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LA BATALLA DE ARICA

Luego de la Batalla del Alto de la Alianza los chilenos tomaron el ferrocarril de Tacna, despacharon sus
tropas y fueron a Arica.

El Coronel Francisco Bolognesi a cargo de defender el morro tenía 1600 hombres.

El 5 de junio, el emisario chileno Mayor Juan José de la Cruz Salvo se presentó ante Francisco Bolognesi
para intimar la rendición frente al superior número de atacantes. Se entabló el siguiente diálogo:

Bolognesi: Le oigo a usted.

Salvo: Señor, el General en Jefe del Ejército de Chile, deseoso de evitar un derramamiento inútil de sangre,
después de haber vencido en Tacna al grueso del Ejército aliado, me envía a pedir la rendición de esta
plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conocemos.

Bolognesi: Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho.

Salvo: Entonces se ha cumplido mi deber.

El 6 de junio a mediodía, se inició el bombardeo chileno desde las baterías de tierra, así como por el mar
por los buques Loa, Covadonga, Magallanes y Cochrane. Las defensas peruanas utilizaron las Baterías
Norte, las Baterías del Morro, las Baterías del Este y los cañones del monitor BAP Manco Cápac. A las
16:00 cesó el combate.

El Cochrane recibió un impacto de un cañón Voruz de las baterías del morro, justo en el momento en que se
cargaba un cañón de avancarga con un saquete de pólvora, que lo hizo explotar provocando 27 heridos, de
los cuales murieron 7 posteriormente. La Covadonga recibió dos impactos y fue retirada a remolque por la
Magallanes.

Los disparos peruanos fueron: Baterías del Morro, 40; Baterías del Norte, 21; Baterías del Este, 5; y monitor
Manco Cápac, 5, totalizando 71. Los disparos chilenos fueron: artillería de tierra, 186; Cochrane, 19;
Magallanes, 28; Covadonga, 27; y Loa, 12, totalizando 272.

En la tarde del 6 de junio, el coronel chileno Pedro Lagos envió al ingeniero peruano Teodoro Elmore, quien
estaba prisionero, para que hablara con el coronel Bolognesi y pedirle la rendición. Bolognesi descalificó a
Elmore como parlamentario. Elmore explicó al coronel peruano Marcelino Varela que el ataque chileno sería
por el este. En esos mismos momentos, Lagos alistaba su tropa para el ataque. Elmore regresó al
campamento chileno a las 23.

Las fuerzas chilenas se dispusieron de la siguiente manera: el regimiento 4.º de Línea atacaría la batería
Este, el regimiento 3.º de Línea haría lo propio con la batería Ciudadela, ambas baterías del frente Este.
Tomadas esas dos posiciones, ambos regimientos esperarían al regimiento Buin 1.º de Línea que marchaba
a retaguardia, para que juntos atacaran la meseta del morro. El Lautaro atacaría los fuertes San José, Santa
Rosa y Dos de Mayo, en el frente norte. La artillería debía cooperar desde sus posiciones en las alturas del
este y el batallón Bulnes debía protegerla. La caballería tenía la misión cuidar los pasos por donde los
peruanos podían retirarse. Los regimientos 3.º y 4.º de Línea al haberse apoderado de los fuertes del Este y
Ciudadela, no detuvieron su avance para esperar al regimiento Buin 1.º de Línea como se había planificado.
Esto se debería a que en las filas del 4.º de Línea se oyó un grito que decía: ¡Al Morro muchachos! ,17 lo
que habría hecho a las tropas olvidar la orden recibida y se precipitaran hacia el morro. El Buin les seguía
un poco más atrás, pero no lograría participar en las acciones.

Cuando se inició el asalto a las baterías del Este, Bolognesi percibió que el ataque no sería desde el norte
sino desde el este y ordenó que la 8.ª división peruana se dirigiera al Morro.16 En cerro Gordo se
reagruparon con parte del batallón Artesanos de Tacna y resistieron el ataque chileno, principalmente del 4.º
de Línea. El artillero de la batería baja del morro disparó sobre las fuerzas chilenas que estaban en las
baterías del Este, bombas y tarros de metralla. Medio batallón del Iquique Nº 33 y otro medio batallón del
Tarapacá Nº 23 quedaron también en Cerro Gordo intentando resistir el ataque chileno mientras el resto
subió al Morro.
En el morro, el coronel Bolognesi intentó hacer volar las minas en la cima, pero el mecanismo no funcionó.
El artillero de la batería baja del morro se retiró a la cima, haciendo volar uno de sus cañones. Una vez en la
cima del Morro los atacantes, enfurecidos por el uso de minas que consideraban formas desleales de
combate, desataron un feroz ataque sin dar cuartel a los defensores y que solo difícilmente pudo ser
contenido por los oficiales chilenos.18 Fue en ese momento de la lucha en el morro que murieron el teniente
coronel Ramón Zavala, jefe del batallón Tarapacá Nº 23, y el teniente coronel Benigno Cornejo, segundo
jefe de ese batallón, quedando herido en un brazo el teniente coronel Roque Sáenz Peña. Luego murieron,
cuando estaban reunidos los oficiales y jefes peruanos, el coronel Francisco Bolognesi, comandante general
de Arica y el capitán de navío Juan Guillermo Moore, jefe de las baterías del Morro. Los peruanos lograron
hacer volar dos cañones Parrott de las baterías del Morro y en la asta murió el sargento mayor Armando
Blondel.

Finalmente, el 4.º de línea tomó a las 7:30 el morro —donde murió su comandante, el teniente coronel Juan
José San Martín y se mandó izar la bandera chilena, por el capitán del 4.º de línea, Ricardo Silva Arriagada.
Movimientos de las fuerzas chilenas hacia las baterías del este empezaron a las 5:00 horas.

Ahí murió Bolognesi y los pocos jefes que quedaron con vida. El coronel Alfonso Ugarte se lanzó de morro
con la bandera para que no caiga en manos enemigas.

El monitor Manco Cápac fue hundido por sus propios jefe, después de Arica todo el sur del Perú estaba a
manos de Chile.

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