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ADMINISTRACION
DE SEGURIDAD
COLABORACION CON LA FUERZA
PUBLICA
• Custodia y recuento de valor que pueda haber en el recinto. Así como también
los objetos que contengan cierta peligrosidad.
El informe de 2016 del World Economic Fórum sobre amenazas globales que sitúa
entre los riesgos más altos –tanto por sus daños potenciales como por su probabilidad
de ocurrencia– el cambio climático, las migraciones incontroladas, el desempleo, las
crisis fiscales, los ciberataques, o el terrorismo, entre otros.
Los objetivos generales que se pretenden son los que se relacionan a continuación:
1.-Objetivos estratégicos:
2.-Objetivos específicos:
Entre los responsables del Cuerpo Nacional de Policía y del Sector de la Seguridad
Privada.
1.- Potenciar el apoyo operativo entre la Guardia Civil y los departamentos y empresas
de seguridad que desarrollen, total o parcialmente, sus actividades dentro del ámbito
de competencias de este cuerpo mediante el intercambio bidireccional de información,
previa definición de los niveles de relación, canales de comunicación y contenidos
específicos objeto de intercambio.
1.- Potenciar y canalizar el trabajo conjunto con las más de 1.500 empresas del sector
que disponen de más de 100.000 trabajadores que ofrecen informaciones de estimado
valor desde cualquier rincón de la geografía española, desde un domicilio particular a
la protección de personalidades o infraestructuras críticas y estratégicas.
2.- Colaboración profesional, entre seguridad pública y privada, para aprovechar con
eficacia y eficiencia los recursos de la seguridad privada por parte de la seguridad
pública.
La nueva ley destaca que la seguridad "no es solo un valor jurídico, normativo
o político; es igualmente un valor social. Es uno de los pilares primordiales de
la sociedad, se encuentra en la base de la libertad y la igualdad y contribuye al
desarrollo pleno de los individuos".
En primer lugar, la nueva ley otorga a los vigilantes de seguridad funciones que,
actualmente, estaban delegadas únicamente a las Fuerzas de Seguridad del Estado,
además de permitir abrir el abanico de espacios de actuación.
Por otra parte, se permite a los vigilantes prevenir actuaciones contrarias a la ley y
recuerda que, al igual que cualquier ciudadano, estarán facultados para interceptar a
una persona en caso de “delito flagrante”. Así, podrán “detener” a delincuentes
vinculados con el objeto de su cometido y también estarán habilitados para “averiguar,
comprobar o anotar sus datos personales para su comunicación a las autoridades”. El
problema es que los propios vigilantes serán los que decidan cuándo deben intervenir
para prevenir un delito y, también, qué puede considerarse un delito flagrante.
La nueva Ley de Seguridad Privada permitirá sin embargo que personal privado
asuma la labor de vigilancia del perímetro exterior de los centros penitenciarios, algo
que ya se está llevando a cabo en muchas cárceles españolas.
En otro orden de cosas, los requisitos que deberá cumplir una persona para
convertirse en vigilante de seguridad serán menos. Además de rebajar las pruebas
físicas, la prohibición de tener antecedentes penales que existía hasta ahora para
poder ejercer esta profesión se matiza para que sólo se consideren los antecedentes
por delitos dolosos y por intromisión o vulneración de derechos fundamentales.
Además, la exigencia de tener nacionalidad española o de un país miembro de la UE
desaparece.
Estas son algunas de las principales novedades que incluye la Ley o, al menos, las
más controvertidas y las que más han sorprendido a los vigilantes de seguridad.