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Trabajos citados

Carlos Villar Cleves, V. H. (2000). Estrategias para el control de parasitos en bovinos del
departamento del guaviare. CORPOICA, 12.

Mateus, V. G. (1983). Parasitos Internos de los bovinos: su naturaleza y prevencion con enfasis en
doble proposito. costa rica: CATIE.

Romero., H. Q. (2012). Parasitología y enfermedades parasitarias de animales domésticos. Mexico:


limusa.

CARACTERISTICAS DE LA PARASTOSIS EN EL TROPICO SECO

Los parásitos son adaptables a diferentes huéspedes y se encuentran en la piel y


tejido subcutáneo, cavidades, tejidos y sangre. La mayoría de los animales alberga
una o varias especies de parásitos, con cientos y miles de especímenes. El número
de especies parasitas supera a la de la vida libre. La mayoría de las especies de
parásitos se encuentran entre los protozoarios, helmintos. Artrópodos y
pentastómidos. (Romero., 2012)
El parasito es un organismo que vive a costa de otro huésped durante un
determinado tiempo; pueden llegar a causar daño o no dependiendo del tipo de
parasito que este sea.
Los animales domésticos son atacados por diferentes parásitos. Algunos, llamados
parásitos internos o endoparásitos, se localizan sobre el animal y se conocen como
parásitos externos o ectoparásitos (garrapata, tórsalo, gusano barrenador).
(Mateus, 1983)
Los parásitos internos son gusanos, dentro de los cuales se encuentran, de forma
cilíndrica como los nematodos, anillados como las tenas, en forma de hoja como los
trematodos. La mayoría de estos producen diarreas como síntoma característico y
ocasionan anemia; los animales no ganan peso, tienen el pelaje áspero y poco
desarrollo corporal. (Carlos Villar Cleves, 2000)
Hay parásitos internos que son de la sangre y se denominan hemoparásitos y
parasitan los glóbulos ocasionando fiebre, anemia y abortos. En el ganado bovino
los más importantes son: las babesias, anaplasma marginale y tripanosoma. (Carlos
Villar Cleves, 2000)
Según sus requerimientos los parásitos internos se localizan en diferentes partes
del cuerpo animal. Se llaman parásitos gástricos o intestinales aquellos que se
encuentran en el rumen; en especial el intestino; y se conocen como parásitos
hepáticos, renales y pulmonares a los que se localizan en el hígado, riñón o pulmón.
(Mateus, 1983)
Los parásitos van pasando por una serie consecutiva de cambios desde que nacen
hasta que ellos mueren; a estos cambios de conjuntos se les llama ciclo vital o ciclo
de vida de los parásitos
En este ciclo existen dos etapas diferentes, la vida parasitaria que transcurre dentro
del animal o sobre de él; y la etapa de vida libre en la cual el propio organismo
permanece principalmente en la comida, pasto o en el agua. La etapa de vida libre
es el periodo que transcurre desde que el parásito abandona un animal hasta por
fin parasitar a otro. (Mateus, 1983)
En su mayoría los parásitos internos entran al animal en el momento de ingerir sus
alimentos ya sea forraje, granos o agua. Otros parásitos entran al animal perforando
la piel para luego localizarse en uno de sus órganos.
Hay parásitos como los áscaris en los bovinos que puede pasar de madre a hijo
durante la preñez, antes del nacimiento, por lo cual se refiere a una infección
prenatal.
En su mayoría los parásitos abandonan al animal en la materia fecal, otros lo hacen
por medio de la saliva o en la mucosidad de la nariz y un número muy pequeño lo
abandonan en la orina. (Mateus, 1983)
Los animales de edad temprana son más susceptibles a los efectos de los parásitos
como los terneros, potros, lechones, cachorros y pollitos.
El color de los pelajes es atractivo para muchas plagas; los animales de pelaje
oscuro son más atractivos para los portadores de huevos de la mosca de nuche,
por ello se observa más infestación de nuche en bovinos de capa oscura que de
capa blanca. Las moscas picadoras y mosquitos siguen el mismo patrón de
comportamiento. (Carlos Villar Cleves, 2000)
El grosor de la piel limita igualmente el efecto de parásitos externos y la adherencia
de larvas de garrapatas, como el caso de las razas cebuinas.
El estado fisiológico influye notoriamente en las infestaciones por parásitos internos,
vacas próximas al parto son más susceptibles a los parasitismos internos.
Los animales van adquiriendo defensas (inmunidad), a través del contacto que
tengan los parásitos, igualmente esta inmunidad no es sólida y puede afectarse
principalmente por la nutrición y el medio ambiente, como el estrés del verano. Los
parásitos no son igualmente patógenos. (Carlos Villar Cleves, 2000)
No todos los parásitos afectan a los animales de la misma manera, unos causan un
mayor daño que otros, algunos parásitos se alimentan de la sangre del animal; son
organismos patógenos y pueden ocasionar incluso la muerte en el animal.
Los parásitos causan daño de diferentes maneras, algunos eliminan toxinas que
son dañinas para los animales; otros ingieren los nutrientes que necesitan los
animales para su producción y subsistencia; otros solo llegan a causar daños de
mecanismos que alteran las funciones del órgano parasitado. (Mateus, 1983)
En el ganado bovino se almacenan en el estómago e intestino delgado o grueso.
Se aloja un grupo de parásitos que son conocidos con el nombre de nematodos o
parásitos cilíndricos que están compuestos por siete a nueve miembros. En el
intestino se alojan dos tipos de tenia o parásitos planos y diversas clases de
coccidios con diferente grado de patogenicidad. Y son conocidos como parásitos
gastrointestinales.
En el trópico la parasitosis gastrointestinal de los bovinos usualmente afecta a los
animales jóvenes (terneros) y está producida por una gran variedad de nematodos
que se alojan en el tracto digestivo generando lesiones y trastornos funcionales que
impactan seriamente la ganancia de peso y el desarrollo de los animales.
Las infecciones por lombrices gastrointestinales están asociadas a los pastoreos
debido a que desarrollan parte de su ciclo de vida en la pastura para alcanzar el
estadio infectivo y poder ser ingeridas con los bocados de forraje.
El ambiente es de vital importancia en la supervivencia y diseminación de los
parásitos. La precipitación pluvial favorece la supervivencia de larvas de parásitos
internos en los pastos. Los pastos y otras plantas asociadas a las praderas crean
microclimas favorables para muchos parásitos al proveer estados de humedad y
temperatura adecuados para su desarrollo. (Carlos Villar Cleves, 2000)
Los nematodos excretan mayor cantidad de huevos en épocas favorables como el
invierno.
El verano, está asociado a un efecto indirecto sobre la nutrición que permite así no
sean las condiciones favorables para el desarrollo de los parásitos, que los animales
se parasiten por un estrés nutricional y bajas de defensas. (Carlos Villar Cleves,
2000)

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