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I REGISTROS JUDICIALES
Sin perjuicio de lo anterior, hay que señalar que las reglas que se encuentran en el § 6° del
Libro I del CPP sobre registro de actuaciones judiciales tienen la característica de ser
supletorias de las diversas normas especiales que se establecen en el CPP y, a su vez,
especiales respecto de las reglas de sobre actuaciones judiciales del título VII del Libro I
del CPC, es decir, disposiciones comunes a todo procedimiento, aplicables al proceso
penal por virtud del artículo 52 CPP.
Si se lee atentamente el encabezado del artículo 41, lo único que se modifica es el registro
de las audiencias. Sólo así puede entenderse el encabezado de dicho artículo “Las
audiencias ante los jueces con competencia en materia penal se registrarán…”.
1. Detención
Junto con ello, para emitir una orden de estas características deben cumplirse con:
a) Requisitos de Procedencia. Para poder dar una orden verbal de detención (y también la
autorización verbal de una diligencia), debe tratarse de “casos urgentes” en que “la orden
sea indispensable para el éxito de la diligencia”. La urgencia del caso implica que en el
caso concreto hay una necesidad apremiante que hace imposible seguir el curso regular y
que, por lo tanto, hace insustituible la forma verbal de la orden de detención para su
eficacia.
b) Obligaciones de Registro. La escrituración de la orden además de ser necesaria para la
intimación, es una garantía de la libertad y de la seguridad individual. En esta perspectiva,
las obligaciones de registro que establece el artículo 9 se justifican en las mismas razones.
Dichas obligaciones pueden dividirse en dos:
b.1) Las que deben cumplirse en el momento de realizar el acto. El artículo 9 consagró una
obligación que pesa en “el funcionario policial que la practique”, consistente en “entregar”
una “constancia” de orden de detención que debe contener “el tribunal que la expidió, el
delito que le sirve de fundamento y la hora en que se emitió”. Así, la inexistencia de estos
antecedentes escritos, vicia la detención de ilegalidad.
b.2) Aquellas cuyo cumplimiento es posterior a la ejecución de la actuación. Con
posterioridad a la realización de toda actuación en que haya existido una orden judicial no
escrita, debe dejarse constancia de ella según las normas de registro establecidas en el
CPP. Así, respecto de la orden del Juez de Garantía, debe cumplirse con el Art. 39 CPP2;
en caso de la actuación del Ministerio Público, con el Art. 227 CPP y, finalmente, respecto
de la actuación policial, con el Art. 228 CPP. Tal como en el caso anterior, la inexistencia
de estos registros, puede viciar la actividad de ilegalidad, al vulnerar una garantía
vinculada con el derecho a defensa, en su vertiente de conocimiento3.
1
Así se desprende de la modificación al artículo 154 CPP. Allí se mantuvo el
requisito ordinario de la escrituración que puede ser excepcionado sólo en casos urgentes.
2
El Art. 40 CPP, donde estaba la regulación de los registros ante el Juez de
Garantía fue derogado y el nuevo Art. 41 sólo se refiere a las audiencias. Así, es que la
norma aplicable es el Art. 39 que exige el registro íntegro de la resolución judicial. En todo
caso, no se establece un soporte obligatorio para hacer del registro.
3
Sobre el tema de registro, en especial de la obligación del fiscal, véase BOFILL
GENZSCH, J.: Alcance de la obligación del fiscal de registrar sus actuaciones durante la
investigación. Consecuencias de su incumplimiento en las diferentes etapas del
procedimiento, Departamento de Estudios: Informe en Derecho N° 1 / 2005.
ii) el detenido que se fugue.
iii) la persona con orden de detención pendiente.
iv) el imputado que sea sorprendido en violación flagrante de las medidas
cautelares que se le hubieren aplicado.
v) el imputado que viole la prohibición de frecuentar determinados lugares o
personas, impuesta para proteger a otras personas como condición de una
suspensión condicional.
En todas las situaciones descritas se requiere cierta realidad procesal: que el detenido esté
sentenciado, detenido o con orden de detención, imputado con ciertas cautelares o con
suspensión condicional. Además, en el caso de las cautelares su violación debe ser
flagrante, por lo que aquella infracción producida en días u horas pasadas no da potestad
para detener sin orden judicial. Por su parte, en el caso del imputado sujeto a suspensión
condicional, la detención sólo es posible si la condición fue impuesta para proteger a otras
personas.
b) Facultades policiales en detención sin orden judicial (129.6 CPP). En los casos del Art.
129 CPP, se autoriza a la policía que se encuentre en actual persecución de la persona a
quien debe detener, para entrar a un lugar cerrado para practicar dicha detención. Esta
potestad excepciona en parte la regulación sobre entrada y registro establecida en los Arts.
205 y ss CPP; sin embargo, también posee límites: Primero, sólo puede realizarlo la
policía; segundo, sólo si está en persecución de un individuo que deba detener por las
situaciones descritas en los incisos anteriores del Art. 129 CPP, por lo tanto, no se puede
usar esta potestad fuera de un intento de detención; tercero, la entrada en los lugares es
sólo para practicar la detención de quien se persigue. Tampoco es procedente efectuar un
registro del lugar ni pueden incautarse objetos del mismo, pues para realizar estas
actividades han de respetarse la regulación general del CPP. Además, no parece
procedente entrar a lugares distintos de aquel en que se encuentre el sujeto a que se va a
detener.
1.3) Información al Defensor. El nuevo inciso final del Art. 131 CPP obliga al fiscal a
informar a un defensor acerca que hay una persona detenida y que será puesta a
disposición del Tribunal. Esta obligación busca garantizar el derecho a defensa permitiendo
que el imputado tengo un rápido acceso al letrado, sea de su confianza sea defensor penal
público. En tanto la garantía busca hacer eficaz la realidad de un derecho, en su
observancia habrá que considerar cuestiones como la anticipación con la que se avise al
defensor: si éste es escaso, aunque se cumpla formalmente con la norma, se infringe la
garantía.
2. Asistentes de Fiscal
El nuevo Art. 132 CPP dispone que “a la primera audiencia judicial del detenido deberá
concurrir el fiscal o el abogado asistente del fiscal. La ausencia de éstos dará lugar a la
liberación del detenido”.
Esta norma fue uno de los más controvertidos del proyecto de ley. En efecto, incorporado
en el Senado fue rechazado en la Cámara de Diputados al estimar que “el ejercicio de la
acción penal pública y la dirección de la investigación criminal sólo correspondía a los
fiscales del Ministerio Público, no contemplando la ley orgánica constitucional respectiva, ni
tampoco la Constitución Política, la participación de asistentes del fiscal”4; sin embargo,
fue finalmente aprobada en la Comisión Mixta. Por ser norma de rango orgánico
constitucional, el texto fue analizado por el Tribunal Constitucional quien, por 3 votos contra
2, estimó constitucional el precepto, pero indicó una serie de condiciones para su
utilización constitucional.
De esta manera, el asistente del fiscal sólo puede: (a) “concurrir” a “la primera audiencia
judicial del detenido”, quedándole vedada la participación en cualquier otra audiencia
posterior o que no se refiera a la detención que una persona está sufriendo; (b) No puede
pedir que se amplíe la detención, formalizar, solicitar medidas cautelares o realizar
cualquier otra actividad procesal que le esté encomendada al fiscal. Más aún, sólo le están
permitidas según el Tribunal Constitucional aquellas actuaciones que la ley
expresamente le encomendó al “abogado asistente del fiscal”. De esta manera, la
pregunta es ¿qué le ha encomendado la ley a un órgano que no es interviniente en el
proceso (Art. 12 CPP)? Sólo “concurrir” a la primera audiencia del detenido, nada más.
Cualquier otra actividad, solicitud o petición excede sus competencias (Arts. 6 y 7 CPR).
considerando 15°.
3. Medidas cautelares del Art. 155 CPP y prisión preventiva
El cambió del régimen de coerción durante el proceso varió desde un “sistema de coerción
necesaria” en el CPP de 19066 a uno de coerción justificada. De esta manera, con el
actual CPP “las medidas cautelares dejan de ser el efecto automático del auto de
procesamiento, que desaparece, pasando a constituir medidas excepcionales, cuya
necesidad requiere ser invocada y acreditada en cada caso por el fiscal”7. Este modelo es
compatible con la presunción de inocencia, vincula las medidas con necesidades que se
pueden legítimamente cautelar (peligro de seguridad del ofendido, de la investigación y de
la seguridad de la sociedad) y establece expresamente un criterio de proporcionalidad.
Nada de esto ha variado.
También sigue siendo necesario indicar los fines del proceso que las medidas quieren
cautelar. Así lo expresa el nuevo Art. 19 Nº 7 letra e) de la CPR que establece como regla
general la libertad del imputado, siendo la cautela de los fines que indica, el antecedente
necesario para su afección. Esto también lo recoge con claridad el Art. 122 CPP cuando
vincula el decreto de medidas cautelares con el resguardo de los fines del procedimiento.
Esta norma no fue reformada e inaugura el título sobre las medidas cautelares. Reiteran lo
mismo los nuevos Arts. 139 y 155 CPP.
6
DUCE, M. y RIEGO C.: Introducción al Nuevo Sistema Procesal Penal, Santiago: Ed. U.
Diego Portales, 2002, p. 245.
7
DUCE, M. y RIEGO C., (n. 6), p. 246.
graduar la aplicación de la coerción en el proceso cuando exista esta finalidad.
La modificación más llamativa es la del Art. 141 CPP. Con ella se elimina la referencia
expresa que contenía a la proporcionalidad, la improcedencia de la prisión preventiva
cuando la pena sea de presidio menor en su grado mínimo y cuando fuere posible la
aplicación de alguno de los beneficios de la ley 18.216. ¿Quiere decir que estos
argumentos ya no son utilizables? Como se dijo, el principio de proporcionalidad mantiene
hoy su sustento normativo y con ello, la razón que fundaba las causales de improcedencia
de las antiguas letras a) y c) del Art. 141.
3.2) Caución. La reforma del Art. 146 CPP busca evitar que se reemplace la prisión
preventiva decretada por peligro para la seguridad de la sociedad, en su vertiente de
peligro de reiteración, por una caución. Así, hace procedente la caución sólo para los
casos en que la prisión preventiva se decreta por peligro de fuga.
3.3) Recursos. El nuevo Art. 149 CPP permite que el MP interponga recurso de apelación
cuando se le niegue el decreto de prisión preventiva, sin obstar para ello que se hayan
establecido otras medidas cautelares del Art. 155 CPP.
8
Mensaje del Proyecto de Ley de Código Procesal Penal de 9 de Junio de 1995.
9
Ver Duodécimo Boletín de Jurisprudencia del Departamento de Estudios de la Defensoría
Nacional.
4. Competencia del Juez de Garantía para autorizar diligencias y controlar la
detención
El nuevo Art. 70 CPP contiene dos normas que hacen excepción a la competencia
territorial de los jueces de garantía (Art. 157 COT) y se refieren al control de la detención
por una orden emanada de otro tribunal y a la posibilidad de autorizar diligencias que se
realizan en un territorio jurisdiccional distinto al del tribunal naturalmente competente.
b) Órdenes Judiciales. El inciso segundo permite al fiscal para solicitar autorización al Juez
de Garantía del lugar donde se practicará la diligencia; sin embargo, es preciso destacar
que esta norma de excepción sólo es procedente es casos urgentes. Fuera de ellos, el
Tribunal de Garantía pierde su competencia y la autorización no sería suficiente para
justificar una restricción de derechos. Además, se obliga al MP a dar cuenta sobre lo
ocurrido al Juez del procedimiento, “una vez realizada la diligencia o cumplida la orden”.
Respecto al segundo punto, sea o no actuando a través de abogado habilitado, hay que
destacar que no se ha exento a la víctima de las obligaciones que le impone al apelante el
artículo 367, esto es, interponer el recurso por escrito en el que indique los fundamentos y
de las peticiones concretas que se formularen, de manera de que al faltar éstas, el recurso
debiera no admitirse a tramitación.
1.2) Nueva Condición. Se agregó en el artículo 238 una nueva condición: “h) Otra
condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto
de que se tratare y fuere propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público”. De más está
decir que, en definitiva será el juez el que califique si esa condición se encuentra
debidamente fundada en caso de existir discrepancia con la defensa, resolución que
igualmente deberá ser fundada, de acuerdo a los artículos 19 ° 3 inc. 5° CPR y 36 CPP.
2. Acuerdos reparatorios
Se modifica el artículo 242 impidiendo que se dicte el sobreseimiento definitivo hasta que
se cumplan o garanticen debidamente, a satisfacción de la víctima, las obligaciones
contraídas por el imputado.
10
Que fue modificada expresamente por las leyes 19.665, DO 09.03.2000 y 19.708, DO
05.01.2001, por tanto aplicables al sistema del Código Procesal Penal.
No obstante lo anterior, la referida norma no autoriza a los jueces de garantía a revocar el
acuerdo reparatorio. En efecto, no se incluyó una ley que, como en el caso de la
suspensión condicional del procedimiento (artículo 239), los faculte y señale los casos en
que procedería dicha revocación, de manera que, como se trata de sentencias
ejecutoriadas y atribuciones judiciales que deben estar conferidas expresamente por el
legislador no pueden aplicarse por analogía ni conferirse tácitamente, so pena de nulidad,
incluso, de derecho público.
Más aún, se dejó vigente el artículo 243 que expresamente establece la forma de proceder
en caso de incumplimiento de las obligaciones contraídas, razón por la cual en ese caso el
tribunal debe proceder conforme a las reglas del cumplimiento incidental establecidas en el
CPC (Arts. 233 y ss.).
Todas las normas que regulan el procedimiento aplicable son de orden público, toda vez
que regulan la organización y funcionamiento de nuestros tribunales, en consecuencia, son
irrenunciables, no pudiendo ser modificadas por la voluntad expresa o tácita de las partes.
La reforma del Art. 182 CPP buscó fortalecer el derecho a defensa en su vertiente de
conocimiento de los antecedentes de cargo. Para ello en el Senado se hizo explícito el
derecho a sacar copias de la investigación fiscal. Sin perjuicio de lo anterior, la redacción
final de la norma si bien mantiene el derecho a examinar los registros y documentos, limita
las copias de los mismos a “los registros y documentos de la investigación fiscal”,
permitiendo sólo el examen “de la investigación policial”. No obstante la deficiente
redacción, es posible sostener que son parte de la investigación fiscal todos los
antecedentes con que el fiscal cuenta en su investigación.
4. Reapertura de la Investigación
EL Art. 257 CPP resuelve el problema de remisiones que planteaba la antigua redacción.
Así, se establece claramente que los intervinientes tienen 10 días a contar del cierre de la
investigación para reiterar solicitudes precisas que, formuladas oportunamente, el fiscal
hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado. Ante estas
solicitudes, el Juez de Garantía tiene la potestad para ordenar al fiscal a reabrir la
investigación y proceder al cumplimiento de las diligencias.
El tema probatorio y el régimen de exclusión de pruebas fue uno de los más discutidos
durante la tramitación del proyecto, buscándose en muchos casos
dejar sentados criterios jurisdiccionales o de costumbre que ya estaban siendo utilizados,
sobre todo, por los fiscales, como era el caso de la introducción de ciertos informes
escritos en la audiencia del juicio oral o la realización de declaraciones de testigos o peritos
a través del sistema de videoconferencias, pero imponiendo restricciones a su uso.
Asimismo, se buscó darles ciertas atribuciones a los fiscales que les permitieran renunciar
al ejercicio de la acción penal en etapas más avanzadas del proceso. Dentro de estas
últimas, se encuentra la reforma al artículo 277, que permite al fiscal solicitar el
sobreseimiento definitivo de la causa ante el juez competente en caso que se le
excluyeren, por resolución firme, pruebas de cargo que considere esenciales para
sustentar su acusación en el juicio oral respectivo. El juez deberá decretar el
sobreseimiento en audiencia convocada al efecto.
Finalmente, se buscó hacer coincidir algunas disposiciones que tenían una mala referencia
a otros artículos del CPP (Art. 280) o aclarar la situación de que el auto de apertura del
juicio oral debe enviarse al tribunal de juicio oral sólo una vez que éste quedara firme (Art.
281).
También fue alterada la redacción del artículo 316 al especificar que es el juez de garantía
el que, en la audiencia de preparación de juicio oral, puede excluir la prueba pericial en
caso de que ésta sea excesiva o pueda entorpecer la realización del juicio. Esta
disposición no puede entenderse sino en relación al artículo 276, puesto que en el proyecto
que enviado por la Cámara de Diputados se modificaban ambos artículos, lo que fue
enmendado por el Senado, habida consideración que respecto del informe pericial,
existirían dos normas sobre la misma materia, lo que podría entorpecer su adecuada
inteligencia, razón por la cual se prefirió regular la exclusión de prueba por abundancia en
el inciso 3 del artículo 276 para testigos y documentos y el artículo 416 para la prueba
pericial.
Esta discusión no hace sino recordar que el origen de loa párrafos, 4°, 5°, 6°, 7° y 8° del
título II del Libro II, a pesar de encontrarse a propósito del juicio oral, corresponden a un
articulado que, en el Proyecto de Código Procesal Penal, se encontraba dentro de las
disposiciones generales y, es por ello que en la actualidad es posible encontrar normas
que se refieren a facultades propias del juez de garantía.
V PROCEDIMIENTOS SIMPLIFICADO
La Ley de Ajustes deroga parte del inciso segundo del Art. 388 CPP, como consecuencia
de la decisión previa de hacer obligatorio el juicio simplificado en los delitos menores. Así,
esta derogación debe vincularse con el nuevo inciso segundo del Art. 390 CPP que
establece que el requerimiento se tendrá por acusación cuando la pena no excede de
presidio menor en su grado mínimo, obligando al Juez de Garantía a proceder según las
normas del procedimiento simplificado en tal caso.
2. Audiencias del Procedimiento Simplificado (Arts. 393, 395, 395 bis y 396 CPP)
2.1) Relación Formalización y Requerimiento. El nuevo inciso primero del Art. 390 CPP
permite que “hasta la deducción de la acusación, el fiscal” pueda “dejar sin efecto la
formalización de la investigación que ya se hubiere realizado” y continuar con el
procedimiento simplificado.
La tercera cuestión vinculada con la norma es que luego de ella parece más claro que el
requerimiento se equipara a la acusación y no a la formalización de la investigación, es
decir, ambos son la formulación definitiva de cargos por parte del órgano persecutor, que
permiten y dan inicio al juicio oral, sea ordinario o simplificado. Esto se vincula con las
exigencias propias del
requerimiento. Sobre este punto, la nueva ley mejora el Art. 391 CPP al pedir que el fiscal
señale “la pena solicitada”. No obstante ello, el Art. 391 CPP sigue siendo menos exigente
que el Art. 259 CPP. Ante esto debe observarse lo siguientes: (a) por subsidiariedad del
procedimiento ordinario (Art. 389 CPP) debe pedirse al requerimiento lo mismo que la
acusación. A la misma conclusión se llega si se mira el asunto desde la perspectiva del
derecho a defensa; (b) las exigencias que plantea el principio de congruencia rigen tanto
en la relación formalización-requerimiento (Art. 259 inciso final CPP) como en la
vinculación requerimiento-sentencia (Art. 341 CPP).
2.2) Juicio Simplificado con reconocimiento de responsabilidad. El Art. 395 CPP contiene
una de las modificaciones más importantes de la nueva ley que elimina la referencia a la
pena de multa o de prisión para los casos de reconocimiento, estableciendo como única
limitación al juez la pena pedida por el fiscal. Así, el procedimiento simplificado con
reconocimiento de responsabilidad queda, en el punto de la pena, configurado en forma
muy similar al Procedimiento Abreviado.
2.3) Preparación y Juicio Simplificado Oral. Se incorpora un nuevo Art. 395 bis CPP que
obliga, en caso de no haber reconocimiento de responsabilidad, a proceder a la
preparación del juicio simplificado. Allí se verificarán todas las cuestiones propias de la
audiencia de preparación de juicio oral (Arts. 260 y ss CPP). Terminada ella se hará
inmediatamente el juicio simplificado o se citará a uno, a más tardar dentro de 5° día.
De esta forma, los tiempos cuando se plantea un requerimiento son los siguientes: recibido
el requerimiento por el tribunal debe citar a una audiencia donde se puede verificar,
alternativamente o una salida alternativa o proceder al juicio simplificado con
reconocimiento de responsabilidad o la audiencia de preparación de juicio simplificado.
Esta audiencia debe verificarse no antes de 20 ni después de 40 días de presentado el
requerimiento11. Luego, en caso de realizarse una audiencia de preparación, el juicio se
realizará de inmediato o a más tardar al 5° día.
VI PROCEDIMIENTO ABREVIADO
Lo buscado con las modificaciones al procedimiento abreviado es permitir que sea más
utilizado en etapas tempranas de la investigación y no sólo una vez
11
Art. 393 en relación con Arts. 394, 395 y 395 bis, todos CPP.
cerrada la investigación. Para ello se reforman las normas procesales de procedencia y se
establece un incentivo mayor que el que a la fecha existe.
Por lo anterior se eliminó en el artículo 406 la frase del inciso primero: “, en la audiencia de
preparación del juicio oral”, permitiendo la procedencia en cualquier fase del juicio. Esto fue
complementado con la reforma al artículo 407 que permite que se realice el procedimiento
abreviado en cualquier etapa del procedimiento, desde que la causa esté formalizada
hasta la audiencia de preparación de juicio oral.
También con el objeto de facilitar su uso se permite formular acusaciones de forma verbal
a la parte acusadora en caso de que no se hubiesen formulado con anterioridad, o
modificarla en caso de que ya la hubiesen presentado. En este punto será muy importante
para la defensa verificar los términos precisos de la acusación, por ejemplo para
determinar eventuales problemas de congruencia.
1. Video Conferencia
El nuevo inciso final del Art. 329 CPP que permite el uso de la video conferencia, no la
establece como la forma regular para que declare el testigo o perito con algún problema
para comparecer. Al contrario. Para interpretar adecuadamente la cuestión debe
recordarse que por razones de inmediación y de obligación legal, los testigos deben
comparecer al juicio oral. De esta manera, una video conferencia sólo se justifica por la
existencia de ciertas situaciones de orden práctico, sintetizadas en la expresión “motivo
grave y difícil de superar para comparecer a la audiencia del juicio”. Dicho motivo debe
explicitarse y acreditarse en una audiencia que será citada al efecto.
2.1) Sentido de la Institución. Las modificaciones de los Arts. 343 y 345 CPP fueron
propuestas por la Defensoría para resolver “la dificultad estratégica que se produce cuando
la defensa ha efectuado un alegato de inocencia y debe plantear atenuantes en subsidio.
Esto debilita el alegato principal de inocencia, porque importa reconocer la culpabilidad del
imputado”12. En este sentido, “el objetivo de la norma es dar a la defensa un escenario
adecuado para afirmar la inocencia del imputado y no tener que recurrir, simultáneamente,
a alegatos subsidiarios”13. Así se evita el “desmedro de las posibilidades del inculpado de
tener un juicio justo”14.
2.3) Objeto de la audiencia y forma de proceder. El nuevo Art. 343 CPP señala que se
“abrirá debate y recibirán antecedentes” para discutir sobre las circunstancias ajenas al
hecho punible, las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal y a los demás
factores relevantes para la determinación y cumplimiento de la pena. A pesar de la
aparente claridad, la norma plantea la necesidad de delimitar el ámbito propio de la
audiencia de determinación de pena en relación al juicio oral, tanto en lo que respecta a su
objeto como a la forma de probar.
Con el nuevo Art. 348 CPP, la privación de libertad impuesta en virtud del Art. 155 a) CPP
deberá ser contabilizada para determinar el tiempo que se abone a la condena decretada.
Esto recoge la práctica de algunos tribunales y adecua el abono de días con las nuevas
medidas cautelares personales que pueden decretarse en el proceso penal. Así las cosas,
aquel arresto domiciliario igual o mayor de 12 horas se computa como un día de privación
de libertad.
12
Intervención del Defensor Nacional R. Quintana en la Comisión Mixta. EN Informe de la
Comisión Mixta de 11 de Octubre de 2005.
13
Intervención del Senador A. Chadwick en la Comisión Mixta. EN Informe de la Comisión
Mixta de 11 de Octubre de 2005.
14
Intervención del Diputado J. Bustos en la Comisión Mixta. EN Informe de la Comisión
Mixta de 11 de Octubre de 2005.
VIII FALSO TESTIMONIO Y OBSTRUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN
1. Introducción
El mensaje del Ejecutivo —Nº 440-350— con el que se inicia el proyecto de ley que
modifica los códigos procesal penal y penal, de 22 de enero de 2004, contemplaba como
una de sus matrices la incorporación de dos figuras penales —Art. 208 y 209 del Código
Penal— que tipificaban el falso testimonio ante el fiscal. Posteriormente, la Cámara,
recogiendo la crítica de los expertos, rechazó tal propuesta por resultar incompatible con
los presupuestos estructurales del “sistema acusatorio” que inspira a nuestro nuevo
proceso penal, proponiendo como vía alternativa la ampliación de la obstrucción a la
justicia, dando lugar así a un nuevo delito de obstrucción a la investigación. Finalmente, la
Comisión Mixta aprueba la propuesta de la Cámara con algunas modificaciones, texto
definitivo del nuevo Art. 269 bis CP.
De este modo, es claro que el legislador ha optado por un sistema que excluye la
penalización pura y simple del falso testimonio ante el fiscal, distinguiendo dos ámbitos de
punición en el marco de la protección de la administración de justicia: (a) falso testimonio
ante el Tribunal (artículos 206 y 207 CP); (b) obstrucción a la investigación (269 bis CP).
En el primer caso se trata de conductas que lesionan directa o inmediatamente el bien
jurídico, pues se dirigen al órgano jurisdiccional llamado a juzgar. En el segundo, se trata
más bien de una protección mediata de la administración de justicia, pues lo que se lesiona
directamente es la “investigación”.
Dentro del marco general antes expuesto, también se incorporan nuevas reglas en materia
de retractación, circunstancias modificatorias y exención de responsabilidad penal.
Además se reformula el 269 ter CP, incluyendo expresamente los supuestos en que el
fiscal oculta, altera o destruye antecedentes que prueben la “inexistencia del delito o la
inocencia del imputado”.
A continuación pasamos a analizar algunos aspectos que pueden ser de utilidad para la
interpretación y aplicación del nuevo delito de obstrucción a la investigación, como también
respecto de las modificaciones al falso testimonio ante el tribunal.
Tipo sujetivo: Se utiliza la voz “a sabiendas”, por lo que se exige siempre dolo directo. En
cuanto al ámbito que debiera abarcar el conocimiento y voluntad del agente, conforme a
las reglas generales del dolo típico, entendemos que ello se extiende, además de las
aportaciones falsas, tanto a las acciones u omisiones en que incurre el MP, como al
resultado de obstaculización grave de la investigación.
15
Boletín 3465-07 Informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. (VER PP:
BUSTOS Tb.)
en un grado cuando la obstaculización de la investigación conlleva actuaciones que
impliquen la solicitud de medidas cautelares o una acusación infundada.
Exención: De conformidad al inciso sexto del 269 bis CP, están exentos de
responsabilidad por estas conductas las personas señaladas en el inciso final del artículo
17 CP (cónyuge y parientes del imputado) además de las que gozan de la facultad de no
declarar por motivos personales de conformidad al artículo 302 CPP. Para el caso del
imputado, estas normas deben interpretarse a la luz del derecho a guardar silencio y a no
autoincriminarse consagrados en los artículos 93 g) y 305 del CPP, por lo que también
debiera entenderse exento.
269 ter: En el delito de ocultación, alteración o destrucción de prueba por parte de fiscales
del MP, se señalan expresamente los supuestos en que tales conductas se dirigen a
comprobar la inexistencia del hecho punible o la inocencia del imputado. Ello porque, como
se sostuvo en la discusión parlamentaria, “del tenor literal de la disposición [369 ter
antiguo] no es evidente que esté abarcado el caso contrario, es decir, cuando los
antecedentes, objetos, documentos ocultados, alterados o destruidos, prueben la no
existencia del delito o la inocencia del imputado”17.
Tipo subjetivo: Para el caso de la aportación de prueba falsa o adulterada (207 CP) se
exige expresamente dolo directo mediante la inclusión de la voz “a sabiendas”. Respecto
de las declaraciones (206 CP) entendemos que la naturaleza misma del comportamiento
supone tal dolo directo.
Ahora bien, respecto de las penas establecidas en los sustituidos 206 y 207 CP, el artículo
18 CP podría ser aplicable por el trato más benigno que, en general, ofrecen estas nuevas
normas18. Al igual que para la obstrucción a la investigación, en el caso de la aportación
(207 CP) se incluye también una pena accesoria para los abogados consistente en la
suspensión de profesión titular por el período de la condena. La misma sanción se
prescribe para el perito o intérprete del 206 CP.
También se incluye una agravante especial cuando la aportación la efectúa un fiscal del
MP, elevándose la pena a la de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en
su grado mínimo.
18
Vid minutas del Departamento de Estudios: 2/2005 “Artículo 18 del Código Penal
en relación al artículo 4° Ley 20.000”; 7/2005 “Síntesis de nuevas Leyes: Ley 16.618, de
menores; Ley 20.048, modificatoria del delito de “desacato”; y Ley 20.061, modificatoria de
la ley de control de armas”, p. 6.
Exención: En los supuestos de declaración falsa (206 CP), se establece una exención
expresa para las personas amparadas por el derecho a no autoincriminación establecido
en el artículo 305 CPP.
Tipo residual (212 CP): Finalmente se incorpora un tipo residual con pena menor para
quien, fuera de los casos de falso testimonio señalados en los artículos 206 y 207 CP, falte
a la verdad en declaración prestada bajo juramento o promesa exigida por la ley.