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Geolgia de Minas
Geolgia de Minas
CAPITULO I
Introducción
El hombre ha sido minero desde los albores de la humanidad. Primero a través de las industrias
líticas: fragmentos de rocas o minerales más o menos trabajados para su uso como herramientas o
armas; luego continuó con los metales, extrayéndolos desde los minerales (Era del Cobre, Era del
Bronce, Era del Hierro), refinándolos y combinándolos en aleaciones a medida que progresaba, de
paso, inventando la metalurgia. Esta es una historia de búsqueda de recursos, de su minería, y de
las aplicaciones tecnológicas de los productos obtenidos.
La humanidad progresó vertiginosamente durante el siglo XX, generando falsas ilusiones sobre lo
que parecía un futuro muy alejado de sus balbuceantes comienzos industriales hacia fines del siglo
XVIII, comienzos del XIX. Pero cual es la realidad presente ? la sociedad sigue siendo
absolutamente dependiente de los recursos minerales, con ejemplos tan clásicos como el
hierro, cobre, zinc, y así un largo etc. El advenimiento de las nuevas tecnologías (e.g.,
microelectrónica) es complementario, y no alternativo en la mayoría de los casos. Baste con poner
de ejemplo los materiales requeridos para la construcción de un edificio o una carretera (arena,
grava, cemento, acero, zinc, cobre, etc), aviones o coches (una larga lista de metales comunes o
especializados, materiales cerámicos), el tendido eléctrico (acero para las torres, cobre en el
cableado). Analice por un momento el ordenador que tiene al frente: componentes de cobre, piezas
de aluminio, un cable de cobre para enchufarlo al tendido eléctrico, una pantalla de cristal (sílice), un
armazón de acero (la torre), o el mismo chip procesador ( silicon chips !!!). Si lo ha pensado por un
momento llegará a la conclusión que detrás de casi cada aspecto de la vida moderna está esa
actividad oculta, a veces no bien entendida, que es la minería. Hay una frase muy ilustrativa que
aparece en una pegatina de la Nevada Mining Association:
Por otra parte, la minería ha sido y será una actividad curiosa. A diferencia de otras aventuras del
hombre, presenta riesgos económicos y humanos muy superiores a los de cualquiera otra actividad.
La relación éxito/fracaso en una campaña de exploración minera suele ser muy baja, lo que requiere
una combinación de una gran percepción geológica, intuición, y sobre todo, persistencia y dinero.
Sin contar los gastos de exploración (que pueden sumar algunos millones de Euros), la puesta en
marcha de una mina y su planta de tratamiento (asumiendo que la exploración haya sido exitosa y el
clima económico y político sea adecuado), puede ascender a más de mil millones de Euros (e.g., un
pórfido cuprífero).
Qué hace entonces que las compañías mineras y sus profesionales asuman tales riesgos ?: la
imperiosa necesidad de abastecimiento de recursos minerales. Hasta ahí la respuesta parece
satisfactoria, pero, y porqué entonces buscar oro (uno de los "clásicos" de la exploración de metales)
? El oro es una de las grandes "locuras" de la humanidad, con un valor que ha venido dado
tradicionalmente por su escasez y poco más. Sin entrar en una reseña histórica completa,
analicemos brevemente algunos hitos en "historia" del oro en los últimos 110 o 120 años:
Hacia finales del siglo XIX Gran Bretaña adopta el patrón oro para sustentar su moneda.
Durante la primera guerra mundial (1914-1918) los países europeos gastan durante el
conflicto el equivalente a unos 220.000 millones de Euros, mucho más dinero de lo que
tenían en sus respectivos bancos centrales. Las economías europeas quedan arruinadas,
especialmente la alemana.
De este conflicto sale particularmente victoriosa la economía norteamericana. Los bancos
europeos pasan a tener unas reservas mixtas de oro más dólares americanos.
En 1929 toma lugar el denominado "crash" de la bolsa de Nueva York, caos en la economía
mundial.
En 1933 el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt (partido Demócrata) inicia la
recuperación de la economía doméstica (lo cual tendrá repercusiones favorables en el
exterior), iniciando el programa New Deal. Además Roosevelt fija una convertibilidad directa
entre el dólar americano y el oro: 1 onza de oro = US$ 35. Se crea el mayor depósito de oro
en lingotes del mundo: Fort Knox. Pero este metal no se puede comercializar directamente
en el mercado Norteamericano.
Década de los años 60, los países europeos, ya están recuperados (o en franca
recuperación) de los estragos de la segunda guerra mundial (1939-1945). Algunos países
empiezan a exigir una convertibilidad directa entre sus reservas en dólares y el oro.
Estados Unidos carece del suficiente respaldo en oro como para asegurar dicha
convertibilidad.
En 1971 el presidente norteamericano Richard M. Nixon (partido Republicano) decide
liberalizar el sistema.
Hacia 1975 1 onza de oro se cotiza a US$ 200 en el mercado internacional.
Fines de la década de los años 70 es un momento plagado de incertidumbres. Estalla el
conflicto de Cambodia, en Irán triunfa la revolución islámica. El oro se dispara a 1 onza =
US$ 800 en 1980.
Esto tiene como resultado una nueva "fiebre del oro" (más importante en términos
económicos que la de 1849 en California). Cambio de política en las compañías mineras,
ahora hay que buscar oro !!! yacimientos antes considerados subeconómicos ahora son
rentables si el tonelaje es el adecuado, se pueden explotar leyes tan bajas de oro como de 1
g/t. Esto tiene además implicaciones geológicas, ya que un tipo de yacimiento mineral,
prácticamente un desconocido hasta la década de los años 70, se transforma en "la joya de
la corona de la exploración", nos referimos a los epitermales de metales preciosos.
Hoy en día la situación ha cambiado. Las estrategias económicas no son las de antes, ya no
se asegura la convertibilidad de una moneda en términos de las reservas en oro; es más, los
bancos centrales empiezan a vender sus reservas de oro.
Como podemos observar los precios del oro han sufrido fuertes vaivenes a lo largo del siglo XX, en
gran medida relacionados con crisis políticas y económicas internacionales. Analizaremos estos
conceptos más adelante en este capítulo.
Pongamos primero que nada algunas cifras económicas (Kesler, 1994) antes de entrar en un análisis
más pormenorizado.
Valor total de la producción mundial de (en billones [10 9] de dólares americanos: US$):
Esto nos puede dar una visión rápida de la importancia de los metales y minerales industriales con
respecto al valor de otras actividades económicas tradicionales.
Como hemos visto en la sección anterior, los aspectos mineros, económicos, y políticos están
íntimamente ligados. Cómo se desarrollan los países ? La teoría clásica nos dice que hay una serie
de pasos en la transición de un país de la categoría de subdesarrollado a la de desarrollado:
En el paso de la fase segunda a la tercera surgen nuevos peligros, muchos de ellos relacionados
con déficit en la balanza de pagos (exportaciones-importaciones).
La población mundial crece y consume deprisa, lo cual no sería "en principio" un problema, si no
fuera porque los recursos minerales y energéticos son "finitos". Una de las características de la
economía mundial es su fuerte asimetría en la riqueza y el consumo:
Así, los países desarrollados consumen:
Estas cifras no son llamativas en si hasta que no descubrimos que por otra parte, los países
desarrollados apenas albergan a un 16 % de la población mundial. A mayor estándar de vida, mayor
consumo.
En las últimas décadas va creciendo una cierta conciencia "conservacionista", ejemplificada por
campañas del tipo salvemos los bosques, reciclemos el papel, no contaminemos, etc. Lo cual resulta
curioso en cierta medida, ya que la implementación de políticas generalizadas de esta naturaleza
suelen tener resultados adversos en lo que se refiere a los países subdesarrollados. Por ejemplo,
una baja en el consumo de materias primas dañará fuertemente las economías de los países
exportadores. Alternativamente, el desarrollo de políticas medioambientales restrictivas en Europa o
USA ha potenciado que las actividades contaminantes se trasladen a terceros países,
subdesarrollados generalmente. Por ejemplo, una Europa sin minas significa que los metales
tendrán que venir en mayores cantidades desde terceros países. En otras palabras, exportamos la
contaminación a otros lugares.
El año 1972 se publicó la obra "Los Límites del Crecimiento" (Limits to Growth ; Meadows et al.
in: Kesler, 1994), en la que se predecía que el petróleo se acabaría hacia fines del siglo XX. Sin
embargo, una serie de sucesos harían que esta predicción (como tantas otras) resultara ser falsa.
Entre dichos factores estaba la "Guerra del Yom Kippur". Israel y los países árabes vecinos han
sufrido varios conflictos bélicos, siendo los más importantes:
La Guerra de Palestina (1948-1949). Egipto, Jordania, Irak, y Siria versus Israel. Donde
Israel "gana" su derecho a existir como país.
La Guerra de Suez (1956), Israel, Gran Bretaña, Francia versus Egipto. Conflicto
potenciado por los dos países europeos ante la nacionalización de Canal de Suez por parte
de Egipto.
La Guerra de los Seis Días (1967), Israel versus Egipto, Jordania, y Siria. Israel lanza un
ataque denominado "preventivo" contra los tres países árabes, capturando la península del
Sinaí (territorio egipcio), la Cisjordania y Jerusalén oriental (territorio jordano), y los altos del
Golán (territorio sirio). De este conflicto se derivan gran parte de los problemas coyunturales
que se arrastran hasta lo tiempos actuales.
La Guerra del Yom Kippur (1973). Egipto y Siria versus Israel. Durante la festividad judía
del Yom Kippur, los ejércitos de Egipto y Siria lanzan un ataque combinado contra Israel.
Resultado de la Guerra de los Seis Días.
Desarrollo de la Guerra del Yom Kippur.
Este último conflicto (Yom Kippur) va a tener enormes repercusiones económicas a escala mundial.
La OAPEC (organización de países árabes exportadores de petróleo; fundada en 1968) llevó a cabo
un embargo de petróleo a los Estados Unidos (Octubre 1973 - Marzo 1974) y a Holanda (Octubre
1973 - Julio 1974; recordemos que el principal terminal europeo de petróleo está en el puerto de
Rotterdam). Estas medidas, conjuntamente con las tomadas por la OPEP (reducción de cuotas de
producción), llevó a un alza de los precios del crudo de US$ 3.39 el barril en 1973 a US$ 11.29 en
1974, es decir, un incremento del 333%, en un plazo muy breve, sumiendo a las economías
europeas en una profunda crisis. Esta situación es solo comparable a la de 1978-1980, cuando el
precio del crudo subió de US$ 12.93 a US$ 30.87 (revisar esas fechas en términos de
conflictos: Cambodia, Irán, y relacione con precios del oro).
Las principales consecuencias del alza de los precios del crudo en 1973-1974 fueron dos:
Derivado de la primera se consumió menos petróleo (y se crearon casas y coches más eficientes), y
de la segunda, surgió un aumento de las reservas de petróleo a escala mundial. Con los nuevos
precios del crudo yacimientos que antes eran marginalmente económicos o subeconómicos ahora
eran muy rentables (e.g., Mar del Norte). Todo esto acarreó como consecuencia final que las
predicciones de la obra de Meadow et al. (1972) no se cumplieran. Pero ... hemos solucionado el
problema o solo lo hemos postergado ? recordar que estamos tratando con recursos "finitos".
En cualquier caso, guerras y recursos naturales han ido siempre o casi siempre de la mano. Se ha
hablado del declive del concepto de "recurso estratégico"; hasta mediados del siglo XX poseer una
producción doméstica (propia) de materias primas era considerado como vital para las
superpotencias. Si el recurso en cuestión no existía en la "metrópolis" ésto se solucionaba
anexionando territorios, de manera más o menos forzada (algunos ejemplos):
Guerra de los Boers (Sudáfrica) (1899-1902); conflicto entre Gran Bretaña y los Boers
(antiguos colonos de origen holandés) por el Witwatersrand, el distrito aurífero más grande
del mundo.
Japón y la Segunda Guerra mundial; independientemente de otras consideraciones,
Japón se ve "forzado" a entrar en guerra con los Estados Unidos (y Gran Bretaña y Holanda)
debido a:
Hoy, aparentemente todo se resuelve a través del comercio internacional, pero, es realmente así ?
Conceptos básicos
Antes de tratar detalladamente este capítulo, definamos primero dos conceptos básicos:
Si observamos la figura siguiente, veremos que el grado de certidumbre que tenemos sobre la
existencia de un recurso viene dado por factores de tipo geológico (de izquierda a derecha) y
económicos, ingenieriles, y medioambientales (de abajo hacia arriba). En la zona superior izquierda
encontraremos el máximo de certidumbre, y allí, el concepto de "reserva".
Clasificación de los recursos minerales utilizada por el U.S. Bureau of Mines y el U.S.
Geological Survey (USA).
Recursos identificados.
Recursos no-descubiertos.
Reserva: máximo grado de certidumbre en cuanto los factores de juicio. Este concepto se
divide dos subapartados:
Reservas demostradas: que a su vez podemos desglosar en:
Reserva base: Abarca los conceptos de reserva más aquellos recursos identificados, de
menor "calidad geológica", que podrían ser extraídos en el futuro dependiendo de los
factores, ingenieriles, económicos, y medioambientales.
En cuanto a los recursos no-descubiertos, en esta categoría incluimos los siguientes conceptos:
Factores geológicos
Existen en inglés dos términos relacionados pero diferentes conceptualmente: mineral deposit y ore
deposit. Toda acumulación mineral es un mineral deposit, pero solo aquellas que puedan ser
extraídas con una ganancia económica (o político-económica) pueden ser adscritos a la categoría de
ore deposit. A efectos de estos apuntes, llamaremos yacimiento mineral, a la suma de mineral
deposit + ore deposit.
Todos estos recursos tienen algo en común, esto es, su carácter no-renovable, una vez explotados
ya no hay más. Una segunda característica común es que poseen un valor "localizado", es decir, no
somos nosotros sino los procesos geológicos quienes dictan "donde" se puede explotar un recurso.
Nuestra es tan solo la decisión de hacerlo o no. Por ejemplo, si un yacimiento de cobre se encuentra
en una remota provincia de Indonesia, tendremos que ir ahí si queremos explotarlo.
La distribución "errática" (bajo un punto de vista geopolítico) de los recursos minerales alrededor del
mundo agrega otro factor de complejidad al sistema. Recordemos que las guerras suelen
desarrollarse sobre regiones ricas en recursos minerales, por ejemplo:
Sudáfrica: Guerra de los Boers (Gran Bretaña - Boers), por el oro del Witwatersrand.
SW del Pacífico: Segunda Guerra Mundial, recursos energéticos (petróleo), estaño, cobre,
etc.
La cuenca minera aurífera del Witwatersrand (Sudáfrica) por la que combatieron Británicos
y Boers (1899-1902).
Los factores ingenieriles y económicos inciden de dos maneras, a través de las limitantes técnicas, y
las limitantes económicas:
Limitantes técnicas: son aquellas que aparecen cuando da lo mismo nuestro interés o
financiación económica, por ejemplo, extraer metales a unos 10 km de profundidad.
Limitantes económicas: podríamos construir el equipo necesario para desarrollar
actividades mineras en Marte, pero, los costes serían tan altos que cualquiera fuera el
recurso extraíble, estos excederían los beneficios.
Por otra parte, los factores económicos que controlan la producción minera son básicamente
aquellos relacionados con la ley de oferta y demanda. A su vez, los factores que incidirán sobre esto
serán los de coste ingenieril (incluyendo los gastos para ser ambientalmente "correctos"), los
impuestos, los pagos por propiedades mineras, salarios, etc.
Los costes de maquinaria minera son equivalentes en casi cualquier país del mundo, por ejemplo, el
precio de una pala mecánica no varía substancialmente, da lo mismo si la compramos en Sudáfrica
o en Chile, lo mismo se aplica los sondeos. Lo que difiere de un país a otro son las políticas
impositivas (impuestos), los salarios, y la legislación ambiental. Por ejemplo, el salario de un minero
en Bolivia será mucho más bajo que el de un minero en Canadá.
Otro factor relacionado con éstos es el de la "estabilidad política" de un país o una región. No es lo
mismo explorar recursos minerales en una zona de alto riesgo (e.g., República Democrática del
Congo, Angola), que hacerlo en Norteamérica o Europa.
Factores ambientales
Las preocupaciones ambientales se focalizan en dos problemas principales: extracción y
procesamiento, y residuos. En términos generales ambos factores están ligados, aunque el
problema de los residuos tardó en ser reconocido en su globalidad. Podemos poner en
funcionamiento sistemas descontaminantes durante el procesamiento de minerales (e.g., eliminación
de dióxido de azufre en la plantas de fundición de cobre), pero que se puede hacer con los residuos
sólidos o líquidos ? Existen medidas en la actualidad que tratan estos problemas, por ejemplo, se
pueden restaurar las escombreras de estéril con diversas técnicas, o se puede remediar el problema
del drenaje ácido (a partir de las mismas), mediante técnicas de neutralización química, remediación
mediante reintroducción de suelo, plantas, etc.
Zona afectada por drenaje ácido (izquierda); note los colores anaranjados producto de alta
concentración de Fe 3+ en las soluciones y consecuente precipitación de limonitas, como
producto de la oxidación de pirita. A la derecha se puede observar el mismo sector una
vez que se restauró.
Temas de esta naturaleza han llevado en las últimas décadas a una serie de regulaciones a escala
local (Provincia, Autonomía, Estado) o regional (Unión Europea), que actualmente limitan
severamente las actividades mineras de extracción o tratamiento de minerales.
La globalización de las preocupaciones ambientales presenta sin embargo una serie de problemas
de carácter ético. Por ejemplo, qué derecho tiene un determinado país de contaminar la atmósfera o
el océano si dicha contaminación afectará a otros? Algunos países menos desarrollados pero en
fuerte crecimiento (e.g., China) se están convirtiendo en exportadores netos de contaminación. Por
otra parte las fuertes regulaciones internas de los países desarrollados están creando de facto una
situación de "exportación" de la contaminación, al importar los minerales ya tratados de países
menos desarrollados. Por ejemplo, detrás de cada tonelada de cobre que compramos, hemos
dejado un reguero de contaminación en terceros países.
CAPITULO III
Exploración de Recursos Minerales
Roberto Oyarzun
Introducción
En los capítulos anteriores hemos descubierto la importancia de los recursos minerales, su trasfondo
histórico, y las implicaciones políticas y económicas. Si algo nos debería quedar claro, es que los
recursos minerales son de una importancia capital para todos los países del mundo. En algunos
casos porque los necesitamos para mantener tasas sostenidas de crecimiento (países
desarrollados), en otros para sostener las economías domésticas (países subdesarrollados). Dado
que los recursos minerales son no-renovables, la única alternativa que queda cuando se agotan es
encontrar más. La exploración de yacimientos minerales es una labor ardua y compleja, que
analizaremos desde su base, es decir, desde la perspectiva geológica.
Vivimos en tiempos en los que se piensa, de alguna manera, que todo puede ser resuelto por
medios tecnológicos más o menos avanzados, incluyendo por supuesto, el uso de software
especializado. En el caso de la exploración la cosa no es tan fácil como correr un programa y apretar
botones.
El geólogo de exploración
J.D. Lowell, unos de los geólogos de exploración más exitosos del mundo ha resumido las
características que tiene que tener un geólogo de exploración, de la siguiente manera:
Debe ser una persona inteligente, con una buena experiencia y background académico.
Tiene que ser capaz de pensar de manera "crítica" y si es necesario, rechazar lo que
piensan otros colegas suyos.
Debe ser, como señalábamos, una persona con sólidos conocimientos geológicos, pero al
mismo tiempo, no ser un pedante atenazado por el miedo a equivocarse , ya que su
negocio consistirá en "equivocarse la mayor parte del tiempo" (recordar tasa de
éxito/fracaso).
Cuando habla de sólidos conocimientos geológicos, Lowell quiere decir que un geólogo
de exploración debe ser capaz de manejar diversas técnicas (por ejemplo):
El "qué" explorar
El qué metal explorar no suele ser un problema principal. Si la exploración no está ligada a un
producto exclusivo de la compañía para que trabaja (e.g., cobre-molibdeno: CODELCO), entonces la
exploración puede ser dictada por causas accidentales:
La localización geográfica de la casa matriz de la compañía.
La experiencia de una persona clave en la compañía.
La tradición de la compañía.
El "cuando" explorar
Esto puede estar ligado ciclos económicos. Normalmente uno pensaría que hay que explorar cuando
los precios de los metales son altos, no es verdad ? Por el contrario, ese es uno de los clásico
errores que pueden cometerse en exploración. Hay que explorar cuando los precios son bajos.
Por qué ? por una razón elemental, pueden pasar años desde que se inicia una campaña de
exploración hasta que una mina entra en producción. Así, la idea sería poner tenerlo todo listo
coincidiendo con un ciclo al alza en los precios del metal que nos interesa.
Observe las fluctuaciones de los precios del cobre y aluminio a lo largo del tiempo,
compare además con las etapas económicas recesivas.
Una lección importante, los descubrimientos ocurren independientemente del precio de los
metales (fuente: Goldcorp). De esta manera, ya solo es cosa de que la compañía elija que
política quiere seguir, si esperar a ver como va el mercado (y llegar tarde: perder
oportunidades), o sacarle partido a los malos tiempos, invirtiendo en "futuro".
El "cómo" explorar
Este es un tema sobre el cual cada geólogo tiene sus propias opiniones. Personalmente creo que sin
geología no hay nada, y que esta base geológica es clave para pensar si quiera en una campaña de
exploración. De esta manera revisaremos a continuación una serie de conocimientos geológicos que
son fundamentales para la exploración regional.
Si vamos a buscar un objeto, lo primero que tenemos que conocer es el aspecto que presenta
(guías morfológicas). Si esto es válido en la vida cotidiana, lo es aun más en la exploración de
yacimientos minerales. Segundo, necesitaremos conocer el tipo litológico y ambiente estructural en
que se alberga un determinado tipo de mineralización (guías litológicas y estructurales), y
finalmente, los aspectos mineralógicos de ésta (guías mineralógicas).
Guías de exploración de carácter morfológico y estructural
Tabulares
Tubulares
Irregulares
Concordantes
Los cuerpos tabulares presentan gran extensión en dos dimensiones y son muy restringidos en la
tercera. En esta categoría incluimos los cuerpos filonianos (vetas). Entre las morfología filonianas
podemos distinguir las siguientes:
Paralelas
Enrejado rectangular
Enrejado en ángulo agudo
Malla de alambre
Subcirculares
Haces radiales
Sistema de filones en paralelo.
Sistema de filones en enrejado rectangular.
A escala individual podemos a su vez distinguir las siguientes categorías (algunos ejemplos):
El arreglo estructural de los filones es función del campo de esfuerzos (σ1, σ2, σ3) y la
isotropía/anisotropía del medio. Entender ésto es vital para comprender la distribución de filones a la
escala de yacimiento, distrital, o regional.
Otro aspecto que tenemos que entender es el que guarda relación con el movimiento de fluidos en
zonas de falla. Esto no es un tema accesorio ya que son justamente esos fluidos los que formarán la
masa filoniana.
Pocos ejemplos ilustran mejor la importancia de los estudios estructurales como el descubrimiento
del yacimiento tipo pórfido cuprífero de Kalamazoo en la década de los 60, en el cual participó de
manera fundamental el geólogo americano J.D. Lowell. Dicho descubrimiento está rodeado de varios
aspectos notables entre los que habría que destacar sobre todo, el estudio integral del problema. Si
no entendemos la geología de una zona, poco podremos hacer en lo que respecta a
exploración, salvo que, se confíe en la suerte como elemento esencial del proceso. Esto
cobra especial relevancia si lo que se está buscando es un cuerpo que puede ser no
aflorante. Los años 70 estuvieron marcados en el campo de la geología económica por la
publicación de una serie de trabajos sobre alteración hidrotermal - pórfidos cupríferos en la revista
americana Economic Geology. Quizás el más significativo de ellos es un clásico en el tema: "Lateral
and vertical alteration-mineralization zoning in porphyry ore deposits" (Lowell y Guilbert, 1970). Una
de la ilustraciones más conocidas del trabajo muestra la zonación espacial de las facies de
alteración hidrotermal en San Manuel-Kalamazoo (Arizona, USA). En la actualidad dicha figura se
encuentra en prácticamente todos los textos de estudio sobre yacimientos minerales. Sin embargo,
un detalle a veces poco señalado (y en ocasiones omitido) en dicha figura, es la presencia de una
falla que corta el esquema de manera oblicua. Se trata de la falla San Manuel, y como veremos a
continuación, bajo el punto de la aplicación de métodos estructurales al estudio y exploración de
yacimientos minerales, es un rasgo extremadamente importante, paradójicamente, poco o nada
señalado en los textos de estudio. San Manuel-Kalamazoo no es ni económica ni geométricamente
un yacimiento único, por el contrario, se trata de dos cuerpos mineralizados basculados: San Manuel
y Kalamazoo, separados por una falla normal de bajo ángulo (falla San Manuel; WNW/25-30° S). Si
bien originalmente constituían un solo cuerpo mineralizado, el movimiento normal de la falla cortó el
cuerpo mineralizado generando los dos segmentos actualmente conocidos. San Manuel (más
cercano a la superficie) se localiza a muro ( foot-wall) de la falla y Kalamazoo 1.6 km hacia el oeste (a
una profundidad de 800-1220 m) a techo ( hanging-wall).
Lo importante: si bien San Manuel era conocido, el descubrimiento de Kalamazoo ( Lower K) fue la
consecuencia de un trabajo geológico integrador, que relacionó las facies de alteración y la
mineralización con la estructura. El razonamiento básico de exploración fue el siguiente (Lowell,
1968): 1) San Manuel representaba sólo una parte de un cuerpo mayor; 2) el cuerpo se encontraba
basculado; y 3) la falla que cortaba San Manuel era normal y de bajo ángulo. Conclusión, un
segmento de San Manuel tenía que estar más abajo, sobre la falla. Resultado, efectivamente, más
abajo, hacia el oeste yacía un cuerpo mineralizado, luego bautizado como Kalamazoo.
Sobre el tema fallas y mineralizaciones, comentemos además lo siguiente (10 principios básicos):
1) Las zonas extensionales son las más favorables para el desarrollo de mineralizaciones. La
extensión genera espacios, la compresión los sella. Esto tiene dos consecuencias, ahí donde se
generan espacios los fluidos podrán circular con mayor facilidad y las masas minerales serán
mayores.
3) La determinación del sentido de movimiento de una falla individual o zona de cizalla es vital
para predecir la presencia de zonas en extensión. Por ejemplo, el determinar la presencia de un
duplex no es un hecho significativo si no entendemos las condiciones mecánicas interiores de éste, y
para entender ésto, necesitamos saber cual es el movimiento de la falla principal y del sistema
imbricado.
4) Las fallas rara vez presentan "un" solo sentido de movimiento. Por ejemplo, una falla
puede haber jugado primero como inversa y luego como falla normal. Un duplex puede haberse
originado como una estructura compresiva y luego haber pasado a condiciones extensionales. Para
ello hay que "leer" en la falla su historia cinemática. La utilización de software "especializado" puede
llevar a grandes errores si no se conoce previamente, y con precisión, cual es la historia cinemática
de una falla o zona de falla. Al respecto dos corolarios: a) el software es tan bueno o tan malo como
su usuario; b) el software no substituye a un geólogo de campo.
6) El segmento más interesante de una zona de cizalla bajo el punto de vista económico, se
encuentra desde la transición dúctil-frágil hacia superficie. Es ahí donde se generan los espacios y
estructuras discretas donde mejor puede ser precipitada la carga mineral.
7) Las zonas de cizalla pueden tener una larga y compleja historia. La superposición de una
fábrica frágil a una fábrica dúctil es un fenómeno relativamente normal por alzamiento tectónico del
bloque en cuestión durante la evolución del proceso. El encontrar estructuras frágiles (e.g., fallas,
brechas) superpuestas a una fábrica dúctil (e.g., milonitas) es el mejor indicativo de que ha ocurrido
este proceso.
8) La exploración de yacimientos tiene que estar basada, antes que nada, en el conocimiento de
la geología local o regional de una zona. La determinación de la estructura es a su vez un requisito
esencial para entender la geología. Dado que las fallas juegan un rol principal en la formación de un
gran número de mineralizaciones hidrotermales, el entender como funcionan éstas resulta vital.
9) No existen fallas "buenas" o fallas "malas", en general todas presentan sectores más
favorables y menos favorables para el desarrollo importante de masas minerales.
10) Si la evidencia de campo contradice los planteamientos teóricos iniciales, substituya la teoría,
lo opuesto cuasi garantiza el desastre.
En lo que respecta a los cuerpos discordantes tubulares tenemos que mencionar a las diatremas.
Estos cuerpos relacionados con fenómenos magmáticos explosivos presentan morfologías
cilíndricas a cónicas, y cónicas truncadas invertidas, con secciones circulares a subelipsoidales.
Cuerpos de esta naturaleza albergan mineralizaciones de cobre (brechas de turmalina asociadas o
no a yacimientos tipo pórfido cuprífero), de oro, y diamantes (chimeneas o "pipas" kimberlíticas).
Ejemplo de diatrema.
Los cuerpos discordantes irregulares suelen estar asociados a intrusiones. Entre estos cabría
mencionar los skarns polimetálicos y los yacimientos tipo pórfido cuprífero. Cortan a las secuencias
albergantes sin presentar una forma concreta.
Parte de la portada del libro de J.M. Guilbert & Ch.F. Park ( The Geology of Ore Deposits ;
1986): pórfido curprífero de Bajo La Alumbrera (norte de Argentina). Note la intrusión
central (marrón) cortando la secuencia circundante y la zona de alteración fílica + argílica
(colores claros).
Guías litológicas
En este apartado tenemos que entender un aspecto principal: que existe una conexión entre el tipo
de litología y el tipo de yacimiento que estamos buscando. Las razones son diversas y tienen que
ver con aspectos tan fundamentales como los procesos de cristalización magmática (e.g.,
yacimientos de platinoides en rocas ultramáficas), como con otros menos entendidos como la
relación entre la dolomitización de rocas carbonatadas y la formación de yacimientos del tipo
Mississippi Valley (Pb-Zn). En cualquier caso, es un hecho de carácter empírico que determinados
tipos de yacimientos se asocian a unos determinados tipos de roca.
Guías mineralógicas
Así por ejemplo los pórfidos cupríferos presentan un núcleo de alteración potásica (feldespato K,
biotita, que grada hacia fuera hacia una alteración fílica (=cuarzo-sericítica). Más periféricamente
encontraremos facies argílicas (intermedia o avanzada) y propilítica (con clorita, epidota, calcita). La
secuencia de alteración es la siguiente: 1) formación de las zonas de alteración potásica y propilítica;
2) desarrollo de la alteración fílica (hacia fuera y arriba); y 3) formación de facies de alteración
argílica en la parte superior del sistema.
Otras facies llamativas de alteración son las que se encuentran presentes en los yacimientos
epitermales de metales preciosos, particularmente en el caso de los del tipo sulfato-ácido, con facies
de alteración argílica avanzada, fílica, propilítica, y silicificaciones, todo esto con zonas de intenso
recubrimiento limonítico que configuran importantes anomalías de color.
Zonas de alteración en el sector de El Indio, epitermal aurífero en el norte de Chile. Los
colores marrón claro y rojizo corresponden a alteración argílica, hematitizaciones, etc. Al
fondo, cerro Las Tórtolas, de 6160 m de altura.
Finalmente en esta categoría deberíamos tratar también el tema de los recubrimientos limoníticos
(gossans), que por sus llamativos colores (rojos, anaranjados) constituyen excelentes guías de
exploración para los yacimientos sulfurados.
CAPITULO IV
Modelos en Exploración
Roberto Oyarzun
Un modelo empírico es aquel que describe los atributos esenciales de un tipo de yacimiento
aunque las relaciones entre estos se desconozcan. Por ejemplo, en un modelo empírico no
entraremos a discutir porqué la zona de alteración potásica y las mayores leyes primarias en un
yacimiento tipo pórfido cuprífero coinciden en el espacio, nos contentaremos con que es así, y basta.
O nos interesará saber que existe una distribución zonal de las zonas de alteración en torno a un
yacimiento de este tipo, y que las rocas típicas en que aparece en un margen activo (e.g., Andes)
son granodioritas, mientras que en un arco isla típico (e.g., SW del Pacífico), son más bien de tipo
diorítico.
Modelo empírico (descriptivo) de un yacimiento tipo pórfido cuprífero; note como quedan
bien establecidas las relaciones espaciales (contactos) entre las rocas y la mineralización-
alteración.
El modelo teórico es aquel en que los atributos esenciales se encuentran interrelacionados a través
de conceptos fundamentales. Por ejemplo, magmas más evolucionados, generados en zonas de
potente corteza continental dan lugar a rocas calco-alcalinas típicamente granodioríticas, mientras
que en los arcos de isla, con cortezas más delgadas, el tipo es menos evolucionado, generándose
rocas dioríticas de la misma serie. En un modelo teórico también tendremos que entender como se
relacionan fisicoquímica y espacialmente las fases silicatadas y sulfuradas en un pórfido cuprífero, y
además comprender adecuadamente la secuencia temporal de éstas.
Esta percepción dual de los yacimientos nos lleva a la absurda polémica entre teóricos y empíricos,
ambos con su propia escuela de pensamiento. Dada la importancia del tema, intentaremos
comprender el enfoque de unos y otros.
Por otra parte, los seguidores de la otra gran escuela de pensamiento, i.e., los empíricos, piensan
que todo esto es una monumental pérdida de tiempo y dinero. Su filosofía puede ser resumida en
una frase: "los yacimientos están donde se encuentran" . Su argumento principal es: ¿ y qué
pasa si el enfoque teórico está equivocado, o en el mejor de los casos es incompleto ? Se corre el
peligro de pasar por alto un gran yacimiento sólo porque no encuadraba en el modelo teórico que se
estaba empleando. Los empíricos prefieren estudiar una región y utilizar indicaciones indirectas
obtenidas por métodos científicos de prospección, e.g., geoquímica, geofísica, teledetección, etc.,
sin partir de una idea preestablecida de donde se encontrará el yacimiento. Si existe un yacimiento
en el área estudiada y se encuentra lo suficientemente cerca de la superficie, será detectado por
esos métodos. Cuanto más grande el yacimiento, más fácil será encontrarlo . La eficacia de
este enfoque puede ser ejemplificada por la historia del descubrimiento del gran depósito de Kidd
Creek (Ontario, Canadá). En este sitio se había detectado una gran anomalía geofísica de
conductividad, rasgo que podía indicar la presencia de minerales metálicos, cerca de la pista de
aterrizaje de Timmins. Todo el mundo conocía este hecho pero, debido a que no encajaba en la
teoría predominante, no se consideró un dato importante. La compañía minera Texas Gulf Sulfur, con
un enfoque empírico, perforó en el área de la anomalía y el resto es conocido por todos los geólogos
económicos: se encontró uno de los yacimientos de cobre-zinc más ricos del mundo.
Viñeta que ilustra la distinta percepción de los hechos los teóricos y los empíricos, en este
caso, dos cazadores. A la izquierda, el teórico dice, "si puedo determinar de donde ha
venido esto (huellas) puede que encuentre una fuente inagotable (de caza) " ; el empírico le
responde, "y a quien le importa de donde viene, yo me voy a cazar éste y me lo como" .
Hasta la década de los 80 puede decirse que la balanza se inclinaba fuertemente hacia el método
empírico. La mayoría de los yacimientos habían sido encontrados por prospectores que en muchos
ocasiones carecían incluso de una formación universitaria. Esto por solo hablar del siglo XX. Si nos
remontamos a épocas anteriores, e.g., la Edad Media o la Roma Clásica, el 100 % de los
descubrimientos fueron una aplicación del método empírico (y que mejor ejemplo que la España
romana). Sin embargo, hay que reconocer que los yacimientos que se detectaban antaño
correspondían a cuerpos aflorantes, de tal manera que su detección era relativamente simple. Esa
situación está cambiando radicalmente, ya que cada vez quedan menos recursos minerales en o
cerca de superficie. Probablemente la era de los empíricos esté acabando y los teóricos tengan
mucho que decir en las décadas venideras, ya que el descubrimiento de nuevos yacimientos tendrá
que pasar necesariamente por una serie de razonamientos de carácter eminentemente teórico.
Solo resta esperar que los modelos teóricos tengan la suficiente flexibilidad para evitar casos como
el de Kidd Kreek. Para esto quizás si lo más adecuado sería que se combinase lo mejor de ambos
mundos, el pragmatismo empírico y el enfoque científico de los teóricos. Tres descubrimientos
probablemente ejemplifiquen esta combinación y ojalá marquen el desarrollo futuro de la exploración
minera:
Una ayuda extra en la exploración de yacimientos minerales viene dada por el desarrollo de los
denominados mapas metalogénicos. En ellos se representa la distribución de yacimientos
minerales en una región (de mayor o menor tamaño). Los mapas metalogénicos pueden representar
una o más especies metálicas, y más de un tipo de yacimiento. La agrupación de éstos puede venir
dada por el tipo de metal y/o el tipo de yacimiento, lo que da lugar a la representación de
metalotectos (acumulaciones metalíferas relacionadas con un tipo concreto de asociación de rocas,
formando agrupaciones de yacimientos; terminología que se emplea en España: ver mapas
metalogénicos del IGME) o provincias metalogénicas. La diferencia entre ambos tipos de
representación es más de carácter semántico que real. Como mucho podríamos decir que las
provincias metalogénicas abarcan más territorio, y pueden extenderse en algunos orógenos por
miles de kilómetros (por ejemplo, pórfidos cupríferos en Chile-Perú), y representar más de una edad
de formación de los yacimientos.