Armando Zambrano Leal
LA EDUCACION,
EL VACiO
Y LA FRIVOLIDAD
La pesadumbre del presente
PayeeIntroduccién
El mundo que vivimos y hemos construido me
entristece profundamente. Es poco decir que la pe-
sadumbre es gigantesca pues atin nos debatimos entre
raz6n y dogma. Los hechos politicos, la indolencia de
una aparte del mundo frente al dolor de la otra, Ja mi-
seria que esta a las puertas de cada uno, el deterioro del
planeta, las guerras y conflictos, las migraciones masivas,
la manipulacion de las masas, la gestion del miedo, la
ignorancia y el oscurantismo que florecen, la soberbia
del poder politico, la corrupcién y la inviabilidad de un
sistema econdmico que hace del dolor un medio para
acrecentar fortunas, tienen eco en mi ser y no me dejan
tranquilo. El cuadro es desesperanzador y muy segura-
mente algunos se molestaran conmigo por ser pesimista.
Pero este “pesimismo” tiene una génesis y es la educa-
cién que se imparte hoy. En mi experiencia como pro-
fesor universitario veo con asombro los niveles de igno-
rancia que fabrica e] sistema y me entristecen sus fines.
En nombre de la calidad se fabrica todo un dis
curso sobre el ser humano. Este hombre debe ser exito-
so, rival con su semejante, competente en sus funciones,
adaptable en sus contingencias, maleable en su subjeti-
vidad. La educacion que se les imparte a los nifios y a
las nifias es desgarradora y mas atin si ella tiene lugar
en las escuelas publicas oficiales. Nuestras escuelas pt-
blicas estan desvencijadas, huérfanas, sin recursos. Y ni
qué decir de las universidades publicas. La privatizacion
asfixiante produce sus efectos negativos en la poblacion.
La educaci6n, tema del cual me ocupo en mis reflexio-
nes intelectuales, tiene aqui otro modo de ser pensada.
No es el pesimismo, ni tampoco la denuncia, sino la
reflexién sobre el mundo que estamos construyendo,
el mundo que les estamos dejando a las generaciones
venideras. Mi papel como intelectual de la educaci6n ra-
dica en la critica y en el pensamiento. No me interesaser complice del mercado educativo ni soy experto en
promover las engafosas bondades de un sistema que me
indigna pues lo considero ética y moralmente incorrecto.
Con causa de conocimiento, me he propues-
to escribir este ensayo para llamar la atencién sobre
la condicién de la educacién en mi pais -cy del mun-
do?-. Para ser fiel a mi formaci6n intelectual, he deci-
dido adoptar el modo mis libre de la escritura pues el
formato académico es también parte del espectaculo.
Las reflexiones que expongo en este texto tienen
como caracteristica la ausencia formal de las referencias
bibliograficas. Nombro algunos autores y una que otra
obra, pero no me preocupa ni el formato APA ni el pie
de pagina y esto entra en mi condicién de intelectual.
Conozco de la falsedad del discurso de la calidad y com-
prendo los verdaderos fines de la flexibilidad, las com-
petencias, la adaptabilidad, la eficiencia, la eficacia y el
éxito. Todos estos conceptos Haman mi atencion pues en
la practica veo su verdadero sentido. El vacio y la frivoli-
dad son los ejes de la pesadumbre y el tema de reflexién
es la educacién que se imparte hoy. Con afliccién veo
la forma tactica en que se esta fabricando la docilidad
en cada uno. Es poco decir que la calidad es puro vacio
y frivolidad. Como intelectual de la educacién me co-
rresponde ver las practicas y discursos que vehiculizan
y ocultan los conceptos mas arriba sefialados. Es decir,
intento develar su verdadera condicion. Soy consciente
que esto molesta a quienes se pliegan al sistema. No soy
experto en una disciplina, pero mi formacién me permi-
te mostrar el sentido que encierra cada concepto, cada
practica, cada discurso. En esto ha sido de una gran utili-
dad mi fuerte persistencia en la filosofia de la educacion.
Para pensar slo basta con ver aquello que aparece ante
nuestros ojos como evidente pero cuyos secretos encie-
rran signos que es necesario descifrar. La educacion es
mi territorio y alli veo el horizonte de la pesadumbre.
Pues bien, todo inicia en este ensayo con el vacioya frivolidad. Estos dos conceptos atraviesan el texto en
de la educacion
que hoy se imparte. Fiel a mi formacién clisica, prosigo
su conjunto y me permiten ver la esenci
con la modernidad, movimiento que describe el balan-
ceo entre viejo y nuevo, natural y artificial, libre
some-
tido, abierto y cerrado, razon y dogma, ciencia y religion;
péndulo en el que se balancea la esperanza y, a la vez, Su
negacion. Movimiento que inicia con Descartes y su Yo
Pienso: territorio de las practicas de vigilancia de la po-
blacion, gramitica de la vida cuya utopia creaba paraisos.
No olvidemos que con la modernidad se inicia un roman-
ticismo liberador del Hombre, La modernidad hace de
la Revolucion un mecanismo de cambio y ruptura frente
a lo viejo. El desarrollo también fue uno de los engrana-
jes de este movimiento; sin éste no hay progreso. Estas
dos categorias engendradas en lo moderno, ampliamen-
te adoptadas en la politica y en la economia han servido
para trazar un ideal de sociedad y también de domina-
cidn. Otro elemento importante y para nada anodino fue
el consumo, cuyos efectos veo en el deterioro del planeta
de cada uno.
s esenciales.
y en la existencia terriblemente agotador
FE] desarrollo y el progreso son sus causa
En la modernidad emerge la naci6n al unificar las
Jenguas, definir fronteras, crear los simbolos -himno, ban-
dera, escudo-. Nada mejor para el gobierno de la nacion
que la Escuela, espacio de unificacion de la diferencia.
La modernidad ve en el trabajo un medio liberador, pero
hace del capital el instrumento de dominacion y de la po-
litica el agenciamiento del gobierno de las conductas. La
modernidad crea el imaginario de una esperanza y para
ello inventa solisticados dispositivos siendo la escuela el
mas potente y su pedagogia, el instrumento moralizador.
‘Asi, entonces, me he prepuesto emprender este
viaje de reflexion a partir de las multiples experiencias
vividas -académicas y de la vida-. Me pregunto por el
destino de la humanidad pues soy parte de ella. Me
interpela el vacio y la frivolidad de las generaciones j6-
19venes. Me llama poderosamente la atencion el declive
de los ideales modernos, en especial el horizonte de
formacion. Me interrogo por la educacion que impar-
te la familia, la escuela, los medios de comunicacién y
los fines que ella persigue en este vacio y frivolidad de
la vida. No me son indiferentes las formas de gober-
nanza del sujeto escolar y tampoco las estrategias de
gestion del miedo. Retomo la excelente idea de Jodar
sobre la conversion del estudiante clisico en empresa-
tio de si y esto empaiia mi espiritu. Tampoco dejo de
loracién
lado el desprecio por la experiencia y la sobrev
de las téenicas. Sobre las formas de gestion del conoci-
miento me llama la atencién -con pesadumbre- la ma-
quinizacion y proletarizacion de los sujetos académicos.
La transforma
bricacion de un mundo avido de competencia crean de-
on del saber en mercancia y la fa-
sazon en mi espiritu. La trasformacion de la escuela y la
universidad en empresas me entristece. El impacto de
la tecnologia sobre la vida humana y el libre mercado
ocasionan una fuerte desolacion en mi ser. Me pregun-
to por la racionalidad que impera en las ciencias duras
y el desprecio por las humanidades. La politica no me
€s ajena como tampoco la incertidumbre que viven las
yo conden-
sa tantos aos de trasegar en la educacion y da cuenta
de mi pensamiento sobre los cambios en el mundo, los
muros que hemos levantado y las guerras que se empren-
den. La pesadumbre del presente me inspira para tra-
zar estas lineas y dejar por escrito mis luchas interiores.
generaciones mis jévenes. En fin, este en:
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