Está en la página 1de 26

José Alfredo Jiménez

Índice

Alma de acero 2

Allá tú si me olvidas 3

Amarga navidad 5

Cuando nadie te quiera 7

Cuatro copas 8

El peor de los caminos 9

El último trago 11

La noche de mi mal 12

Me equivoqué contigo 13

No me amenaces 14

No te comprendí 15

Pa’ todo el año 16

Pasaste a la historia 17

Que se me acabe la vida 18

Qué suerte la mía 20

Que te vaya bonito 21

Te solté la rienda 22

Tu recuerdo y yo 24

Tú y la mentira 25

Un mundo raro 26

1
José Alfredo Jiménez

Alma de acero (1965)

Podrás tener mucha suerte


podrás andar por el mundo
destrozando corazones.

Podrás hacer lo que quieras


Podrás tener mil amores
pero éste que estás dejando
aunque quisieras no lo repones.

Tú sabes que soy parejo


ya te lo dije una vez
si yo no te causo penas
no quiero que me las des.

Tú ya conoces mi vida
a veces me ando cayendo
y el orgullo me levanta.

Nací con alma de acero


y aunque de veras te quiero
te dejo que me abandones
nomás no llores si alguien te canta.

Tú sabes que soy parejo


ya te lo dije una vez
si yo no te causo penas
no quiero que me las des.

2
José Alfredo Jiménez

Allá tú si me olvidas (1962)

Allá tú si de veras me dejas


si estas decidida a cambiar en tu vida
mi noble querer.

Allá tú si te encuentras con alguien


que llegue y que te hable
de cosas que a tu alma le puedan doler.

Yo diría que pensaras las cosas


que no decidieras así de momento
dejarme de amar.

Ya lo ves que este mundo es ingrato


y habiendo de todo en un triste rato
se puede acabar.

Porque yo te diré que en la vida


una vez que te alejes de mi
ya podrás regresar de rodillas
nunca más volveré a ser de ti.

Yo quisiera que tú me miraras


en esos ratitos que estoy suspirando
por nuestra pasión.

Yo quisiera que tú me encontraras


cuando con la luna me quedo solito.
borracho de amor.

Allá tú si te olvidas de todo


las cosas de amores después se recuerdan
con mucho dolor.

Y aunque quisieras volver al pasado


yo te lo aseguro no vas a lograrlo

3
José Alfredo Jiménez

ni hablando con dios.

Porque yo te diré que en la vida


una vez que te alejes de mi
ya podrás regresar de rodillas
nunca más volveré a ser de ti.

4
José Alfredo Jiménez

Amarga navidad (1957)

Acaba de una vez


de un solo golpe
¿por qué quieres matarme poco a poco?
si va a llegar el día en que me abandones
prefiero corazón que sea esta noche.

Diciembre me gustó
pa'que te vayas
que sea tu cruel adiós mi navidad
no quiero comenzar el año nuevo
con ese mismo amor
que me hace tanto mal.

Y ya después
que pasen muchas cosas
que estés arrepentida
que tengas mucho miedo.

Vas a saber
que aquello que dejaste
fue lo que más quisiste
pero ya no hay remedio.

Diciembre me gustó pa'que te vayas


que sea tu cruel adiós mi navidad
no quiero comenzar el año nuevo
con ese mismo amor
que me hace tanto mal.

Y ya después
que pasen muchas cosas
que estés arrepentida
que tengas mucho miedo.

5
José Alfredo Jiménez

Vas a saber
que aquello que dejaste
fue lo que más quisiste
pero ya no hay remedio.

Diciembre me gustó pa'que te vayas


que sea tu cruel adiós mi navidad
no quiero comenzar el año nuevo
con ese mismo amor
que me hace tanto mal.

6
José Alfredo Jiménez

Cuando nadie te quiera (1962)

Cuando nadie te quiera, cuando todos te olviden,


volverás al camino donde yo me quedé;
volverás como todos con el alma en pedazos
a buscar en mis brazos un poquito de fe.

Cuando ya de tu orgullo, no te quede ni gota


y la luz de tus ojos se comience a apagar;
hablaremos entonces del amor de nosotros
y sabrás que mis besos, los que tanto desprecias,
van a hacerte llorar.

Cuando nadie te quiera, cuando todos te olviden


y el destino implacable quiera ver tu final;
yo estaré en el camino donde tú me dejaste
con los brazos abiertos y un amor inmortal.

Porque quiero que sepas, que no sé de rencores


que a través de mi madre me enseñe a perdonar
y una vez que conozcas mis tristezas de amores,
aunque tú no quisieras, aunque nadie quisiera,
me tendrás que adorar.

7
José Alfredo Jiménez

Cuatro copas (1964)

Me invitas una copa o te la invito,


tenemos que brindar por nuestras cosas,
no vamos a llegar a emborracharnos,
nomás nos tomaremos cuatro copas.

Me tienes que decir por qué te fuiste,


yo tengo que saber cuál fue el desastre;
si sé que por mi amor te consumiste
me tienes que contar por qué me odiaste.

Quisiera detener en ti la vida,


quisiera revivir aquel pasado,
volver a ser el dueño de tus ojos,
quedarme entre tu amor aprisionado.

Quién sabe cuántos años han pasado,


la vida nos dejó las almas rotas
y estamos recordando nuestra historia
nomás mientras tomamos cuatro copas.

Quisiera detener en ti la vida,


quisiera revivir aquel pasado,
volver a ser el dueño de tus ojos,
quedarme entre tu amor aprisionado.

Quién sabe cuántos años han pasado,


la vida nos dejó las almas rotas
y estamos recordando nuestra historia
nomás mientras tomamos cuatro copas.

8
José Alfredo Jiménez

El peor de los caminos (1954)

Voy a morirme solo


sin molestar a nadie,
voy a morirme lejos
cuando mi amor se acabe;

desesperadamente
sin ley y sin destino
le contaré a la gente
que fuimos dos amigos.

Entre mi amor y el tuyo,


dentro de nuestras vidas,
hay algo que aunque quieras
no puedo remediarlo:

por eso me despido


llevándome conmigo
este cariño grande
que tengo que matarlo.

Voy a morirme solo


sin molestar a nadie,
voy a morirme de lejos
cuando mi amor se acabe;

escogeré del mundo


el peor de los caminos
y le diré a la gente
que no nos conocimos.

Entre mi amor y el tuyo,


dentro de nuestras vidas,
hay algo que aunque quieras
no puedo remediarlo:

9
José Alfredo Jiménez

por eso me despido


llevándome conmigo
este cariño grande
que tengo que matarlo.

Voy a morirme solo


sin molestar a nadie,
voy a morirme de lejos
cuando mi amor se acabe;

escogeré del mundo


el peor de los caminos
y le diré a la gente
que no nos conocimos.

10
José Alfredo Jiménez

En el último trago (1973)

Tómate esta botella conmigo


y en el último trago nos vamos,
quiero ver a qué sabe tu olvido
sin poner en mis ojos tus manos.

Esta noche no voy a rogarte,


esta noche te vas de a de veras,
que es difícil tener que dejarte
sin que sienta que ya no me quieras.

Nada me han enseñado los años,


siempre caigo en los mismos errores:
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.

Tómate esta botella conmigo


y en el último trago me besas;
esperamos que no haya testigos
por si acaso te diera vergüenza.

Si algún día sin querer tropezamos,


no te agaches ni me hables de frente,
simplemente la mano nos damos
y después que murmure la gente.

Nada me han enseñado los años,


siempre caigo en los mismos errores:
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.

Tómate esta botella conmigo


y en el último trago nos vamos.

11
José Alfredo Jiménez

La noche de mi mal (1957)

No quiero ni volver a oír tu nombre,


no quiero ni saber a dónde vas,
así me lo dijiste aquella noche,
aquella negra noche de mi mal.

Si yo te hubiera dicho: no te vayas,


qué triste me esperaba el porvenir;
si yo hubiera dicho: no me dejes,
mi propio corazón se iba a reír.

Por eso fue que me viste tan tranquilo


caminar serenamente bajo un cielo más que azul;
después, ya ves, me aguanté hasta donde pude
y acabé llorando a mares donde no me vieras tú.

Si yo te hubiera dicho: no te vayas,


qué triste me esperaba el porvenir;
si yo hubiera dicho: no me dejes,
mi propio corazón se iba a reír.

Por eso fue que me viste tan tranquilo


caminar serenamente bajo un cielo más que azul;
después, ya ves, me aguanté hasta donde pude
y acabé llorando a mares donde no me vieras tú.

Si yo te hubiera dicho: no te vayas,


qué triste me esperaba el porvenir;
si yo hubiera dicho: no me dejes,
mi propio corazón se iba a reír.

12
José Alfredo Jiménez

Me equivoqué contigo (1968)


José Alfredo Jiménez

Me equivoqué contigo, me equivoqué a lo macho


como muy pocas gentes se habrán equivocado;
te conocí en la iglesia y te mire en silencio
por no turbar tu rezo que para mí es sagrado.

Por tu carita buena, por tu mirada clara,


por tantas otras cosas hubiera yo jurado;
pero qué triste realidad me has ofrecido,
qué decepción tan grande haberte conocido:
quién sabe Dios por qué te puso en mi camino.

Me equivoqué contigo como si no supiera


que las más grandes penas las debo a mis amores,
me equivoqué contigo después de tantos años
de tanta amarguras y tantas decepciones.

Pero te hallé en la iglesia y tu carita buena


me hizo formar de nuevo un mundo de ilusiones;
pero qué triste realidad me has ofrecido,
qué decepción tan grande haberte conocido:
quién sabe Dios por qué te puso en mi camino.

Me equivoqué contigo como si no supiera


que las más grandes penas las debo a mis amores,
me equivoqué contigo después de tantos años
de tanta amarguras y tantas decepciones.

Pero te hallé en la iglesia y tu carita buena


me hizo formar de nuevo un mundo de ilusiones;
pero qué triste realidad me has ofrecido,
qué decepción tan grande haberte conocido:
quién sabe Dios por qué te puso en mi camino.

13
José Alfredo Jiménez

No me amenaces (1966)
José Alfredo Jiménez

No me amenaces, no me amenaces.
Cuando estés decidida a buscar otra vida,
pos agarra tu rumbo y vete,
pero no me amenaces, no me amenaces,
ya estás grandecita, ya entiendes la vida,
ya sabes lo que haces.

Porque estás que te vas y te vas y te vas


y te vas y te vas y te vas y no te has ido,
y yo estoy esperando tu amor,
esperando tu amor, esperando tu amor
o esperando tu olvido.

No me amenaces, no me amenaces.
Si ya fue tu destino olvidar mi cariño,
pos agarra tu rumbo y vete,
pero no me amenaces, no me amenaces,
ya juega tu suerte, hay trais la baraja,
que yo tengo los ases.

Porque estás que te vas y te vas y te vas


y te vas y te vas y te vas y no te has ido,
y yo estoy esperando tu amor,
esperando tu amor, esperando tu amor
o esperando tu olvido.

14
José Alfredo Jiménez

No te comprendí (1957)

Por ese amor que con tus labios me juraste


te quise hacer como una vez que había soñado
pero no tuve mi derecho a preguntarte
de dónde vienes, qué tan negro es tu pasado.

Llegaste a mí
como las aguas de los mares,
con tanta fuerza
que en tus brazos me prendí.

Tal vez tenías que recorrer muchos lugares,


de mundos tan distintos que no te comprendí;
tal vez los hombres que te amaron, te engañaron,
quién sabe qué buscabas, y yo no te comprendí.

Llegaste a mí
como las aguas de los mares,
con tanta fuerza
que en tus brazos me prendí.

Tal vez tenías que recorrer muchos lugares,


de mundos tan distintos que no te comprendí;
tal vez los hombres que te amaron, te engañaron,
quién sabe qué buscabas, y yo no te comprendí.

15
José Alfredo Jiménez

Pa’ todo el año (1962)


José Alfredo Jiménez

Por tu amor que tanto quiero y tanto extraño


que me sirvan otra copa y muchas más,
que me sirvan de una vez pa' todo el año
que me pienso seriamente emborrachar.

Si te cuentan que me vieron muy borracho


orgullosamente diles que es por ti
porque yo tendré el valor de no negarlo
gritaré que por tu amor me estoy matando
y sabrán que por tus besos me perdí.

Para de hoy en adelante


ya el amor no me interesa;
cantaré por todo el mundo
mi dolor y mi tristeza.

Porque sé que de este golpe


ya no voy a levantarme
y aunque yo no lo quisiera
voy a morirme de amor.

Que me sirvan de una vez pa' todo el año


que me pienso seriamente emborrachar.

Porque yo tendré el valor de no negarlo


gritaré que por tu amor me estoy matando
y sabrán que por tus besos me perdí.

Para de hoy en adelante


ya el amor no me interesa;
cantaré por todo el mundo
mi dolor y mi tristeza.

16
José Alfredo Jiménez

Pasaste a la historia (1957)

Ya pasó la amargura que tú me dejaste,


ya te puedo mirar cara a cara
y hablarte de cosas que no sean de amor;
ya me puedes contar sin que sufras
que pronto te casas,
ya me puedes decir lo que quieras,
lo mismo me da.

Ya pasó lo que nunca pensé que pasara,


fueron tantas tus malas acciones
que no fue posible querer y llorar;
comprendí que el amor que vivimos
nomás yo lo daba
y agarrando mi orgullo del suelo
pensé en olvidar.

Qué cariño tan grande te tuvo mi pecho,


va a pasar mucho tiempo pa' que otro
te diga sinceras palabras de amor;
tal vez nunca te digan te quiero
con llanto en el alma;
tal vez nunca te besen temblando
con loca pasión.

Qué cariño tan grande te tuvo mi pecho,


cuántas penas y cuántas vergüenzas
quedaron escritas con tanto dolor;
pero al fin como negro recuerdo
pasaste a la historia
de ese libro que no terminamos
por falta de amor.

17
José Alfredo Jiménez

Que se me acabe la vida (1962)

Que se me acabe la vida


frente a una copa de vino
y que te diga el destino
que vas a vivir sin mí.

Que se me cierren los ojos


que fueron tu gran cariño
y que se sienta en tu pecho
de veras que ya me fui.

Que se me acabe la vida


y que tú la sigas viviendo
a ver si al cabo del tiempo
tus labios se siguen riendo.

A ver si saben poner


el mundo a tus pies
como yo lo hacía;
a ver si saben
decir las cosas de amor
que yo te decía.

Que se me acabe la vida


y que tú la sigas viviendo
a ver si al cabo del tiempo
tus labios se siguen riendo.

A ver si saben poner


el mundo a tus pies
como yo lo hacía;
a ver si saben
decir las cosas de amor
que yo te decía.

Que se me acabe la vida

18
José Alfredo Jiménez

frente a una copa de vino.

19
José Alfredo Jiménez

Qué suerte la mía (1967)

Te vas por un momento,


te vas diciendo que vuelves
que vuelves pronto a quererme más;
te vas y yo presiento
que aquí se acaba todo
que ya mi vida no volverá.

Qué triste agonía tener que olvidarte


queriéndote así,
qué suerte la mía
después de una pena volver a sufrir;
qué triste agonía después de caído
volver a caer.

Qué suerte la mía, estar tan perdido


y volver a perder.

Amor, amor sagrado,


así me lo habías jurado
ante una virgen,
ante un altar;
saliste igual que la otra:
juraste muchas cosas
y al verme herido
también te vas.

Qué triste agonía tener que olvidarte


queriéndote así,
qué suerte la mía
después de una pena volver a sufrir;
qué triste agonía después de caído
volver a caer.

Qué suerte la mía, estar tan perdido


y volver a perder.

20
José Alfredo Jiménez

Que te vaya bonito (1964)

Ojalá que te vaya bonito,


ojalá que se acaben tus penas;
que te digan que yo ya existo,
que conozcas personas muy buenas.

Que te den lo que no pude darte


aunque yo te haya dado de todo;
nunca más volveré a molestarte:
te adoré, te perdí, ya ni modo.

Cuántas cosas quedaron prendidas


hasta dentro del fondo de mi alma,
cuántas luces dejaste encendidas,
yo no sé cómo voy a apagarlas.

Ojalá
que mi amor no te duela
y te olvides de mí para siempre;
que se llenen de sangre en mis venas
y te vista la vida de suerte.

Yo no sé si tu ausencia me mate
aunque tengo mi pecho de acero;
pero nadie me llame cobarde
sin saber hasta dónde la quiero.

Cuántas cosas quedaron prendidas


hasta dentro del fondo de mi alma,
cuántas luces dejaste encendidas,
yo no sé cómo voy a apagarlas.

Ojalá que te vaya bonito…

21
José Alfredo Jiménez

Te solté la rienda (1971)

Se me acabó la fuerza
de mi mano izquierda;
voy a dejarte el mundo
para ti solita.

Como al caballo blanco


le solté la rienda,
a ti también te suelto
y te me vas ahorita.

Y cuando al fin comprendas


que el amor bonito
lo tenías conmigo,
vas a extrañar mis besos
en los propios brazos
del que esté contigo;
vas a sentir que lloras,
sin poder siquiera
derramar tu llanto.

Y haz de querer mirarte


en mis ojos claros
que quisiste tanto,
que quisiste tanto,
que quisiste tanto.

Cuando se quiere a fuerza


rebasar la meta
y se abandona todo
lo que se ha tenido.

Como tú traes el alma


con la rienda suelta,
ya crees que el mundo es tuyo
y hasta me das tu olvido.

22
José Alfredo Jiménez

Y cuando al fin comprendas


que el amor bonito
lo tenías conmigo,
vas a extrañar mis besos
en los propios brazos
del que esté contigo;
vas a sentir que lloras,
sin poder siquiera
derramar tu llanto.

Y haz de querer mirarte


en mis ojos claros
que quisiste tanto,
que quisiste tanto,
que quisiste tanto.

Te solté la rienda…

23
José Alfredo Jiménez

Tu recuerdo y yo (1956)

Estoy en el rincón de una cantina


oyendo una canción que yo pedí.
Me están sirviendo ahorita mi tequila,
ya va mi pensamiento rumbo a ti.

Yo sé que tu recuerdo es mi desgracia


y vengo aquí nomás a recordar.
¡Qué amargas son las cosas que nos pasan
cuando hay una mujer que paga mal!

¿Quién no sabe en esta vida


la traición tan conocida
que nos deja un mal amor?,
¿quién no llega a la cantina
exigiendo su tequila
y exigiendo su canción?

Me están sirviendo ya la del estribo.


Ahorita ya no sé si tengo fe;
ahorita solamente ya les pido
que toquen otra vez "La que se fue".

¿Quién no sabe en esta vida


la traición tan conocida
que nos deja un mal amor?,
¿quién no llega a la cantina
exigiendo su tequila
y exigiendo su canción?

Me están sirviendo ya la del estribo.


Ahorita ya no sé si tengo fe;
ahorita solamente ya les pido
que toquen otra vez "La que se fue".

24
José Alfredo Jiménez

Tú y la mentira (1956)

Vuelve otra vez, vuelve otra vez:


es el grito de amor
que entre llanto y dolor
oigo todas las noches.

Vuelve otra vez, vuelve otra vez,


y se nota en tu voz
que le pido a Dios
que Él también te perdone.

Pero yo que conozco tu amor


y sé lo que tú puedes darme en la vida,
cómo te voy a querer
si a través de tu amor
conocí la mentira.

Pobre de ti, pobre de ti,


cuántas veces que oí
sin piedad repetir:
tú naciste sin suerte,

y hoy, ya lo ves,
vienes a mí
a ofrecerme tu amor
que le dio a un corazón
tres heridas de muerte.

Pero yo que conozco tu amor


y sé lo que tú puedes darme en la vida,
cómo te voy a querer
si a través de tu amor
conocí la mentira.

25
José Alfredo Jiménez

Un mundo raro (1957)

Cuando te hablen de amor y de ilusiones


y que ofrezcan un sol y un cielo entero,
si te acuerdas de mí, no me menciones
porque vas a sentir amor del bueno.

Y si quieren saber de tu pasado,


es preciso decir una mentira:
dí que vienes de allá, de un mundo raro,
que no sabes llorar, que no entiendes de amor
y que nunca has amado.

Porque yo a donde voy, hablaré de tu amor


como un sueño dorado
y olvidando el rencor no diré que tu adiós
me volvió desgraciado.

Y si quieren saber de tu pasado,


es preciso decir otra mentira:
les diré que llegué de un mundo raro,
que no sé del dolor, que triunfé en el amor
y que nunca he llorado.

Porque yo a donde voy, hablaré de tu amor


como un sueño dorado
y olvidando el rencor no diré que tu adiós
me volvió desgraciado.

Y si quieren saber de tu pasado,


es preciso decir otra mentira:
les diré que llegué de un mundo raro,
que no sé del dolor, que triunfé en el amor
y que nunca he llorado.

26

También podría gustarte