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Tao Pureza y Silencio PDF
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Resumen Abstract
El presente estudio se centra en el tao- The present study focuses on pure Ta-
ísmo puro, libre de adherencias piado- oism, free from popular pious attach-
sas populares provenientes de otras ments from other religious sources. Our
fuentes religiosas y toma como punto starting point is a certain Taoist tem-
de partida un templo taoísta determi- ple. Tao is considered as an absolute
nado. El Tao, considerado como princi- principle that excludes any attempt or
pio absoluto que excluye cualquier in- intention to be given a name. It coin-
tento o pretensión de nombrarle,
cides with the ineffable God of mo-
coincide con el Dios inefable de las re-
notheist religions. Clad with Tao’s light
ligiones monoteístas. Vestidos de la luz
and illuminated by its clarity, Taoism
del Tao e iluminados por su claridad, el
transcends the ethics of values and
taoísmo trasciende la ética de los valo-
norms. It places itself on a kind of mys-
res y de las normas, instalándose en una
especie de ética mística o, como suele tical ethics or transpersonal, as it is
decirse, transpersonal, a partir de la cual usually said, from which values get their
los valores cobran su sentido pleno. Ine- full meaning. Inevitably, man lives in an
vitablemente el hombre vive en un for- artificial social formalism, which is built
malismo social artificial, construido por by men themselves.Taoism liberates it-
los mismos hombres. El taoísmo se libe- self from everything in order to follow
ra de todo para seguir el pálpito del uni- the beat of the universe and nature
verso y la naturaleza regidos por el Tao. which are ruled by Tao.
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
plo taoísta genuino en España y en Eu- en la vida —lo cual indica que la vida,
ropa, desprovisto de las adherencias por sí misma, es caótica e ininteligible—,
provenientes de manifestaciones reli- sino como una forma de seguro de
giosas populares o de elementos de vida, un seguro de vida que ninguna
otras religiones. Es taoísmo puro. El Tem- de las asociaciones de seguros puede
plo se encuentra en el número 530 de cubrir. Las religiones te ofrecen la salva-
la calle Córcega, en el Entresuelo pri- ción. Prometen salvarte del dolor, del su-
mero. El Maestro Tian es ya muy cono- frimiento, de la enfermedad y, sobre
cido en los ámbitos interreligiosos, no todo, salvarte de la muerte. Te ofrecen
solamente por los cursos impartidos en felicidad perfecta y vida interminable,
la Universidad Autónoma de Madrid, su eterna. Es revelador que la Biblia judía y
participación en el Forum de Barcelo- cristiana y el taoísmo hablen de un pa-
na 2004, su presencia en Televisión, radio raíso, que aunque perdido, te garanti-
y otros encuentros, sino también por sus zan recuperarlo. Se trata, pues, de la fe-
publicaciones. Su formación seria en el licidad. El viaje hacia el interior se inicia
taoísmo auténtico durante siete años con la búsqueda de la felicidad ya que
en el templo Tai Ping Gong en la mon- es lo que se busca entre todas las cosas
taña Lao Shan y educado por Maes- que se buscan. Y termina con la felici-
tros del más limpio taoísmo, no sola- dad que es el encuentro con la Verdad.
mente han hecho de él un ferviente También para el taoísmo vale la formu-
religioso taoísta, un portavoz veraz de su lación que hacía San Agustín de la feli-
religión, sino también un investigador in- cidad. La felicidad es ‘Gaudium de ve-
cansable de la misma dentro de la Aso- ritate ’. Es la felicidad que da el
ciación Taoísta China. Inconsciente- conocimiento de la Verdad.
mente ha hecho suyo el lema de San
Agustín: «buscar para encontrar, y en- Es realmente muy atrevido emprender
contrar para seguir buscando». El Ma- un estudio sobre el taoísmo sin tener la
estro Tian está convencido que, aunque menor idea de la lengua china de la
sea necesario e imprescindible investi- que un proverbio chino dice, indican-
gar los libros, el taoísmo es algo que se do su dificultad, que «una figura equi-
encuentra en lo más profundo del hom- vale a mil palabras». Aunque se dis-
bre, y a ese ‘dentro’ hay que dirigir la in- ponga de un baño o de una inmersión
vestigación. El taoísmo verdadero —nos directa en la vida real de China, es siem-
dice—, es el taoísmo interno, el Tao del pre algo superficial y, en el fondo, algo
corazón (MAESTRO TIAN CHENG YANG, de lo que uno no se puede fiar.Aunque
2003, p. 11). Es fácil reconocer también se tenga la intuición de que las filosofías
aquí la estrella que guiaba a San Agus- y las religiones emplean lenguajes dis-
tín: «En el hombre interior está la Ver- tintos y en niveles distintos para hablar
dad», entendiendo, bajo la palabra ‘Ver- de lo Mismo, lo cierto es que el lengua-
dad’, a Dios. Dios es la intimidad je, las palabras son también una ma-
desconocida. Aquella entrevista con el nera de captar y aprehender la reali-
Maestro Tian,dentro del espacio del Tem- dad, con lo cual lo Mismo ya no es tan
plo, me invitó a reorganizar mi estudio igual aunque se trate, en todo caso, de
hacia el Taoísmo como Religión y no ha- lo Mismo. Solamente nos queda para
cia la ontología del Tao. avalar nuestro estudio la experiencia di-
recta de un templo taoísta, las conver-
Las religiones se afanan en la búsque- saciones largas y lentas con personas
da de la Realidad Última no simple- creyentes en él, las versiones y los estu-
mente como una forma de orientarse dios fiables. Ello nos anima a empren-
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der este estudio aunque solamente sea plea para la enseñanza de la religión y
para entender lo que hay en nuestro filosofía taoísta, la práctica del Tai Chi o
derredor y poder dialogar con él. del Chi Kung que disponen a la medi-
tación, o para celebrar comidas com-
partidas en festividades religiosas. Allí
Participación en una tuvimos nuestra comida de fraternidad
interconfesional que la Asociación taoís-
ceremonia interreligiosa ta del Centro preparó con mimo y cariño.
con el taoísmo
El Maestro Tian participó en nuestro Cur-
so-Seminario llevado por videoconfe-
rencia con diversas Universidades del
mundo, disertando sobre el tema «La
longevidad en la religión taoísta y la fi-
nalidad de la reencarnación». El taoísmo
siempre estuvo apasinado y persiguió
la manera para poder «robar el secreto
del Cielo y de la Tierra», descubrir el se-
creto de la vida para poseerla siempre.
La conexión se hizo desde la Universitat
Ramon Llull de Barcelona. Explicar cual-
quier tema del taoísmo en hora y me-
dia o dos horas no es una tarea fácil
porque el taoísmo, además de Religión
y ontología pertenece a una sensibili-
dad mental oriental. Tiene más, a pri-
mera vista, de espiritualidad transcon-
fesional que de religión confesional
concreta. El Maestro Tian, sin embargo, En esta sala se encuentra el cartel de
supo captar la admiración de los estu- caligrafía china, distribuido a la manera
diantes y ellos supieron intuir el aspec- de una mesa rodeada por tres bancos.
to fascinante que dejaba translucir la
exposición. Y decidieron conocerlo en Según la versión hecha por el Maestro
su propio espacio y en el despliegue de Tian —a quien agradezco sinceramen-
sus ceremonias. El Departamento Cien- te todas las orientaciones e informa-
cias de la Religión de la Universidad La ciones que me ha dado—, la parte cen-
Salle en Madrid hizo las gestiones y pre- tral es el Tao o Dào según la fonética
paró una ceremonia interreligiosa.Tuvo del idioma chino. La inscripción de la
lugar el día 19 de noviembre del 2005, derecha, desde la perspectiva del ob-
de 17 a 18’30 horas. servador, dice: «El Tao eterno estima la
vida y así, sin condiciones ni límites, en-
El templo es una vivienda particular y carrila el ser hacia su tao». La inscrip-
de dimensiones reducidas. Recuerda a ción de la izquierda es muy similar y se
los primeros cristianos cuando se reu- refiere a la vida práctica: «El Tao eterno
nían en las casas privadas. El recinto tie- estima la práctica y así, sin condiciones
ne la forma de escuadra. El brazo de ni límites, encarrila el ser hacia su tao».
entrada ofrece un espacio que se em- El texto de la parte superior contiene el
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
nombre del templo: «El Templo de la Pu- solamente a través de la pureza se pue-
reza y el Silencio». de llegar a él. Las dos estatuillas simbo-
lizan a dos donceles puros, vírgenes y,
con ello, se está remitiendo a la pureza
de quienes han seguido el Tao. Esto es
lo que quiere expresar el Maestro Tian
cuando dice que «simbolizan dos jóve-
nes vírgenes, y representan los descen-
dientes taoístas».Y a uno de sus lados se
encuentra, nuevamente, la figura de Lao
Zi, quien a lomos de un búfalo, em-
prende viaje hacia el Oeste. En el paso
de Han Gu Guan, y a ruegos del guar-
dia fronterizo Yin Xi, escribe la obra pro-
funda Tao Te King, el segundo libro más
editado después de la Biblia y que ha
Al otro espacio se accede directamen- tenido una influencia considerable en la
te. La separación queda fijada por una mentalidad y en el espíritu chino (LÉON
cortina de color amarillo y una especie WIEGER, 1922, p. 147). El códice más an-
de sencilla cenefa que cuelga un tan- tiguo del Tao Te King data del 300 a.C. y
to del techo y sobre la que figura la ca- fue descubierto en China en el año 1993.
ligrafía china inserta en rombos de co-
lor rojo. La expresión dice que nos Sobre el altar están las ofrendas de pan
encontramos en «El primer templo taoís- y frutas, que se consumirán entre todos
ta europeo». En este lugar se encuen- los creyentes como signo de unidad en
tra el altar con una pequeña estatua la fe, en la mente y en el corazón.Tam-
del dios Lao Zi, la personificación hu- bién hay tres pequeños recipientes de
mana del Tao, y que, al ser divinizado y color amarillo que contienen las ofren-
considerado como un ‘Dios’, se le dio el das del agua. El agua tiene en sí una
nombre honorífico y respetuoso de «Tai gran riqueza expresiva. Sirve para lim-
Shang Lao Jun» que quiere decir «La piar. La ofrenda del agua limpia el es-
grandeza suprema, noble y eterna». Nos píritu y purifica el templo. Además, sin
hemos permitido traducirlo así porque agua no hay vida. También el Tao está
según aclaración del Maestro Tian:‘Tai’ al inicio de la vida creándola, mante-
significa ‘supremo’; ‘Shang’ designa lo niéndola y conservándola. También el
‘superior’;‘Lao’ se refiere a ‘eterna’, y ‘Jun’ creyente, con la ofrenda del agua, con-
tiene el sentido de ‘noble’. tribuye a comunicar vida en las formas
innumerables de la bondad. Hay tam-
Unos espejos hacen que Lao Zi aparez- bién flores, incienso y velas. Todo ello
ca contemplando los cuatro puntos car- —incienso, flores, velas, agua, frutas—,
dinales, simbolizando la mirada omnia- constituye lo que el Taoísmo llama «Wu
barcadora del Tao. El Tao lo rige todo. A Gong», es decir, las cinco ofrendas tra-
sus pies hay dos estatuillas. No repre- dicionales del altar.Y todo envuelto en
sentan ninguna deidad o divinidad, una luz suave en la que se mezclan co-
pero sí tienen un alto contenido simbó- lores tenues de amarillo y rojo, propi-
lico y que hace referencia a las pala- ciando una atmósfera que invita al mis-
bras que cuelgan sobre el altar y que terio, ayudando a fijar la conciencia que
dicen: «El santuario de la suprema pu- siempre está dispersa, moviéndose alo-
reza». El Tao es puro y produce pureza y cadamente, de un lado para otro.
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Yu». Es de madera hueca por dentro y te el centro de cada mano. Toda vez
exteriormente parece tener el diseño de que la mano izquierda del hombre es
pez carpa, abundante en China, sím- Yang , su pulgar toca el centro de la
bolo de la perseverancia, de la resis- mano derecha que es Yin . De este
tencia y del éxito. Sus ojos están siem- modo se une la energía (Chi) de los dos
pre abiertos para no dejar de ver nada. polos energéticos fundamentales que
Representa el Tao siempre despierto y atraviesan todo lo existente, lo cual pue-
sin tregua. Su sonido, alternando con el de notarse en la activación de la sangre
sonido producido por el «Quing», ayu- de las manos. En la mujer, la mano iz-
da a llevar el ritmo del canto-recitación quierda es el Yin y la derecha es el
y a mantener la atención. Según acla- Yang. Por ello, ha de colocar la dere-
ró el Maestro Tian, el canto en la cere- cha sobre la izquierda.
monia lo introdujo el Maestro Kou Qian
Zhi (365-448) a partir del año 424, en la En la ceremonia, estando de pie, el se-
Dinastía Bei Wei (386-534). llo se lleva a la altura de la frente. Se-
guidamente cada uno coloca su ‘mano
Los gestos que acompañan la cere- Yang’ (izquierda en el hombre; derecha
monia son sencillos. Uno de ellos con- en la mujer) en el corazón, se arrodilla
siste en colocar las manos para formar sobre un cojín y se postra llevando su
el llamado «sello», o más exactamente ‘mano Yin’ (derecha en el hombre; iz-
«sello de Xiu Lian». Xiu Lian es una for- quierda en la mujer) hacia el suelo has-
ta tocarlo, y se cruza la ‘mano Yang’ en-
ma de compresión del Tao que intenta
cima. Al mismo tiempo se inclina el
abarcarlo en todas sus dimensiones o
cuerpo hacia el suelo como si fuera la
vertientes. Xiu Lian no se reduce a com-
postura de la tortuga. Se leen textos
prender el Tao en su vertiente espiritual,
mientras se permanece de rodillas. Lue-
religiosa o intelectual, sino que incluye
go, se incorpora colocando la mano
también, como parte integrante del mis-
Yang sobre la frente. El Yin y el Yang se
mo Tao, el cultivo o el ejercicio del cuer-
juntan en armonía. El proceso, en esta
po para poder llegar a la verdadera y
ocasión, se repite tres veces, mientras el
auténtica armonía. El hombre es uno, olor de incienso llena el recinto. Me re-
por ello debe practicar el espíritu y ar- cordó un pasaje del Nuevo Testamento
monizar el cuerpo con el espíritu para en el que aparece la importancia del
ser realmente uno en sí mismo, y uno en incienso en la ceremonia religiosa. El in-
la fusión con el Tao. Esto es Xiu Lian. cienso con su buen olor representa el
aroma del la bondad del corazón del
creyente y que asciende al Cielo. Dice
así: «Llegó otro ángel llevando un in-
censario de oro; le entregaron gran
cantidad de aromas para que los mez-
clara con las oraciones de todos los
hombres. De la mano del ángel subió
El sello consiste en colocar una mano ante Dios la humareda de los perfumes
sobre la otra. Si es un hombre, la iz- con las oraciones...» (Apoc. 8, 1-5). Pues
quierda ha de cubrir la derecha como bien, en cada postración, y permane-
lo indica la imagen que hemos tomado ciendo todos arrodillados, el Maestro
del libro del Maestro Tian «Conocer el reza en tono de recitación el «Libro de la
taoísmo». A su vez, se cruzan los pulga- Ceremonia», conocido en chino como
res de manera que toquen mutuamen- «Tai Shang Xuan Men Gong Ke Jing», y
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los que asentar su Iglesia. Pasó su vida Jesucristo y Lao Zi saben que la pasión
denunciando con ardor la corrupción y por las riquezas, que es una forma de
la hipocresía, anunciando el Nuevo Rei- pasión por el poder,es una forma de per-
no de los Cielos. Ello le costó la vida y se der la felicidad. Por ello, insisten en ad-
le condenó a morir en la cruz, donde vertir de los peligros que lleva una vida
morían los ladrones, los perturbadores que va detrás de los bienes materia-
de la sociedad y los rebeldes. les.
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estro Tian Cheng Yang, partiendo siem- dinastía de Zhou (1121-256 a.C.). Esta-
pre de la misma fuente, nos da con ba, pues, atareado con los libros y do-
exactitud el lugar de su nacimiento: «Lao cumentos de las dinastías del pasado.
Zi nació en Chu Guo Ku Xian Li Xiang Allí bebió la cultura china y la dejó re-
Qu Ren Li. Actualmente es una locali- flejada en su libro Tao-Te-King. De esto se
dad próxima a la ciudad de Lu Yi, en la dieron cuenta los antiguos intérpretes
provincia He Nan y la ciudad Bo Zhou, del Tao cuando decían: «El Tao Te King
en la provincia de An Hui. Hoy en día en tiene 81 capítulos, pero quienes lo han
estas dos ciudades existen sendos san- glosado reconocieron más de tres mil»
tuarios taoístas dedicados a Lao Zi» (MAESTRO TIAN CHENG YANG, 2003, p.
(Ibid., p. 15).Y sin embargo, ya el filóso- 16 y 18).
fo Karl Jaspers hacía notar que, toda
vez que ni Confucio (552-479 a.C.), ni Podemos adivinar fácilmente, por su
Mo Ti (472-391 a.C), ni Mencio (Mengzi doctrina, que Lao-Zi no encajaba en la
o Meng-Tsê, 372-289 a.C.) hacían refe- sociedad. Se sentía fuera de lugar, como
rencia a Lao-Zi, habría que pensar que haciendo el ridículo y el idiota, en una
el encuentro con Confucio pertenece sociedad dominada por la pasión de
a la leyenda y que pudo haber vivido en poder, por la soberbia y el orgullo de la
el siglo IV (KARL JASPERS, 1998, p. 330). vida, por el ansia de las riquezas y de
Y por este camino van también otras in- la fama. Él mismo expresa este senti-
vestigaciones. Por lo que hace al libro miento inhóspito y desagradable: «Todo
Tao Te King, Jean Delumeau sostiene el mundo anda regocijado como en la
que Lao-Zi no escribió nada (DELUME- solemnidad del gran sacrificio o en la
AU, J., 1995, p. 215). El místico y taoísta contemplación de un paisaje primave-
Zhuang Zi (siglo IV a. C.) recoge algunas ral desde lo alto de una terraza. Sólo yo
de sus palabras. Hay que esperar hasta estoy impasible, inexpresivo, abobado,
el siglo III para reunir los textos disponi- como infante recién nacido, sin saber a
bles en un libro, y hasta el siglo II para di- dónde dirigirme. Todos andan sobra-
vidirlo en 81 capítulos. Allan Watts nos dos, yo estoy como olvidado. Mi cora-
dice que según la crítica textual de los zón, cual el de un estúpido, está caóti-
últimos tiempos «el Tao Te King es una co. Todos brillan, yo parezco estar en
compilación de proverbios taoístas de tinieblas. Los demás andan atentos y
varios autores originados en el siglo activos, sólo yo languidezco. Perdido y
—4, durante, e incluso después, de la sin paradero, cual viento en alta mar.
época de Chuang-tzu» (ALLAN WATTS, Todos andan ricos, sólo yo parezco un
2004, p. 29).Así de oscuras están las co- harapiento. Yo soy diferente de todos
sas. No está de sobra traer aquí la refle- los demás porque aprecio a la Madre
xión que hace el mismo Allan Watts so- Nutricia» (el Tao) (ELORDUY, C., 1997).
bre el afán que tiene la crítica moderna La versión del Tao Te King se encuentra
de arrojar dudas sobre las grandes fi- en la extraordinaria obra de Carmelo
guras del pasado y que todavía llevará Elorduy que lleva el título Lao
muchos años para saber si se trata de Tse/Chuang Tzu. Dos grandes maestros
«una moda de la erudición moderna, o del taoísmo, en las págs. 101-148. La cita
si realmente conlleva una investigación corresponde al número 20 del Tao. En
sincera» (Ibíd. p. 29). adelante citaremos el Tao por esta ver-
sión. Es recomendable también la tra-
Siempre según la tradición, Lao-Zi era ducción hecha al español, no desde el
una especie de director de la biblioteca original, sino desde la versión francesa
nacional o biblioteca de la corte en la que hizo en 1913 el célebre sinólogo
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Léon Wieger, partiendo de manuscritos cazado, el que nada puede ser pes-
chinos, y que publicó en la obra Les pè- cado y el que vuela, alcanzado por una
res du système taoïste. I. Lao-tzeu. II. Lie- flecha. También existe el dragón: no sé
tzeu. III. Tchoang-Tzeu (LÉON WIEGER, explicar cómo cabalga en el viento, ni
1950,). En esta edición francesa, la tra- a través de las nubes, ni cómo se eleva
ducción y comentario del Tao van de hasta el cielo. Hoy conocí a Lao-Zi y sólo
la página 18 a la 63. La segunda edi- puedo compararlo con el dragón» (Tex-
ción de la versión española desde el to en ALLAN WATTS, 2004, p. 28).
francés está hecha en el año 1987 por
Ediciones Obelisco, Barcelona.También Como ya hemos sugerido, Lao-Zi, el ver-
puede consultarse la traducción y el co- dadero «padre» del taoísmo, no fue el
mentario del especialista Richard Wil- primer taoísta. El taoísmo se remonta al
helm, traducido del alemán al español origen de la misma cultura china. Lo cul-
en la Editorial Sirio y cuya 8ª edición es tivaban los sabios que se habían retira-
del año 2004. do a las montañas y lo dio a conocer el
legendario y mítico Fu Xi, quien, ade-
Apenado, descorazonado y desespe- más de crear el Pa Kua que permane-
ranzado por el rumbo caótico que to- cería para siempre como el símbolo del
maba la sociedad, Lao Zi decide —siem- taoísmo, esribió el Zhou Yi o Libro de las
pre según la tradición— abandonar el mutaciones, que más tarde daría lugar
país y dirigirse hacia el oeste. Atraviesa al conocido I Ching (MAESTRO TIAN
la frontera, montado en un buey negro, CHENG YANG, 2003, p. 13).Ya hemos di-
por el desfiladero llamado entonces Han cho también que el primer discípulo ta-
Gu Guan. El guardia fronterizo que, se- oísta que gobernó China desde el tao-
gún la leyenda se llamaba Yin Xi, le re- ísmo fue el Emperador Amarillo Huang
conoció y le suplicó que le dejara por Di (2697-2599 a.C.). Y hasta el guardia
escrito su doctrina. Lao-tse accede gus- fronterizo Yin Xi, gracias al cual —según
toso y le escribe lo nuclear de su pen- la leyenda— tenemos el Tao Te King, era
samiento en algo más de cinco mil pa- taoísta. Lao Zi lo que hizo fue purificar la
labras, dando, de este modo, origen al religión de elementos populares propios
Tao-Te-King, una verdadera joya de filo- del animismo y del chamanismo, de las
sofía profunda, de mística, de poesía y magias de los adivinos, de los dioses de
de crítica a la sociedad y cultura de la las plantas, animales y cosas, de los es-
época. En él, la religión es filosofía y la fi- píritus y, en definitiva, de la muche-
losofía es religión. Fritjof Capra recuer- dumbre de mediadores entre el «Señor
da a Joseph Needham quien afirma de las Alturas» y el hombre. El camino
que el Tao es «la más profunda y bella para liberarse de las limitaciones del
obra en lengua china» (CAPRA, 1992, p. tiempo y del espacio y salir de ellos y
121). entrar en el espíritu eterno que se en-
cuentra, como su alma, en todas las co-
La profundidad del pensamiento de sas y en el hombre, no consiste en re-
Lao-Zi la refleja claramente una anéc- currir a los Maestros, ni invocar las almas
dota que nos transcribe el historiador Si o los espíritus o los dioses, o recurrir al
Ma Qian.Al parecer, Confucio tuvo una trance del chamán, sino viajando ha-
entrevista con Lao-Zi en el año 517 a.C., cia el interior donde se encuentra, en
y al concluirla Lao-Zi hizo este comen- primer lugar el Tao. Para entrar en «el
tario: «Sé cómo pueden volar los pája- mundo de los Inmortales», el hombre es
ros, los peces nadar y los animales co- el único mediador. Se centró, pues, en el
rrer. Pero el que corre puede ser «Señor de las Alturas», no para quedar-
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se en él, sino para hacerlo depender de del taoísmo comunica, como una gra-
un principio absoluto más original y om- cia y don especialísimo, su espíritu, su
nicomprensivo al que continuó desig- sabiduría a Lao-Zi, aunque con limita-
nando con la antigua palabra Tao. El ciones? ¿Estamos en el caso de Jesu-
Tao de Lao Zi no solamente unifica el cristo? ¿Estamos en el caso de Maho-
Universo borrando la distinción entre sa- ma que sólo es un hombre que trasmite
grado y profano, o unificando los con- al pueblo lo que Alá le revela? o ¿Esta-
trarios y opuestos, sino que el hombre, mos ante un mero pensador místico?
por la fusión con el Tao, garantiza, des- ¿Quién o qué es el ‘dios’ del taoísmo
de sí mismo, la felicidad y la eternidad. que se encarna en Lao-Zi? Lao-Zi, cier-
Como dirá el taoísta Ge Hong (283-343) tamente, no habla en nombre de Dios
«mi destino está en mí, no en el cielo». como lo hace Mahoma, ni recibe de
(CHING, J., 1986, p. 106). Dios verdades reveladas para comuni-
cárselas a los hombres. Tampoco ma-
Toda vez que el Tao trasciende al «Señor nifiesta a un Dios del que haya recibido
de las Alturas» y adquiere el aspecto de el encargo y la atarea de anunciarlo, ni
un Absoluto de carácter impersonal, su libro sagrado contiene verdades que
cabe preguntarse por el Tao como reli- Dios le haya inspirado. Tampoco es un
gión. Dios humanado como lo es Jesucristo.
Jesucristo es verdadero Dios y verda-
dero hombre. Lao-Zi es siempre un hom-
bre. Pero en él se refleja el Tao como la
El Tao como religión luna iluminada se refleja en el lago, o
como la imagen de una persona se re-
«No se sabe hacia dónde encaminó sus fleja en el espejo. La luna reflejada no es
pasos Lao-Zi. Lo único que se sabe es la luna como la imagen no es la per-
que desde que abandonó China se le sona de la cual es imagen. Sin embar-
consideró como la ‘encarnación del go, de la misma manera que decimos,
dios del taoísmo,» y a su libro como la señalando una fotografía, este es mi
esencia concentrada de ‘toda la sabi- amigo, o el cazador que, viendo la hue-
duría de China,» (MAESTRO TIAN CHENG lla del león, dice ‘ahí está el león’, así
YANG, 2003, p. 17 y 18).Ya hemos dicho también podemos decir que Lao-Zi, en
que sobre el altar del templo se vene- cuanto refleja con nitidez la luz del Tao,
ra, como si se tratara de un dios, a Lao es el Tao ‘encarnado’ o corporeizado.
Zi bajo la invocación de honor de «Tai Sencillamente podemos decir que el
Shang Lao Jun», «La grandeza supre- Tao habla en él o que él es la revela-
ma, noble y eterna». Intentemos aclarar ción del Tao. La pregunta que surge se-
esto. ría ¿Qué o quién es el Tao? ¿Es el Tao lo
que generalmente se entiende por
El creyente cristiano sabe y cree que Je- Dios?
sucristo es la encarnación de Hijo de
Dios, es Dios ‘humanado’, que, a su vez,
manifiesta y revela a los hombres a Dios- El Tao como ‘anterior’ a Dios
Padre, el cual es el verdadero Inmani-
fiesto. ¿El ‘dios’ del taoísmo se ‘humana’ Sin duda hay un gran interés y simpa-
en Lao-Zi? ¿Es Lao-Zi el ‘dios’ del taoís- tía por el Tao-Te-King como lo manifies-
mo en cuerpo humano? ¿O se trata sim- ta sus numerosas ediciones, versiones y
plemente de una forma de hablar con comentarios. El mismo Papa Juan Pa-
la que se quiere expresar que el ‘dios’ blo II, en su sugerente obra «Cruzando el
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Buscando la comprensión para el diálogo
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nombrables, para sugerir algo aunque «El cuadrado más grande no tiene án-
sea en sentido metafórico o analógico. gulos. El mayor recipiente no recibe
Cuando decimos que «el día está ale- nada. El tono más alto tiene un sonido
gre», todos sabemos lo que estamos inaudible. La mayor imagen no tiene
nombrando porque conocemos la ale- forma» (Tao, c. 41).
gría de Ticio o de Sepronia. Si no tuvié-
ramos los referentes humanos, no po- Cuando fallan los conceptos, la para-
dríamos decir «el día está alegre». Para doja posibilita el acercamiento máximo
poder decirlo necesitamos conocer los a lo inefable.
dos polos puestos en relación: el día
con sus características determinadas y Chuang Tzu fue consciente de la limi-
a Ticio que está alegre. Si solamente co- tación del concepto para hablar del
nocemos lo que es observable por nues- Tao. Por ejemplo, nos dice repitiendo
tros sentidos, no podemos nombrar a lo casi literalmente a Lao-Zi: «Quien habla
que no es observable. Nos faltaría el co- con el silencio, está hablando toda su
nocimiento de uno de los términos de la vida. Nunca habla, siempre está calla-
comparación. Si nombrar, pues, implica do y nuca deja de hablar» (ELORDUY,
conocer lo que se nombra, el Tao no tie- C., 1997, p. 438). La reflexión la hace más
ne nombre como tampoco lo tiene Dios. detenidamente en este texto:
Dice así: «El Tao que puede ser expre-
sado no es el Tao perpetuo. Lo que ca- «Los libros no valen más que las pala-
rece de nombre es el origen del mundo, bras. Las palabras son en ellos lo esti-
del cielo y de la tierra» (c. 1). mable. Lo estimable en las palabras mis-
mas es el concepto. El concepto va en
Octavio Paz, hablando de Chuang Tzu, pos de algo (objeto). Y aquello, tras lo
el comentador más penetrante de Lao- cual va el concepto, no se puede co-
tse y un verdadero «místico taoísta» del municar con las palabras. Con todo,
siglo III a.C., (ELORDUY, C., 1997, p. 171, en el mundo se publican los libros por
170, 153), nos dice bellamente que el el aprecio que se tiene de las palabras.
lenguaje paradójico es como un «puen- Aunque el mundo así las aprecia, yo
te colgante entre el concepto y la ilu- no las juzgo dignas de ese aprecio. Lo
minación sin palabras» (OCTAVIO PAZ, que ellos aprecian no es, en realidad,
2000, p. 14). Un puente colgante que en digno de aprecio. Lo que puede ser vis-
uno de los extremos no tiene donde to son figuras y colores; lo que puede
apoyarse de forma comprensible. La pa- ser oído, son nombres y voces. ¡Triste
radoja, que aclara el concepto recu- cosa! Los hombres del mundo creen
rriendo al contraconcepto, y que niega que las figuras, los colores, los nombres
la afirmación del concepto con su y las voces pueden bastar para captar
opuesto, es, sin embargo, la única for- sus verdaderas realidades. Pero las fi-
ma de sugerir y, de este modo, acer- guras, los colores, los nombres y las vo-
carse a lo que no tiene palabras. Ob- ces, en realidad, no bastan para apren-
servemos la resonancia psíquica que der su verdad. Así, el que le conoce no
se produce cuando Lao-Zi recurre a la habla y el que habla no le conoce »
paradoja para describir el Tao: (ELORDUY, C., 1997, p. 301). En las reli-
giones esto es así. La Realidad Última
«Es la forma sin forma y la imagen sin ha sido siempre inconcebible. El budis-
imagen. Oscuro y luminoso, de frente, mo dice muy sabiamente: «Si encuen-
no se ve su rostro. Al seguirlo, no se ve tras a Buda, mátalo», porque lo que has
su espalda» (Tao, c. 14). encontrado no es Buda, sino una ima-
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
gen de Buda, una representación men- comprensible en una época cultural his-
tal de Buda. Buda es silencio y el silen- tórica. Antes de nada está lo ‘Innom-
cio no tiene nombre. Mátalo para que- brable’, lo ‘Sin-Nombre’. Antes del Dios
dar libre y poder experimentar a Buda nombrado está el Dios a quien no se
como algo envolvente y secuestrador. puede nombrar. Por ello, los nombres
Y lo afirma también la mejor mística cris- que nombran a Dios no le nombran.
tiana cuando dice con San Agustín que
Dios es siempre Mayor. Puedes repre- Si esto es así, tendremos que reconocer
sentarlo de la manera más elevada: que nos encontramos no ante una on-
Dios es siempre Mayor. Puedes repre- tología o metafísica del ser, sino ante la
sentarlo de la manera más alta y subli- entraña verdadera de la religión, ante
me: Dios es siempre Mayor. Y si com- la Realidad Última, ante lo Sacro, lo San-
prende a Dios, ese no es Dios: «Por más to, lo Divino o como quiera que se de-
alto que pueda volar el pensamiento, nomine esa Realidad Última, antes de
Dios siempre estará aún más allá. Si lo toda concreción conceptual. Si lo San-
comprendes, no es Dios. Si crees com- to o lo Sagrado o la Santidad es lo que
prender, comprendes, no a Dios, sino no tiene nombre, Dios o la Divinidad es
tan solo una representación de Dios. Si lo Santo con nombre. Ya Rudolf Otto
tienes la impresión de haberlo casi com- (1869-1937) y Nathan Söderblom (1866-
prendido, entonces es que has sido en- 1931) constataron que lo esencial en la
gañado por tu propia reflexión » naturaleza propia de la religión es lo
(AGUSTÍN, S., 1950, Sermón 52, n. 16.). Y Santo, lo Sacro, lo Sagrado previo a cual-
apurando más las cosas dice San Agus- quier idea de divinidad. Dice así Söder-
tín que Dios es tan inefable que ni si- blom: «Santidad es la gran palabra en
quiera se puede decir que es inefable religión. Es incluso más esencial que la
porque cuando dices que es inefa- noción de Dios. Una religión auténtica
ble parece que estás diciendo algo de podría existir sin una concepción pre-
aquel del cual no se puede decir nada. cisa de la divinidad, pero no hay reli-
«Solamente con el silencio se puede gión real sin una diferenciación entre
pensar con dignidad algo de Dios» . lo santo y lo profano» (cita en MORA-
(San Agustín, a, 117, 7; j, 11).Y Santa Te- LES, J., 2003, p. 26-27). Desde este con-
resa, refiriéndose a Dios, dice que a Dios cepto de religión, el budismo es, sin
no se le puede nombrar «porque no tie- duda, una religión ya que el Nirvana es
ne letras». «la felicidad indecible» y el «mysterium
fascinans» (OTTO, R., 1980, p. 63).
Y esto nos lleva a otra reflexión. Si el Tao
es inefable y no tiene nombre, está, evi- Por ello, no presenta ninguna dificultad
dentemente, antes que todo lo que tie- afirmar que el Tao es anterior a Dios, es
ne nombre, antes que Shang-Ti —el So- decir, al Tao nombrado. Desde esta pers-
berano de lo Alto—, antes que Ti o T’ien pectiva, el Taoísmo es una religión por sí
(el Cielo), antes que T’ien Huang (el Au- misma, teniendo en cuenta, además,
gusto Cielo), que ya tiene un nombre: el que el Tao no es solo el Tao del univer-
nombre del «Dios de los antepasados», so que sujeta a su mandato al Cielo y
el Dios del Cielo o de lo Alto. Es decir, a la Tierra y que se manifiesta en el ro-
está antes que cualquier concreción o dar del día y de la noche, en la ronda
formalización humana, antes que ‘Dios- de la estaciones de la primavera y del
Padre’, antes que Dios concebido como verano, del otoño y del invierno, en la
‘Padre’, ya que aquí se está ante una secuencia de la vida y de la muerte,
concreción conceptual determinada sino que el Tao es también el Tao del co-
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José Luis Cancelo García
razón, inmanente al hombre, «siempre forma, figura pero sin figura. El lenguaje
dentro de nosotros» como un manan- se hace necesariamente paradójico.
tial inagotable que sujeta el ser del hom- Traemos el texto: «Grande es el Tao y,
bre al mismo Tao; o al mandato del Cie- sin embargo, carece de forma. Porque
lo como es un mandato del Cielo que es grande, por eso carece de forma. Si
los hijos amen a sus padres, que los súb- nos fuera posible darle una forma, per-
ditos sirvan al rey o que el hombre ten- dería su grandeza» (Tao, c. 67, 14). Lo
ga un comportamiento trans-ético más que la mente humana, que es finita,
allá de las llamadas virtudes. (Véase puede comprender, no es grande.
Tao, capítulos 6, 18 y19).
A la hora de nombrarlo solamente es
posible hacerlo considerando su acti-
La necesidad de nombrar el Tao vidad con relación a lo que no es él.
innombrable Considerado en sí mismo es inefable.Con-
siderado en relación con su intervención
Aunque el Tao es inefable, el hombre en el hombre y en el mundo es posible
siente la necesidad y la urgencia de nombrarle en el momento de describir
nombrarlo, de darle un nombre que, sin cada una de sus formas de actuar, ca-
duda, expresará alguno de sus aspec- racterizando distinguiendo todas sus ac-
tos incomprensibles. Por ello, Lao-Zi dice: tividades. Considerado como origen de
«No conociendo su nombre, yo lo de- todo puedo llamarle Creador. En cuan-
nomino Tao» (Tao, c. 25). Evidentemen- to donador de vida y la vida depende
te, la palabra Tao no lo nombra real- de él, se le puede llamar el Dueño de
mente porque: «Al mirarlo no se lo ve, la vida y de la muerte.Y le podré llamar
por lo que se lo llama invisible. Al escu- Conservador de cuanto ha llamado a
charlo no se lo oye, por lo que se lo lla- la existencia, Providente y Omnipoten-
ma inaudible. Al tocarlo no se lo sien- te. Esto lo entendió muy bien el hinduis-
te, por lo que se lo llama impalpable» mo para quien Dios es uno pero tiene
(Tao, c. 14). Se le podría dar otro nom- muchos nombres y los nombres le viene
bre, por ejemplo, ‘Grande’, pero esta- por su actividad sobre el mundo. Si ese
ríamos en la misma indefinición. Dice Principio Inmanifiesto e Innombrable
Lao Zi: «Lo denomino Tao. Forzado a dar- crea, se le llama Brahma; si conserva lo
le otro nombre lo llamaría lo Grande» creado, se le llama Vishnú; si destruye
(Tao, c. 25, 32, 42, 67). Lo que sea esta para dar más vida, se le llama Shiva. Los
Grandeza lo manifiesta, por ejemplo, el dioses son meros nombres que nom-
que se ríe del Tao: «El hombre mediocre bran los modos distintos de actuar el
oye hablar del Tao y se ríe a carcaja- Principio Sin-nombre. Personificando las
das. Y no puede ser de otra manera. Si acciones se hace más visible, concre-
no riera, no sería el Tao lo que es» (Tao, to y real, aunque, en el fondo, no sabe-
c. 41). Aquí la palabra ‘Grande’ ha de mos lo que nombramos ya que se ha
entenderse, no en sentido cuantitativo, puesto en relación con el tiempo lo que
sino en sentido de ‘Trascendente’, es es intemporal o atemporal. Pero tam-
decir, algo que no se parece en nada bién es cierto que únicamente ‘tempo-
a lo que hay y que, por consiguiente, la ralizándolo’ se le puede nombrar. En este
mente humana no puede darle forma sentido Lao-Zi dice: «Sin nombre es Prin-
debido a su plenitud y riqueza axioló- cipio de Cielo y Tierra, y con nombre,
gica y ontológica. Su Grandeza es la ra- la Madre de los diez mil seres (de todas
zón de no tener forma. En cierto modo, las cosas)» (Tao, c. 1).Y si en el mundo
se puede decir que es forma pero sin humano, la madre deja su huella en el
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
practicar los ejercicios respiratorios para «A éstos las aguas de una inundación
airear el cuerpo y conservarlo tan blan- que subiera hasta el cielo no les aho-
do y flexible como el de un niño de pe- garían. Aun cuando las rocas y metales
cho; eliminar abstrusas consideracio- fluyeran derretidos por los ardores de
nes para evitar enfermedades» (Tao, c. una sequía y quedaran calcinadas las
10). Y todavía en el c. 52 nos previene tierras y los montes, el calor nada les
contra las puertas de los sentidos que afectaría» (ELORDUY, C., 1997, p. 181).
nos mantienen encadenados a lo tran-
sitorio; invita a mantenerlas cerradas y Y en otro lugar: «El hombre unido al Tao
cultivar el espíritu para lograr la eterni- puede pasar a través de los cuerpos,
dad. No es de extrañar que el taoísmo caminar sobre el fuego sin quemarse,
posterior a Lao-Zi, en su afán de lograr cernerse en las alturas, y no temblar de
la eternidad y dar con el misterio de la miedo» (Ibíd.. p. 345).Y todavía: «No se
vida para alargarla, se corrompiera, en calienta aunque arda un gran lago. No
cierto modo, y se lanzara «en busca de se enfría aun cuando se hielen el río
la droga para hacerse inmortal con su Amarillo y el río Han. Aun cuando el rayo
alquimia, sus ejercicios respiratorios, re- hienda las montañas y el huracán sa-
cetas de plantas, talismanes, etc. » cuda el océano, no se asombra. Con
(ELORDUY, C., 1997, p. 619). Se trata de toda naturalidad, monta sobre las nu-
buscar, inútilmente, atajos para llegar a bes, cabalga sobre el sol y la luna se
la unión con el Tao. Pero el camino ha- pasea más allá de los cuatro mares. La
cia el Tao no tiene atajos. mudanza de muerte y vida no le alte-
ra» (Ibíd. p. 199).
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
nerse ante las cosas del mundo. Trai- comparación que ya se ha hecho del
gamos un ejemplo: «…y me vino el es- Tao Te King de Lao-Zi y los Evangelios de
píritu de Sabiduría. Y la preferí a cetros Jesucristo. Sin embargo, conviene re-
y tronos y en nada tuve a la riqueza en saltar que la virtud que está a la base
comparación de ella. Ni a la piedra más de todo el sistema ético taoísta se ex-
preciosa la equipararé, porque todo el presa simbólicamente con la imagen
oro a su lado es un puñado de arena y de «el Espíritu del Valle». Se refiere a la hu-
barro parece la plata en su presencia. mildad. No la humildad que es sumisión
La amé más que a la salud y la hermo- y abdicación de la propia razón, sino la
sura y preferí tenerla a ella más que a humildad sabia que procede del con-
la luz porque la claridad que de ella tacto con la sabiduría que es el Tao. In-
nace no conoce la noche. Con ella me cluye también el recato, la modestia
vinieron a la vez todos los bienes, y ri- que procede de la superación de la
quezas incalculables en sus manos. Y ambición egoísta que lleva a ocupar
yo me regocijé con todos estos bienes los lugares más altos y visibles del po-
porque la Sabiduría los trae, aunque ig- der en una afán de ostentación fatua y
noraba que ella fuese su madre. Con vacía, fuente, como sabemos, de di-
sencillez la aprendí y sin envidia la co- sensiones, violencias y conflictos indivi-
munico, no me guardo ocultas sus ri- duales y sociales. El Tao, por el contrario,
quezas porque es para los hombres un puesto que es amor y bondad, no es
tesoro inagotable» (Libro de la Sabidu- pendenciero, busca la armonía.
ría, 7, 7-12).
Esta actitud fundamental ante las cosas
También el Tao libera del apego a las humanas y que recibe el nombre de ‘Es-
cosas, libera de la codicia, de la pasión píritu del Valle’, viene simbolizada por el
de poseer y ostentar, de la ambición de agua ya que el agua no se queda nun-
poder, del egoísmo y de las estrategias ca en la cima, sino que por su natura-
que despliega el egoísmo para conse- leza espontánea, va buscando el valle,
guir hábilmente sus cosas y superar el los lugares más bajos, los lugares que
miedo permanente a perder lo que se no quieren los demás seres. El agua es
tiene. El Tao libera porque es la Verdad el símbolo del ‘Espíritu del Valle’:
del ser de las cosas, y el conocimiento
de esa Verdad hace libres.Ya no se tra- « La Bondad Superior es como el
ta de ser hábiles para conseguir poder agua. El agua es buena y beneficia
y riquezas. La habilidad, en estos casos, a los diez mil seres (todos los seres).
está al servicio del egoísmo. Se trata de No porfía. Está donde los demás
ser sabios para conocer hasta dónde aborrecen estar (lugar bajo). Así,
dan de sí las cosas y qué se puede es- quien está cerca del Tao mora en
perar de ellas en última instancia.Tam- la Bondad. Su corazón ama la pro-
poco se trata de ser fuertes por el en- fundidad y la caridad. Sus palabras
trenamiento en un gimnasio; se trata de aman la sinceridad.» (Tao, c. 8).
ser poderosos con el poder peculiar que
da el Tao, la sabiduría, que comunica Por ello, la grandeza del Tao radica en
el poder del desprendimiento, del de- no hacer ostentación de sí mismo ya
sapego y, en definitiva, el poder de la li- que quien hace ostentación de sí mis-
bertad (Tao, c. 33). mo no es grande. Dice así:
Son ya muchas las virtudes que se han «En el mundo todos tienen por gran-
mencionado en estos textos y en la de a mi Tao, y no lo parece. Porque
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
Su amor alcanza a todos. Nunca hay Esta ética, que proclama que la Ver-
motivos que justifiquen o dispensen de dad genuina es la Bondad inserta en
amar a los hombres. El amor a los hom- la Vida, y lo fundamenta en una ins-
bres está por encima de todo. Este es el tancia superior que trasciende el indi-
texto: vidualismo y subjetivismo personal
como es el Tao, está toda ella conteni-
«Amo a los buenos y amo también a da y resumida en el simbolismo del
los que no son tan buenos para ha- agua: es buena para todos, no ‘porfía
cerles buenos. Creo a los dignos de con nadie’, respeta el lugar de cada
fe y creo también a los que no me- ser, reconoce el lugar propio, se adap-
recen fe para hacerles dignos de fe» ta a todo y sigue el propio ritmo natural.
(Tao, c. 49). Hasta aquí esta ética del ‘Espíritu del Va-
lle’ no ofrece, propiamente, dificultades
Y como ya hemos dicho, en el capítu- de comprensión. En el siglo III d.C., se
lo 13 del Tao Te King encontramos la elaboró un decálogo de la ética taoís-
invitación a amar a los demás como ta en la que la clave es el respeto a la
uno se ama a sí mismo. Lo transcribi- vida. Es el siguiente: «No atentéis contra
mos de nuevo: «Por eso a quien puede la vida de un ser vivo, sea el que sea»/
estimar a todo el mundo como a su «No practiquéis el aborto»./ «No incen-
propia persona se le puede confiar el diéis los campos ni los bosques»./ «No
imperio del mundo. A quien ama al derribéis árboles sin razón». /»No cojáis
mundo como a su propia persona se hierbas o flores sin razón»./ «No arrojéis
le puede encomendar el gobierno del sustancias tóxicas a las fuentes, los la-
mundo». gos, los ríos y los mares»./ «No destruyáis
los insectos in hibernación»./ «No subáis
Y, sobre todo, el amor es el único que a los árboles para buscar los huevos en
salva porque amar es comunicar vida los nidos de los pájaros»./ «No os suici-
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déis»./ «No arrojéis sobras de comida al wei y que pueden traducirse «actuar sin
fuego». acción».
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El taoísmo. A propósito del «Templo de la Pureza y el Silencio» (Qing jing Gong).
Buscando la comprensión para el diálogo
consciente de que el mayor obstáculo Pues lo mismo ocurre con el Tao que es
para el conocimiento del ser de las co- vida y está comunicando vida a todo
sas es el «yo» egoísta, lleno de apegos y comunicando el fluir de todo desde
y encadenado a sus ídolos. Los ídolos su permanencia: «El Tao siempre está
a los que está aferrado el «yo» son tam- sin hacer nada y nada se hace sin él»
bién los condicionamientos proceden- (Tao, c. 23). Y lo hace sin ruidos. La hu-
tes de una educación concreta, de una mildad es la virtud por excelencia del
filosofía determinada que esconde sus principio ético fundamental «Wu wei».
intereses egoístas, de los condiciona- Este principio no es la invitación a la
mientos provenientes de la sociedad, inacción o la renuncia al progreso. Es,
que también tiene, de una u otra ma- sencillamente, una invitación a no de-
nera, como referencia el «ego», o de la jarse llevar por la soberbia, el orgullo, los
familia, que también se deja llevar por apegos en el que el centro es el «yo» y
lo establecido. Por ello, San Agustín po- no el Tao.
nía como primera condición: «Tolle te a
te», quítate a ti mismo de delante de ti Ponemos otro ejemplo en el que pode-
mismo porque, de no hacerlo, no se mos ver que el principio ético «Wu wei»
puede conocer la verdad. Hay que ac- no es un principio de inacción, sino un
tuar sin dejar actuar al «yo» apasionado principio de limpieza ética en la acción.
por las cosas, es decir, desinteresada- Ya hemos recordado lo que el Tao nos
mente y renunciando a las pretensio- dice sobre las armas y sobre la guerra.
nes. Hay que hacerlo como actúa la llu- Nos dice que «las armas más hermosas
via que cae sin tener la intención de son instrumentos nefastos» (Tao, c. 31),
hacer crecer las plantas. La lluvia cae que donde hay armas hay espinas, car-
porque cae. En el «porque» no hay ni in- dos e indigencia por años (Tao, c.30).Y
tenciones ni pretensiones que expliquen también dice «cuantas más armas afi-
el caer la lluvia. No hay referencias a sí ladas dispongan los Estados, más re-
misma. La acción está libre de sí misma. vueltos andarán» (Tao, c. 57).
«Actúa sin actuar o sin acción» a pesar
de la actividad que es llover. Sin em- Y, sin embargo, a veces, incluso el sabio,
bargo, el hombre actúa poniéndose tiene que recurrir a las armas porque
siempre a sí mismo como referencia, en se ha llegado a un callejón sin salida y,
lugar de hacer como la lluvia, es decir, como dice Lao-Zi: « No puede seguir
hacer el bien porque hacer el bien es adelante y precisa las armas» (Tao, c.
bueno sin pensar en la recompensa de 31). ¿Cómo se puede, en este caso, apli-
hacer el bien. Es preciso que el hombre car el principio ético «Wu wei» o el «ac-
olvide el «yo». La rosa, por ejemplo, flo- tuar sin acción o sin actuar»? ¿Se trata
rece no para ser vista o para que la ad- de actuar sin proponerse fines o inten-
miren. No florece intencionando algo, ciones? ¿Se trata de actuar por el mero
florece sin referencias a sí misma, sin hecho de actuar sin proponerse unas
pensar en algo para sí. Florece porque metas? Evidentemente, no. Un actuar
florece: «Actúa sin actuar o sin acción» sin objetivos ni fines, sería irracional y ar-
a pesar de su gran actividad en el flo- bitrario. Se trata, sencillamente, de que
recer. El sol, por su parte, no hace nada el «yo» no sea el objetivo ni la finalidad.
para alumbrar, y, sin embargo, lo ilumina Una vez más, hay que eliminar el «yo»
todo, sin buscarse a sí mismo, porque él del centro de la acción. Por ello, ad-
es la luz. El sol no hace nada para ca- vierte: «obtiene la victoria y se da por
lentar, pero lo calienta todo porque él satisfecho con ello: no se vanagloría y
es caliente, y no tiene otras intenciones. su victoria no le vuelve orgulloso. Lucha
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Buscando la comprensión para el diálogo
hay melodía sin sonidos y, sin embargo, dad y a la Unidad dando sentido a las
la melodía, precisamente porque es an- partes múltiples. Esa actitud puede ser
terior a los sonidos, no es la suma de to- el fin de todo porque «sin Tao pronto
dos ellos, es más, como el «yo», el cual no acaba todo» (c.55). Si desaparece la
es la mera suma de todos los órganos melodía, solo quedan ruidos. Si desa-
que lo constituyen. Es más que la suma. parece el Tao ya no se puede percibir
Pues bien, puede ser que un oyente no que «un viejo pino predica la sabiduría»
llegue a percibir la melodía cuando oye y que « un pájaro grazna la verdad »
las notas. Ello no le autoriza a afirmar como bellamente dice el poema reco-
que no exista la melodía.Al músico, por gido en la «colección de sentencias del
supuesto, no le cabe la menor duda so- Bosque del Zen» del siglo XV y conocido
bre su existencia.Y, con todo, se sentiría como Zenrin Kushu (Texto en SMULLYAN,
incapaz de demostrar que existe. Lo úni- 2002, p. 215). Habrá desparecido el alma
co que podría aconsejar es intentarlo del universo.
insistentemente. Pero esto sucede con
todas las cosas que son realmente va- De esta reflexión se puede concluir que
liosas, como sucede con la percepción lo ético, como ya se ha insinuado, será
del paisaje, que, evidentemente, no es actuar de acuerdo al proceso desple-
la suma de las cosas físicas que le cons- gado por la melodía que es el Tao, res-
tituyen, pues, ante las mismas cosas no petar ese movimiento espontáneo y cir-
todos ven el mismo paisaje. Lo mismo cular de la naturaleza, no distorsionarlo.
sucede con el Tao. Quedarse en la mul- Se distorsiona cuando se ve la plurali-
tiplicidad de los seres es incapacitarse dad o la dualidad, es decir, cuando el
para ‘ver’ el Tao que es la melodía del ‘yo’ es el centro. De hecho, el ‘Yo’, afe-
universo. En la primavera es el Tao el que rrado egoístamente a la vida y ampa-
florece, y el que se cubre de nieve en el rado por la fuerza del instinto, no per-
invierno. Como dice un maestro zen, el mite, contraviniendo la actitud ética de
Tao es «una nube en el cielo y agua en respeto al ser de las cosas, ver la reali-
la jarra» (WATTS,A., 2004, b, p. 298). En el dad de la vida. Pero se altera también
Universo, el Tao es la melodía y lo per- cuando el hombre introduce divisiones
manente. No hay que dejarse deslum- porque no está no está revestido de la
brar por los cambios y el movimiento de luz del Tao. El que está transido y em-
todo. Lo importante y lo que cuenta es bebido por el Tao, él mismo es, en su ser,
ver lo permanente en los cambios y oración; él mismo es la bondad que le
asombrarse de tanto misterio. No es fá- lleva a hacer obras buenas porque el
cil verlo, porque, como sabemos, para bien, como la luz, no puede dejar de ilu-
oír al inaudible y ver al invisible se ne- minar. ‘Practicar el Tao’ no significa no
cesita mirar con un corazón limpio de orar o no hacer obras buenas. Significa
apegos. ser una sola la fuente de todo el com-
portamiento del hombre.
Evidentemente, el hombre es libre y pue-
de interrumpir el orden espontáneo de
la Naturaleza poniendo el «yo» como cen- Lao-Zi contra la ética de los
tro de la acción y no el Tao como centro valores o de las normas
del universo entero y centro del hom-
bre. O también, dada la inclinación de Pongamos un ejemplo, aunque no sea
nuestras facultades a analizar, separar del ámbito taoísta, pero que afecta di-
y dividir, el hombre se incapacita para rectamente al comportamiento. En la
ver la pluralidad constituyendo la Uni- parábola del hijo pródigo que narran
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los evangelios de Jesucristo (Lc. 15, 11- mismos valores en cuanto que han sido
31), el hijo mayor recurre al valor de la incorporados al modo de ser y de ac-
justicia para marcar la arbitrariedad ca- tuar permanentemente de una perso-
prichosa de la conducta del padre y la na. Si el agua es un valor, y esto lo re-
distancia moral que le separa del her- conozco internamente ya que es
mano. El padre, sin embargo, no tiene necesaria para la vida, automática-
más norma que el amor hacia el hijo a mente surge la norma de no malgastar
quien recibe con el corazón abierto. Si o deteriorar el agua. Y respetándola
se hubiera dejado guiar por la ética de siempre y por la acción reiterada, ese
los valores, tendría que ponerse de par- valor, que en sí mismo es ya normativo,
te de las exigencias del hijo mayor, lo se convierte en virtud, en modo de ser
cual, evidentemente, no sería tan moral estable de la persona. En realidad, la
desde su situación de padre. El padre re- ética es siempre de las virtudes porque
curre al único valor que es el amor, y a los valores resaltan más bien el conoci-
la única verdad que es la bondad del miento y no el modo de ser la persona.
amor, contrario siempre a la aspereza y Para hablar de ética se precisa trans-
a la fuerza. El amor no condena, está formar los valores en virtudes, en modos
siempre ahí, lleno de su silencio elo- duraderos de ser.
cuente, para despertar el amor donde
no lo hay. Es el lema de los místicos: Lao-Zi, como ya hemos visto, nos ha-
«donde no hay amor, pon amor y en- bla de grandes virtudes y de la virtud
contrarás amor». Se trata, pues, de una primordial que es la humildad, el ade-
ética contraria a las normas ya que en cuarse, como el agua, al proceso del
estas hay mucha dureza, condena y vio- devenir del conjunto fijado por el Tao.
lencia. El padre de la parábola se ha Sin embargo, no quiere que esa virtud
despojado de su ‘yo’ para actuar desde se confunda con la humildad-valor de
el amor y desde la bondad espontá- la que habla la ética basada en valo-
nea. res.
Pues bien, Lao-Zi se manifiesta abierta- Para Lao-Zi, pues, el cultivo de las virtu-
mente contra la ética basada en nor- des es la causa de la insensatez indivi-
mas o en valores, aunque más bien ha- dual y del desorden social. Con las Vir-
bría que decir contra la ética de las tudes, nos dice todavía, vienen las
virtudes. De hecho, las virtudes son los «grandes falsificaciones» (Tao, c. 18).
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Y como las virtudes, cultivadas exclusi- la ciencia (…), aunque repartiera to-
vamente por sí mismas, no las observan dos mis bienes, si no tengo amor nada
todos, es preciso dictar leyes, sin darse me aprovecha» (1Cor. 13, 2-3). La cien-
cuenta que ese es el modo de incre- cia, la generosidad, la solidaridad no
mentar los delitos: «Cuanto más abun- son virtudes separadas del fundamen-
den decretos y leyes, más bandidos ha- to primero. Cuando se prescinde de ese
brá» (Tao, c.57). origen, no hay más que engreimiento.
Con esta condena de las virtudes, Lao- Necesitamos hacer todavía una obser-
Zi entra aquí, al menos aparentemente, vación más. No basta poner a Dios
en la misma aporía en la que incurre como fundamento de la acción bue-
cuando dice que, tratándose del Tao, na. Se precisa sentirse embebido por su
lo mejor es callar, y, sin embargo, él mis- luz deslumbradora y benéfica y experi-
mo no cesa hablar del Tao. Esto mismo mentar que todo es don, favor y gracia.
le ocurrió a San Agustín cuando decía De lo contrario, el ‘Yo’ continuaría siendo
que el silencio es la manera mejor de el centro. Lo dice claramente San Agus-
hablar de Dios con dignidad, y, sin em- tín: «Si Dios te hizo hombre, y tú te ha-
bargo, llenó bibliotecas hablando de ces justo, tú te haces algo mejor de lo
Dios. Evidentemente, Lao-Zi no propugna que te hizo Dios «(Sermón 169, 11-13). El
una sociedad sin leyes y sin virtudes, ‘ser justo’, pues, es un don que viene de
pues sería el caos. La aversión de Lao- lejos, del origen y de la fuente de todo.
Zi a la ética de los valores tiene, como Todo es gracia.
ya hemos dejado entrever, su explica-
ción. La podemos aclarar todavía con También recoge el taoísmo esta nueva
la actitud que adoptó San Agustín ante dimensión cuando Lao Zi dice que del
las virtudes de los paganos.Agustín fue, Tao viene «el valor de las buenas pala-
si cabe decirlo, más duro en su crítica bras y el valor de las acciones buenas
de las virtudes paganas que Lao-Zi con y nobles» (Tao 62). El Tao es la morali-
la ética de Confucio. Agustín dice con dad, su criterio. Nos dice, además, que
toda claridad que las virtudes de los pa- el Tao es la bondad suprema cuya ac-
ganos «vitia sunt potius quam virtudes» ción benéfica alcanza a todos. Más
(Agustín, S., a), es decir, no son virtudes, aún. Quien mora en el Tao, mora en la
son más bien vicios aunque se presen- bondad; y quien mora en la bondad su
ten con la luz y el resplandor propios de corazón ama la caridad y sus palabras
las virtudes. Es cierto, dice Agustín, que la sinceridad (Tao, c. 8). No hay, pues,
algunos consideran esas virtudes como más Virtud que la Virtud del Tao, de la
«verdaderas y nobles», pero al ser culti- cual el hombre lo recibe todo: «La vida
vadas por sí mismas sin ninguna otra fi- no nos pertenece, sino que es un prés-
nalidad ulterior que trascienda al hom- tamo del Tao. Nuestros hijos no nos per-
bre, esas virtudes están «infatuadas» y tenecen, sino que son producto del Tao»
llenas de «soberbia», están viciadas en (texto de Zhuang Zi, en WATTS, 2003, c, p.
sí mismas y, por ello, solo pueden ser «vi- 80). El Tao da el ser, «viste y nutre los
cios»; espléndidos, sin duda, pero vicios. seres» (Tao, c.34), por más que se pien-
se que vestirse y nutrirse viene de uno
Lo decía también San Pablo en su «Car- mismo.
ta Magna » del amor; un amor sola-
mente puede ser auténtico y, en última Pienso que todo esto nos está diciendo
instancia, ético, si brota de Dios: «Aun- que no existe más que una sola y única
que conociera todos los misterios y toda virtud, la Virtud del Tao, la Luz primige-
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nia que se despliega al entrar en con- tiene como vigente, como establecido,
tacto con las actuaciones diversas de la como normado, como estipulado y
vida cotidiana y va adquiriendo nom- aceptado socialmente. Y lo hace con
bres distintos. Lo que llamaos virtudes la finalidad de impregnar todo con el
son los nombres distintos que adquiere amor y la luz que brota del origen, del
esa Luz al entrar en relación con los Tao, para orientarlo todo hacia él. Se
otros, el mundo o uno mismo. La luz que supera, de este modo, la relatividad in-
está detrás de la vidriera —como dice W. herente a toda ética basada en valo-
Jäger-,es una,invisible e incolora,pero ad- res. Aristóteles defendió el valor de la
quiere los colores que integran la vidriera dignidad de la persona y no vio en la
al penetrarlos con su luz.Sin la luz que está esclavitud la indignidad.Al esclavo hay
detrás,no existe la policromía de la vidriera. que tratarlo dignamente, pero como
Sin esa luz todo es oscuro (JÄGER,W.,2002, esclavo. La sensibilidad de la sociedad
p.63-64).Lo valioso,lo ético,no está en los terminó con la esclavitud y dio al valor
valores, sino en esa Luz que, siendo valio- de la dignidad otro contenido. Los va-
sa, comunica valía a los valores. lores están afectados de una cierta re-
latividad. La trans-ética, que es amor,
Pues bien, morar en esa luz transida de que actúa con amor y quiere desper-
su propio ‘ethos’ es lo que se puede lla- tar a la luz amorosa del origen e im-
mar «trans-ética». La ética, consecuen- pregnarlo todo de ese amor, es respe-
temente, no es una lista de valores y de tuosa con lo vigente en la sociedad
normas. Estamos, sin duda, ante una éti- para poder cambiarlo todo desde el
ca peculiar. Esta ética supone una vi- amor. El esclavo, a través del amor, se
vencia del principio que constituye el siente dignificado y en condiciones de
fundamento de cuanto hay. Es una vi- iniciar el proceso de transformar su si-
vencia que transforma totalmente a la tuación.
persona que la ha experimentado, fas-
cinada por la grandiosidad de su valía Por otra parte, la llamada ética de los
axiológica perfecta. Y se experimenta valores puede reducirse, separada de
como donación amorosa plena y total esta ética originaria, a mera ley externa
a todo. Es decir, se presenta como Bon- o exterior. Pongamos un ejemplo. Una
dad y como Amor, como Amor bonda- persona puede «no robar» por miedo al
doso. Eso hizo exclamar a Lao Zi que él castigo si es sorprendido. En este caso,
no tiene corazón porque su corazón es el comportamiento no alcanza siquie-
el corazón de todos los hombres: «Soy ra el carácter ético.Aunque la referencia
bueno con los buenos, y soy bueno del comportamiento es la ley, en el fon-
también con los que no son buenos, do, el centro es el «Yo», que quiere evitar
porque la Vida es bondad. Soy fiel con el castigo. La ley y el «Yo», son la razón de
los fieles, y fiel también con los infieles la conducta. Es algo pura y exclusiva-
porque la vida es fidelidad» (Tao, c. 49). mente externo. Es la ley del semáforo. Si
Es una ética, pues, que está más allá no se hace caso al semáforo, todos que-
de todo, más allá de las normas como dan inmovilizados y esta situación hay
lo estuvo Jesucristo al invocar el amor in- que evitarla por el bien de todos. Se pue-
condicional. Es la ética mística de la luz de también «no robar» porque el respe-
primigenia que es amor y bondad ha- to a la propiedad ajena es un valor del
cia todos y todo. espíritu humano como cualquier per-
sona puede reconocerlo dentro de sí
Esta ética será respetuosa, evidente- misma y asentir, como se reconoce el
mente, con todo lo que una sociedad valor de la solidaridad, el de la amistad,
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