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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

Participante:
Nataly Calderón Morillo (201907195)
Asignatura:
Psicología General
Facilitador/a:
Cecilia Flores
Tarea:
Unidad 4
Fecha:
28/10/2019
1. Realizar un esquema integrando los siguientes aspectos:
a- Estados de conciencia. b-Dormir y sonar c-Las etapas del sueño
d- Ritmos circadianos e-Perturbaciones del sueño

El estado de consciencia es aquel en que se encuentran


activas las funciones neurocognitivas superiores.
El estado de consciencia determina la percepción y el
conocimiento del mundo psíquico individual y del mundo
ESTADOS DE que nos rodea.
CONCIENCIA
Al dormir y el soñar se les considera estados alterados de
conciencia ya que durante ambos el funcionamiento
normal de la conciencia se altera. Esta alteración se
DORMIR Y puede notar en el funcionamiento de procesos
SOÑAR psicológicos como la percepción. También, se puede
observar el estado alterado de conciencia a partir de la
actividad eléctrica del cerebro.

ETAPAS DEL - Etapa de transición: Se trata de una etapa corta, de


SUEÑO apenas dos o tres minutos, en la que nos acercamos al
sueño profundo.
- Sueño profundo: La etapa de sueño profundo suele
ocupar aproximadamente un 20% del total del ciclo del
sueño. Es la etapa más importante de todas.
RITMOS - Sueño paradójico: La etapa de sueño REM ocupa un
SICARDIANOS 25% de nuestro ciclo del sueño, entre 15 y 30 minutos.
- Sueño ligero: La fase II de nuestro sueño ocupa
aproximadamente el 50% de nuestros ciclos de sueño
- Adormecimiento: Esta primera etapa comprende
aproximadamente los primeros diez minutos del sueño.
PERTURBACI
ONES DEL
Los ritmos o ciclos circadianos son ritmos biológicos que
SUEÑO
todos los seres vivos tenemos y que nos ayudan a regular
nuestro descanso.

Perturbaciones en el sueño como el insomnio, dormir


demasiado o interrumpir la respiración durante el sueño
(apnea) elevan el riesgo de sufrir un infarto cerebral.
2. Investigar con un psicólogo clínico o de su comunidad
acerca de la incidencia de los consumos de drogas,
depresores y narcóticos en la conducta humana.
El consumo de drogas, por su incidencia y las graves consecuencias que
estas sustancias acarrean para la salud, está considerado como
un problema social. Los adolescentes son uno de los grupos más
vulnerables ante el consumo de estupefacientes.
Las drogas ocasionan una serie de consecuencias perjudiciales para la
salud física y psíquica de los consumidores; sin embargo, al encontrarse
en una etapa de desarrollo y de formación del hombre adulto, estas
consecuencias son más graves en los adolescentes.
La toxicomanía es un estado psicológico y en ocasiones físico
caracterizado por la necesidad compulsiva de consumir una droga para
experimentar sus efectos psicológicos. La adicción es una forma grave de
dependencia en la que suele haber además una acusada dependencia
física. Esto significa que el tóxico ha provocado ciertas alteraciones
fisiológicas en el organismo, como demuestra la aparición del fenómeno
de tolerancia (cuando son necesarias dosis cada vez más elevadas para
conseguir el mismo efecto), o del síndrome de abstinencia al desaparecer
los efectos.
Los depresores (alcohol, sedantes, narcóticos y ansiolíticos, cannabis, así
como disolventes volátiles) reprimen todas las estructuras presinápticas
neuronales con la consecuente disminución de la cantidad de
neurotransmisor liberado por el impulso nervioso, lo cual produce
además una disminución de la función de los respectivos receptores
postsinápticos.
Se consideran narcóticos todas aquellas drogas derivadas del opio
(morfina, codeína), drogas semisintéticas (oxicodona, hidromorfona) y
drogas completamente sintéticas (meperidina, propoxifeno y metadona).
Como analgésicos, estas sustancias distorsionan la interpretación de
estímulos dolorosos, disminuyen la ansiedad y promueven efectos
sedantes.

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