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Introducción e Historia de la Criminalística

- CRIMINALISTICA
- TECNICA POLICIAL
- POLICIA CIENTIFICA

Definiciones

Criminalística en sentido amplio significa “Investigación Criminal”.

“Es la parte de la Criminología que se ocupa de los métodos y modos prácticos de dilucidar las
circunstancias de la perpetración de los delitos e individualizar los culpables” (THOT)

“Es el conjunto de procedimientos aplicables a la investigación y al estudio del crimen para llegar a
la prueba” (CECCALDI.- Director del laboratorio de la Policía Judicial francesa)

“La Criminalística es el arte y la técnica de la Investigación Criminal” (Jean Nepote)

Es un arte porque la parte del ser humano sigue siendo esencial. En la I. Criminal el hombre
investigador se enfrenta al hombre criminal. Intervienen todos los elementos del
acercamiento, del contacto de descubrimiento, de la personalidad que responde a un sentido
particular: el del Arte de Investigar

Es técnica por ser una serie de elementos teóricos y prácticos que pueden aprenderse y
repetirse tratando asuntos concretos no siendo iguales ninguno, a lo largo de la vida
profesional. Necesita por tanto de la sistematización de las experiencias.

El fundador de la Criminalística fue Hans Gross que la define como “el conjunto de teorías referidas
al esclarecimiento de los casos criminales”. Escribió “Manual del Juez de Instrucción” donde
describe la Ciencia de la Investigación del Crimen ampliamente desarrollada por el francés Edmund
Locard en su “Tratado de Criminalística”

Todo trabajo técnico llevado a cabo para la averiguación del delito, descubrimiento de su autor,
aclaración de los hechos, con aporte de pruebas es “Técnica Policial”

Técnica Policial debe entenderse como “los procedimientos y recursos que aporta la Ciencia
Policial aplicados para llevar a buen término una Investigación”.
Se ocupa primordialmente de los indicios probatorios, aplicando los métodos científicos existentes
para descubrir y demostrar fehacientemente una determinada realidad.

La Ciencia Policial es una Ciencia concreta, incluso separada de la medicina, la toxicología y ala
psiquiatría legales, cuyo sujeto es totalmente distinto y cuyo objeto es la Criminalística.

“Es un dominio que no recae en el médico, ni en el químico, ni en el psiquiatra, dado que su técnica
es diferente y particular” (Ceccaldi “Criminología)

Stockis creador junto a Laveleye en 1986, en Bélgica del “servicio de reconocimiento e


identificación” conforme a los principios del “bertillonaje” además de introductor en dicho país de
la dactiloscopia en 1.904, afirma que “La Ciencia policial es una ciencia independiente, hija de la
Antropología y de la Medicina Legal. Es una ciencia auxiliada por otras ciencias”.

De lo dicho puede desprenderse que la Criminalística requiere el conocimiento y aplicación de


métodos científicos en la investigación del delito y en esa línea opera la Policía Científica.

Historia

En un principio la Investigación se conoce como “la pesquisa” que no pasó de ser una reflexión
especulativa. En virtud de los contactos con los medios criminales, los investigadores lograron
“afinar su olfato” en la persecución de los delincuentes. Se cita por algunos autores como entre los
más antiguos textos legislativos el Código de Hammurabi, en que ya aparecen vestigios de un
procedimiento de investigación del crimen.

En el tiempo los “positivistas” llamaron la atención sobre el uso de métodos experimentales en la


explicación del desarrollo del hecho criminal. Desde entonces la pesquisa del crimen se convierte
en una técnica hasta que en la actualidad ha llegado a adquirir tal importancia que esta parte del
descubrimiento del crimen y del criminal se denomina Policía Científica. (Juan del Rosal).
Contrario a la Policía empírica que tiene como norma la habilidad (arte) y la investigación
individual, la Policía Científica aplica con método racional, conocimientos proporcionados por la
Antropología, Química, Física, Psicología, Medicina Legal y Sociología (Dr. Gambara)
Entendiéndose en resumen como la necesidad de amplios conocimientos para llevar a feliz término
una investigación el Profesor Serrano la denomina “Profesión enciclopédica”

Como Ciencia en sí, en general se basa en la aportación de datos “evidencias”, tratando de alguna
manera de ajustarlos metódicamente a sistemas, de manera que tengan sentido y sean coherentes
con la verdad histórica del delito investigado, mediante un proceso de acumulación de antecedentes
y ordenamiento simultáneos, no separados. La acumulación de estos datos de forma ordenada debe
entenderse como un recurso para elucidar las incógnitas o para apoyar o rechazar una idea
vinculada a un hecho delictivo. La Criminalística aplicada por la Policía Científica, reúne los
procedimientos científicos aplicados al examen de los indicios materiales del delito con el fin de
aportar pruebas para el esclarecimiento de la verdad histórica y poder imputarlo a una persona
determinada.
Definimos a la Criminalística/Policía Científica como una ciencia teleológica (basada en la
teleología - Doctrina de las causas finales) cuyos principios y fundamentos son aplicados para:

• Investigar el delito
• Identificar a los autores de ese delito
• Conocer de las circunstancias que rodean y determinan el hecho punible.
• Aportación de elementos probatorios

No obstante no puede entenderse la Criminalística como una mera asociación de conocimientos


sino que dispone de una metodología y de criterios propios, de procedimientos y doctrinas
específicas.

Cabe reflexionar que la Criminalística nace ante el aumento de la delincuencia, su progreso, su


evolución, adaptaciones y transformaciones, a la vez que la Administración de la Justicia reclama
elementos probatorios mas convincentes, que solo se pueden lograr con una acertada y rigurosa
investigación policial, tras la imposición de una tecnificación y especialización en constante
superación, aplicándose todos los conocimientos científicos necesarios y la totalidad de los
adelantos técnicos que contribuyan a ello.

Algunos como el Dr. Saldaña, han querido reducir esta ciencia como el mero trabajo de laboratorio
para plasmar sus resultados en el “peritaje forense” y nada más lejos de la realidad.

La historia de la Criminalística, está diferenciada básicamente en dos etapas histórico-cronológicas


en la investigación del crimen. La inicial o “etapa primitiva” que abarca hasta el siglo XIX con la
llegada de la profunda revolución de los positivistas italianos – Lombroso / Ferri / Garófalo – Esta
revolución dará paso a la segunda etapa y actual proceso de investigación que se conoce como
“etapa científica”. En esta actual etapa científica, aparecen y se desarrollan organizaciones de
amplio espectro, integradas por multitud de personas, aparatos y medios especializados en diversas
tecnologías y conexionados con otros estamentos científicos formando equipos facultados para la
lucha contra el delito a través de la aportación de pruebas con rigor científico.

Etapa primitiva

Se carece aun del sentido científico para coleccionar sistemáticamente las experiencias. No existía
una agrupación de profesionales estructurada para la investigación del crimen. Las organizaciones
de ámbito policial, se dedicaban a mantener el orden y a la protección del gobernante al que estaban
subordinados. Actuaban de forma general utilizando “la fuerza bruta”. La técnica policial era
inexistente. Los medios empleados eran la tortura, la delación, la superstición etc... basados en el
desprecio de la dignidad humana.
Procedimientos vejatorios y degradantes atentatorios a la integridad física e incluso la vida.

No obstante algunos científicos aplicaron sus conocimientos en el esclarecimiento de algún delito.

Cabe destacar el dictamen de Antistius sobre las 23 heridas de César en las que se destaca la
posición y dirección del apuñalamiento de los autores.

El descubrimiento de Arquímedes 287 A.C. en relación con el engaño cometido por el orfebre al
Rey Hieron que dio lugar a la Ley irrefutable en física conocida por el principio de Arquímedes o
del desplazamiento.

Se empleó para comprobar si el orfebre había sustraído oro de la corona real colocando en su lugar
otro metal menos valioso Para Arquímedes bastaba para averiguar el volumen de cualquier sólido,
con medir el volumen de agua que desplaza.
Llenó de agua un recipiente metió la corona y midió el volumen de agua desplazada. Luego hizo lo
propio con un peso igual de oro puro y observó que el volumen de agua era menor.

El oro de la corona había sido mezclado con un metal mas ligero aumentando por tanto el tamaño
de la corona y por ende su volumen.

En la Edad Media, fueron los médicos y los jueces los que inician los primeros pasos en busca de
recursos técnicos en la investigación.

Varignana en el S. XIII practicó la primera autopsia para la comprobación de un envenenamiento.


En 1575, Ambrosius Pare escribió una monografía sobre heridas y clases de muertes violentas.
Aparece el que pudiera haber sido el primer manual de Medicina Legal por Fortunato Fidelis en
1598 y en 1621 aparece “Cuestiones medico-legales” de Paulus Zacchias. El juez Antonio Mª
Cospi publicó en 1643 el libro “Juez Criminalista” en el que se recogen interesantes
recomendaciones como presenciar el lugar del crimen el observar y analizar las huellas de pisadas,
bastones y picas, así como el practicar el interrogatorio observando las reacciones del sospechoso.
No obstante también cae en las supersticiones de aquellos tiempos aconsejando que a las brujas se
las haga entrar en la Sala de espaldas para evitar el “mal de ojo”. Que a un presunto asesino se le
ponga delante de un cadáver y si del mismo brotaba sangre era prueba evidente de culpabilidad. A
finales del S. XVIII el italiano Morgangni había realizado autopsias observando fenómenos
patológicos.

En los Siglos XV y XVI se expusieron doctrinas de sumo interés en lo referido a los distintos
estados de ánimo de los delincuentes. En la actualidad aún se tienen en cuenta como la relativa a los
“animus” de los delitos contra la propiedad, a las pruebas y a la comisión de delitos contra la vida y
al estudio de la “intención de matar”, todas ellas deducidas de las circunstancias subjetivas y
objetivas concurrente en los hechos.- Juan del Rosal. Debe citarse igualmente a Macardus (práctico
italiano del S. XVI) y al francés Servan (S. XVIII) a los que muchos autores consideran como los
precursores de la Ciencia de la Investigación del crimen.

No obstante, los prácticos no pasaron del área procesal, del periodo de pruebas sin que ninguna de
ellas tuviera como finalidad la persecución e investigación del crimen.

Etapa científica

En el S. XIX comienza la Investigación Criminal, es el verdadero periodo formativo de la Policía


Científica y consecuentemente de la organización de la actividad policial como profesión.

Peña Torrea, apunta que en este siglo que se enmarca el periodo “constructivo” caben distinguir dos
fases La fase intuitiva, por el predominio del instinto sobre el raciocinio en la investigación,
comienza a ser un arte la investigación policial pero “un arte espontáneo” sin método y sin sujetarse
a normas y reglas determinadas. Posteriormente evoluciona el sistema investigativo aun nuevo
tratamiento definido como “psicológico o reflexivo”, donde comienzan a valorarse las aportaciones

de los testigos, se examinan los móviles se estudian con lógica los hechos, se observa y se deduce
aunque todavía no son ni técnicas ni científicas, como lo será en el S. XX.

Destaca el libro de Hans Gross “Manual del Juez de Instrucción” 1893. La Identificación
Antropométrica de A. Bertillon. El Tratado de Criminalística de 6 volúmenes de E. Loccard, hasta
hoy el mejor de los conocidos. Sobresalen igualmente “Modern Criminal Investigation” de
Soderman y O’conell N. Cork 1936. El “Tratado di Policía Scientifica” de Ottolenghi. “La police
Scientifique” de M Bischoff publicado en Suiza 1938. En Bélgica la obra de Lechat en 1949 y en
España la colección de varios volúmenes denominados por su autor Pedro Serrano García
“Policiología”.

Los positivistas introducen la aplicación de métodos experimentales en la explicación del hecho


criminal. Ya no es posible la lucha contra la criminalidad por métodos antiguos es necesario la
creación y desarrollo un cuerpo policial que siempre supere en procedimientos y elementos a los
utilizados por la “gran delincuencia” Se confirma esta situación en la obra de Reginal Morís “La
Policía al día” donde se describen perfectamente los innumerables procedimientos técnicos de
investigación empleados para el descubrimiento de los delitos.

En este periodo la actividad policial desde el punto de vista de profesionalidad, alcanza la situación
de profesión en la que se siguen y emplean métodos científicos, reglas y normas sistematizadas
acompañadas de estudios analíticos de hechos y elementos relacionados con el delito.
En el siglo XX cuando el ejercicio policial queda incurso en una profesión definida. En este época
se desarrolla e implementa la Identificación lofoscópica, la identidad de una huella a través de
sistemas informáticos, la técnica y perfección de las fotografías policiales, de la utilización de la
Toxicología, de la culminación de los estudios balísticos con la perfección de la técnica de los
aparatos como el microscopio comparativo, la investigación de las falsificaciones y alteraciones
fraudulentas. En resumen se utilizan los avances tecnológicos en la lucha contra el delito y los
resultados obtenidos hacen posible esclarecimientos de delitos que hubieran quedado archivados.

Se practica el trabajo en equipos coordinados, con la inclusión en la investigación de los


laboratorios con personal científico altamente cualificados en la obtención de los elementos
probatorios.

El siglo XX es el periodo de la formación de las Brigadas Criminales y en la actualidad la Policía


Judicial, estructurada en grupos especializados apoyados en los trabajos de campo y de laboratorios
forenses y técnicos-policiales que configuran la Policía Científica actual.

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