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II\IDICE
A Matías Francisco,
.1.,
La llegada de Ariel 7
por sus o|os oe cleto,
La propuesta del nieto ....21
por... por ser Mati, ffii nieto.
Pájaros libres . 31
tt.ldd.
parece quetiene mejor sem-
-Me
lrlante, aunque su respiración continúa
.rr¡itada. Si no se opone, lo acompañaré
lrasta que se alivie.
Todo lo contrario y
-¿Oponerme?
,xlradezco tu atención, hace tiempo que
nadie se ocupa de mí. En cuanto a mis
"ataques" mientras duermo, tumbra decir. Recorro el mundo ayu-
o más bien pesadillas, se dando a los abuelos, es mi especialidad.
repiten con frecuencia desde sabes quién te necesita? Yo
hace años, no me acuerdo -¿Cómo
no te llamé y aquí estás.
cuántos. y
lefe lo sabe es suficient n. Él
Cecé, sentado en el sillón -Mi
organiza mis viajes, aunque no soy el
en el que acostumbraba des- único, pues tengo muchos compañeros
cansar cada día en la galería que hacen lo mismo.
de su casona de campo, quedó es tu jefe, Ariel? Debe ser
observando el expresivo rostro -¿Quién
un personaje muy importante.
de ese muchacho de unos es. A él le gusta trabajar en
doce años, mientras este aca- -Lo
silencio y nos pidió que no revelemos
riciaba el perro, echado a sus pies. Los su identidad; entonces si preguntan la
modales deljoven atraparon su atención razón, responderemos que ni nosotros
agradablemente, pero ¿quién era? la sabemos.
Cecé no tardó en preguntarle si se tra- ser muy modesto, entonces...
taba de un forastero, puesto que nunca -Debe
pero ¡qué difícil y complicado es enten-
lo había visto por el lugar. der a tu jefe y tu trabajo. . . ! ¿Qué dices?,
es tu nombre? El mío es no te escuché. .
-¿Cuál
Cecé,... dónde vienes?
.
han podido curarme... Cecé, que pero otros tristes y sin "salida"- era
-dijo
por un momento hizo una pausa, con tan imposible como escalar un volcán
una expresión pensativ Te aviso, en erupción, pero reconoció que Ariel
Ariel, que puedes cansarte a mi lado, tenía la intención de aliviarlo. El joven
soy muy aburrido. le infundió seguridad, confianza, desde
10 11
,'l ¡ rrirner momento en que lo vio, pero
confiaba en él? ¿Quién era ese
(i l )( )r' c1u(u
74 15
disfrutemos este momento, dime Ariel: ramos patria, pero los aüones,
acá,, a su
¿es un sueño o realidad lo que estoy que sembraban bombas en la ciudad
viviendo? Quiero saber por qué escucho donde vivíamos, lo impidieron. Mis
una dulce melodia y veo partículas de padres desaparecieron entre explosiones
colores en el aire. y derrumbes. Y yo... pues, fuego y humo
pensar que dijo que era aburrido fue lo último que vi... Me encontraron
-Y Ariel, mientras su abuelo, disfru- lrerido e inconsciente entre los escom-
-rió
tando de ese instante mágico para é1, lrros. Estaba en el hospital cuando mi
sonreía feliz. abuela llegó a rescatarme.
convencerlo de que es real lo abuela fue sola a buscarlo? ¿Y
-Para
que ahora ocurre, estrene su título de -¿Su
su abuelo? -1uiso saber Ariel.
abuelo y comience con sus historias, fallecido años atrás y ella
como lo hacen todos los abuelos. No -Había
cstaba tan sola como yo en aquel
tiene escapatoria don Ce... perdón, momento. Mi madre era su hija... Como
abuelo. Vamos, abra su corazón, entré- ves, estar en la guerra me dejó secue-
guese eó Ariel, al tiempo que su las que aún perduran... y también me
-brom
abuelo se acomodaba para decir: abruma algo más...
es mi primer intento... continué pidió Ariel
-Este
respirando profundamente, comenzó su -9, -Abuelo,
y le -lepara sus ojos
alcanzb un pañuelo
triste historia: nublados por las lágrimas.
Mi familia vivía en Europa cuando en venta la casona, elcampo,
estalló la gran guerra... iQué días más -Pondré
todo... Eso significa para mí vender mi
difíciles! Mis padres querían que regresá- niñez, mi juventud, en fin, toda mi vida.
l6 t7
-
nueva vida a mi edad, no puedo seguir ,'.,t, (la cuenta, abuelo, que está ebrio
viviendo solo en esta inmensidad , l.' ,rlegría? Ariel, con su natural
-Cecé
carraspeó nervioso antes de continuar-, -dijo
I,rrcn humor.
pero si te quedas, serás mi heredero y, Estoy "medianamente" feliz... por
por supuesto, no venderé nada. rrrr l.rdo es lo que estoy viviendo en este
De pronto, Ariel notó algo en el rostro rnornento, junto a tu compañía... Y por
del abuelo. , rlr«) me entristece la venta del campo y
te asustes, Ariel, es una palldez tlc la casa... Depende de ti que la lleve
-No
saludable, acabo de sentir algo curioso. , r r:abo o desista ,
¿qué me dices?
sintió liberado, está dando resul- -Que es un asunto muy importante
-Se
tado que me hable, y eso me alegra. l)(rra tratar ahora, tómese un tiempo,
es, fue como si saltara el tapón rro mucho, recuerde que "estoy de pasa-
-Así
emocional que tuve atragantado durante t lil¿1" . Pronto charlaremos sobre este
1B 79
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2t
-."'.qlF
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o pocos atienden sus reclamos.. .. Hay u!,,Ir escafandras, sé que es triste este
que hacer algo. l),urorama, pero para evitarlo tendrán
r ¡r rrr sab€r también que el cemento está
el Planeta? cómo?
-¿Sanar receloso Cecé.¿Pero n rv¿rdiendo los pulmones del mundo.
para que el agua sea pura. abuelo, que usted, que sufrió
-Creo,
l, r crueldad de la guerra, es el indicado
s razón, muchacho, Porque la
-Tiene
población y aun los que tienen el poder l)i)ra hablar de ese monstruo y las
de decidir su cuidado, flo lo hacen...
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arrp-
secuelas que deja. Es importante que los rndo querrán vivir. . . De hecho, si
r lr rr ' rr rr
niños más pequeños sepan que la paz , ",1, r rscuela funcionara, sería un renacer
mundial que todos desean y que aún no | ), rr, r l,r humanidad y obviamente entra-
mi modesto entender, la guerra r lt'j,rr.cle decir que tus ¿cuántos?, tus doce
no-En
tiene relación con el planeta g, .n ros son pocos para idear e imaginar
además, €s un tema macabro para t'slc n-raravilloso proyecto. Demuestras
los niños...No, no estoy de acuerdo \(,r' (leneroso y, además, tienes ingenio
el abuelo. v r¿)zonas con sentido común, el menos
-objetó r'« rnrún de los sentidos. Mi nieto andarín,
explosiones atómicas, las
-Las
bombas que caen en el mar o en la ,'.rlttién es tu maestro?
tierra, tienen el mismo destino: el globo Ariel sonrió y dijo:
ferráqueo. En cuanto a hablar a los niños que mi modo de pensar
de este delicado asunto, se deberá tratar
-Digamos
,'s herencia familiar o que programaron
de acuerdo a las edades, pero tienen ,rsí mis neuronas o que, quizás, fue mi
que saber la verdad de lo que pasa en . r lrevida voz interna la que habló sin mi
24
--G!q
a-
ü
no soY Dios Para llevar Mi querido abuelo Cecé, no es
-Muchacho,
a cabo semejante proyecto. . . Soy un r r, que cambie de tema, por favor
'r r ,sl:rfio
hombre sencillo, habituado a cosas muy r, ¡ ,,(, sienta incómodo por negarse a mi
que funcione la escuela. Ayer dijo que ur r "no" rotundo a tu iniciativa, creo que
cuenta con riqu ezas y espacio aquí le ,liltr que me sentía incapaz de llevar a
sobra... Además, pensé que así estaría , ,rlx) tu obra, pero... Cabe la posibili-
en permanente contacto con jóvenes y ,l,rrl de intentarlo, claro, evaluando mis
niños que lo colmarían de alegría, envez ( ( )ndiciones físicas y anímicas, ya que
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_---rrl-rf,;F._
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30 31
F
.) .)
32 JJ
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Tampoco habló del tema los días
siguientes, ni durante el largo viaje en
tren que hicimos al pueblito dond e ven-
dían pájaros exóticos. Cuando llegamos
y vi la cantidad y variedad de aves, no
podía creer que fuera real.
Quedé alucinado y aturdido por el gri- -Errl,
,¡ ¡1's5 era un lugar monstruoso
terio de los vendedores y compradores. volvi, , ,r .lcotdr el muchacho.
Era un verdadero infierno caminar entre lr r, ¡, rr era hermoso pero, almismo
el gentío y las jaulas desvencijadas que
-El
i rt,rrrpo. t lt,tcstable y triste... Así son las
sombra de un árbol y mirando ese pai- [-n eso vi unos pájaros de plumaje rojo
, 'scarlat¿r con cola verde y copete ama-
saje atroz, sln disimular la indignación
que sentía. rillo. Cl¿lro, me llamaron la atención y,
¡ rr )co a lfoco:, me fui acercando para no
En cambio, yo revisé jaula por jaula,
,,srrstarlos, y ya junto a ellos, me quedé
todos los pájaros me gustaban. Pero la
rrrrnóvil, incluso sin respiración por unos
mugre, los desechos, los pájaros muer-
,t'qundos. . . Cuando se acostumbraron a
tos y otros que estaban agonizando,
rrri presencia, comenzaron un concierto
hacían tan maloliente el sitio, a pesar
rrrolvidable. Había encontrado lo que
de estar al aire libre, que sentí ganas de
, ¡ rcría y entusiasmado grité:
vomitar.
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.-rF
abue!! ¡Estost ¡Llevaré ,'.,l.rs tiendas insalubres. Este exterminio
-¡¡Estos,
estos! mientras los señalaba, a mis ¡ rroVocd un desequilibrio en la Natura-
-y
pies gorriones y palomas picoteaban l1'/<t; ya que los pájaros tambián son
semillas esparcidas en el suelo-. ¡Mira
',r 'urbradores.. .
estos pobrecitos, abuela: comen lo poco -Entiendo, Abue , pero estos pájaros
que cae de la jaula! \/, r fueron cazados. Además, si cantan
r r rrno lo hicieron los que elegi, será
equivocas, Cecé. . . Pobrecitos
-Te
son los que están en cautiverio, no ¡roreu€ están bien, pues de otro modo
r ri piarían decir esto crei que había
pueden volar a pesar de lener alas, ni
,
-al
licho una frase genial, que haría reaccio-
tampoco pueden elegir dónde anidar
r r(lr a mi abuela... Pero al ver su gesto,
ella, al acercarse para ver los
-repuso
pájaros que había elegido.
l, r dudá.
39
--F
había dicho mi abuela. Ella no se dio , , t/(tdores reemplacen a los que mueren
por aludida y, pidiendo permiso entrela , , los que logran vender por otros y así
gente, se fue alejando, pero a los pocos , , )ntinuarán, hasta que desaparezca el
pasos dio media vuelta para decir que r il I irno pájaro.
no volvi era a pedirle su opinión sobre *Abuelo, esa es una lección que
el regalo. ¡ ,ucos han aprendido, puesto que ese
tiene sentido,, Cecé, Ya que r ,,'r¡ocio, aunque ilegal, aún existe
no-Noquieres oír la abueld V, con ,r rrmpió Ariel.
-inte-
-dijo
su natural coqu eferia, se acomodó el Cecé asintió con la cabeza y con
moño y agregó-: Resulta difícil hacer lo ,r riradd de preocupación.
correcto, ¿no es así, Cecé?-se dirigió a pasó luego? interesó el
mí, pero también miró expresivamente -áQué
, ,ruchacho.
al grupo de personas.
pasó después del alegato de
pájaros que lleve, estarán mejor -áQué
rni abuela? Pues, como temí quedarme
-Los
cuidados que acá molesto.
-respondí, ,in regalo, me hice el desentendido. En
séy, como insistes con el tema, ,'So, ur-r vendedor abrió la jaula y sacó
-Lo
no tengo más remedio que explicarte lo uno de los pájaros que había elegido.
r
que significa que compres estas "merca- vender dijo.
derías": contribuirás a que estos animali- -Lo acabo de -me
Me resigné, había varios en la paja-
tos sufran al no vivir en su medio natural
rera pero ya me había embargado una
y que mueran en estas verdaderas cáma-
';ensación de culpa que me hacía sentir
ras de terror que llaman jaulas, y que los
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-".-..{rIF
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mal, muy mal. Me aferré a los barrotes 1.1,, l"ue fácil renunciar a mi regalo,
mirando a los pájaros, hasta que de |, rmé conciencia a tiempo. Y como
l«
pronto creí haber encontrado una razón , ¡rris€ que mi abuela se sintiera morti-
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--tr¡.#
obsequio muy especial, un regalo chiqui- Buscando al culpable
tito y peludo que ladraba.
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cómo caben en mi cabeza Valoré su actitud y decidí hablar a
Cecé, mientras terminaba-bromeó
el mate. solas con é1, quise ayudarlo:
Luego, con voz pausada pero firme, Yayo dije-, tu agre-
continuó: -Cambia, -le
siva forma de ser te aísla y a nosotros
escuela estaba lejos de mi casa, nos gustaría que te integraras al grupo,
-La
es decir de esta casona donde siempre que fueras uno más.
viví, en medio del campo. Me llevaba Lamentablemente, se hizo el desen-
Tranquilo, un caballo ideal para soportar tendido y yo no insistí. A eso contribuyó
las horas que pasaba en la escuela, que lo molesto que me resultaba que é1,,
eran muchas. siendo tan inteligente como alumno,
El grupo escolar era bastante unido, fuese tan tonto para relacionarse con sus
solamente había un compañero, al que compañeros. Pensé que no iba a preo-
le decíamos Yayo, eu€ se distinguía por cuparme más por é1, pero a los pocos
su mal carácter; provocaba peleas y dis- días, nuevamente me inquieté por Yayo,
cusiones para llamar la atención. Un día, ya que, sorpresivamente y en pleno
mis compañeros de curso, hartos de sus recreo,llegó don Carlos, el panadero, y
bravuconadas, decidieron ignorarlo en de sopetón lo zamarreó recriminándole
los juegos y competencias que organizá- cosas que no entendí.
bamos. Yo me opuse, pero como eran Yayo, humillado ante nosotros, pare-
mayoría no pude hacer nada a favor de cía un pichón mojado caído del nido,
Yayo, quien se dio cuenta del complot, como los que salvábamos con Eugenio
pero no dijo ni "mu". bajo la lluvia y el viento.
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imagino la vergüenzaque habrá ¡Humm! !... ¡Exquisita!
-Me
pasado ese niño Ariel , ofre-
-¡
Ariel, saboreando una dorada -expresó
sopaipilla.
-sentenció
ciéndole otro mate a Cecé-. Este tiene Tienes buen gusto,
espumita, como a usted le gusta... ¿Soy -¿Genoveva?...
es una linda muchacha con
o no un experto cebando mate? -aprobó,
picardía, Cecé-. Si quieres, puedo
El abuelo sonrió y aceptó el mate, pedirle que. . .
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llegó un profesor y trató de calmar al del pan y me fui a descansar. Y ahora
panadero: viene lo peor... Hoy, el encargado de
Carlos, tranquilícese y suelte el la limpiezame llamó para que mirara la
-Don
brazo de este niño... Esa no es la manera tinaja. No pude creer lo que veia: entre
apropiada para entenderse. Explíqueme, los restos de la masa había restos de las
por favor, lo escucho, hable conmigo. crías de ratas. Inmediatamente corripara
eso vine, profesor, para que sepa detener el reparto del pan de la mañana,
-A
lo que hizo este inconsciente. Espero que pero fue tarde.
reciba el castigo que merece Al escuchar esto, asqueados, los estu-
nerviosamente don Carlos.
-resaltó diantes que habían comido pan "vola-
Carlos, no sé de quá me acusa ron" a los baños... Aquel momento,
-Don
defendió Yayo. Ariel, fue un caos, un verdadero caos....
-se lógico, no era para menos
El panadero lo miró duramente, luego -Es
recalcó el nieto. -
se dirigió al profesor'
mientras mi ayudante noc- Aparte del panadero, solo quedamos
-Anoche,
turno y yo preparábamos el pan, encon- en el patio los que no comíamos pan, el
tré en una bolsa de harina un nido de profesor y yo. Ambos le dábamos nues-
ratas, lógicamente la descartéy la puse a tra ración a Yayo para que lo llevara a su
un costado de mi negocio para quemarla casa. Vivía con su tío, su único pariente,
al día siguiente. Yo sufrí un fuerte dolor y eran muy pobres.
de cabeza, asi que dejé que Jaime, mi todo esto, ¿qué dijo el supuesto
ayudante,, se encargara de la elaboración
-A
vándalo? Ariel.
-preguntó
Yayo repetia sus palabras una y otra me regaló, me fui enseguida, después
vez... cabizbajo, nunca 1o habíamos visto de saludar a Jaime.
así: En ese momento, al comprobar la
no fui, profesor, lo juro, créame... difícil situación de Yayo, se me estrujó el
-Yo
Jamás me atrevería a hacer semejante corazón Yo le crei y sentí nuevam ente
maldad. . . Anoche, cuando retiré el ganas de ayudarlo, pero no sabía cómo
paquete con galletas que don Carlos hacerlo.
El maestro, con su paciencia de siem- del paradero de su alumno y, después
pÍe,le pidió a don Carlos que dejara el de buscarlo durante una semana, ya
asunto en sus manos. no le quedaba lugar donde seguir sus
prometo que lo tendré infor- huellas.
-Le
mado. denunciar su ausencia a la
-Debo
policía si no aparece avisó en
No muy convencido, elpanadero, antes -nos
de despedirse, le exigió que no fuese una reunión-. Yayo es menor de edad
"blando" con ese bandido. Como el pro- y puede estar enfermo o sin comer...
fesor también era elDirector de la escuela, Los días pasan y no sabemos nada de é1.
suspendió las clases por varios días para lo que no me quedó claro
-Abuelo, Ari el- es si el ayudante
darles tiempo de recuperarse a los " enfer-
-preguntó
del panadero,, ese tal Jaime, vio a Yayo
mos por el pan" y para averiguar si había
sido Yayo el causante de ese desastre. con "las manos en la masa". . . pues
A la mañana siguienfe,lo primero que don Carlos lo acusó de una forma muy
hizo el maestro fue ir a la casa de Yayo directa.
para hablar con é1, pero no 1o encon- Ariel, solo sembró sospechas. ..
-No,
tró... para colmo, descubrió que el tío Nuestro profesor y el panadero
con el que vivía, había fallecido hacía fueron a la cas a de Jaime para tratar
un par de meses y que los vecinos nada de obtener una versión más exacta de
sabían del muchacho. los hechos:
A nuestro profesor SE le veia pre- sé nada de nada limitó
ocupado, nadie tenía la menor idea -No -se
a decir el ayudante del panadero-.
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Pregúntenle a Yayo, él fue la única per- que una mañana, mi abuela
sona que estuvo esa noche, yo solo me me-Resulta
pidió que llevara un paquete a un
ocupé de mi trabajo. poblado perdido en el campo, "donde
Los dimes y diretes circularon por la el diablo perdió el poncho", como dicen
zona y no eran favorables a Yayo. Estos los lugareños. Apenas llegué ahí, dejé a
aumentaron cuando las clases se reanu- Otoño en un galpón donde se ocupa-
daron, y élno se presentó. Alguien dijo rían de darle agua y alfalfa. Al terminar
que si Yayo fuera inocente, ño habría el trámite, fui a buscar al animal y vi a
huido. Yayo trabajando en el lugar. No podía
es culpable hasta que se creerlo.. . Me alegré y me acerqué para
-Nadie
demuestre lo contrari o el pro- abrazarlo.
-repetía
fesor, ante ese tipo de comentarios. . . e estás, Yayo? dije-. El
-¿Cómo
profesor -le
está muy preocupado por ti, te
insistía-: Yayo es un niño y puede estar
en dificultades, ayúdenm e a encontrarlo. está buscando... Bueno, y nosotros, tus
Pero el destino quiso que fuera yo el compañeros, tambián.
que. arreglármelas solo
. .
-Sé
secamente-. No se preocupen -respondió
por mí,
No me diga que usted lo
-¡Epa!... Disculpe, abuelo, lo inte-
encontró.... y no le cuentes a nadie que estoy acá. Tú,
rrumpí. ocúpate mejor de tu atado de huesos, el
pobre ya ni puede con su esqueleto, en
Cecé sonrió, y pasando la mano por
cualquier momento se desploma...No
su barba, retomó el relato:
se cómo te animaste a traerlo.
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Indudablemente su mal genio afloró y Fui cruel, vengativo, pero era chico
1o obnubiló, porque lo que dijo de Otoño y me vino de perillas su reclamo. Pues,
no era verdad, sino todo lo contrario. monté a Otoño y, con tono burlón, le
De más está decir que me cayó muy mal pregunté:
lo que dijo de mi yegua, pero como no que te pague lo que comió
quise discutir con é1, aguanté mi molestia -¿Quieres
"mi caballo"? ¿Sí?... Entonces no te
y le pedí que regresara conmigo. debo nada... ¡Otoño es una yegua, una
Mi paciencia se agotó cuando no con- hermosa yegua! ¡Qué ignorante eres
testó ni sí ni no... Solamente me miró y Yayo! y salí al galope riendo
luego se puso a barrer. -recalqué,
a carcajadas mientras Yayo, furioso,
Como no pude convenc erlo, quise pateaba el portón, gritando:
darle un escarmiento, mejor dicho, Fue una manera de decir,
vengarme... ¿Pero cómo? No se me -¡lmbécil!
fue por costumb re continuó vocife-
ocurría nada... Hasta que fue el mismo -y
rando mientras yo me alejaba.
Yayo quien me dio la idea, mientras yo Cecé... Yayo le estaba
acomodaba la montura de Otoño. -Abuelo
pidiendo lo que era justo . . .
¿Le contó a
sorprendió Ariel. su abuela este "grato" episodio?
-¿Yayo? -se
es. supuesto que sí. . .
-Así -Por
Cuando estaba a punto de irme, Yayo Cuando le conté todo a mi abuela
me dijo: e incluso la satisfacción que sentí al
tienes que pagarme la alfalfa vengarme de manera tan ingeniosa,
-Cecé,
que ha comido tu caballo... ella sonrió por mi ocurrencia, pero no
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tardó en decir que al día sigui ente fuese rles, fuerza y energía lt¿s s' r[rl' l¡ t llr
r
6l
entonces no tiene otra opción que qÚe está sec()' ri'l lt ¡ t "' 1 lt'l lt t ''
"rugir" para mantener su reputación. Es -Parece lllrl',
Sin embargo, en unos mcs('s -tal v(''/,
una actitud nada agradable, y además cubrirá de hojas y flores... 'r
riesgosa, pero así consiguió llamar la Yayo le suceda lo mismo, Pero solo si
atención. No tengo dudas, a Yayo hay [o ayudamos. Mañana, cuando lo veas,
que ayudarlo y ya No olvi- dile que venga a vivir con nosotros, me
-recalcó-.
des que después de perder a sus padres, dará alegría si acePta.
creció en un orfanato, hasta que su tío con nosotros?!
-¡¿Vivir -tartamu-
se hizo cargo de é1... tío que tampoco deé nervioso-. No creo que aceqte,
está ahora. rne dijo que sabe arreglarse solo, y bien
Quedé boquiabierto, mi abuela tenía que sabe.
razón, aunque insistí en que era difícil No te Pongas celoso.
ese cambio. -¡Cecé!
se lo digo en serio Y sin
se ilusione, abuela pedi, -Abuela,
celos, no creo ser capaz de convencer
-No -le
mientras ella se dirigía hasta un ventanal a Yayo de que vuelva terml-
y lo abría. -rematé,
nante.
-Ven
,, Cecé dijo-. ¡Acé,r- intentos no siemPre son exi-
cate! volvió a llamar, al ver que -Los
tosos, pero hay que insistir igualmente
me habia detenido frente a un espejo, convencida.
apretándome un granito. Cuando por -dictaminó,
La idea de la abuela me inquietí,, pero
fin me paré a su lado, me señaló un no tenía opción.
arbusto.
62 63
Subí entonces elcuello de mi chaqueta
estamos acá con este día gris, es porque
queremos que regreses... Responde, nos
y salí a reunirme con mis compañeros'
Éxp[quá el plan, seguro de que lo recha- estamos cansando.
zarian, pero me equivoqué: se entusias- abuela te espera... No desper-
-Mi
maron y, al día siguiente, Partimos, a dicies esta oportunidad y valora nuestra
pesar de estar nublado y ventoso' Unos intención sin trepar a los
-intervine,
fuimos a caballo y otros en caffetones' fardos.
Durante el viaje les pedí que evitaran A Yayo se le veia nervioso , parecia
peleas pero, a pesar del aviso, el encuen- asustado... hasta que por fin diio:
i.o .o. Yayo fue acalorado. Nadie escu-
-Quieren
engañarme. . . Es una
chaba al otro, predominaban las voces trampa para que me castiguen por algo
exigiendo promesas, hasta que Eugenio que no cometí.
se subió a unos fardos de Pasto Y, con !... Y sigues con la tontera...
su aflautadavoz, gritó: -¡Uf a tomar la palabra Eugenio-.
escucha, está Por llover Y no
-volvió
No seas desconfiado, deja de darle más
-Yayo,
queremos empaparnos ni caer enfer- vueltas, pareces una niñita caprichosa.
mos, será mejor que apuremos este Te aviso que si te niegas a volver, entre
asunto. No seas obstinado y decide de todos y a empujones, te llevaremos des-
úr1d,vez; ¿quieres volver o no?"' El pro- nudo hasta elbrazo del río donde abun-
fesor está preocupado por ti, te buscó dan las pirañas... durante el viaje nos
por todos los rincones; la abuela de Cecé enteramos de que hay del tamaño que
te ofrece vivir en su casa, y nosotros, si pidas y de que están muy hambrientas.
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Una carcajada general y luego los Nos dejó boquiabiertos con ese gesto,
aplausos quebraron el clima tenso que ni Eugenio supo qué decir...Yo recordé
llenaba el galpón. En eso, Yayo levantó el arbusto seco y las recomendaciones
el brazo para decir entrecortadamente. de mi abuela para con Yayo: paciencia
regresar... Pero no ahora, y buen trato. Eugenio, a su manera,
-Prometo
dentro de unos días... Debo arreglar consiguió nuestro propósito.
sino
unas cosas y avisar a mi patrón que me Regresamos con el corazón saltando
voy como si se hubiesen abierto las de alegriay yo cuidando como un tesoro
-y
puertas de cielo, añadió entre carras- la medalla de nuestro compañero.
p€os-: gracias a todos. Ese fue mi día de suerte porque,
Nosotros intercambiamos miradas y además, camino a casa montado en
gestos, asombrados y dudosos. Otoño, descubri entre unos pajonales
Yayo, como no era tonto, se dio una cueva abandonada. . . ¡Fue como
tocar las estrellas con las manos!
cuenta y dijo sin rodeos:
-Jienen razón en dudar, pero juro por qué tanto entusiasmo,
-¿Y
abuelo? Ariel.
que cumpliré, después me miró, y -preguntó
-y
sacándose una medalla que colgaba de era para menos, muchacho: la
-No
cueva era un lugar apartado y misterioso
su cuello , me la acercó-. Toma, Cecé...
Esta medalla fue de mi mamá, me Ia dio a la vez... Genial para compartir con
mi tío antes de morir, guárdala hasta mi mis amigos.
regreso. Al siguiente día les conté a mis com-
pañeros que era dueño de una cueva y
66 67
ellos, tan ansiosos como yo, quisieron ir mi plan secreto-. Hoy ayudaremos al
cuanto antes a verla. profesor a encontrar al culpable de lo
linternas, velas o f aro- ocurrido en la panadería. Traje lápiz y
-Lleven
les, dentro de la cueva está oscuro papel para anotar a los sospechosos,
Necesitamos limpiarla, ustedes dirán de quiénes desconfían.
-advertí-.
pues algunos vagabundos han dejado mí me parece que ya hicimos
cacharros, trapos, papeles quemados -A
bastante por Yayo, no nos metamos
y basura. en más líos Raúl-. Vine porque
ese "palacio" debe estar -dijo
nunca estuve en un escondrijo como
-¡Entonces,
lleno de pulgas y piojos! Iván, este, pero si no hay más remedio que
con cierto recelo.
-aseguró
dar un nombre, anota: "yayo" ... Creo
y además cucarachas y que él es el culpable... Pero no me mal-
-Claro,
arañas Eugenio para "animarlo". entiendan, Vo comí del pan, pero ya lo
-dijo "palacio", perdoné.
Alllegar al como lo nombró
Iván, no quedó ni un agujero sin revisar. De mala gana, anoté su nombre y,
Luego de limpiar la cueva, nos sentamos como pronto el Sol comenzaria a ocul-
en círculo en el suelo... Era el momento tarse, pedi que encendieran las velas,
de exponer mi plan... linternas y faroles que habían traído
qué jugamos? Raú1, para iluminar... y no fue nada divertido.
-¿A
acomodándose.
-preguntó Nos impresionarnos con nuestras imáge-
día jugaremos después nes... La luz mortecina de las velas y el
-Otro -y
de hacer una pausa enigmática, expuse efeclo de luces y sombras de las linternas
69
y faroles puestas delante de nosotros, verdad, se lo dijo una comadre
nos daban un aspecto fantasmal, pare-
-Es
a mi mamá. . . y las brujas ¡¡¡deben estar
cíamos espectros. a punto de llegar!!!-alcanzó a decir, al
volvamos a lo nuestro tiempo eue , alerrorizados, nos empujá-
-Bueno, -
les pedí-. Te toca a ti, Eugenio, decir bamos y pisoteábamos para salir de la
de quién sospechas esperando un cueva.
-y
nombre para anotar, Eugenio dijo lo Eugenio, con su "hermosa" ocurren-
sulo: cia, arruinó mi plan y el debut de la
me preguntas, Cecé, debo decir cueva-palacio. . .
-Si
que sospecho de las brujas... Sí, aunque Ya en casa, apenas vi a mi abuela sentí
no crean, las brujas existen, salen a la imperiosa necesidad de contarle todo
medianoche para hacer maldades... Y lo ocurrido. Ella rió de buena gana con
como es tarde, les pido que apuren este la historia de Eugenio. Luego me felicitó
trámite, quiero irme antes de que las por la idea de ayudar al profesor, junto
brujas abran las sepulturas del cemen- con darme una sorprendente noticia:
terio cercano, ya que pasarán por aquí estuvo magnífico,, Cecé. Aunque
con las calaveras en las palmas de sus -Eso
debo contarte que ya sabemos quién es
manos... el culpable del "desastre panaderil".
dónde sacaste ese disparate? Tu profesor estuvo aquí en casa para
-¿De
preguntó Evaristo-. Lo que quieres darme la noticia... Durante días anduvo
-le
es asustarnos con mentiras. siguiendo los pasos de Jaime, el ayu-
dante de don Carlos, claro que sin ser
70 77
visto por este. Y así descubrió que, todos a buscar las galletas sí la recortl.ttt,t t7
los días, este hombre va a un boliche de como este no contó su lastimoso esl¿tclo,
los alrededores y se embriaga. Tanto fue se aprovechó de la mala fama del chico
así, que ayer tuvo que intervenir para para culparlo.
salvarle la vida, pues casi lo apuñalan en genial el profesor! ----exclamé
una pele a en que se enfrascó con otro -¡Estuvo
orgulloso.
hombre tan borracho como é1.
lo importante fue que tu comPa-
Después, el profesor lo acompañó a -Y
itero, a pesar delbochorno y sufrimiento
la casa y se quedó con é1, hasta que se que aguantó, no dijo que lo vio borra-
recuperó. Avergonzado y agradecido, cho. Su conducta fue admirable. ¿Te das
Jaime confesó que él había sido el cul- cuenta, Cecé, de que no me equivoqué
pable. . .
con Yayo? Estoy deseando verlo Para
contó por qué
lo hizo? darle la noticia.
-¿Y -pre-
gunté ansioso, y mi abuela, poniendo ¿Yayo vivió en su casa?
horquillas en su rodete, me explicó: -Abuelo,
fue la convivencia?
¿Cómo -preguntó
estaba ebrio. Aprovecha de Ariel.
-Porque
beber cuando don Carlos le dejaa cargo que bien, aunque no estuvo
la elaboración del pan. . . El profesor -Creo
mucho tiempo aquí, porque don Carlos,
contó que Jaime se vio necesitado de el panadero, y su señora Felisa, con el
harina y, como no estaba en sus cabales, consentimiento de Yayo, lo adoptaron
utilizl la que don Carlos desechó. Sin legalmente y fueron excelentes padres,
embargo, la presencia de Yayo yendo lo apoyaron en todo y le dieron buena
72 73
educación, además de cariño y cuida- me hizo recordar los cuerl-
dos... -Abuelo,
tos de Las mil y una noches,, pero claro,
El cambio de Yayo fue tan notorio en otra versión... -puntualizl Ariel,
que nos sorprendió a todos. A través riendo.
de los años demostró una vocación que sea que Podemos Poner en
nadie imaginó. Fue profesor y volcó su -O la idea de Sherazade, ¿no es
práctica
experiencia de vida en el servicio a los verdad?
más necesitados. Sostenía que el cono-
cimiento y el amor son las bases para
la formación de una buena persona.
Desafortunadamente, murió joven en
un accidente automovilístico. Todos
lamentaron su partida. Fue una persona
inolvidable.
sabia su abuela cuando com-
-Fue
paró el arbusto aparentementeseco con
Yayo, ¿no es así?
ese don y, sobre su perso-
-Tenía
nalidad, podría hablar horas, pero sería
otra historia y otro día estaré dispuesto
a contártela Cecé guiñando un
ojo.
-dijo
74 75
El visitante misterioso
os relámpagos y la persis-
tenle llovizna continuaban.
Cecé miró el paisaje
desde la galeria y, con el
diario bajo el brazo, caminó por el
corredor hasta su sillón y se dispuso
a leer, cuando escuchó la voz de Ariel
anunciando su llegada.
días, abuelo, me levanté
-Buenos
temprano V, como usted dormía, me
tomé la libertad, con ayuda de un peón,
de ensillar un caballo para reco-
rrer parte de su campo, a
pesar de la lluvia y el barro.
Cecé
a -¡Cora! -llamó Por
su empleada-.
favor, ¿puedes traer el
desayuno para mi nieto y
para mí?
77
tengo curiosidad por saber que acabo de cottfcs.lrlt:, cla
por-Abuelo,
qué la galería está bordeada de tina- -Lo
lugar a que te cuente una historia donde
jas y maceteros vacíos, ni siquiera una demostr é ser particularmente egoísta.
modesta plantita se asoma. Fue en un período en que no sopor-
cierto el abuelo-, taba a ninguna persona que se interpu-
-Es -asintió
dan aspecto de abandono y entriste- siera entre mi abuela y yo. Te advierto
cen mucho el lugar. Sin embargo, que no teníamos más familiares y que
años atrás estos recipientes compartíamos la alegría o el dolor,
estaban llenos de lilas; mi como, por ejemplo, la muerte de mis
abuela las cultivaba, eran padres y de mi abuelo. De hecho, com-
sus flores preferidas, partíamos todo, cariño y soledad.
pero... desde que Mi abuela era el único ser que tenia
ella se fue, no se en el mundo. Por esa raz6n, ni remota-
plantaron más. mente pasó por mi mente que mi abuela
abuela está siempre presente, pudiese qúerer a otra persona que no
-Su
no puede negar que la admiraba. fuera yo.
su fortaleza, su temple Hasta que un día advertí que un señor
-Admiraba
y su ternura, pero siendo niño hubo mayor venía a nuestra casa, cada tarde
momentos en que fui egoísta e injusto y siempre a la misma hora.
con ella. Mi desconcierto era tal, que cuando lo
Después de quedar un momento en veia llegar evitaba saludarlo, escondián-
silencio, mirando el cielo, el abuelo dijo: dome enlre los arbustos o donde fuera...
7B 79
Sin embargo, sigilosam ente tratatt¿r tlc I t« I
perderme ninguno de sus movimientos.
Así comprobé que se encerraban en
la sala y, después de un rato, veia cómo
mi abuela salía por un momento hacia
la cocina y luego regresaba junto a este
señor con una bandeja replela de cosas
ricas : té,, tostadas, dulce de higos...
Dulce que yo creia que preparaba
exclusivamente para mí. Te aseguro
que aquellos momentos fueron terribles
para mis nueve años.
qvé celoso era usted,
-¡Humm,
abuelo! Ariel, y despuás le
-comento
dio un mordisco a la última tostada que
les había traído Cora, pero sin dulce de
higos.
mucho y, para colmo, este
-Sufrí
señor iba a casa todos los días. . . No
había tormenta que lo detuviera y eso
me hacía pensar que estaba enamora-
dísimo de mi abuela.
B1
Durante sus Abrí las puertas de par en par entre los
visitas, que ladridos de Volcán.
para mí eran por Dios...! ¡Qué susto me
interminables, -¡Cecé,
has dado! ella-. Disculpe
-exclamó
sus modales, está creciendo dijo al
por los alrededores con -le
-Iil:T;,::;
(é\.er.a el regalo chiquito y peludo señor, ya repuesta del sobresalto, mien-
que tras yo pedía al cielo desaparecer, al ver
Iadraba, el que me regaló mi abuela
en la mesa repleta de papeles y libros.
mi cumpleaños envezde los pájaros exó_
ticos). Te preguntarás por qué no hablé que el ciclón se calmó
-Ahora
d!o-, te presentaréa mi profescr. Él -e
con mi abuela sobre eso.. . Fue porque
no me atrevi, temía que confirmara mi ha enseñado a leer y escribir, como tanto
presentimiento. Además, como ella deseaba desde hace mucho tiempo. Era
jamás habló de esas visitas qué una sorpresa que iba a darte, en pocos
o tipo de
relación tenia con ese caballero, no días más...
me
dio oportunidad de hacer preguntas... Atolondrado , pedi perdón y salí
no olvides, tampoco, que yo tenía solo corriendo, atropellando todo lo que
nueve años. encontraba a mi paso. Estaba furioso con-
Pero, pasado un tiempo, una tarde migo mismo y fui hasta un árbol, como
ya no aguanté más y, muy enojado me había enseñado mi abuela, y lo abracé
, me llorando para descargar mi rabia en é1.
descontrolé e irrumpí en la sala de Ias
reuniones secretas para sorprenderlos. Luego me senté bajo su copa y perma-
neci allí, no sé cuánto tiempo, pensando
B2 B3
7
84 85
U7
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__f
90 9L
los chistidos de las lechuzas que pasaban fosfores cenfe y creo, aunque no estoy
por allí y no recuerdo cuántas cosas seguro, que cuando la encienden es para
más... comunicarse entre ellas. Se podría decir
Ella escuchaba y no respondía, hasta que son semáforos voladores.
que su silencio se quebró cuando dijo: -ie refieres a las luciérnagds, ¿no es
raro que aún no te hayas así? mi abuela.
-Qué
sacado las sandalias para pisar descalzo
-dijo porque tuvo mucha ayuda. . ..
el pasto húmedo por el rocío... áQué -Acertó,
Ahora, abuela, es su turno.
esperas, Cecé? sus manos por
pasó ¿Crees posible que Yo Pueda
-y
mi cabeza, como señal de que había -Bien.
tocar el cielo con las manos?
conseguido distraerla. abuela!!
abuela entendió mi intención y -¡¡Señora
Juguemos en serio
-exclamé-.
haciéndome el
yo,-Mi
contento por mi éxito, me hice el -g,
agrandado, agregué-: Que Yo sepa,
sabelotodo al ver ciertos bichitos que usted no es hechicera... ¿O acaso su
estaban volando a nuestro alrededor. pregunta lleva una tramPita?
abuela, eu€ hay estrellitas Me llamó la atención, aclarándome
-¿Sabe,
en la tierra? que era su turno y que era ella la que
querido, no tenía idea debía hacer las preguntas. Al notar mi
-No,risueña.
pondió desconcierto, disimuló la risa arreglán-
le ayudo para que acierte. dose su coqueto peinado con horquillas y
-Entonces
Estas estrellitas tienen luz verdosa y lilas que nunca faltaban y esperó pacien-
temente que respondiera.
92 93
Como no lo hice, Preguntó si rne
rendía.
imposible tocar el cielo -insistí
-Es
entreprotestas y expectante a la vez-'
Además , llene que demostrarlo, corno
yo lo hice con los gusanos de luz'
rePlic1n eres Cecé, qúé
-iQué
replicón! __se quejó ella y me tomo de
la mano, justo cuando llegó mi amigo
Eugenio.
Le explicamos el juego , Y é\', más
curioso que yo, tomó la otra mano de mi
abuela y se deio llevar hasta el bebedero
de animales.
Mi abuela se arremangó la manga de
su blusa y nos dlio ceremoniosamente:
pueden comprobar, en esta
-Como
pileta hay un pedazo-de cielo -iy era
verdad, el cielo se refleiaba nítido en la
aquietada agua!- y si se dejan llevar
por la magia de la imaginación podrán
io.u, el cielo como Yo dicho esto,
-Y
94
metió sus manos y sus brazos en esa una abuela tan especial... Tuvo razólt,
agua fría. aunque yo lo sabía desde siempre.
No nos quedó más alternativa que ente, mereceque la recuerde
imitarla, y sumergirnos hasta los codos -RealmAriel.
en el agua. Obviam ente, las imágenes -acotó
te adelanfé, fue una humilde
de la Luna y las estrellas se desdibujaron, -Como
historia que compartí con mi abuela,
pero habíamos tocado el cielo.
como también lo fue la de un moni-
Eugenio no pudo con su genio y pro- gote... Pero te la contaré otro día, llueva,
puso repetir el juego.
truene o salga el Sol.
Esperamos que el agua se calmara
día? Abuelo, acuérdese qüe
y así, entre chapoteos de Luna, agua, -¿Otro
debo irme.
estrellas y risas, nos empapamos y con- il1
97
El monigote
99
--
hace feliz
escucharte... Bueno, no conseguí ver más que géneros y su
-Me
ahora que estamos ubicados, Cora nos espalda.
traerá limonada y escucharás la historia Empecinado, al día siguiente volví a
del monigote. Pero antes pondré en trepar, y al otro. . . No sé cuántos días
orden mis neuronas, están un poco des- más estuve encaramado entre las ramas,
pistadas y no quiero confundirme. pero solo tijeras y agujas enhebradas
Cecé tomó su tiempo, encendió su pude ver desde mi observatorio.
pipa y dijo: Una tarde me sorprendió cuando le
está todo en orden... escuché:
-Ya
Esta galería fue testigo de la tenaci- baja de la higuera... ven acá.
dad de mi abuela. Acá pasaba horas -Cecé,
Descendí avergonzado, diciándome
bordando o cosiendo, claro que des- que era un tonto ya que crei poder
pués de supervisar la administración engañarla escondido entre las ramas del
de la estancia. Un día no dejó que me árbol. Merecia su reproche, pero ella,
acercara para ver su labor. Niño como sin dar importancia a mi travesura, me
era, mi curiosidad aumentó cuando la alcanzó su "obra".
escondió.
Era un ridículo personaj e de género.
una sorpresa, Cecé, pronto lo
-Es
verás dijo para que no insistiera. -Esta
es la sorpresa Cecé, es tuyo,
-me solamente le falta un nombre. ¡No pongas
Por mi impaciencia, propia de la esa cara de espanto y asco! A ver, a ver,
edad, no pude esperar y decidi subir a párate bien derecho, déjame comparar,
aquella higuera que ves ahí... Fue inútil, sí, es de tu misma talla, igual....
100 101
Le demostré mi fastidio retrocediendo Extroño
unos pasos y poniendo mala cara. pelo de
puede pensar, abuela, que lono.
-¿Cómo
me gustaría jugar con ese adefesio?
Además, ya soy grande para tener un
monstruo de género.
Coraz6n
bordodo por
lo obuelo
a^
Tropos
105
104
v
tu abuela
le quitó horas al como me emociono con las his-
-Cecé,
descanso para cr€drrne, fueron horas
-Y
torias que recuerdo el abuelo- y
dedicadas a ti... piensa en ello y no me
-dijo
se me calienta la cabeza cuando pienso
quieras, nadie puede obligarte... pero a toda máquina, basta por hoy.. . Será
acéptame. mejor dejar al cerebro descansar.
Alucinado, miré a mi alrededor y al al coraz1n también
extraño personaje. -Y
Ariel.
-agregó
Volví a mirarlo ds la cabeza a los Será mejor entonces que
"piesotes" y, sin darme cuenta, lo carguá por-Acertaste.
varios días....
sobre mis espaldas. una trampa para que no me
Con sus largas patas arrastrándolas -¿Es
vaya ? Ariel.
por el piso, fui a mi dormitorio y lo senté -intuyó
ser Cecé, entor-
en una silla, cerca de r.ri cama, para que -Puede
nando
-contestó
los ojos y aguantando la risa-.
mi abuela me perdor¡ara. Pero te adelanto que tengo preparada
Fue así como un qlía le hablé. Sí, le en mi "archivo" otra historia de "Amigo"
hablé, porque cuandq estábamos solos, que te puede interesar... Claro, si me
él cobraba vida. .. "¡T6tal, nadie me escu sigues acompañando.
cha!" , me excusé un f¡oco avergonzado,
pero desde aquel día se convirtió en mi
amigo y su nombre fue simplementc
ese: AMIGO.
106 707
El ftnal de "Atnigo"
109
No está luego le habló?
-se alarmó Ariel.
de-Mmm...
revisarlo dos veces.-concluí,
Después seguí
-¿Usted
sí, el encuentro con Amigo
buscando rincón por rincón en la ati- -Pues
revivió mi infancia. Recuerda, además,
borrada habitación, pero solo encontré que te conté que cuando estábamos
polvo, telarañas y olor a encierro... solos, teníamos códigos Para comuni-
En definitiva: nada.. . carnos.
Hasta eu€, cuando me retiraba del Entonces, Amigo me pidió que le
cuarto, tropecé con unas cajas, y al vol- sacara la maraña de enc¿js5 que las
verme pude ver una mano de trapo que arañas habían tejido en su raro pelo de
se deslizaba entre unos bultos... lana y despuás me preguntó por qué
está! indiqué a Ceniza, y volvía ahora a buscarlo.
-¡Allí -le
me apresuré a sacarlo de su escondite lo sabrás dije, mostrándole
forzado.
-Ya -le
un bolso con ropa-. Amigo, no te
increíble volver a verte, enojes porque cambiará tu indumen-
-¡Parece
amigo de trapo! a decir, emo- taria, traje este sombrero... Sí, sá bien
-atiná
cionado-. ¡Caramba, estás cubierto que está viejo y ha perdido el color,
de polvo y no tienes nariz, no hay duda pero es el apropiado en este rnomento.
de que las polillas se han dado un gran Tu pantalón y tu camisa serán andra-
festín... No te quejes, ya le hago un jos, aunque la chaqueta, si bien está
nudo con tu piel de trapo, ya está, tienes gastada, conserva los bolsillos y no le
nuevamente nariz, aunque ahora luzcas falta un solo botón.
otro perfil.
110 111
Por favor pedi-,, no te resbales,
-ie
quédate quieto... ¿Dices que te caes
guardián eres si te escondes debajo de
ese mueble?
porque estás flaco? Tienes razón, has
perdido relleno. pero mira quá lujo: estás listo, Amigo, te llevaré al
-Ya
lugar que elegí para que vivas. Si la luz
te pondré los guantes de mi abuela...
Huele, aún conservan aroma a lilas. del Sol te enceguece por estar a oscuras
Ahora es el turno de las zapatillas, son tantos años, cierra los ojos un rato...
de distinto color, pero no enco ntré el Y así, ya en el exterior de la casa y
p_ar. ¡Te repito, no encontré el par! con Amigo a cuestas, hice visera con la
jQué viejo cascarrabias eres! retéy mano para mirar la extraña bruma que
-lo
le pedi que no protestara más, porqrá cubría el campo.
debía pintarle la cara-... Mira, con este extraño fenómeno climático...
pincel te dibujaré cejas anchas y negras, -Qué
Nunca se había visto niebla bajo el Sol
para que las vean desde lejos; y-con abrasador del verano comenté a
este lápiz,, dientes afilados y enormes, y -le
Amigo, al llegar al sitio elegido.
ojeras también. vivirás, despuás de tanto des-
esta aparienc ia creerán que eres -Aquí
canso. Tienes un nuevo trabajo, eres un
9o.
malo
-contin
ué-, me refi.ero a los que espantapájaros... No protestes, debo
revolotean por los sembrados. ¡Cielts, atarte a este poste, si no lo hago quién
escucha cómo ladra Ceniza al verte,, sabe adónde te llevará el viento. ¿Dices
y tiene razón, ni el mismo demonio que prefieres eso?
se atreveria a tocarte. En cuanto a ti,
no, así que será mejor que no te des-
cobarde dije a Ceniza- , ¿qué perro -Yo
patarres, si te zafasde las ataduras volveré
-le
772 113
a atarte tantas veces como sea necesa- pesar del calor, regresé donde estaba
rio... Bueno, ahora estás bien sujeto. Amigo.
amigo de trapo , regresaré a Para mi sorpresa, el muñeco de traPo
-Adiós,
casa. .. No, no insistas, no puedo llevarte no tenía las cejas y ojeras que le había
conmigo. pintado, tampoco los dientes. Así que,
¿lo dejó a la intemperie? receloso ,le pregunté:
-Abuelo, quién estuvo Por acá , el aire
¿Cómo pudo abandonarlo? Lo volvió
a desmerecer, yo no lo creía a usted -Dime
tiene perfume a lilas...
capaz de hacer semejante barbaridad No hubo respuesta.
dolido, el nieto-. ¡Pobre- bien, respeto tu silencio, pero
-exclaffió,
cito, qué triste final tuvo! -Está
explícame por quéte queda chica la cha-
no fue ese su final corri- queta, no puedes haber engordado... A
-Pues,
gió Cecé-. Aún no has escuchado -1o
ver,, a ver, escucho piar... Qué pájaros
cómo termina la historia: más atreüdos, han hecho sus nidos en tus
Poco tiempo después, mientras bolsillos ya festejando lo ocurrido:-
comentaba con vecinos la rara y sor-
-y
¡Hasta en el sombrero tienes pichones y
presiva bruma que se dejaba caer en huevos! ¡Si pareces la mamá! iQué gra-
pleno verano y a mediodía, noté, aunque cioso te ves ! Quiero que sepas que ya que
estaba lejos, que Amigo tuvo un cambio no sirves como espantapájaros, mañana
cuando, repentinamente, la niebla se regresaré y veré qué hago contigo.
disipó. "Quizás necesite anteojos" , me qué hizo, abuelo? alarmó
dije dudoso, y quise cerciorarme. A -¿Y
el muchacho.
-se
7t4 115
paciencia, Ariel, ya te cuento. . .
-Ten
Cuando las primeras estrellas apare-
cieron en la tarde todavía clara, vi cruzar
por el cielo un extraño cometa, entre
bandadas de pájaros piando.
Mi secreto deseo se cumplió... El
que surgió en mi corazón cuando vi a
Amigo tan cambiado: fui testigo de como
,1
un anger con mono y aroma a
lilas rescató al muñeco
y se lo llevó al cielo. . .
il1
l¡
ll
Yo, feliz, ffi€ preguntá:
Un flamenco perdido
ahora alitas el monigote?
-¿Tendrá
¿Las habrá cosido mi abuela, sin dar una
sola puntada siquiera? ueno, el almuerzo estuvo
un milagro, presenció un mila- exquisito y, como Postre, le
-Fue
gro. .. Ariel. pido que no me haga espe-
-celebró rar la historia que me Pro-
cual, sin embargo en ese
-Tal
momento solo sentí una mezcla tan metió Ariel-. Siento curiosidad
-pidió
por los interesantes momentos que ha
grande de alegría y sorpresa... que me
pareció que yo era un corcho entre las vivido con su abuela... Esos relatos me
olas y solo aliné a abrazar a Ceniza y hacenbienamíyausted.
llorar... de ese prólogo, siento
-Después
cierto recelo en contarla --dijo Cecé-...
Porque no es lo mismo que haberla
vivido, pero bueno, aquí va:
Resulta que el capataz de aquel enton-
ces encontró entre los maizales un fla-
menco perdido. Era una hermosa ave
zancuda y se la llevó a mi abuela para
que dispusiera qué hacer con ella.
Apenas la Vi, me entusiasmó ser
dueño de un flamenco.
118 119
no se encu entre en una Cuando lo examinó el veterinario nos
-Aunque
jaula, y tenga espacio para desplazarse, informó que el flamenco sufría de tris-
siempre estará en cautiverio mi teza: el cambio de aspecto se debía a que
-alegó
abuela cuando le pedí quedarme con é1. estas aves no se adaptan a la soledad,
Sin embargo, tanto insistí que ella, ya que viven en colonias y necesitan
finalmente, accedió. lagunas o ríos para encontrar alimentos.
El ave no tardó en conquistarnos, era Por eso sus plumas rosadas se habían
tan bella como graciosa. tornado grises y opacas.
un flam enco? sor- Entonces mi abuela decidió llevarlo
-¿Gracioso
prendió Ariel. -se al zoológico más cercano, que por
lo fue, créeme... cierto no era lo ideal para el ave, pero
-Este al menos estaría con los de su especie y
Al llegar la hora de su comida, con sus
eso alentaba nuestra esperan za de que
largas patas daba, una y otra vez, golpes
se recuperase.
acompasados en el suelo. . . Parecía que
bailaba cueca. Lo que no solo me mara- Estaba f eo, tan feo que era fácil
villaba a mí, sino que era el comentario reconoc erlo en medio del grupo de los
obligado de mi abuela, del capataz y de flamencos. Desde el dia que 1o dejamos,
todo el que lo viera. y a pesar de la distancia, lo visitábamos
con frecuencia.
Pero transcurridas unas semanas, V
a pesar de los inmensos cuidados que Entonces descubrimos que día a día
recibía, sus plumas brillosas y fuertes ya iba mejorando: en cada visita se volvía
no lo fueron tanto. más y más como los demás. De hecho,
720 t27
i-¿
la últ ima
vez que Io
vimos habría
sido imposi-
ble distinguirlo
del grupo, de no
habernos brindado
un maravilloso espectáculo.
adivinar pidió Ariel
-Déjeme -le
a su abuelo- . Le enseñó a los demás
flamencos a bailar cueca.
ocurrente eres, muchacho!
-iQuáCecé- Fue mejor que eso...
-sonrió
De pronto, el grupo de flamencos
levantó vuelo, y ahí sí que lo vimos...
El ave que vivió un tiempo con nosotros Y a mi co¡razórr,
era el lider de la bandada y los guiaba ¿qué le digo?
hacia la libertad como una enorme nube
rosada. Llevados por su instinto, partie-
ron en busca de riachuelos donde anidar ecé caminaba imPacie5ln
y procurarse el alimento. Gracias a la por la galería, esperaQdo
decisión de mi abuela, nuestro flamenco que su nieto se levantq.u
se salvó. para darle una sorpresa.
historia, y haberla día, abuelo Ariel'-.
-lnteresante
vivido, mucho más.... -Buen -saludó
¿Dormirá la ¿Hace mucho que se levantó?
siesta, abuelo? Ariel... Sí, hace un rato §ue
de tomar unos mates, -Hola,
me levanté, pero te aclaro que desca¡5¿
-Después
cebados por mi nieto... bien. No he tenido pesadillas desde que
tú llegaste y me siento bien. ¿Cuál e§ tu
medicina?
un secreto- respondió simp511-
-Es
camente eljoven, esquivando el emPQño
de su abuelo por descubrir su habili¡u¿
sanadora.
de tema entonces.Mi
-Cambiemos
querido muchacho, te esperé impacie¡1n
t24 t25
F
porque tengo un regalo para ti. . . Debo campo una yegua tendida Y un grupo
parecer un niño esperando abrir un de cába[os que caminaban en círculo a
paquete. su alrededor.
yo también me siento así, no " ¿Lavigilan o la Prolegen?", ffi€ Pre-
-Pues
esperaba recibir un regalo. gunté y me fui acercando para obser-
que cuidar y mimar este varlos.
-Tendrás
obsequio. Baja la escalinata y lo verás, A pesar de estar cercade la caballada,
está con Ramón. me ignoraron, pues el instinto les anun-
hermosa potranca! ¡Bellísima! ciaba que iba a Producirse un hecho
-iQué Ariel, al tiempo que
la abra- trascend enle Para la esPecie.
-exclamó
zaba-. iQué porte tiene! Era Cristal, la madre de Esther'
Cecé sonrió al ver a su nieto acari- Ella estaba preparada para la llegada
ciando al animal.
de su cria, Y como Yo sabía que nues-
jovencita se llama Esther y tam- tro veterinario tenía una operación
-Esta
bién tiene su historia, ¿verdad, Ramón? programada en su consultorio en ese
Cuéntala. momento, corrí a avisarles al patrón y
Ramón sujetó bien las riendas de a dos peones que se ofrecleron a cola-
Esther para decir: borar, si era necesario, para la llegada
queuna noche, de esas del potrillo. Aunque los animales se
-Resulta
noches que son tan claras y serenas que arreglan solos en ese trance, quisimos
nos parece que la Luna y las estrellas presenciar el alumbramiento ' Cristal
iluminan el planeta, vi en medio del era una yegua hermosa Y mansa, Pero
726 127
El abuelo Cecé, entusiasmado, conti- ranas croando y grillos en plena sere-
nuó él mismo el relato: nata, celebramos la fiesta de la creación'
Los muchachos trajeron faroles e de16 sin palabras esta historia -
iluminaron más el lugar, porque Cristal
-Me
di¡o Ariel-, qué emocionante habrá
sido
no podía despedir al potrillo. Entonces aquel momento... como tambián este'
hicimos un lazo, lo atamos a los vasitos que también me llega al alma, el regalo
del animalito que se venían y tiramos, quu u.uba de hacerme" ' Y, sin embargo'
que
mientras Ramón, baquiano experi- Áo ptrndo aceptar a Esther, acuérdese
justo
mentado en estos menesteres, con su viajo constantemente y debo irme
mano acomodaba la cabeza del aún hoy, usted Ya está recuPerado'
nonato, para que saliera. Ayudada por significa que no te quedarás
nosotros, la potranca hizo un último y -Eso
a vivir conmigo. ¿Estás absolutamente
gesto'
gran esfuerzo... y salió la recién nacida: decidido a march arte? -y con un
¡Esther! Cecé mostró a Ariel todo lo que había
La emoción fue tan intensa, indescrip- a su alrededor-.. ' Dejas de lado a tu
tible. Nosotros nos abrazamos, saltamos abuelo, la herencia, a Esther' Indudable-
y reímos de alegría. mente, eres un ser esPecial'
Los caballos que andaban por ahí, abuelo, debo irme
-ComPréndame,
unos levantaron las orejas y relincharon, ahora... Esta separación me duele tanto
otros salieron al galope retozando. como a trsted- Le juro que he sido feliz
Humanos, bestias, mariposas noctur- a su lacl«r, pero sá"' que mi lefe eslá
nas, revoloteando a la luz de los faroles, esPeránclottle-
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soy egoísta ytorpe. allí, abuelo , Pero antes
-Discúlpame,
Nunca te preguntá por tu familia, segu- -Tamblén
tambián nos veremos con la suspi-
ramente también estarán esperando tu -y
cacia que lo caracterizaba,, aseguró-:
llegada. Tienes familia, ¿sí? Cuando inaugure la escuela, segura-
que sí Ariel, mente podrévenir... Claro, depende de
-Digamos -respondió
como esquivando la pregunta. la decisión que tome usted.
cuanto a tu jefe, parece que te -lenecesito a mi lado, necesito a mi
-En
controla... Es demasiado exigente. nieto, a tu lado reviví, haría lo imposible
equivocado, abuelo... Usted para que te quedes. Entonces, cumpliré
-Está
está molesto por mi partida, por eso tu proyecto, aunque me cueste la vida" '
dice cosas injustas... Mi jefe esel ser más ¿Te quedarás?
bondadoso y justo del Universo, lo digo abuelo, me voY fehz Por
así para que tenga apenas una leve idea
-Gracias,
la decisión que tomó Ariel-,
-recalcó
de é1. Pero cálmese, algún día lo cono- pero igualmente debo Partir.
cerá dispuesto a partir, murmur 6-: haremos un trato , Yoharé'
-y -Entonces
¡Adiós, abuelo Cecé! lo imposible por ti y tú harás lo posible
Cuándo nos encontraremos? para ver esta casona transformada en la
-¿ apuró en decirel abuelo-. Escuela de la Vida.
¿Dónde?
-se
Piénsalo, Ariel, antes de contestar... y Ariel, conmocionado, abrazl fuerfe-
por favor, no se te ocurra decir que nos mente a su abuelo.
encontraremos en el lugar donde se abrazo Cecé, con la
encuentran las almas. -Este -dijo
voz quebrada- quedará grabado en la
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memoria de mi piel, pero ¿a mi corazón
qué le digo?
e que se alborote de gozo, ii[l;l?,r
t
-Dígal
porque el candado que tenía desapare- n ln
ció.
-Je extrañaré, Ariel.
también , pero recuerde que
-Yo
estaré siempre a su lado, aunque me
vaya.
¿cómo puedo avisarte cuando
-Ariel,
la escuela funcione?
se preocupe, lo sabré al
-No -y
decir esto, Ariel se fue alejando por el
camino.
Antes de que su nieto se perdiera a lo
Ariel, a la distancia Y haciendo un
gesto de desPedida con la mano, res-
lejos, con un nudo en la garganta, Cecé
pondió:
gritó:
milagro, los milagros se presen-
-¿Quién
eres muchacho? Aún no -Un
tan de distinta manera. "
me lo has dicho, ¿quián eres?... ¿Quién
etes?
FIN
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