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ROGERS.

CAP 3: La Respuesta-Reflejo
El terapeuta rogeriano lo único que hace (o que debe hacer) es tratar de participar en la exp inmediata del
cliente. Por ello, sus respuestas deben adaptarse al pensamiento de éste hasta el punto de rehacerlo dándole
una forma equivalente o que, al menos, el cliente reconozca como suya. Por ello, la respuesta característica del
enfoque rogeriano se indica con el nombre de ‘’reflejo’’
Reflejar consiste en resumir, interpretar o acentuar la comunicación, manifiesta o implícita del cliente. La
finalidad de este tipo de respuestas es satisfacer una de las condiciones necesarias y suficientes de la terapia.
Una de estas condiciones es que no basta con que el T perciba al cliente como este se percibe a si mismo. Hace
falta que consiga hacer entender esta identidad de percepción al cliente.
Hacerle comprender que no se piensa ‘’en’’ él sino que ‘’con’’ él. Para esto muchas veces habrá que hacer la
reproducción exacta de sus palabras.
Esto tiene varios efectos o fines: primero tiende a ejercer un efecto saludable, de alivio y de estimulo en el
cliente, que suele estar acostumbrado a que se contradigan o se critiquen sus puntos de vista. Además, como
no impone ninguna exigencia al cliente, le permite sumergirse por completo en su mundo personal,
subjetivo. A causa de ello, representa el medio por excelencia para facilitar la toma de conciencia autónoma
de la experiencia vivida.
La recepción de la comunicación no puede producirse en aquel T cuya mente esta llena de categorías
diagnosticas y de otros criterios, ya que se necesita que este enteramente disponible a la comunicación. Solo
asi esta en condiciones de contestar de modo íntimamente empático.
Al reflejar la comunicación, el T ofrece al cliente la posibilidad de comprobar si su comunicación reproduce
exactamente su sentimiento. Esta comprobación representa uno de los factores mas importantes del
proceso terapéutico. En efecto, los problemas psicológicos se deben, en gran medida, a una simbolización o
representación defectuosa de lo que realmente se siente.
Si el T identifica que lo que el cliente le expresó como problema no es así objetivamente, no tiene que decirle
esto ni imponerle otra versión, sino que tiene que aceptar el problema tal como el cliente lo formula y crear las
condiciones en que dicho cliente este en situación de percibir mas claramente sus puntos de vista sobre el
problema y de corregirlos, si es el caso. Al reflejar la comunicación, el T le ofrece precisamente, esta
oportunidad.
‘’No puede usted más, o al menos, es lo que usted siente en este momento’’. Esta respuesta puede introducir
en la conciencia un elemento de experiencia muy real pero atenuado por la intensidad de la exp inmediata:
que todo sentimiento es pasajero. Asi se puede atenuar la intensidad del sentimiento. De todas formas, el
cliente podría reaccionar con rechazo a estas palabras, al verlo como una subestimación de su problema y de
su dolor a lo cual el T deberá responder reconociendo esto: ‘’se trata de algo verdaderamente profundo’’ por
ejemplo. O decir ‘’le parece que tendrá usted siempre sentimiento. Que nunca volverá a tener animo’’. Con
esta respuesta el cliente difícilmente responderá afirmativamente. Por el contrario, esto lo llevara a darse
cuenta de que su juicio no es valido, porque significaría reconocer que la cualidad de permanencia esta unida a
la de fracaso y no al sentimiento, lo cual es muy diferente. Esto es algo que el cliente ya sabe, pero llevarlo de
la periferia al centro de la conciencia, puede modificar considerablemente el cuadro afectivo.
Las leyes de la organización del campo perceptual –las que rigen la formación, modificación o desaparición de
la figura y cuyo juego se demuestra fácilmente en el campo de la percepción visual- valen también para la
percepción no sensorial, para el pensamiento y el sentimiento. Asi cuando 2 personas consideran una situación
mas o menos compleja o ambigua, los elementos que se organizan en figura varian según factores mas o
menos constantes (actitudes, valores, tendencias personales) y factores variables (contenido mental
inmediato) que forman el fondo. Un fenómeno análogo se produce constantemente en la terapia rogeriana. El
cambio terapéutico puede concebirse como un proceso de modificación constante del campo de la percepción,
en particular del sector central que corresponde a la estructura del yo. A medida que la interaccion continua,
ciertos elementos de la experiencia que formaban parte del fondo vienen a integrarse en la figura y se
producen asi modificaciones.
Uno de los factores mas importante de este proceso es la respuesta-reflejo. Esta respuesta tiene por efecto o
acentuar la figura tal como el cliente la percibe o darle luz por via de contraste o modificarla ampliándola o
incluso invertirla. Pero lo que importa hacer notar es que la modificación de la figura se hace a partir del
interior, no el exterior ya que el T extrae los datos de la respuesta de la comunicación del cliente, no de
ninguna fuente externa a esta comunicación.
El valor de la respuesta reflejo consiste en que su contenido no puede ser negado por el sujeto. El sentimiento
reflejado esta unido a su comunicación como lo están las 2 caras de una misma moneda. Asi es capaz de
efectuar una toma de conciencia sin herir el sentimiento.
Modalidades del reflejo
Hay 3 tipos, los cuales nombraremos según el orden creciente de su valor de elucidación:
1. Reiteración o reflejo simple: se dirige al contenido estrictamente manifiesto de la comunicación. Se
emplea sobre todo cuando la actividad del cliente es descriptiva y/o cuando el sentimiento esta
cubierto por el contenido material. Apenas tiene valor de elucidación directa por lo que su real valor es
preparar el terreno para una toma de conciencia cada vez mayor, y que tiende a establecer un clima de
seguridad que favorece la disminución de las barreras defensivas del yo y por tanto, la ampliación del
campo de percepción. Este reflejo suele crear un cierto orden en el conjunto a veces caotico del relato.
Trata de estabilizar y precisar la ‘’figura’’. El cliente se siente comprendido y respetado, acompañado,
no observado y mucho menos juzgado por el T y esto le da tranquilidad y la seguridad necesaria para
adoptar su papel de un modo espontaneo. Asi, este reflejo es el instrumento principal para crear la
atmosfera de relajación necesaria para la activación de las fuerzas de crecimiento y autonomía.
2. Reflejo de sentimiento o reflejo propiamente tal: se dirige a sacar a la luz la intención, la actitud o el
sentimiento inherentes a sus palabras, proponiéndolos al cliente sin imponérselos. Consiste en
iluminar el ‘’fondo’’ de la comunicación con el fin de permitir al sujeto que se de cuenta de si hay en el
elementos susceptibles de integrarse a la figura, de modificar esta o de realzarla. En otras palabras,
tiende a favorecer la evolución de la figura.
3. Elucidación: consiste en captar y cristalizar ciertos elementos que, sin formar claramente parte del
campo de percepción, lo impregnan. Este reflejo trata de poner de manifiesto sentimientos y actitudes
que no se derivan directamente de las palabras del cliente sino que pueden deducirse razonablemente
de la comunicación o de su contexto. Como es una deducción, se caracteriza por una cierta agudeza
intelectual que no tienen los otros tipos de reflejo. Es mas susceptible de contener elementos extraños
al campo de la percepción y a causa de ello, de afectar al sujeto de un modo amenazante pero no para
la tendencia actualizante ni para la capacidad de comprensión ni de dirección autónoma de si mismo,
que es lo que nos importa. Como se aparta del centro de la percepción, corre el riesgo de no ser
reconocido por el sujeto. Por ello, es útil formular el contenido de esta respuesta de un modo no
categorico, por ejemplo usando expresiones como ‘’si no me equivoco…’’. Por parecerse mucho a la
interpretación, se usa solo cuando es estrictamente necesario.
Creemos que la discusión de los problemas, incluso con una solución negativa, lejos de enfriar las relaciones
entre las partes, puede consolidarlas si da ocasión a los interesados de tomar conciencia de los atributos de
tales relaciones: libertad, por ambas partes, para pedir y para dar o negar, el respeto mutuo, el deseo de
comprenderse el uno al otro. Aunque ciertas necesidades particulares del sujeto queden insatisfechas, la
frustración ocasionada por este hecho tendría su contrapeso en la satisfacción de la necesidad mas
fundamental: la de sentirse una persona de valor, digna de atencion y de respeto, y ser reconocida como tal
por los que ocupan un lugar importante para nosotros, para nuestra economía afectiva.
Recordemos que la condición sine qua non de la terapia reside en el respeto incondicional y autentico del T. El
cliente reconocerá inmediatamente si la actitud del T es autentica o no.
La actitud del T, constantemente empática, pone al cliente frente a una situación muy nueva, que al principio le
deja perplejo. La ausencia de critica y de contradicción defrauda sus expectativas y le obliga a modificar su
conducta habitual. Personas de buen funcionamiento suelen evitar la oposición o contradicción de los demás,
pero ciertas personas neuróticas dan la impresión de querer provocar justamente eso.
La lógica de esto es la siguiente: sabemos que la frustración tiende a dar lugar a la agresividad. Como el
neurótico es incapaz de obtener la satisfacción necesaria para su buen funcionamiento, esta en un estado de
frustración crónica, por lo que tiene tendencia a la agresividad, manifiesta u oculta, hacia si mismo o hacia los
demás. Con el fin de proteger su yo contra a inclusión del atributo de agresivo, provoca la oposición de los
demás para asi tener la ocasión legitima de expresar estos impulsos agresivos que se agitan en el. Como el T no
da ocasión para esto, el cliente puede reaccionar agresivamente hacia sus propias afirmaciones reflejadas por
el T, con lo cual la agresividad se transforma en autocritica constructiva. Pero esto ocurre solo después de
poner a prueba varias veces al T. Solo después de ver sus tácticas frustradas, renuncia a ellas y es capaz de
reconocer éstas y los objetivos que perseguía.
Cuando la relación es buena y el cliente se da cuenta de que se llevan a cabo ciertos progresos, acaba
frecuentemente por modelar su conducta interpersonal por la del T.
Podría pensarse que los reflejos mas útiles son los de sentimiento y la elucidación. Sin embargo, para Rogers,
es el reflejo simple o reiteración. Este tipo de respuesta representa la expresión mas pura de los principios de
empatía y de consideración positiva incondicional que fundamentan esta terapia.

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