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Capítulo 3

Asesinatos en masa en
Oriente

Tabla de contenido
Introducción
1. Las bases violentas del régimen comunista
I. El ascenso de los comunistas soviéticos
II. El Partido Comunista Chino toma el poder
2. La masacre traicionera de la clase trabajadora
I. Supresión de los trabajadores y campesinos soviéticos
II. El PCCh sigue el modelo soviético
3. La brutalidad absoluta del Partido Comunista
I. Atrocidades del comunismo soviético
i. El Gulag, inspiración para los campos de la muerte de Hitler
ii. El terror de la hambruna soviética
iii. El gran terror ataca a la élite soviética
II. Las atrocidades del PCCh
i. La gran hambruna china
ii. La masacre maniática y el genocidio cultural de la Revolución Cultural
iii. Maldad sin precedentes: La persecución a Falun Dafa
iv. Terror rojo de exportación
Introducción

Ha transcurrido un siglo entero desde que el Partido Comunista tomó el poder en la


Unión Soviética. Según los registros compilados por el Congreso de EE. UU., los
regímenes comunistas son responsables de la muerte de al menos 100 millones de
personas. [1] El “Libro negro del Comunismo” detalla esta historia de matanza. [2]
De los documentos desclasificados por los gobiernos de naciones de la ex Unión
Soviética y Europa del Este, así como de registros oficiales sobre las víctimas de
campañas políticas comunistas en China y Corea del Norte, la gente puede obtener
un buen panorama de la adicción a matar que tiene el Partido Comunista.
El totalitarismo comunista suele ser comparado con el de los nazis. Si bien hay
muchos paralelismos, hay una distinción crucial que generalmente se pasa por alto:
los nazis asesinaban para eliminar los cuerpos físicos de los judíos, pero la simple
matanza física está lejos del propósito final del comunismo.
Los creyentes no consideran al deceso físico como la muerte verdadera, dado que
el alma va al Cielo o nace nuevamente en el ciclo de reencarnación. El Partido
Comunista utiliza al asesinato como un instrumento para plantar las semillas del
terror en las mentes de la gente, forzándola a aceptar su perversa ideología.
Mediante la destrucción de la moral, las almas de las personas están destinadas a
la perdición. El Partido Comunista no solo apunta a destruir el cuerpo físico del
hombre, sino también a destruir su alma.
Una característica adicional del Partido Comunista es la intensidad con la que lleva
a cabo las purgas internas y selecciona a los líderes más crueles. Es difícil para
muchos comprender la lógica detrás de las atrocidades infligidas por el Partido
Comunista sobre sus propios miembros, incluidos aquellos que se convirtieron en
víctimas simplemente por desviarse del Partido en asuntos específicos, a pesar de
ser completamente leales al Partido y a sus líderes en general.
Una razón es que el Partido Comunista, en su rebelión contra los dioses y la
humanidad, posee un miedo instintivo a que su ruina esté siempre a la vuelta de la
esquina. A fin de reforzarse, el Partido necesita reclutar personas que no tienen
consideración por el bien o el mal. Estos individuos se destacan en el proceso de
asesinatos en masa y su elevación a posiciones de liderazgo permite al espectro
del comunismo asegurar la perpetuación de su tiranía terrenal.
En 1989, los cuadros del Partido Comunista Chino (PCCh) que se rehusaron a
participar en la Masacre del 4 de junio, fueron purgados. Jiang Zemin, que demostró
su crueldad durante los eventos, fue ascendido hasta convertirse en líder del PCCh.
Luego de que Jiang comenzara la persecución a Falun Dafa (también conocido
como Falun Gong) en 1999, ascendió a funcionarios tales como Luo Gran y Zhou
Yongkang a posiciones de alto rango, dado que demostraron su habilidad para
cometer los crímenes más brutales en la persecución.
Otro incentivo para asesinar es reclutar participantes de la sociedad en general,
como se hizo durante la Revolución Cultural. Al cometer asesinatos y otros
crímenes, las masas se convirtieron en cómplices de la brutalidad del PCCh, y los
más brutales se convirtieron en los seguidores más acérrimos del Partido. Incluso
hoy en día, muchos ex Guardias Rojos que cometieron abusos y asesinatos durante
la Revolución Cultural no expresan remordimiento por sus crímenes, y dicen que no
tienen arrepentimientos por los eventos de su juventud.
Es más, al asesinar abierta y deliberadamente a sus víctimas, el Partido Comunista
amedrenta a la población en general para que sea obediente.
Todo esto nos permite explicar un principio general: a lo largo de la historia, las
matanzas ocurrieron bajo gobiernos tiránicos o en tiempos de guerra porque había
un enemigo para derrotar. Es característico del Partido Comunista tener un
enemigo, y si no hay enemigos, debe inventarlos para que puedan ser asesinados.
En un país como China, con su larga historia y rica cultura, el Partido Comunista no
podría lograr sus fines sin matar continuamente. Tradicionalmente, el pueblo chino
creía y reverenciaba lo divino. Impregnado de una herencia cultural de 5000 años,
de otra forma el pueblo chino no toleraría la existencia del barbárico y blasfemo
Partido Comunista. El único medio por el que el PCCh mantiene su régimen –como
aprendió con la prueba soviética– es la utilización del asesinato en masa.

1. Las bases violentas del régimen comunista


Siendo la encarnación de un espectro perverso, el punto de partida del comunismo
no puede ser más que deshonroso. Luego de que Marx proclamara que “un espectro
está acechando Europa –el espectro del comunismo”, bandidos y rufianes
establecieron la Comuna de París, devastando la capital francesa y sus
incomparables obras de arte y cultura. En Rusia y China, el Partido Comunista de
la Unión Soviética (PCUS) y el PCCh tomaron el poder mediante actos
despreciables de conspiración y derramamiento de sangre.

I. El ascenso de los comunistas soviéticos


En febrero de 1917, la escasez de comida y las condiciones laborales deterioradas
llevaron a que los trabajadores industriales rusos hicieran huelgas. Mientras los
disturbios se extendían por todo el país, el Zar Nicolás II abdicó y se estableció el
Gobierno Provisional Ruso. Al enterarse de estos sucesos, Vladimir Lenin regresó
inmediatamente a Rusia de su exilio en Suiza y realizó un golpe de Estado el 7 de
noviembre de 1917, o el 25 de octubre según el calendario juliano tradicional. En la
Revolución de Octubre, Lenin derrocó al Gobierno Provisional y estableció el primer
régimen comunista del mundo.
Pero en la elección democrática de la Asamblea Constituyente Rusa del 5 de enero
de 1918, el Partido Social-Revolucionario (PSR) ganó una multitud de votos
nacionales por sobre el Partido Bolchevique de Lenin, que controlaba la
administración pública. De un electorado de 44,4 millones de personas, el 40 por
ciento votó por el PSR y los bolcheviques perdieron por un margen del 20 por ciento.
Luego de este revés, Lenin pisoteó sus promesas y declaró a la Asamblea
Constituyente como “enemiga del pueblo”. Los bolcheviques se prepararon con
antelación para declarar la ley marcial el día que se reunía la Asamblea en la capital
rusa de Petrogrado, y movilizaron tropas para disolver la Asamblea Constituyente
por la fuerza, destruyendo el proceso democrático en Rusia.
La Revolución de Octubre y la subsecuente toma de poder leninista fue el origen de
todos los movimientos comunistas violentos del siglo XX en todo el mundo. Disparó
el crecimiento internacional del comunismo y las incontables catástrofes que le
siguieron.
II. El Partido Comunista Chino toma el poder
Después de 1917, cuando recién se había establecido la Unión Soviética, esta
exportó la revolución a China aprovechando el hecho de que la República de China
se había unido a la Tercera Internacional Comunista, o Comintern.
Los bolcheviques enviaron a Grigori Voitinsky a China para establecer una
organización comunista local. Luego enviaron a Mikhail Borodin para diseñar una
alianza entre el Partido Nacionalista Chino (Kuomintang) y la Unión Soviética. Bajo
este arreglo, el emergente Partido Comunista Chino tuvo la oportunidad de crecer
rápidamente al socavar al Kuomintang.
En la Segunda Guerra Mundial, durante los ocho años en que el Kuomintang peleó
una guerra sin cuartel contra el ejército japonés invasor, el PCCh utilizó el conflicto
para encubrir sus fuerzas en expansión. Cuando los japoneses invadieron China, el
Ejército Rojo estaba al borde de la derrota, pero para el momento de la victoria de
China, se jactaba de tener 1,32 millones de tropas regulares y 2,6 millones de
paramilitares. Seguido a la rendición de Japón, el PCCh utilizó la fachada de las
negociaciones de paz con el Kuomintang para expandir sus fuerzas de manera
encubierta. Mientras tanto, sus esfuerzos diplomáticos llevaron a que Estados
Unidos y la Unión Soviética abandonaran sus políticas que apoyaban a los
Nacionalistas. En 1949, el PCCh finalmente derrotó a las fuerzas gubernamentales
del Kuomintang, fundando así el régimen comunista totalitario más perverso de la
Tierra.
En este punto culminante en la historia del movimiento comunista mundial, este
controlaba un tercio de la humanidad y del área territorial del mundo, dado que
comprendía a Rusia y China, las naciones más grandes del mundo en tamaño y
población. Los gobiernos comunistas se extendieron por grandes franjas de Europa
y Asia, y muchos países de África, Sudamérica y el Sudeste Asiático se convirtieron
en clientes o aliados del PCUS o del PCCh.
Incontables personas dieron sus vidas en los campos de batalla de la Segunda
Guerra Mundial, no obstante, el resultado inesperado fue la meteórica expansión
del comunismo totalitario.

2. La masacre traicionera de la clase trabajadora


Desde las teorías de Marx a la retórica de los regímenes comunistas totalitarios,
todas estaban repletas del principio de dependencia en los trabajadores proletarios
y campesinos, y promesas de representar sus intereses. Pero en la práctica, fue la
clase trabajadora la que sufrió los abusos más grandes del sistema comunista.
I. Supresión de los trabajadores y campesinos soviéticos
En 1918, luego de que Lenin disolviera ilegalmente la Asamblea Constituyente, los
primeros en resistir la dictadura comunista fueron los trabajadores. En protesta por
la desintegración de la Asamblea Constituyente, decenas de miles de trabajadores
de Petrogrado y Moscú realizaron marchas y manifestaciones. Los soldados
bolcheviques acabaron con las protestas usando fuerza letal, acribillando a balazos
a los manifestantes y llenando las calles de Petrogrado y Moscú con la sangre de
los trabajadores.
El sindicato de trabajadores más grande del país, Ferroviario de Toda Rusia,
anunció una huelga política para protestar por el golpe de Estado bolchevique, y se
ganó el amplio apoyo de muchas otras organizaciones de trabajadores. Al igual que
con los trabajadores de Petrogrado y Moscú, el Partido Comunista de la Unión
Soviética (PCUS) sofocó a los huelguistas con sus fuerzas armadas, y el Sindicato
Ferroviario de Toda Rusia fue prohibido junto a otros sindicatos independientes.
Las restantes organizaciones de trabajadores fueron gradualmente puestas bajo el
control del PCUS. En la primavera de 1919, trabajadores famélicos en ciudades de
toda Rusia hicieron huelga muchas veces para exigir las mismas raciones que los
soldados del Ejército Rojo, la abolición de los privilegios políticos de los que
gozaban los comunistas, libertades básicas de expresión y elecciones
democráticas. La policía secreta Cheka se encargó de todos estos movimientos, y
encarceló o disparó a los huelguistas.
En el verano de 1918, Rusia enfrentó una escasez masiva de alimentos debido a la
guerra civil. En junio, con el país al borde de la hambruna, Lenin envió a Josef Stalin
a Tsaritsyn para tomar granos de la cuenca del Volga, un tradicional granero de la
agricultura rusa.
La tiranía del PCUS provocó la resistencia de los campesinos. En agosto de 1918,
los campesinos de la región de Penza se sublevaron en un levantamiento armado
que rápidamente se expandió a las zonas aledañas. El PCUS envió tropas a reprimir
el levantamiento, y Lenin envió un telegrama a los bolcheviques de Penza. Esta es
la traducción al español de la traducción al inglés de Robert Service del telegrama
original en ruso:
 Ahorcar (y asegurarse de que el ahorcamiento se lleve a cabo a plena vista del
pueblo) a no menos de 100 terratenientes conocidos, hombres ricos, chupasangres.
 Publicar sus nombres.
 Apoderarse de todos sus granos
 Designar rehenes de acuerdo al telegrama de ayer.
“Hacerlo de tal manera de que a cientos de kilómetros a la redonda, la gente vea,
tiemble, sepa, grite…”
Antes de la Revolución de Octubre, Tambov era una de las provincias más ricas de
Rusia. A fin de apoderarse de sus granos, el gobierno de la Unión Soviética organizó
muchos “equipos de confiscación de granos” y los envió a la región. Más de 50.000
campesinos de Tambov formaron milicias locales para luchar contra los equipos de
confiscación del PCUS, que también iban armados.
En junio de 1921, ante la tarea de suprimir la Rebelión de Tambov, el régimen
soviético sugirió que el comandante militar Mikhail Tukhachevsky luchara contra los
“vándalos” con gas venenoso. El uso de armas químicas por parte de
Tukhachevsky, combinado con los incendios que ardieron por toda la región,
dejaron a gran parte de Tambov completamente desolada. Se estima que 100.000
campesinos de Tambov que participaron de la resistencia y sus familiares fueron
encarcelados o exiliados. Unas 15.000 personas murieron en el levantamiento.
La matanza generalizada en la Unión Soviética sirvió como un modelo para las
persecuciones de trabajadores y campesinos chinos que cometería el PCCh más
adelante.

II. El PCCh sigue el modelo soviético


China tiene una cultura amplia y profunda, con una historia de 5000 años. Su pueblo
está empapado en la tradición de venerar a los dioses y reverenciar a lo divino.
Incapaz de conquistar 5000 años de tradición solamente mediante la conspiración,
el malvado espectro del comunismo se encargó de la cultura tradicional china
usando la violencia sistemática.
El PCCh apuntó a las élites de la sociedad que funcionaban como los portadores de
la cultura tradicional, destruyó los artefactos físicos de la civilización china y cortó la
conexión entre el pueblo chino y sus dioses. El patrimonio tradicional de China fue
reemplazado con una “cultura del Partido” que iba a ser difundida entre los
supervivientes de los asesinatos en masa del PCCh, convirtiendo así a los jóvenes
en “lobeznos” traicioneros que funcionaban como los peones del malvado espectro
en su continua destrucción de la humanidad.
Inmediatamente después de tomar el poder, el PCCh comenzó a inventar enemigos,
comenzando con el asesinato de las élites. En el campo, masacró a terratenientes
y a la aristocracia. En las ciudades, asesinó a empresarios, creando una atmósfera
de terror y saqueando la riqueza de la sociedad civil.
Para incitar a los campesinos a matar a los terratenientes y a los “campesinos ricos”,
y a apoyar al nuevo régimen comunista, el PCCh implementó la tal llamada “reforma
de la tierra”, que prometía a los campesinos tener su propia tierra. Pero después de
matar a los terratenientes, el PCCh dijo que la tierra iba a ser transferida a los
campesinos en la forma de “cooperativas”. En la práctica, esto significó que la tierra
aún no pertenecía a los campesinos.
En marzo de 1950, el PCCh emitió la “Directiva sobre la Represión Estricta de
Elementos Contrarrevolucionarios”, también conocida como la Campaña para
Reprimir a los Contrarrevolucionarios, la cual se enfocó en asesinar a los
terratenientes y campesinos ricos en el campo. El PCCh anunció que para fines de
1952, más de 2,4 millones de “contrarrevolucionarios” habían sido eliminados. De
hecho, habían sido asesinadas más de 5 millones de personas, lo cual representaba
casi el 1% de la población china.
Después de matar a los terratenientes y a los campesinos ricos en el campo, el
PCCh lanzó las campañas de los “Tres Anti” y los “Cinco Anti” para masacrar a los
ricos de las ciudades. Tan solo en Shanghai, 876 personas se suicidaron durante el
movimiento, desde el 25 de enero a abril de 1951, según estadísticas incompletas.
Entre ellos, muchos capitalistas cometieron suicidio con todos sus familiares.
El PCCh no se detuvo en el exterminio de terratenientes y capitalistas, sino que
también robó la riqueza de campesinos, pequeños comerciantes y artesanos.
Después de la masacre, la amplia mayoría de la clase trabajadora aún era pobre.
3. La brutalidad absoluta del Partido Comunista

I. Atrocidades del comunismo soviético

i. El Gulag, inspiración para los campos de la muerte de Hitler


El 5 de septiembre de 1918, Lenin ordenó el establecimiento del primer campo de
concentración soviético en las Islas Solovetsky para la encarcelación, tortura y
asesinato de prisioneros políticos y disidentes que se oponían a la Revolución de
Octubre. El PCUS continuó con una constelación de campos de concentración por
toda la Unión Soviética –los infames gulags de la era estalinista.
El sistema de gulag –una abreviatura de las palabras rusas para “Administración
Principal de Campos y Establecimientos Correctivos de Trabajo”– creció a una
escala monstruosa bajo el liderazgo de Josef Stalin a medida que el PCUS
intensificaba su terror político y llevaba a cabo purgas aún mayores. Para el tiempo
de la muerte de Stalin en 1953, había 170 administraciones de gulag que contenían
más de 30.000 campos individuales esparcidos por la Unión Soviética, en lo
que Aleksandr Solzhenitsyn describiría como el “Archipiélago de Gulags” en el libro
que lleva ese nombre.
En su libro documental, Solzhenitsyn enumeró 31 métodos diferentes utilizados por
la policía secreta soviética para agotar la fuerza de los prisioneros y forzarlos a
confesar cualquier crimen. [4]
Quienes eran enviados a un gulag sufrían una constante escasez de comida y
vestimenta y eran forzados a realizar labores pesadas durante 12 a 16 horas por
día en el congelante frío del invierno ruso. La tasa de mortalidad era enorme.
Muchas personas eran encarceladas junto con toda su familia, los maridos eran
encarcelados y las esposas eran exiliadas. Incluso los ancianos, algunos de más de
80 años, no eran perdonados. Los condenados incluían desde élites de alto rango
del Partido, líderes estatales y comandantes militares, a ciudadanos completamente
comunes de cualquier ámbito, incluyendo creyentes religiosos, ingenieros, técnicos,
médicos, estudiantes, profesores, obreros y campesinos.
Es común creer que los campos de concentración fueron inventados por los Nazi,
pero en realidad, el gulag soviético fue el precursor de formas similares de represión
en todo el mundo, tanto en regímenes comunistas como no comunistas. Antes de
la Segunda Guerra Mundial, Hitler envió oficiales de la Gestapo a Rusia para
recorrer y estudiar las experiencias acumuladas por los soviéticos al construir los
gulags.
Según estimaciones conservadoras, más de 500.000 prisioneros murieron en el
sistema de gulag entre 1930 y 1940, durante los años de terror preguerra de Stalin.
El gulag fue disuelto en 1960. En 2013, un sitio web de la prensa estatal rusa informó
que más de 15 millones de personas habían sido sentenciadas y encarceladas en
los campos de trabajo de los gulag, y más de 1,5 millones murieron.

ii. El terror de la hambruna soviética


Es común que los regímenes comunistas asesinen mediante hambrunas. Entre
1932 y 1933, la región ucraniana sufrió un genocidio masivo por inanición, conocido
como el Holodomor, causado por el régimen soviético.
Luego de la guerra civil, el PCUS impuso el sistema de cultivos colectivos, que
enfrentó una resistencia generalizada de los campesinos ucranianos. Para tratar
con este asunto, el régimen soviético clasificó a la mayoría de los campesinos con
habilidades como “kulaks” y los exilió a la Siberia occidental y a las repúblicas de
Asia Central. La remoción de los kulaks fue una gran pérdida para la agricultura
ucraniana, y en 1932 la producción cayó en picada.
En el invierno de 1932/1933, el gobierno soviético cortó las provisiones de alimentos
a Ucrania y estableció barreras de seguridad a lo largo de la frontera de la república.
Al principio, los ucranianos sobrevivieron gracias a los vegetales y patatas
almacenadas en sus hogares, pero estos pronto fueron confiscados por las
autoridades del Partido. Un gran número de campesinos murieron de inanición. En
desesperación, la gente acudió al canibalismo y a comer los cadáveres
desenterrados de gatos, perros y ganado.
Las autoridades impidieron a los pobladores viajar a las ciudades en búsqueda de
comida. Muchas personas murieron por inanición mientras caminaban por las vías
del tren.
La hambruna del Holodomor convirtió a más de 1 millón de niños ucranianos en
huérfanos. Muchos de ellos se volvieron indigentes y no les quedó más opción que
mendigar comida en las ciudades. Para eliminar este bochorno, Stalin firmó órdenes
autorizando a la policía a disparar a niños de incluso 12 años.
Las estimaciones del número de víctimas mortales durante el Holodomor oscilan
entre 2,5 millones y 4,8 millones. Durante la hambruna se podían ver los cuerpos
de las víctimas por todos lados en las calles de Járkov, la capital ucraniana.

iii. El gran terror ataca a la élite soviética


El propósito del espectro comunista es destruir a la humanidad entera, incluidos
finalmente a sus propios seguidores. Esto se materializó en la era estalinista, dado
que el PCUS llevó a cabo sangrientas purgas entre sus propios rangos. El Gran
Terror, que Stalin comenzó en 1938, apuntó a los altos escalones de la cúpula
comunista.
De los 1966 delegados del 17° Congreso del PCUS de 1934, 1108 fueron arrestados
bajo acusaciones de actividad contrarrevolucionaria. De los 139 miembros del
Comité Central elegidos en el 17° Congreso, cuatro de cada cinco fueron fusilados.
El Politburó Soviético había elegido 31 miembros entre 1919 y 1935, de los cuales
20 fueron asesinados en las purgas de Stalin. Lavrentiy Beria, el jefe de la policía
secreta de Stalin, dijo una vez: “Muéstreme al hombre y le encontraré el crimen”.
Excepto Stalin, los seis miembros del Politburó al momento de la muerte de Lenin
en 1924 –Lev Kamenev, Grigory Zinoviev, Alexei Rykov, Mikhail Tomsky y Leon
Trotsky– fueron ejecutados o asesinados para 1940.
Ningún sector de la sociedad quedó a salvo durante el Gran Terror –la represión en
las esferas religiosa, científica, educativa, académica y artística precedió por mucho
a las purgas que destriparon a la élite militar y política. Las víctimas principales del
terror de Stalin fueron los ciudadanos comunes.
¿Cuántos fueron arrestados, asesinados, encarcelados o exiliados por Stalin
durante el Gran Terror? Incluso hoy en día no hay registros completos o respuestas.
En la víspera de la disolución de la Unión Soviética en junio de 1991, el jefe de la
KGB, Vladimir Kryuchkov, dijo que entre 1920 y 1953, alrededor de 4,2 millones de
personas fueron “suprimidas” y que dentro de esa cifra, más de 2 millones lo fueron
durante el Gran Terror.
Alexander Yakovlev, un político reformista de las eras soviética y de Yeltsin, dijo en
una entrevista en el año 2000 que las víctimas de la represión estalinista llegaban
al menos a los 20 millones. [5]

II. Las atrocidades del PCCh


Desde el establecimiento del régimen del Partido Comunista Chino en 1949 y hasta
1966, decenas de millones de chinos perdieron sus vidas en la Campaña para
Suprimir Contrarrevolucionarios, las campañas Tres Anti y Cinco Anti, la Campaña
Antiderechistas y en la gran hambruna causada por el Gran Salto Adelante.
A esto le siguió una sangrienta lucha dentro del PCCh. A medida que una nueva
generación de chinos llegó a la mayoría de edad –criados para ser “lobeznos” ateos
adoctrinados con la educación y la cultura comunista del Partido–, el perverso
espectro comunista lanzó una campaña de matanza y destrucción aún más
desenfrenada para aniquilar los 5000 años de cultura tradicional china.

i. La gran hambruna china


Entre 1959 y 1962, China experimentó la hambruna más mortífera de la historia.
Para engañar al mundo, el PCCh afirma que fueron “tres años de desastres
naturales”. En realidad, en 1958, el PCCh se apresuró a comenzar el movimiento
de Comunas Populares y la campaña del Gran Salto Adelante.
Estas salvajes estrategias no solo agotaron la reserva de granos y diezmaron la
producción agrícola de China, sino que también crearon un aluvión de reportes
falsos en todos los niveles de la dirigencia, desde regiones rurales hasta las
ciudades. El PCCh utilizó estos reportes como base para recolectar granos de los
campesinos, quienes fueron obligados a entregar al régimen sus alimentos, semillas
y el alimento para sus animales.
Los órganos administrativos del PCCh en todos los niveles enviaron equipos al
campo. Utilizaron tortura e interrogaciones para exprimir los últimos trozos de
comida de los desafortunados campesinos. Siguiendo el ejemplo de los comunistas
soviéticos, el PCCh impidió a los pobladores entrar a las ciudades en busca de
comida, ocasionando la muerte masiva de familias, e incluso de pueblos enteros. El
canibalismo era generalizado y los cadáveres de las víctimas de la hambruna se
esparcían por el campo. Cuando los campesinos eran atrapados robando para
sobrevivir, eran asesinados.
Los granos confiscados por el gobierno fueron intercambiados por grandes
cantidades de armas soviéticas o por oro que el PCCh utilizó para pagar deudas
mientras hacía la vista gorda hacia las vidas chinas. En solo tres años, la Gran
Hambruna China había exterminado a decenas de millones de personas.
ii. La masacre maniática y el genocidio cultural de la Revolución Cultural
El 16 de mayo de 1966, el PCCh publicó la “Notificación del Comité Central del
Partido Comunista Chino” que dio inicio a la Revolución Cultural. Ese agosto, con
los hijos de los cuadros de alto rango del PCCh a la cabeza, estudiantes de escuelas
secundarias de Beijing formaron una banda de Guardias Rojos. Este populacho
arrasó Beijing en un frenesí de saqueos, ataques y asesinatos. Para fin de mes,
conocido como el “Agosto Rojo”, miles de personas en Beijing habían sido
asesinadas.
En el distrito Daxing de Beijing, 325 personas fueron asesinadas entre el 27 de
agosto y el 1 de septiembre en 48 brigadas de producción de 13 comunas
populares. La edad de los muertos variaba entre los 80 años y los 38 días, y 22
familias fueron aniquiladas completamente. Los Guardias Rojos aporreaban,
apuñalaban o estrangulaban a sus víctimas. Asesinaban infantes y bebés
parándose sobre una pierna y partiendo al niño en dos.
Mientras el espectro perverso del comunismo dirigía a la gente a golpear y asesinar,
borraba su compasión humana, lavándoles el cerebro con el lema de “tratar al
enemigo con la insensible crueldad del duro invierno”. Con cada crimen contra la
humanidad, el PCCh desplazó la cultura tradicional y la virtud moral de los chinos.
Envenenadas con la cultura del Partido, muchas personas se convirtieron en
herramientas para asesinar.
Cuando la mayoría de la gente ve los actos sedientos de sangre del Estado
comunista totalitario, no pueden comprender cómo las personas pueden caer a una
barbarie tan inhumana. La verdad detrás de esto es que estaban poseídos por los
demonios podridos y espíritus degenerados controlados por el espectro comunista.
Estimar los estragos de la Revolución Cultural es una tarea abrumadora. La mayoría
de los estudios sugieren un número de víctimas mínimo de 2 millones de personas.
R. J. Rummel, un profesor estadounidense que investigó los asesinatos en masa,
escribió en “El siglo sangriento de China” que la Revolución Cultural se cobró la vida
de 7,73 millones de personas.
Dong Baoxun, profesor asociado de la Universidad de Shandong de China, y Ding
Longjia, subdirector de la Oficina de Investigación de la Historia del Partido de
Shandong, escribieron conjuntamente un libro publicado en 1997 titulado “Exonerar
a los inocentes – Rehabilitar a los acusados y condenados erróneamente”. El libro
cita a Ye Jianying, el entonces vicepresidente del Comité Central del PCCh,
haciendo las siguientes declaraciones durante la ceremonia de cierre de la
Conferencia Central del Trabajo el 13 de diciembre de 1978:
“Dos años y siete meses de investigación exhaustiva por el Comité Central
determinaron que 20 millones de personas murieron en la Revolución Cultural, más
de 100 millones sufrieron persecución política, […] y se perdieron 800 mil millones
de yuanes”.
Según “Obras selectas de Deng Xiaoping”, entre el 21 y el 23 de agosto de 1980, el
líder del PCCh Deng Xiaoping dio dos entrevistas a la periodista italiana Oriana
Fallaci en el Gran Salón del Pueblo.
Fallaci preguntó: “¿Cuántas personas murieron en la Revolución Cultural?”. Deng
respondió: “¿Cuántas personas realmente murieron en la Revolución Cultural? La
cifra es astronómica y nunca podrá ser estimada”.
Deng Xiaoping describió un caso típico: Kang Sheng, jefe de la policía secreta del
Partido Comunista, acusó al Secretario del Partido de la provincia de Yunnan, Zhao
Jianmin, de traición y de ser un agente del Kuomintang. Zhao no solo fue
encarcelado, sino que su caída también impactó a 1,38 millones de personas de la
provincia, de las cuales 17.000 fueron perseguidas hasta la muerte y 60.000 fueron
golpeadas hasta quedar discapacitadas.

iii. Maldad sin precedentes: La persecución a Falun Dafa


Décadas de violencia asesina y adoctrinamiento ateo por el Partido Comunista
Chino causaron pérdidas enormes en la fibra moral de la sociedad, llevándola muy
por debajo de los estándares que los dioses requieren de la humanidad. Incluso
muchos de quienes aún creen en los dioses ignoran la fe genuina, dado que están
atrapados en organizaciones religiosas falsas controladas por el PCCh. Si la
situación continúa degenerándose, la humanidad enfrentará la extinción segura, tal
como se profetiza en los textos sagrados de todas las civilizaciones antiguas.
En China, durante la primavera de 1992, para restaurar la moral humana y salvar a
la gente del mundo, el Sr. Li Hongzhi enseñó Falun Gong, también llamado Falun
Dafa, una práctica espiritual basada en la creencia en los principios de Verdad,
Benevolencia y Tolerancia.
Sencillo de aprender, Falun Dafa se difundió por toda China en pocos años. Dado
que los practicantes, junto con sus familiares y colegas, experimentaron milagros
en la salud y mejoras en el carácter, decenas de millones de personas adoptaron la
práctica en China y en el mundo. Con tantas personas practicando la cultivación en
Falun Dafa y exigiéndose con estándares altos, la sociedad comenzó a redescubrir
su carácter moral.
Pero el espectro perverso del comunismo está empeñado en impedir que el hombre
sea salvado por el Creador. Por esta razón destruyó las culturas tradicionales y
corrompió los valores morales humanos. Naturalmente, ve a Falun Dafa como su
adversario más grande.
En julio de 1999, el entonces cabecilla del PCCh, Jiang Zemin, ordenó
unilateralmente una persecución sistemática contra Falun Dafa y sus practicantes.
En una brutal campaña que cubrió cada esquina de China, el PCCh aplicó todos los
métodos imaginables en sus esfuerzos por cumplir con la directiva de Jiang:
“Eliminarlos físicamente, quebrarlos financieramente y arruinar sus reputaciones”.
Los portavoces del Partido sometieron al pueblo chino a una propaganda constante
llena de odio y calumnias contra Falun Dafa, rechazando sus principios de Verdad,
Benevolencia y Tolerancia, optando por la falsedad, la maldad y la lucha.
El espectro perverso llevó a la sociedad a nuevas bajezas en la degeneración moral.
En una atmósfera de odio y represión reactivada de un estado latente, el pueblo
chino se volvió ciego hacia la persecución que ocurre alrededor de ellos,
traicionando a los Budas y a los dioses. Algunos sacrificaron su conciencia y
participaron en la campaña contra Falun Dafa, ignorando el hecho de que se han
condenado a sí mismos a la destrucción.
El espectro comunista no limitó la persecución a China. Silenció a las naciones del
mundo libre mientras el régimen chino se metía en un frenesí de encarcelamiento,
asesinato y torturas contra los practicantes de Falun Dafa. Saciado con incentivos
económicos, el mundo libre internalizó las mentiras del Partido, dando a los
perpetradores rienda suelta para cometer los peores crímenes.
En la persecución a Falun Dafa, el PCCh introdujo una maldad nunca antes vista:
la sustracción forzada de órganos a personas vivas. Siendo el grupo más grande de
personas encarceladas por su fe en China, los practicantes de Falun Dafa son
asesinados a demanda, viviseccionados en mesas quirúrgicas de hospitales
estatales y militares, y sus órganos son vendidos por decenas o cientos de miles de
dólares.
El 7 de julio de 2006, el abogado canadiense David Matas y el exmiembro del
Parlamento de Canadá David Kilgour publicaron un informe titulado “Cosecha
Sangrienta: El asesinato de practicantes de Falun Gong por sus órganos”. Allí
examinan 18 puntos de evidencia y arrojan luz sobre la monstruosidad del PCCh,
llamándolo “una forma repugnante de maldad… nueva para este planeta”.
Trabajando con investigadores internacionales, en junio de 2016 se publicó
una Actualización de “El Matadero” y “Cosecha Sangrienta”. Con más de 680
páginas y más de 2400 referencias, probó más allá de toda duda la realidad y la
escala de la sustracción forzada de órganos que lleva a cabo el régimen comunista
chino.
El 13 de junio de 2016, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó de forma
unánime la Resolución 343 por votación oral, que exige al PCCh el fin inmediato de
la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa y otros prisioneros
de conciencia.
El lucrativo negocio del trasplante de órganos ha estado sosteniendo la persecución
a Falun Dafa y ha atraído a clientes de China y de todo el mundo, volviéndolos
cómplices de los asesinatos en masa del PCCh.
Desde que tomó el poder, el PCCh nunca descansó en la persecución a las
creencias religiosas. Volveremos sobre este tema en el Capítulo 6.

iv. Terror rojo de exportación


La introducción al “Libro negro del Comunismo” provee una estimación aproximada
del número de víctimas mortales de los regímenes comunistas alrededor del mundo.
Verificó una cifra de 94 millones, que contiene las siguientes:
20 millones en la Unión Soviética
65 millones en China
1 millón en Vietnam
2 millones en Corea del Norte
2 millones en Camboya
1 millón en Europa del Este
0,15 millones en Latinoamérica (principalmente Cuba)
1,7 millones en Etiopía
1,5 millones en Afganistán
10.000 debido al “movimiento comunista internacional y a partidos comunistas que
no estaban en el poder”. [6]
Además de Rusia y China, regímenes comunistas menores ha demostrado no estar
menos dispuestos a involucrarse en la maldad absoluta. El genocidio camboyano
fue el asesinato en masa más extremo llevado a cabo por un gobierno comunista.
Según varias estimaciones, el número de camboyanos asesinados por los Jemeres
Rojos de Pol Pot oscila entre 1,4 y 2,2 millones, casi un tercio de la población
camboyana en ese momento.
Entre 1958 y 1987, los comunistas norcoreanos asesinaron a más de 1 millón de
personas de su propio país en campos de trabajo forzado, campos de ejecución y
campos de concentración. En la década de 1990, la hambruna mató entre 240.000
y 420.000 personas. En total, se cree que murieron entre 600.000 y 800.000
norcoreanos por causas no naturales entre 1993 y 2008. Luego de que Kim Jong
Un asumiera el poder, cometió asesinatos más flagrantes, con víctimas entre los
funcionarios de alto rango y sus propios familiares. Kim también amenazó al mundo
con una guerra nuclear.
En apenas un siglo desde el ascenso del primer régimen comunista en Rusia, el
espectro perverso del comunismo asesinó a más personas en las naciones bajo su
régimen que el número de víctimas combinado de ambas guerras mundiales. La
historia del comunismo es una historia de matanza, y cada página está escrita con
la sangre de sus víctimas.

*****
[1] “Remembering the Victims of
Communism,”https://www.congress.gov/congressional-
record/2017/11/13/extensions-of-remarks-section/article/E1557-2
[2] Stéphane Courtois, ed., The Black Book of Communism: Crimes, Terror,
Repression,trans. Jonathan Murphy (Cambridge: Harvard University Press, 1999),
4.
[3] Robert Service, Lenin: A Biography (London: Macmillan, 2000), 365.
[4] Aleksandr Solzhenitsyn, The Gulag Archipelago: 1918-1956.
[5] 中國社科院譯《雅科夫列夫訪談錄(1992—2005)》。
[6] Stéphane Courtois, ed., The Black Book of Communism: Crimes, Terror,
Repression,trans. Jonathan Murphy (Cambridge: Harvard University Press, 1999),
4.
([7] Translation of ‘hanging order’ by Robert Service, p. 365, Lenin a
Biography (2000). London: Macmillan
https://en.wikipedia.org/wiki/Lenin%27s_Hanging_Order )

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