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Guadalupe Vanessa Maciel Maldonado sección: 02

CASO CONCRETO.

¿QUIÉN ESTÁ PATROCINANDO LA IDEA DE HACER EXPLORACIÓN Y


EXPLORACIÓN DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE, INCLUSO LA LUNA Y OTROS
CUERPOS CELESTES, Y CUÁLES SON, QUE HARÁN O QUE ESTÁN
PROGRAMANDO?

Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la
exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos
celestes

Artículo VI.

Los Estados Partes en el Tratado serán responsables internacionalmente de las actividades


nacionales que realicen en el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes,
los organismos gubernamentales o las entidades no gubernamentales, y deberán asegurar
que dichas actividades se efectúen en conformidad con las disposiciones del presente
Tratado. Las actividades de las entidades no gubernamentales en el espacio ultraterrestre,
incluso la Luna y otros cuerpos celestes, deberán ser autorizadas y fiscalizadas
constantemente por el pertinente Estado Parte en el Tratado.

Cuando se trate de actividades que realiza en el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y


otros cuerpos celestes, una organización internacional, la responsable en cuanto al presente
Tratado corresponderá a esa organización internacional y a los Estados Partes en el Tratado
que pertenecen a ella.

Declaración de los principios jurídicos que deben regir las actividades de los Estados
en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre.

6. En la exploración y la utilización del espacio ultraterrestre, los Estados se guiarán por el


principio de la cooperación y la asistencia mutua y en todas sus actividades en el espacio
ultraterrestre deberán tener debidamente en cuenta los intereses correspondientes de los
demás Estados. Si un Estado tiene motivos para creer que una actividad o un experimento
en el espacio ultraterrestre, proyectado por él o por sus nacionales, crearía un obstáculo
capaz de perjudicar las actividades de otros Estados en materia de exploración y utilización
del espacio ultraterrestre con fines pacíficos, celebrará las consultas internacionales
oportunas antes de emprender esa actividad o ese experimento. Si un Estado tiene motivos
para creer que una actividad o un experimento en el espacio ultraterrestre, proyectado por
otro Estado, crearía un obstáculo capaz de perjudicar las actividades en materia de
exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos, podrá pedir que se
celebren consultas sobre esa actividad o ese experimento.

NASA.

La NASA ya está aceptando, hasta el próximo 17 de marzo, propuestas de empresas que


quieran explotar los recursos naturales de la Luna, y establecer una base de minería en el
satélite.

Después de ese día se espera que la NASA anuncie la empresa ganadora, a la que no va a
financiar pero sí dar todo el soporte y apoyo posible a través del programa CATALYST
(Cargo Transportation and Landing by Soft Touchdown).

Según Jason Crusan, director de los Sistemas de Exploración Avanzada de la NASA:

Las últimas misiones orbitales han revelado evidencias de la existencia de agua y otras
substancias interesantes en la luna. Pero para entender las posibilidades de acceso a estos
recursos necesitamos alcanzar y explorar la superficie de la Luna. Las empresas privadas
pueden ayudar a realizar prospecciones y utilizar estos recursos.

Esta sería la mejor opción, dada la falta de recursos del gobierno, y sería más barata que
una misión oficial. Entre los elementos más codiciados que se pueden encontrar en nuestro
satélite estarían el Helio 3, que es escaso en la Tierra, y podría ser usado como combustible
limpio para la fusión nuclear.

El suelo lunar también es rico en tierras raras, elementos que actualmente se usan en los
dispositivos electrónicos y cuya producción controla China en un 99 por ciento. El único
escollo para este tipo de concesiones estaría en el tratado de las Naciones Unidas firmado
en 1967 que establece que ningún país puede reclamar la Luna.
Hace poco vimos otra propuesta por la que algunos senadores y congresistas
norteamericanos pretenden crear un parque nacional en la Luna. En ambos casos la idea
choca de frente con el tratado de la ONU.

EXPLOTACIÓN DE LA LUNA.

Con un volumen estimado de 1.600 millones de toneladas de hielo de agua en sus polos y
abundancia de elementos raros en la Tierra bajo de su superficie, la Luna es tierra de
promisión para la minería. En la edición de este mes de Physics World, el escritor científico
Richard Corfield explica cómo las empresas y agencias espaciales privadas están soñando
en aprovechar estos recursos lucrativos y convertir el árido y gris paisaje de la Luna en una
cinta transportadora de hacer dinero.

Desde que la NASA disolvió sus misiones Apolo tripuladas a la Luna hace más de 40 años,
el vuelo espacial tripulado ha dado pasos de gigante y se ha identificado un abundante
suministro de agua helada en los polos norte y sur de la Luna. "Es esto, más que cualquier
otra cosa" escribe Corfield, "lo que ha despertado el interés por la minería de la Luna,
porque donde hay hielo, no hay combustible".

La firma Shackleton Energy Company (SEC) con sede en Texas planea explotar las
enormes reservas de hielo de agua y convertirlas en propulsoras de cohetes en forma de
hidrógeno y oxígeno, que luego se venderá a los socios espaciales en órbita terrestre baja.

El director ejecutivo de la compañía, Dale Tietz, explica que el plan es construir una
"estación de servicio en el espacio" en el que los combustibles de cohetes se venderán a
precios significativamente más bajos que el coste de envío de combustible desde la Tierra.
SEC planea extraer el hielo de agua mediante el envío de humanos y robots a los polos
lunares y, a continuación, utilizar parte de la producción para proporcionar energía a tolvas
mineras, vehículos lunares y el soporte de vida para sus propias actividades.

Moon Express, otra empresa privada de recursos lunares, también está interesada en el uso
de hielo de agua como combustible - pero de una forma diferente. Se planea impulsar sus
operaciones y las naves espaciales usando "peróxido de alto-test" (HTP), que tiene una
larga historia como propulsor.
En cuanto a los minerales raros, China está realizando el avance más notable. El aterrizado
'Conejo de Jade' llegó a la superficie lunar en diciembre de 2013 y la agencia espacial china
ha sugerido públicamente el establecimiento de una "base en la Luna como lo hicimos en el
Polo Sur y el Polo Norte". "Todas las partes interesadas están de acuerdo en que la Luna - a
un paso de la Tierra - es el primer punto de apoyo esencial para la diáspora de la humanidad
a las estrellas", concluye Corfield.

Sin embargo, aún queda mucho por explorar para llegar a conclusiones sólidas. Para esto la
NASA necesita más información y a ello no está dispuesto a contribuir el gobierno de
Estados Unidos, al menos por el momento. La financiación, por tanto, se encuentra en las
compañías privadas. Pero no a través de inversiones a lo Silicon Valley. Las empresas que
trabajen con la NASA tendrán premio suficiente pudiendo acceder a la Luna y aprovechar
sus recursos.

La competencia planeaba culminar en 2015, pero el lapso fue ampliado por dos años más.
La compañía estadounidense Moon Express, fundada por Robert Richards, un
multimillonario y emprendedor en la industria espacial, se ha perfilado para obtener el
primer lugar de la competencia, pues acababa de recibir autorización del gobierno
estadounidense para explorar la luna en el 2017. Esta es la primera vez en la historia
espacial que una compañía comercial recibe permiso de este tipi “ahora somos libres de
zarpar como exploradores del octavo continente de la tierra: la luna, en busca de nuevos
conocimientos y recursos para ampliar la esfera económica de nuestro planeta en beneficio
de toda la humanidad”, ha dicho Richards, canadiense de nacimiento y quien además ha
establecido importantes alianzas comerciales con la NASA.

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