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Paul Celan cuestiona el concepto habitual de poesía. Hace contrapoesía. Se le mal comprendió.

A partir de Celan, de su contrapoesía, hay un mostrarse la importancia de la interpretación. Un


cuestionamiento de leer quedándose en la superficie. Leer sin embargo, con toda la amplitud
posible. No únicamente en sentido estético sino ético. Sí, principalmente ético. No se puede
realizar una lectura parcializada, superficial, sin quedarse afectado por todo su sentido. La
significatividad de una obra puede reducir esa ética. Igual que toda filosofía debiera ser ética,
también toda poesía, y educación. De hecho, cualquier relación con el mundo debiera serlo.

Aquí pretendo rescatar la intencionalidad de la autora, María Zambrano, al modo que reclama
la poesía de Celan. Tal vez deba iniciar todo este trabajo con la pregunta porqué y contra qué
construyó Zambrano su pensamiento?

Si como dice Gadamer, en “¿Quién soy yo, quién eres tu?”, se trata de entender lo que dice el
poeta, aquí no trataremos de entender, no, no se trata de entender en educación. Lo que nos
han venido haciendo creer que hay que entender.

La filosofía de Zambrano se encuentra cerca de la poesía de Celan, ambas están hechas contra
sus ámbitos respectivos: filosofía y poesía.

El hallazgo en la filosofía de Zambrano es que el método hermenéutico que precisa su escritura


es el método en el que la enseñanza tiene que persistir. A pesar de resistencias. El idealismo
en poesía se presenta como lo estético, al igual que en educación….

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