno en la Italia rural y otro en la roma urbana.

En Etruria y con asiento principal en Fésula, los conspiradores encontraron gran respaldo entre
los campesinos y los veteranos de Sila empobrecidos y descontentos, quienes se alzaron en
armas bajo el mando de Gaius Manlius, un antiguo centurión del ejército de Sila.

El plan consistía en que, a finales de Octubre, Manlio y su ejército de sublevados avanzara


hacia Roma mientras Catilina ordenaba en la ciudad incendiar doce de sus barrios y asesinar a
los personajes más influyentes. En las puertas de la ciudad se uniriían otros y el pillaje y la
carnicería estarían servidos, finalmente la guerra se extendería por toda Italia.
Así de atroz es como presentan las fuentes las intenciones de los conjurados.
Puede que esta gran escala conflictiva pretendida por los insurrectos haya sido exagerada por
miedo o como justificación para reprimir a los conjurados, sea como fuese, las fuentes son
unánimes en presentarlo de este modo.

Cicero, obtuvo información sobre la conjuración a través de Fulvia la amante de un senador


romano Quintus Curius que se convertiría en el principal informante del cónsul. Este, alarmado
por las informaciones recibidas pospuso las elecciones al consulado del año 62 por un tiempo.
Cuando al final se celebraron, Cicero tuvo que tomar toda clase de precauciones para lograr
salir indenme del Campo de Marte. El día 21 de octubre Cicero logró obtener del senado un
senatus consultum ultimum que le concedía plenas atribuciones para reprimir a los sediciosos.
La noche del 6 de noviembre Catilina dio sus últimas instrucciones, pensaba irse de Roma pero
antes quería que Cicero fuese asesinado. A la mañana del 7 de noviembre los conspiradores
aliados de Catilina acudieron a la salutatio, pero Marcus Tulius ya prevenido por Curius, había
puesto guardias en la puerta que disuadieron a los presuntos asesinos. Cicerón se salvó, in
extremis.
Dada la urgencia del atentado fallido contra su persona, Cicero organizó para el día siguiente
una sesión extraordinaria en el senado en el templo de Jupiter Stator mejor defendido que la
curia. El cónsul había tomado precauciones montando patrullas nocturnas por toda la ciudad y
grupos de caballeros rodearon el templo en honor a Jupiter durante esta sesión. Cuando
Catilina entró, Cicero haciendo gala de una extraordinara energía para su carácter pronunció
las Primerias Catilinarias forzando a Catilina a exiliarse.
Al día siguiente Cicero actuó con diligencia, avisó a los municipios y colonias de la
conspiración, se preparo un ejercito al mando del otro cónsul Antonio para frenar el avance de
Manlio y sus tropas desde Fésula y convocó al pueblo en asamblea para dar cuenta de los
hechos, pronunció la Segunda Catilinaria. De todos modos Cicerón aún no había encontrado
pruebas que incriminaran fehacientemente a los conspiradores.
Esto ocurrió unos días después cuando los conspiradores aún activos entraron en contacto con
unos galos alóbregos que habían ido a Roma a quejarse de los malos tratos a los cuales eran
sometidos; los conjurados aprovechando esta situación quisieron pasarlos para su bando, pero
estos, consultaron a un senador que les aconsejó mantenerse del lado del gobierno. Cicerón
solicitó que estos alóbregos siguieran fingiendo estar con los conjurados y de esta forma, pudo
obtener pruebas materiales, las cartas selladas por los propios conjurados. Cicerón reunió al
senado para informar de lo sucedido y luego al pueblo donde pronunció la Tercera Catilinaria.

Con el fin de dar el golpe definitivo a la conspiración, el día 5, las nonas de diciembre, Cicerón
pronuncia la Cuarta Catilinaria con sun solo punto: la imposición de penas a los conjurados
presos. El senado dividido se decanta por el brillante y enérgico discurso de Catón a favor de la
pena de muerte para los conspiradores a pesar de la negativa de algunos como Gaius Julius
Caesar. Este hecho marcará profundamente la trayectoria de Cicero ya que en el 58 será
mandado al exilio por haber ejecutado a ciudadanos romanos sin un juicio formal.

Los conspirados entraron en contacto con algunos alóbregos (tribu celta) pero estos
denunciaron el hecho y precipitaron los acontecimientos.
El 5 de diciembre los senadores animados por Marco Porcio Catón decidieron aplicar pena de
muerte a los catilinarios por el delito de alta traición contra el estado.Cesar estuvo en contra.
La revuelta pervivió en etruria hasta la primavera del 62 cuando las tropas de Antonio Híbrida
derrotaron a las de catilina, que muró durante el combate.

En roma, la plebe recibió con agrado en un primer momento el posible perdón de las deudas.
Sin embargo, una vez alejados catilina y sus secuaces de Roma Ciceron supo transmitir una
visión catastrófica según la cual los conjurados pretendían destruir el estado y la propia Roma.
Ciceron agitó el fantasma de una nueva guerra servil argumentando que los esclavos eran
complices.

La conjuración fue abortada de manera decidida gracias a una rápida actuación de Cicero
avisado por Craso de la revuelta el día 21 de octubre.
Cicero logro que el senado decretara el senatus consultum ultimum.
El 7 de noviembre cicero presento pruebas de la implicación de Catilina, lo que obligo a catilina
a abanadonar roma y dirigirse a Etruria donde tomo el mando de los sublevados.

La conspiracion ofreció cauces de expresión para la protesta de un grupo importante de la


sosciedad romano-itálica que se consideraba marginado social y económicamente.

Ciceron se consideró a si mismo como el gran triunfador del año que desde su perspectiva
había comenzado salvando al estado romano de la ruina de la reforma agraria de rulo, lo había
continuado proporcionando arugmentos políticos en favor del senatus consultum ultimum
necesario par ael mantenimiento del orden establecido y habia culminado reprimiendo la
conjuracion catilinaria, por l ocual se proclamo EL SALVADOR DEL ESTADO.

El hecho de haber ordenado la muerte de ciudadanos sin escucharlos sería la causa directa del
exilio de Cicero en el 58.

Cicero planteó la teoría de CONCORDIA ORDINUM concordia entre los órdenes, según la cual,
el orden senatorial y ecuestre estaban llamados a defender conjuntamente el estado romano
frente a enemigos comunes, puesto que compartian los mismos intereses politicos y socio
economicos.

Cuando ciceron vio que esa union habia sido meramente coyuntural cambió su lema por
consensus omnium bonorum, consenso entre todos los buenos. En teoría abria las puertas de
su proyecto a nuevos grupos sociales, en la practica pasaba a un consenso planteado en
terminos ideologicos. En sustancia, ambos lemas proponian una gran coalición de propietarios
para defender sus intereses frente a las demanadas sociales de la sclases inferiores, dejando
el gobieron del a repbulica en manos exclusivamente de los mejores, de los optimates.
FUENTES QUE TRATAN EL TEMA:

En griego:
Vidas paralelas de ciceron, cesar y craso, Plutarco
Guerra civil, Apiano
Libro XXXVI, Dión Casio

En latín:
Salustio
Cicerón

Salustio podría tener como motivación un cierto afán de venganza contra la nobleza romana de
la cual se sintío abandonado y de la que estaba desencantado. Sin embargo, este autor
manifiesta con frecuencia su voluntad de imparcialidad, que lo consiga o no ya es otra cosa.

Salustio en uno de los retratos más célebres de toda la antiguedad presenta a Catilina como
una persona malvada y depravada.
Esta descripción de Salustio coadyuvó a que se acolocado en la historia como el prototipo de
conspirador sin escrúpulos e incluso Virgilio no dudó colocarlo en el Tártaro.
Catilina según Salustio era “ávido de lo ajeno y pródigo de lo suyo”

Cicero llegó a compararse con el mismísimo Rómulo,.

“Nada inanimado me puede agradar, nada callado.” Muestra de su megalomanía tardía.

Las catilinarias llegaron a nosotros no como transcripciones de los discursos de cicero en el


senado sino escritas tres años después cuando su carrera política estaba en declive y quería
engrandecer lo máximo posible sus hazañas.

Se sabe que encargó varias obras a artistas griegos con el fin de glorificarse y ante la evasiva
de estos él mismo escribió obras en prosa y verso con tal fin.

According to Polish historian Tadeusz Zieliński, "the Renaissance was above all things a revival
of Cicero, and only after him and through him of the rest of Classical antiquity.

De cicerón se conservan discursos, tratados sobre retórica y filosofía y en particular


abundantes cartas. La correspondencia de cicero consiste en parte de cartas intercambiadas
con sus contemporáneos más eminentes, pero las revelaciones de su pensamiento cotidiano,
en las que no hay ningún intento de ocultamiento, se encuentran especialmente cuando escribe
a un amigo íntimo ecuestre llamado Ático, quien se movía en los más altos círculos a pesar de
mantenerse neutralidad en la órbita política.

Hasta el 65 aproximadamente los documentos que se disponen son escasos.


En el 78, tras la muerte de Sila, campesinos desposeídos atacaron con violencia a los colonos.
El cónsul de dicho año Marcus Emiliano Lépido formó un ejército con el pretexto de aplacar la
revuelta pero terminó dirigiendo a los subversivos exigiendo la redistribución de grano, la
restauración del poder tribunicio (eliminado en la dictadura silana), la restitución de derechos de
ciudadanía a las comunidades italianas, y sobre todo una distribución de tierras. La rebelión se
reprimió con dificultad en el 77,

En estas décadas el peligro amenazaba la vida y la libertad de los hombres. Abundaban los
salteadores de caminos y que se apoderaban del viajero indefenso y lo vendían como esclavo.
La violencia era endémica. La guerra civil de Sila, la revuelta liderada por Lépido y la tercera
guerra servil comandada por Spartacus había habituado a los hombres a ella. No era extraño
que un hombre poderoso encontrara a sus esclavos muertos y su propiedad ocupada por
pandillas armadas.
El orden mismo se estaba quebrantando. En el 66 ya se empiezan a oír pandillas de asesinos a
sueldos compuestas por gladiadores y esclavos furtivos. Tanto Salustio como Cicerón hablan
de una clase de genet armada profesionalmente: sicarii.

Bibliografía:

Crescente López de Juan,


Francisco Pina Polo, La crisis de la república, 1999, Madrid
G.E.M. de Ste. Croix - The class struggle in the ancient greek world
P. A. Brunt, Social conflicts in the roman republic, London, 1971

Cicero and the roman republic, F. R. Cowell, 1964, London


Cicero the stateman, R. E. Smith, Cambridge, 1968
The roman revolution, R. Syme, Oxford
P. Grimal, 1986, Cicerón, Paris
Utchenko, S., 1978, Cicerón y su tiempo, Madrid
Wood, N., 1988, Cicero’s social and political thought, Oxford,

"Vicinitas": vecindad, redes e identidades en la Italia de Cicerón


Kathryn Lomas

https://revistas.ucm.es/index.php/GERI/article/view/63868/4564456549577

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