Universidad Autónoma de Santo Domingo

Centro Santiago
Literatura Universal Contemporánea
Let 348 - 01

Instructor Asignado:
Pablo Reyes

Estudiante:
Linmara Kunhardt

Matricula:
100390371

Carrera:
Filosofía y Letras

Semestre:
Sexto

viernes, 13 de Septiembre de 2019

 Lo Sublime de Circe

Circe es en lo que a nuestro parecer compete uno de los personajes femeninos de la Odisea más llamativos.
Para acercarnos a lo que su personaje representaba esta divinidad era hija del Sol, Helios, y nieta del
Océano, puesto que su madre era Perseis. Por lo tanto, era hermana de Calipso1.

Homero en su obra hace referencia a ella como ―la de crespos cabellos, aunque ciertamente se
caracterizaba más por los hechizos que practicaba a quienes le ofendían. La vemos al comienzo de su
aparición en el camino de Ulises y sus compañeros cuando los droga y los convierte en cerdos.

Y ella, dentro, les hizo sentar en sitiales y sillas; tomó queso, harina y miel y mezcló todo ello con un vino
de pramnio y echó dentro de él perniciosas drogas, para que jamás recordaran su patria… y de puerco
tenían la voz y la cabeza (…)

La volvemos a leer al final del episodio, luego del regreso de los peregrinos, en la rapsodia XII, después del
descenso de Odiseo al mundo de los muertos.

Y de pie entre nosotros habló la divina entre diosas: ¡Desdichados! Bajasteis en vida a la casa de Hades;
habéis muerto dos veces y el hombre se muere una sola, más comed de esta carne (…)

Y pues, es tanta la grandeza de su presencia que el autor en otra ocasión le nombra también como
veneranda, augusta: y yo, punto por punto, conté lo que había ocurrido. Y habló la, augustísima Circe con
estas palabras.

Circe es una diosa perversa, una hechicera. Por eso, Hermes explica a Odiseo ―los maléficos bosquejos de
Circe, el recóndito lugar en donde estaba ubicada su casa y el contexto en el que ella vivía.

En el fondo de un valle encontraron la casa de Circe. Con sus muros de piedra pulida, en lugar muy ameno.
Y encontrábanse en torno leones y lobos monteses que ella había encantado por medio de pérfidas drogas.

Pero, irónicamente, después de encontrarse con Ulises y darse cuenta que este era inmune a sus hechizos, lo
invita a su alcoba y aunque este se rehúsa ella se enamora de él; mas luego la de los rizos cabellos no solo se
compromete a liberar a sus compañeros sino, que los acompaña en su travesía y les sirve de protectora.

1
Sechi Mestica, G. Diccionario Akal de mitología universal. Editorial Akal, 1998.
Dije, y ella al instante juró como se lo pedía y enseguida que me hubo prestado su gran juramento, ya sin
más, me acosté en el bellísimo lecho de Circe.2

Cuando hubimos llegado a la nave, alcanzada la orilla, en la onda divina botamos primero la nave y en el
negro navío arbolamos el palo y las velas embarcamos las reses... No tardó, tras la nave de proa azulada,
en enviarnos un leal compañero en la brisa que henchía las velas.3

Y los mantuvo con deliciosos manjares y buenas comodidades por todo un año; sin embargo, luego que
Ulises había bajado con su tripulación a casa de Hades en dos ocasiones, la diosa le pide que prepare su
tripulación para que estos pudieran volver a su patria, de donde fue este la última vez que Circe se dispuso a
ayudar a su amado Ulises.

(…) más comed de esta carne y bebed de este vino, y quedaos todo el día aquí mismo y en cuanto la aurora
despunte navegad, y yo habré de mostraros la ruta y de todo haré sabedores, no sea que tramas funestas os
alcancen.4

Así, pues, se han cumplido estas cosas. Escuchadme ahora lo que voy a decirte, y un dios no querrá que lo
olvides. De primero te encontrarás con las sirenas… cuando tus compañeros se dejen atrás las sirenas no
podre ya indicarte que senda es aquella que debes proseguir de las dos (...)

Es necesario decir que este personaje ocupa otras más apariciones durante la obra, pero esta fue la última
vez que Circe pudo cumplir con la ayuda que ofreció a su amante, la raza de Zeus, Ulises.

2
Rapsodia X pág. 197.
3
Canto XI pág. 206
4
Rapsodia XII pág. 229