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Para tal fin, se han organizado a través de diferentes figuras jurídicas como
Organizaciones No Gubernamentales (ONG), Fundaciones, Asociaciones Civiles y
Consejos Comunales entre otras.
La visión de la empresa respecto a su filosofía, metas y políticas, en el marco de
la sociedad ha ido transformándose en la última década. El factor fundamental para
este cambio está relacionado con el mayor protagonismo de los consumidores y la
fuerza trascendente que opera desde el mercado. En esta era, los productos y sus
responsables, son sujetos a un control exhaustivo continuo en función de valores que
van más allá de la calidad y eficiencia. En este criterio interviene de manera
sustancial un nuevo concepto que prevé y atiende no solo las necesidades propias de
un producto o servicio con más ética, el nivel de compromiso de la empresa con la
sociedad es fundamental, siendo ponderado cada vez con mayor incidencia en las
expectativas de los consumidores.
Sin embargo, los comerciantes informales no pueden obviar el compromiso con
la Comunidad, este se refiere a las diferentes acciones tomadas por la empresa para
maximizar el impacto de sus contribuciones en dinero, tiempo, productos, servicios,
influencias, administración del conocimiento y otros recursos que dirige hacia las
comunidades en las cuales opera.
Cuando estas iniciativas se diseñan y ejecutan en forma programada y
estratégicamente, no sólo se entrega un valor agregado a los receptores, sino que
además estas iniciativas refuerzan la reputación de las empresas, sus marcas y
productos en las comunidades locales donde ellas tienen intereses comerciales , así
como en el resto del mundo.
Los esfuerzos de las empresas están siendo motivados por los beneficios
económicos que conlleva un mayor involucramiento con la sociedad. Esto incluye el
incremento de las ventas, mejora en la moral de los empleados, refuerza la habilidad
de competir en el mercado regional, como consecuencia de empleados calificados y
el ser un "vecino predilecto" de la comunidad. Muchas empresas también reconocen
la oportunidad y necesidad de destinar recursos privados hacia problemas sociales
particulares, supliendo el rol del gobierno en distintas áreas.
La informalidad tiene variadas causas, interrelacionadas entre sí, una de las más
importantes son los elevados costos para hacer negocios que hacen que los
interesados pierdan el interés, esto aunado a la inestabilidad económica, que hace lo
suyo y genera desempleo, la transición demográfica que renueva constantemente la
mano de obra, genera como consecuencia el incremento de la informalidad. Sin
embargo, esta actividad tiene un devastador efecto sobre el sistema democrático en
Venezuela, principalmente debido a que esas personas emprenden un negocio fuera
de las normas económicas legales, afectando también el sector político.
No obstante, la economía informal está estrechamente ligada a la pobreza ya que
una persona desempleada, que no percibe un salario, esta desvinculada de la
seguridad social, acceso al crédito, beneficios que se tiene en un empleo remunerado,
lo que lo hace más vulnerable a los ritmos de la economía que el trabajador salariado.
Lo que permite decir que la informalidad significa la supervivencia de un sistema
que da vida a la sociedad y en medio de la cuales el capital humano, necesario para el
trabajo formal, se deteriora, con importantes implicaciones sobre el potencial del
crecimiento económico de una sociedad.
Siguiendo el orden de las ideas, se puede decir que, en el mundo moderno, las
empresas cumplen la función de ofrecer a las comunidades bienes y servicios que son
elaborados con base en la explotación de recursos naturales localizados en diversos
entornos, lo que trae como consecuencia un impacto ambiental. Gómez Orea,
(2003), define el término como la consecuencia natural de la explotación de los
recursos naturales correspondientes a una comunidad. No obstante en Venezuela, se
observa que con el crecimiento del sector informal de la economía es menester
explora el impacto que este tiene en las comunidades.
Si bien es cierto, la comunidad puede o no obtener títulos de propiedad sobre
determinados inmuebles y propiedades. En muchos casos la defensa de sus intereses
va mucho más allá, ya que el interés es de carácter colectivo y difuso. De igual
manera, las comunidades pueden solicitar ayuda a las empresas enclavadas en su
geografía para resolver alguno de los problemas sociales que le afecten como
pudieran ser; lucha contra la pobreza, igualdad de oportunidades, seguridad
ciudadana, infraestructura entre un sinnúmero de opciones que al ser resueltas
redundan en beneficios económicos y sociales tanto para la empresa como para la
comunidad.
Sin embargo, en Venezuela, a partir de la promulgación de la Ley de Consejos
Comunales en 2006 y su posterior reforma en 2012, estos entes del poder popular, se
han constituido en los principales protectores de los derechos de los habitantes de la
comunidad ante las empresas y el estado, en todo lo que está relacionado con la
explotación de los recursos naturales comunitarios como; suelos, aguas, aire,
minerales, entre otros.
Así mismo, la organización comunitaria se ha incrementado a partir de la
implementación del Plan Simón Bolívar (2007-2013), en el que se considera un eje
transversal para el desarrollo de la nación, la constitución y fortalecimiento del poder
popular a través de los Consejos Comunales, los cuales son la unidad organizativa
fundamental para el desarrollo endógeno y hegemónico de Venezuela.
Desde otra perspectiva, las empresas en el mundo no han permanecido ajenas a
las realidades comunitarias, es por ello que en 1983 se organizó la Primera
conferencia sobre Responsabilidad Social Corporativa. En este encuentro se discutió
la forma en que las empresas deben involucrarse en la solución de los problemas de
la comunidad y no ver esto como un acto de bondad o caridad, sino como una justa
retribución por el impacto ambiental generado por ejecutar las actividades y planes
de las organizaciones en las zonas de influencia de las comunidades.
De lo antes mencionado, el enfoque de la Responsabilidad Social Empresarial;
infiere propiamente a una visión ética de la actividad privada en la cual, de acuerdo
con Ancos Franco (2008) “las organizaciones procuran reducir el impacto que tienen
en las comunidades y la consideran parte de la misma. Ya sea que esta aporte
recursos como; espacio, materiales, entre otros”. O que los aportes comunitarios sean
de carácter cultural, bien sea valores patrimoniales de la zona de patrimonio
histórico, como la ciudad de Santa Ana de Coro, estos recursos le pertenecen y son
aprovechados por las empresas en su propio beneficio.
Por su parte, Galluppo (2007); expresa que las empresas socialmente
responsables, “son aquellas que procuran devolver a la comunidad una parte de lo
que han tomado a través de distintos programas sociales, tales como becas, asistencia
médica, programas de superación de la pobreza entre otras múltiples posibilidades”.
El crecimiento del sector informal lleva a los investigadores a estudiar las
acciones que deben llevar a cabo para indemnizar o retribuir a las comunidades en
las que se establecen por el uso de sus espacios y recursos, siendo que este sector
relevante para la economía nacional en muchos casos genera, de acuerdo a
observaciones directas de los investigadores, problemas con la disposición de los
desperdicios sólidos, tráfico, contaminación sónica e inseguridad, entre otros.
Con la finalidad de incentivar de manera eficiente la promoción de la
responsabilidad social empresarial y traducirlo en un aporte importante con valor
social y ambiental, los estudiantes de licenciatura en Desarrollo Empresarial de la
UNEFM, determinaron la responsabilidad social empresarial de los trabajadores
informales (vendedores de comida rápida) del Sector Monteverde, Santa Ana de
coro, Municipio Miranda del Estado Falcón. El objetivo del proyecto fue estimular el
mantenimiento y preservación del medio ambiente, sustentado en la base de acción
del marco del propósito basado en los artículos 83 y 127 de la Constitución
Bolivariana, el Plan de la Patria (2013 – 2019), Ley Orgánica del Ambiente (2006) y
Ley de Gestión Integral de la Basura (2010), para contribuir al mejoramiento de las
condiciones medioambientales.
Para cumplir con los objetivos planteados, la Responsabilidad Social
Empresarial se abordó con acciones de concientización a la población del sector
Monteverde, a través del consejo comunal, para que la misma conozca la importancia
de colaborar con el cuidado del medio ambiente en el que habita, promoviendo la
conciencia ciudadana de eficiencia, optimalización de recursos y procesos y de
apertura: claridad, transparencia, comunicación y participación.
Por lo tanto y visto que dicho sector está sustituyendo a las empresas formales,
es preciso reclamar por el cumplimiento de sus obligaciones con la comunidad con la
finalidad de asegurar la convivencias pacífica y productiva de vendedores informales
y la comunidad del sector Monteverde de Santa Ana de Coro, Municipio Miranda del
Estado Falcón.
1.4.- Justificación