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La Responsabilidad Parental

El concepto de RESPONSABILIDAD PARENTAL, introdujo importantes cambios en nuestro


derecho, siendo receptado en el Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación aprobado por Ley
26.994. En particular, vino a configurarse como reemplazo de la antigua concepción de “patria
potestad”, introduciendo modificaciones sustanciales.

De hecho, a grandes rasgos, la noción fue adoptada para diferenciarse del régimen de patria
potestad, especialmente con respecto al origen y muchas veces el contenido patriarcal que denota
esta última institución jurídica.

La responsabilidad parental está fundada en la noción de co-parentalidad de las personas


reconocidas como responsables parentales del niño, así como en los derechos de la niñez, en el
marco de la Convención sobre los Derechos del Niño.

La finalidad de la responsabilidad parental es el desarrollo integral del niño en todas sus


potencialidades. Para lograr este objetivo los padres deben escuchar al niño, tener en cuenta sus
elecciones y otorgarle una capacidad progresiva de acuerdo con su grado de madurez. En este
aspecto la letra del Código plasma lo establecido por la Convención de Derechos del Niño y por las
leyes nacionales y provinciales de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes.

La responsabilidad parental inicia con el comienzo de la persona y se extingue con la


mayoría de edad y en algunos aspectos con la emancipación. Esta relación tutelar se inicia con la
concepción y termina con la adquisición de la capacidad de los hijos. Como es lógico desde el
momento de la concepción surge un sujeto de derecho que merece la más amplia protección. Esta
protección y defensa tutelar, que corresponde a los padres, se acabará cuando el sujeto de derecho
consiga la capacidad para poder defenderse por sí mismo y administrar su patrimonio.

Se establece que ambos padres son responsables por igual del cuidado de sus hijos. Aquella
concepción anterior de las relaciones de familia en la cual, si los padres se separan, uno de los
progenitores es el que queda a cargo y el otro cumple un rol secundario, quedó atrás con la entrada
en vigencia del Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.

El Artículo 638 del CCyC define este instituto jurídico del Derecho de Familia como “El
conjunto de deberes y derechos que corresponden a los progenitores sobre la persona y bienes de
sus hijos, para su protección, desarrollo y formación integral mientras sea menor de edad y no se
haya emancipado.”

Los principios generales en lo cual se basa esta nueva percepción se encuentran indicados
en el Artículo 639 del CCyC:

a) El interés superior del niño;


b) La autonomía progresiva del hijo conforme a sus características psicofísicas, aptitudes y
desarrollo. A mayor autonomía, disminuye la representación de los progenitores en el ejercicio de
los derechos de los hijos;

c) El derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta según su edad y grado de
madurez.

El nuevo Código enfoca la centralidad en el niño y su derecho a ser escuchado por el juez en
caso de que las discrepancias de los progenitores separados subsistan, tal como lo estipula la
Convención Internacional de los Derechos del Niño. Se intenta garantizar el derecho de los hijos a
ser cuidados por ambos padres y evitar que uno tenga la tenencia y pase a ser el principal. La Patria
Potestad concibe una relación familiar en la cual los padres tienen poder sobre los hijos, deciden
sobre ellos. La Responsabilidad Parental pone énfasis en la función de cuidado, atención y
protección de los hijos.

De esta manera, se busca un sistema familiar más comunicativo y cooperativo para el


cumplimiento de la principal función de los padres que es acompañar el crecimiento de los hijos e
hijas hacia su propia autonomía.

El Artículo 638 del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, tiene como fuente el Artículo
264 del Código Civil de Vélez Sarsfield, que regulaba el instituto de la patria potestad en forma
compartida para ambos progenitores.

Para ello, el Nuevo Código regula: 1) la titularidad y el ejercicio de la Responsabilidad


Parental; 2) el cuidado personal del hijo por los progenitores y c) la guarda otorgada por el juez a un
tercero.

Pero ¿a quién le corresponde el ejercicio de la Responsabilidad Parental?

El Artículo 641 responde ese interrogante, de acuerdo con las diferentes situaciones en la
que se encuentren los progenitores y en cada uno de los siguientes casos:

1) en caso de convivencia, a ambos.


2) en caso de no convivencia, a ambos, salvo decisión judicial o convencional.
3) en caso de muerte, ausencia, privación o suspensión de uno, al otro.
4) en caso de hijos extramatrimoniales con un solo vínculo filial, al único progenitor.
5) en caso de hijo extramatrimonial con doble vínculo filial, si uno se estableció por
declaración judicial, al otro. Si los dos progenitores están de acuerdo, pueden ejercer
conjuntamente o establecer distintas modalidades.

La norma establece que, en caso de desacuerdo, se debe acudir al juez en un procedimiento


breve con previa audiencia con los progenitores y el Ministerio Público. Si los desacuerdos se
reiteran, el juez puede resolver total o parcial a favor de uno de los dos progenitores, o distribuir
entre ellos sus funciones por un plazo de dos años. También puede ordenar medidas de intervención
interdisciplinaria y someter las discrepancias a mediación.

Uno de los conceptos más novedosos que introduce el Nuevo Código es permitir que,
siempre tomando en cuenta el interés superior del niño y por razones justificadas, los progenitores
puedan convenir que el ejercicio de la responsabilidad parental sea otorgada a un pariente o tercero
idóneo. Este acuerdo tendrá un plazo máximo de un año con posibilidades de prorrogarse y deberá
contar con el aval del magistrado, quien debe oír al menor antes de tomar una decisión. Se
encuentra establecido en el Artículo 643 del Código Civil y Comercial de la Nación: “Delegación del
ejercicio. En el interés del hijo y por razones suficientemente justificadas, los progenitores pueden
convenir que el ejercicio de la responsabilidad parental sea otorgado a un pariente, sin prejuicio de
lo establecido en el art. 674. El acuerdo con la persona que acepta la delegación debe ser
homologado judicialmente, debiendo oírse necesariamente al hijo. Tiene un plazo máximo de un
año, pudiendo renovarse judicialmente por razones debidamente fundadas, por un período más con
participación de las partes involucradas. Los progenitores conservan la titularidad de la
responsabilidad parental, y mantienen el derecho a supervisar la crianza y educación del hijo en
función de sus posibilidades. Igual régimen es aplicable al hijo que sólo tiene un vínculo filial
establecido.”

Por otra parte, se elimina el concepto de tenencia por el de cuidado personal, que implica
una mayor compenetración de los padres, sean convivientes o no, para que ambos estén presentes
en la vida de sus hijos. Ante la separación de los padres se decide que el hijo viva más tiempo en la
casa de uno, que el nuevo Código contempla bajo la figura de cuidado personal indistinto, o que
pase períodos de tiempo en cada caso, con la denominación de cuidado personal alternado. Es un
cambio conceptual sumamente relevante para asegurar la presencia de ambos padres en la vida de
los hijos. En todos los casos, ambos tienen obligación de mantenerlos con dinero, atención,
proporcionalmente, o sea, de acuerdo a sus recursos. Se encuentra establecido en el Capítulo IV
DEBERES Y DERECHOS SOBRE EL CUIDADO DE LOS HIJOS, artículos 648 y ss. del Código Civil y
Comercial de la Nación: “CUIDADO PERSONAL. Se denomina cuidado personal a los deberes y
facultades de los progenitores referidos a la vida cotidiana del hijo.”

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