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Para comenzar mencionaré una frase del papa Juan Pablo II que dice:” la justicia
social no puede ser alcanzada por la violencia. La violencia mata lo que se propone
crear”. Esta frase tiene mucha relación con el tema que voy a tratar, que actualmente
se da en el Perú. A pesar que tengamos un notable desarrollo en los últimos años, en
el ámbito político, económico y social no hay mejora sobre el tipo de justicia que tiene
algunas zonas. Dichos lugares cuentan con una justicia popular, que a mi parecer, en
vez de llamarlo justo, me parece injusto, arcaico, desorganizado y en algunos casos
inhumano. Por ello la justicia popular debe ser suprimida en el Perú.
Antes que nada, la justicia popular es normalmente entendida como la justicia por
tus propias manos o linchamiento. Esta justicia se da en asentamientos humanos,
pueblos jóvenes y en mayor preponderancia en la sierra. Aquellos lugares cuentan con
un método de castigo que involucra el dolor físico mediante golpizas y apedreamientos,
incluso las incineraciones, que lleva a la muerte de la persona. También en este tipo de
justicia es posible encontrar acuerdos o decisiones finales, y formas de ejecución de
estos acuerdos o decisiones finales.
Una forma de justicia popular también es la justicia comunal. Esta consiste en un
conjunto de sistemas de resolución de conflictos que ocurren en los ámbitos de la
familia, de la comunidad, de la relación entre familia y comunidad y de la interrelación
entre dos o más comunidades
Además, según el artículo 2 de la constitución política del Perú dice: “toda persona tiene
derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y su libre
desarrollo y bienestar”. Derecho a la vida que no se cumple con esta justicia popular. Es
más, un delito cometido es solucionado con otro.
Por otra parte, según Raúl Castro, antropólogo peruano, afirma que el uso de la justicia
popular puede provocar un apocalipsis cívico. Esto quiere decir que las pautas de
convivencia han colapsado y los acuerdos a los que supuestamente hemos llegado de
forma civilizada se han quebrado, generando, en un futuro, inseguridad ciudadana a
nuestro país.
En definitiva, la justicia popular debe ser suprimida porque carece de un orden jurídico
formal y porque su método de castigo se clasifica como delito. Por el cual, de qué
manera se podría catalogar a la justicia popular como justa, si esta implica actuar con
justicia mediante el uso de leyes y no mediante la violencia.