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COMPORTAMIENTO PROAMBIENTALES EN LOS ESTUDIANTES

En Colombia, la Educación Ambiental está rodeada de un amplio marco de Normativo,

es explícito en ordenar su inclusión en el currículo de la escuela, el colegio y la

universidad (Calderon et. Al. 2011); dichos esfuerzos legislativos se iniciaron con la

creación del Código Nacional de los Recursos Naturales y Renovables y de Protección

del Medio Ambiente, expedido en 1974, que estipula en el título II de la parte III las

disposiciones relacionadas con la educación ambiental en el sector formal y que luego fue

reglamentado mediante el decreto 1337 de 1978, presentando limitaciones en el alcance

que debe tener la educación ambiental, ya que en dicho Código se insiste solamente en la

inclusión de cursos de ecología, la preservación del ambiente y de recursos naturales, al

igual que el impulso de jornadas ambientales en los planteles educativos, lo que conllevo

a un trabajo desde un enfoque natural y con responsabilidad únicamente de la asignatura

de ciencias naturales, dejando por fuera los elementos sociales y culturales que son parte

sustancial del trabajo ambiental. Por cuanto es la forma en que se ve la vida es individual

y cada uno hace una interpretación de lo que percibe y ve de su entorno, por lo tanto,

como se asuman los comportamientos es cuestión de actitud, según Rivero, (2007) “Las

actitudes son predisposiciones estables o formas habituales de pensar, sentir y actuar en

consonancia con nuestros valores. Son, por tanto, consecuencia de nuestras convicciones

o creencias más firmes y razonadas de que algo vale y da sentido y contenido a nuestra

vida.

Según la investigación de la educación, se recomienda que ésta sea un instrumento

prioritario para la formación participativa, autónoma, creativa, responsable y gestionaría

de los individuos y de las sociedades con respecto al medio ambiente, convirtiéndose en


el eje central del movimiento en favor del medio ambiente y el desarrollo (Ove, 2010;

Mori & Cristodolou, 2012).

El desarrollo sostenible está íntimamente ligado al tema del conocimiento, por lo tanto,

la educación se constituye en una manera de vinculación directa al desarrollo para el

avance de las sociedades. Una de estas posibilidades es el ingreso al mundo de la ciencia

y la tecnología, ya que es fundamental para seleccionar las tecnologías más apropiadas

para el desarrollo de cada región (Londoño, 2014, Londoño, 2015; Locatelli, 2011).

De modo que el ambiente, como aquel sistema complejo producto de la interacción entre

los sistemas naturales (físicos, químicos y biológicos) y los sistemas sociales (culturales,

económicos, políticos y religiosos) (CARRISOZA, 2000).

De acuerdo a lo anterior Vargas & Estupiñan (2012), fundamentan su investigación en el

diseño de estrategias, para la educación ambiental en escolares pobladores del Páramo

Rabanal en Boyacá, la cual se relaciona directamente con la intensión investigativa de

esta, se fundamenta en el estudio de los valores ambientales, procesos de sensibilización.

De acuerdo a lo anterior realizar un vistazo a la Educación Ambiental entre la modernidad

y la posmodernidad, en busca de un marco educativo de referencia integrador, esto es lo

que propone Sauvé L, (1999), quien plantea una pregunta de investigación basada en la

reformulación de la Educación Ambiental, para lo que realiza un desarrollo conceptual

entorno a esta, e identifica las principales problemáticas, lo cual se encuentra sostenido

en autores e investigaciones, debidamente soportadas por experiencias en otros países.

Es muy importante destacar los artículos y proyectos investigativos que permitan realizar

diagnósticos sociales y políticos en relación a la conservación biológica, tal es el caso de


Castro, Cruz & Ruiz (2009). Complementariamente Morín (1977) ya había establecido

que todo ser vivo – abierto, genera transformaciones en su entorno, debido a su acción

sobre él, pues se alimenta de la materia y la energía y no puede escapar al flujo

termodinámico, por ésta razón el ser vivo es autónomo en su organización, lo que le

permite adaptarse al entorno y adaptar el entorno a él, sin embargo, nunca deja de ser eco

dependiente de los recursos que el entorno le abastece.

Lo anterior indica que la pedagogía en lo referente a la Educación Ambiental, debe

enfocarse en beneficio del medio y no del hombre en sí, sin olvidar lo descrito por Morín

(1977), quien afirma que el desorden del sistema con características destructivas, pero a

la vez necesario, tiene cierto grado de tolerancia y tienden a la reorganización o

estabilidad, tal desorden está presente en la cotidianidad del planeta, genera interacciones,

que en el caso de la educación ambiental, se basa en un proceso colectivo que inmiscuye

el compromiso de cada uno se los miembros de un contexto determinado, acorde a

criterios orientadores para la realización de dicha educación. (p. 67)

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