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Señor:

JUEZ PROMISCUO MUNICIPAL DE GRANADA CUNDINAMARCA


E. S. D.

REF: ACCIÓN DE TUTELA No. 042 DE 2007 DE RAÚL EDUARDO


ESPITIA GARCÍA CONTRA ALBERTO MORALES VARGAS.

En mi carácter de Accionante en el asunto de la referencia, le manifiesto al


Juzgado que interpongo Recurso de APELACIÓN contra el fallo que me fue
notificado el 28 de Mayo de 2007, mediante el cual ese Despacho declaro
“improcedente” LA ACCIÓN DE TUTELA que se ventilo en el expediente
citado en la referencia.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO

1. El articulo 31 del Decreto 2591 de 1991 faculta al Accionante para


acudir a la impugnación del fallo cuando ha sido negada la Tutela
interpuesta. Esta es la regla de carácter legal que invoco para recurrir.

2. La ecuación Agua igual vida no merece ningún cuestionamiento por


su carácter indiscutible, pues el agua es un elemento imprescindible
para la subsistencia de todos los seres vivos (entiéndase personas,
animales y vegetales). En tal virtud resulta igualmente indiscutible que
se trata de un derecho básico o fundamental que no podría ser ajeno
a la protección constitucional de ningún estado menos de lo que entre
nosotros denominamos pomposamente Estado Social de Derecho.
Por la primacía que reviste este derecho básico o fundamental nos
abstuvimos deliberadamente de hacer acopio argumentativo sobre
este particular, pues los jueces de la republica están llamados a darle
protección mediante sus fallos a un derecho de tal envergadura que
busca proteger todas las especies vivas.

3. Anunciamos en la Acción interpuesta que el origen de las parcelas


afectadas fue una decisión del estado por intermedio del INCORA que
efectúo las adjudicaciones de tierras descritas en los títulos
acompañados a la acción. Deduce el más desprevenido que una
agencia del Estado que pretende colmar las aspiraciones mínimas de
un campesino para ser propietario de un pequeño fundo, le adjudique
unos predios sin acceso a recursos hídricos, pues allí adjudicaría un
erial sin ningún futuro para la explotación agrícola. Ciertamente, sería
un despropósito mayúsculo. Por este aspecto podemos colegir sin
ningún esfuerzo que los predios disfrutaban cuando menos, de una
servidumbre de agua.

4. Planteadas las situaciones facticas con ese apoyo lógico forzoso es


concluir que los bienes del accionante disponían de ese precioso
líquido cuyo nacimiento se encuentra en predios del accionado
ALBERTO MORALES VARGAS. De esta situación también dan fe los
títulos de adquisición de dichas parcelas por parte del suscrito.

5. El predio sirviente estaba obligado irremisiblemente a permitir el uso


de la servidumbre para beneficio de mis predios. Esta obligación no
podía ser trastornada, modificada o vulnerada manu militari por el
accionado ni por ninguna persona, sin incurrir en un punible de
perturbación señalada en el Código Penal si así ocurriere lo menos
que procede es una ACCIÓN DE TUTELA que es el mecanismo más
rápido para proteger el derecho afectado aunque sea como
mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable como lo
enseña el Articulo 8 del Decreto que reglamentó la acción de amparo.

6. En la Acción instaurada fuera de la sustentación fáctica


correspondiente se acompañaron documentos fotográficos de
incuestionable valor probatorio por los cuales se podía concluir la
afectación que el tutelado había ejecutado, lo cual ameritaba una
decisión audaz y veloz para reparar aunque fuera en forma transitoria
los daños irrogados injustamente contra mí.

7. Por las circunstancias antes mencionadas no compartimos la decisión


impugnada, pues si bien es cierto que existen otros medios jurídicos
“eficientes y suficientes” su utilización es dilatada y mientras operan,
como el de la vía penal, el de un interdicto posesorio, etc. Que suelen
ser definitivos para corregir la injusticia cometida, los daños que
provienen de la conducta reprobable del Accionado serían
desastrosos para la vida y la economía de mis predios.

8. El fallo aludido le otorga patente de corso a lo que en materia de


servicios públicos se denomina abuso de la posesión dominante,
pues en nuestro caso la prepotencia se ha impuesto sobre la
irracionalidad y la convivencia pacifica que deben presidir los actos de
los ciudadanos y más específicamente de quienes por alguna
circunstancia son vecinos y obligados a compartir recursos de la
naturaleza que son de todos pero que no son de ninguno.
Por lo expuesto reitero el recurso de Apelación para que su inmediato
superior revise y seguramente otorgue amparo al derecho que me ha sido
violado en forma flagrante por el accionado ALBERTO MORALES VARGAS,
cuya suplica esta insita en este escrito.

Respetuosamente,

RAÚL EDUARDO ESPITIA GARCÍA


C.C. 11.388.844 de Fusagasugá

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