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El imperativo tecnológico una alternativa desde el humanismo

ALIMENTOS TRANSGÉNICOS
Y DERECHO HUMANO A LA SALUD

Ángela Aparisi Miralles


Departamento de Filosofía del Derecho
Universidad de Navarra
aparisi@unav.es

Resumen

Los alimentos transgénicos se han situado en el centro de un complejo debate en


el que se mezclan aspectos meramente técnicos y biológicos, con otros de diversa índole:
intereses generados por las patentes, protección de los consumidores, derechos de los
agricultores, bioseguridad, etc. Ciertamente, la aceptación ética de la aplicación de las
técnicas del ADN recombinante a las especies vegetales debe tener en cuenta el incre-
mento de la producción y la mayor rentabilidad y seguridad de las futuras cosechas.
Sin embargo, es claro que éste no puede convertirse en el único y exclusivo factor a
tener en cuenta. En mi opinión, para poder situar convenientemente el debate ético
sobre las especies transgénicas y su repercusión sobre la salud y el entorno del ser
humano, hay que partir de una crítica previa a la moderna visión instrumental de la
naturaleza reconociéndole, por el contrario, un claro valor inherente. Ello puede justi-
ficar el establecimiento de límites a la actuación humana, impidiendo la consideración
de lo creado como un mero objeto susceptible de apropiación.
De acuerdo con ello, la aplicación de la técnica del ADN recombinante a especies
vegetales sólo podría ser hipotéticamente aceptada si tuviera como finalidad la pro-
moción del bien común humano y ambiental, de tal modo que se garantizara la
inexistencia de cualquier implícito atentado o riesgo para la biodiversidad. Asimis-
mo, debería garantizarse que van a ser tenidos en cuenta, de una manera especial, los
intereses de los más necesitados de los beneficios de estas especies.
Por otro lado, es importante resaltar que el control de las nuevas especies
transgénicas no puede reducirse, como ocurre en la actualidad, a un capítulo mera-

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mente privado. Se trata de una cuestión de carácter público, por los bienes que
quedan afectados, especies vivas, y porque sus posibles consecuencias en el medio
ambiente y en los organismos humanos afectan a toda la población, e incluso a las
futuras generaciones. Por último, creo que es importante insistir en que, en la
actualidad, no se cumplen, de hecho, estas condiciones. No está totalmente demos-
trada la ausencia de peligro para el medio ambiente y para los seres humanos
derivada del cultivo y comercialización de estas especies. Al contrario, cada vez se
reafirma más la existencia de verdaderos riesgos inherentes al cultivo de estas
especies.
Palabras clave: Vegetales transgénicos, medio ambiente, ADN, patentes.

Los alimentos transgénicos abren un plazo. Por otro lado, el uso de las paten-
complejo debate sobre aspectos muy di- tes de estas nuevas especies podría li-
versos: frente a sectores económicos mitar el número de individuos que se
comprometidos con la rentabilidad de beneficiarían de las ventajas de las va-
las nuevas especies, se sitúan los que riedades transgénicas, pudiendo incre-
desconfían de estas técnicas por la falta mentarse la dependencia de los países
de estudios rigurosos sobre su inocui- pobres hacia los ricos. Por tanto, el con-
dad. Los cultivos transgénicos aparecen trol de las nuevas especies transgénicas
así como una revolución de la actual debería tratarse con cautela y como una
agricultura, sin embargo la recomenda- cuestión de carácter público, ya que tie-
ción debería ser la prudencia ya que la ne efectos sobre el medio ambiente afec-
incorporación de nuevas especies al tando a todas las especies vivas e inclu-
medio ambiente podría llegar a afectar so a las futuras generaciones.
la riqueza de la diversidad y el equili- El cultivo de vegetales transgénicos1,
brio de los ecosistemas. Habría que aña- así como su comercialización para el con-
dir que ya se conocen riesgos para la sumo humano, ha dejado de ser una po-
salud del ser humano, como intoleran-
cias a los alimentos transgénicos y un
incremento de alergias, además de re-
sistencias a antibióticos debido a las ca- 1 Hay que tener en cuenta, asimismo, la
racterísticas del proceso de transferen- existencia de animales transgénicos y, en consecuen-
cia, alimentos transgénicos de origen animal. Sin
cia genética. Si bien las objeciones no embargo, las plantas han sido los primeros orga-
recaen en la tecnología de recombina- nismos modificados genéticamente que han llega-
ción del ADN, la rapidez del desarrollo do masivamente al mercado. Ello es debido a que
los vegetales ofrecen una mayor posibilidad de re-
de las nuevas tecnologías y la necesidad
generación a partir de cultivos in vitro. Además,
de obtener beneficios provoca la falta ofrecen grandes expectativas en relación al incre-
de estudios realizados a medio y corto mento de la productividad en la agricultura.

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sibilidad para convertirse en una reali- cultivo de estos vegetales transgénicos


dad2. Su desarrollo comenzó en la déca- destacan, en la actualidad, los países asiá-
da de los ochenta, con el descubrimiento ticos, el sur de América y Estados Uni-
de las técnicas que permiten la fragmen- dos. En este último país la extensión de
tación y la manipulación de secuencias terreno sembrado con maíz modificado
de ADN. Tras varios años de estudio de genéticamente equivale a más de la su-
plantas genéticamente modificadas3, se perficie total que la Unión Europea dedi-
pasó a su cultivo a gran escala. Así, en la ca al cultivo tradicional de maíz.
década de los noventa aparecieron en el Estos alimentos son uno de los resul-
mercado las primeras variedades obteni- tados más destacables de la denomina-
das por recombinación de ADN4. En el da «revolución biotecnológica». Con
ellos se ha dado un salto cualitativo en
relación al dominio de la vida. En reali-
2 Ya a principios del año 2000 se habían
comercializado en todo el mundo más de 50 espe-
dad, se ha superado una de las últimas
cies transgénicas destinadas al consumo humano. barreras naturales. Los seres humanos
Se calcula que existen entre 250 y 300 vegetales ya somos capaces de reprogramar el códi-
transgénicos que se encuentran, bien en las últimas
go de la vida y de crear nuevas especies,
fases de experimentación, bien en las primeras fa-
ses de solicitud de comercialización. Vocalía Nacio- antes inexistentes, de acuerdo con nues-
nal de Alimentación, «Transgénicos, a fondo». Far- tros intereses económicos, sociales, etc.
macéuticos 239 (2000) 25. Sin embargo, no todos comparten
3 En 1983 se consiguieron las primeras plan-
tas transgénicas, aprovechando las propiedades de esta opinión. Para algunos no existe di-
la bacteria Agrobacterium tumefaciens de transferir ferencia cualitativa entre las tradiciona-
DNA a las plantas que infecta. les intervenciones del hombre en la na-
4 Esta situación ha dado lugar a la denomi-
nada «tercera revolución verde», después de la neo-
turaleza y la actual biotecnología. Sos-
lítica y de la iniciada en el siglo XX por la aplica- tienen que nos hallamos ante un proce-
ción de la genética. Se estima que la superficie total so continuo. Desde este punto de vista,
cultivada con cinco importantes organismos modi-
se entiende que la denominada «revolu-
ficados genéticamente se multiplicó por más de 6
entre 1994 y 1997. Así, por ejemplo, de 1996 a 1997 se ción biotecnológica» no es más que un
pasó, en cuanto a superficie mundial de cultivos paso adelante en un camino tan antiguo
modificados genéticamente, de 525.000 hectáreas de como la humanidad5. Desde que el hom-
maíz a 4.400.000; de 400.000 hectáreas de soja a
5.250.000; o de 40.000 hectáreas de patata y tomate bre dejó de ser nómada, para dedicarse
a 500.000 (Martínez, A., Astiasarán I. Alimentos: com-
posición y propiedades, Universidad de Navarra, Pam-
plona, 1999, 410). Entre los productos obtenidos de 5 Cfr. Comparecencia de D. Antonio Pou
cultivos modificados genéticamente y comercializa- Royo en la Comisión especial sobre la manipula-
dos en Europa (se estima que se importa el equiva- ción genética con fines de producción de alimen-
lente anual a 20 millones de hectáreas), se encuentran tos, Diario de Sesiones del Senado, 1999, 459, 2. En
la soja, el maíz, la achicoria, el calabacín, la patata y el este sentido, García Peregrín afirma que muchos
tomate. En España se han recolectado 20.000 Has. de de los cultivos que hoy conocemos son diferentes
maíz manipulado genéticamente procedente de la de aquellos de los que se obtuvieron. Así, las ma-
multinacional Novartis, con lo que se ha convertido zorcas de maíz salvaje tenían muy pocos granos,
en el primer país productor de la UE. las patatas originales eran muy pequeñas y los pri-

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al cultivo de la tierra, ha intentado me- de la especie, sino en el de su genoma.


jorar las especies. En un principio, ello Así, por ejemplo, ya en 1983 se consiguió
se consiguió con la selección de las se- la creación del denominado «superratón».
millas portadoras de características más Esta nueva especie se obtuvo al insertar
deseables. Posteriormente, la pretendi- unos genes humanos, en concreto, los
da mejora de las especies se ha llevado responsables de la hormona del creci-
a cabo a través de la modificación de las miento, en embriones de ratón. Asimis-
poblaciones mediante una selección ar- mo, en 1986, los científicos consiguieron
tificial. El tercer paso sería la modifica- la creación de hojas de tabaco resplande-
ción genética. cientes. Ello fue el resultado de tomar el
A ello se puede responder que, cierta- gen responsable de la emisión de la luz
mente, los seres humanos hemos modifi- de las luciérnagas e insertarlo en el códi-
cado activamente, durante milenios, la go genético de una planta del tabaco7.
naturaleza. Pero nunca antes estuvo a El cultivo y comercialización de los
nuestra disposición la tecnología y los alimentos transgénicos ha estado acom-
instrumentos para «rediseñarla» con la pañado de un fuerte debate científico y
velocidad y profundidad que permiten social8, que ha tenido implicaciones eco-
las biotecnologías modernas6. En la ac-
tualidad, la biotecnología ha superado, 7 Rifkin, J., El siglo de la biotecnología, Críti-
incluso, las restricciones que imponen las ca, Barcelona, 1999, 30.
8 Incluso, la misma utilización de los tér-
especies, rompiendo límites que se con-
minos «ingeniería genética» o «manipulación ge-
sideraban infranqueables. La intervención nética» no se encuentra, en la actualidad, exenta de
o manipulación no se efectúa en el nivel controversia. Así, algunos colectivos han alertado
acerca de la existencia de intentos de despojar a
palabras como «manipulación» o «transgénico» de
cualquier atisbo de connotación peyorativa. Otro
meros pimientos eran muy picantes. García Pere- de los vocablos presentes en el debate, con fuertes
grín, E., «Alimentos transgénicos (I)», Hefagra, implicaciones emotivas, es el término «natural». Se
(1999), 65-69. Zarazaga mantiene que «la domesti- le suele atribuir el significado de «inocuo», por con-
cación de los primeros animales y el cultivo de las traposición a lo «manipulado», entendido como lo
primeras plantas, podría considerarse como el pri- dañino o nocivo. En este sentido, Greenpeace ha
mer proceso biotecnológico que marca el descubri- denunciado que, desde hace mucho tiempo, la in-
miento más importante y decisivo en la historia de dustria agro-química se está esforzando por elimi-
la humanidad» (Zarazaga, I., «Biotecnología gené- nar del debate cualquier término lingüístico que
tica y agroganadera» Biotecnología y Derecho. Pers- posea carga negativa. El objetivo perseguido es lo-
pectivas en Derecho Comparado, Romeo, C. M., Gra- grar un efecto «tranquilizador» en los usuarios. La
nada, Comares, 1998, 314). consecuencia práctica es que palabras como «mani-
6 Riechmann, J., Cultivos y alimentos trans- pulación», que pueden tener una connotación ne-
génicos. Una guía crítica, Libros de la Catarata, Ma- gativa, se sustituyen por «modificación», que no la
drid, 2000, 56. Por eso, afirma este autor que soste- posee. De este modo, los organismos que se mani-
ner que «no hay que preocuparse porque no exis- pulan genéticamente pasan a ser denominados ofi-
ten diferencias entre cruzar dos variedades de trigo cialmente «organismos modificados genéticamen-
e insertar en un tomate genes de un pez, ya que te» (OMG).Vid. http://www.greenpeace.es/bio-di-
‘todos somos transgénicos’, es confundir malinten- versidad/bio_6.htmhttp://www.greenpeace.es/
cionadamente». biodiversidad/bio_6.htm

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nómicas y jurídicas9. Las posiciones se tante grupo de presión está constituido


encuentran bastante definidas. Un impor- por sectores económicos fuertemente
comprometidos en la rentabilidad de es-
Asimismo, la Comunidad Europea ha encon-
tas nuevas especies. Éstos impulsan la
trado otro nuevo término para designar a los ali- introducción de los alimentos transgéni-
mentos transgénicos, el de «novel food», que pare- cos en el mercado, presentándolos como
ce totalmente inocente y casi no se relaciona con la
el último avance de la aplicación de la
manipulación genética. En realidad, el recurso al
eufemismo con el fin de evitar el riesgo de un posi- biotecnología a la industria alimentaria.
ble rechazo social ante la introducción de un nuevo Se destacan, en ese sentido, sus múlti-
producto o técnica no es una novedad. Un ejemplo ples ventajas y aplicaciones.
claro de ello ha sido el intento de sustituir términos
como «aborto» o «efecto abortivo» por otros como Frente a ellos, se sitúan los que des-
«interrupción del embarazo», «anticonceptivo de confían, seriamente, de las nuevas técni-
urgencia», «efecto antiimplantatorio», etc. cas, debido a la ausencia de estudios ri-
9 La discusión se ha caracterizado por la
existencia de una gran disparidad de criterios que,
gurosos sobre su inocuidad, y a los pre-
incluso, han llegado a desembocar en posturas muy cedentes abusos cometidos en su aplica-
enfrentadas. Muñoz señala que los cultivos trans- ción. En cualquier caso, es interesante
génicos «están en el centro de un agitado debate
destacar que el debate se plantea, funda-
social, que ha explotado en el año 1999 hasta el
punto de convertirse en un desastre para la indus- mentalmente, desde parámetros técnico-
tria biotecnológica y en el aumento de la percep- científicos y económicos. En este sentido,
ción social negativa hacia la ciencia, a la que en no puedo dejar de hacer notar que la in-
esta película se le está atribuyendo el papel de mal-
vado» (Muñoz, E., «Los cultivos transgénicos y su troducción de gran parte de productos
relación con los bienes comunes», Bioética 2000, Pa- modificados genéticamente en el ámbito
lacios, M., Oviedo, Nobel 2000, 373). Antonio Pou del mercado sólo puede ser defendida,
señala, en el mismo sentido, que este tema conlle-
va, para algunos, un cariz un tanto «religioso», «en
en última instancia, en términos econó-
cuanto que tendríamos que hablar de fanatismo a micos y de incremento de la productivi-
favor o en contra» (Comparecencia de D. Antonio dad. En realidad, la mayor elasticidad de
Pou Royo en la Comisión especial sobre la manipu-
la piel del tomate o la incorporación de
lación genética con fines de producción de alimen-
tos. Diario de Sesiones del Senado 1999, 459: 2). En soja modificada «son beneficiosas para el
abril de 2000, la Academia Nacional de Ciencias de agricultor, en el sentido de que le permi-
los Estados Unidos de América promovió un panel ten producir una mayor biomasa per ca-
para la regulación de las plantas transgénicamente
modificadas para repeler plagas. Concluyeron afir- pita; en otras palabras, mejora su renta-
mando que los cultivos transgénicos no ofrecían bilidad»10.
problemas para la salud y el medio ambiente. Cier- Sin embargo, considero que reducir el
tos grupos industriales aprovecharon esa declara-
ción para adelantar a los medios de comunicación
debate sobre la aceptación de las espe-
que los alimentos modificados que en ese momen- cies transgénicas a estos extremos impli-
to se encontraban presentes en el mercado eran
seguros. Por otra parte, grupos ecologistas recha-
zaron las conclusiones, por considerar que estaban 10 Unalkat, P., «Alubias, genes y temas. La
empañadas por la presión o vínculos mantenidos necesidad de precaución», Biotecnología y Derecho.
con la industria (Kaiser, J., «Transgenic crops re- Perspectivas en Derecho Comparado, Romeo C. M.,
port fuels debate», Science, 288 (2000) 245). Granada, Comares, 1998, 400.

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ca un reduccionismo radical en el enfo- En consonancia con esta visión, al


que del tema. Para abordarlo con un mí- abordar la problemática de la incidencia
nimo rigor resulta imprescindible re- de los alimentos transgénicos en la salud
flexionar, con cierto detenimiento, sobre humana voy también a referirme, aun-
el modelo de relación del hombre con la que sea brevemente, al impacto medio-
naturaleza que subyace, en general, a las ambiental de los mismos. Presupongo la
demandas de admitir jurídicamente, con idea de que el ser humano es parte inte-
las mínimas restricciones, la creación y grante de lo creado, entendido como to-
comercialización de los alimentos trans- talidad. La persona no puede ser conce-
génicos. Frente a la actual presión de la bida de una manera totalmente indepen-
industria biotecnológica, tendente a con- diente del medioambiente. Este influye
seguir el libre mercado para las especies decisivamente en su vida y en su desa-
transgénicas, es necesario analizar, de una rrollo. La misma ciencia nos presenta un
manera objetiva e interdisciplinar, lo que universo interconexo, en el que cualquier
éstos productos van a suponer para el elemento está vinculado, por muy indi-
ser humano y para el resto de lo creado. rectamente que sea, con todos los de-
De cualquier forma, hay que partir de la más13.
base de que incluso el propio cuidado de Como ya he señalado, es muy frecuen-
la salud humana pasa por el respeto a lo te que el debate en torno al cultivo, y
creado. Es decisivo que el hombre cobre comercialización para el consumo huma-
conciencia de que la protección de sí mis- no, de especies vegetales transgénicas,
mo pasa, necesariamente, por la protec- gire en torno a su posible productividad
ción de la naturaleza11. Cuando el hom- y rentabilidad para la agricultura inten-
bre no ve en ella más que meros objetos, siva y para el consumo humano. Sin em-
susceptibles de extraer beneficios, no tar- bargo, en muchas ocasiones faltan proto-
dará mucho en trasladar esa visión cosi- colos rigurosos sobre los efectos, a corto,
ficada a las personas que le rodean. El medio y largo plazo, de los cultivos trans-
ser humano, como ha señalado el profe- génicos sobre el resto de cultivos no con-
sor Ballesteros, debe «protegerse de sí taminados y, en definitiva, sobre el equi-
mismo, fijar límites a sus propias quime- librio ecológico. En la actualidad, y ante
ras, dejar de creerse propietario del mun- la falta de tales estudios, existen opinio-
do y de la especie y admitir que no tiene nes encontradas. Para algunos sectores,
más que un usufructo»12. frecuentemente relacionados con la in-
dustria biotecnológica, precisamente la
11 En general, sobre el surgimiento de la con-
actual degradación del medio ambiente
ciencia ecológica, y la aportación de la Iglesia cató-
lica al desarrollo de una filosofía medioambiental, se convierte en un argumento en apoyo
Sgreccia, E., Pennacchin, M., Fisso, M. B., «I docu-
menti della Chiesa Sulla questione ambientale»
Medicina e Morale, 4 (2000) 635-675. 13 Rogers, C. «Un nuevo mundo, una nueva
12 Ballesteros, J. Ecologismo personalista, Tec- persona. Ecofilosofías», Cuaderno de Integral, (1984),
nos, Madrid, 1995, 38. 3.

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de las nuevas especies. Así, por ejemplo, «A toda revolución científica, por su-
se señala que si se consiguieran planta- puesto, le sigue siempre una tecnoló-
ciones que autogeneraran sus propias gica. Lo que es nuevo o distinto es que
defensas, se eliminaría drásticamente el si normalmente pasa un tiempo antes
uso de insecticidas14. También se reduci- de obtener las aplicaciones, en este caso
ría la dependencia de fertilizantes y de ese tiempo ha sido mínimo y casi
herbicidas químicos. Se trataría, por ello, inexistente, hasta el punto de que gran
de nuevas especies que mejorarían la si- parte de las aplicaciones han salido de
tuación actual de los cultivos. los mismos laboratorios donde se esta-
Por el contrario, para otros colectivos ba haciendo el avance básico»15.
–en muchos casos cercanos a los plantea-
mientos ecologistas–, las repercusiones Por otro lado, hay que tener presente
sobre el equilibrio medioambiental de los que los productos manipulados son orga-
cultivos transgénicos a gran escala son, nismos vivos extraños que, una vez libe-
en la actualidad, indeterminadas. Por ello, rados en el medio ambiente, pueden ex-
el más mínimo riesgo justificaría una pandirse y cruzarse con sus parientes sil-
moratoria o, al menos, la existencia de vestres. Así, por ejemplo, conviene tener
rigurosos protocolos. En este sentido, se en cuenta que, cuando una planta adquie-
reclama una cierta cautela frente a los re nuevas sustancias químicas para de-
posibles efectos negativos sobre la biodi- fenderse de los herbívoros, los insectos
versidad de los cultivos transgénicos. herbívoros desarrollan a su vez nuevos
Asimismo, se denuncia la celeridad con mecanismos de desintoxicación16. No hay
la que se produce el paso de la investiga- que olvidar lo ocurrido con especies libe-
ción básica a la aplicada, e incluso al con- radas en otros ambientes, bien de forma
sumo humano. En este sentido, García ocasional (como los visones en Galicia),
Olmedo, en su comparecencia en la Co- incidentalmente (como la abeja africana
misión que se constituyó en el Senado en Brasil que, desde 1956, está invadien-
sobre la manipulación genética con fines do América Central y el sur de los Esta-
de producción de alimentos, manifestó: dos Unidos) o intencionadamente, como
es el caso del cangrejo americano, resis-
tente a la afanomicosis. Esta especie ha
invadido los ríos de España, trastocando
14 En Andalucía se ha ensayado un tipo de
algodón transgénico con efectos satisfactorios fren-
te a insectos que atacan el algodón. Ello permite
una reducción de entre 1.000 y 2.000 toneladas de 15 Comparecencia de D. Francisco García
insecticida al año, lo cual beneficia claramente al Olmedo en la Comisión especial sobre la manipu-
medio ambiente. Cfr. Comparecencia de D. Fran- lación genética con fines de producción de alimen-
cisco García Olmedo en la Comisión especial sobre tos, Diario de Sesiones del Senado 1999, 459, 10.
la manipulación genética con fines de producción 16 Mayr define a este proceso como «coevo-
de alimentos, Diario de Sesiones del Senado, 1999, lución» de las especies. Mayr, E. Así es la Biología,
459, 11. Debate, Madrid, 1998, 235.

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el hábitat natural de nuestras riberas y plo, una planta transgénica puede ser re-
dañando los intereses de muchos horti- sistente a un insecto nocivo pero, al mis-
cultores17. mo tiempo, puede ser letal para otros in-
La realidad es que la incorporación sectos de los que no se desea su desapa-
de estas especies al medio ambiente pue- rición o eliminación. Por ello, la Directi-
de llegar a afectar, severamente, la rique- va 2001/18 CE, del Parlamento Europeo
za de la diversidad y el equilibrio de los y del Consejo, califica genéricamente de
ecosistemas18. Por ello, sus consecuencias irreversibles todos los posibles daños aso-
son muy difíciles de valorar19. Por ejem- ciados a la liberación de organismos mo-
dificados genéticamente, con indepen-
17 En este sentido ha señalado Greenpeace
dencia del perjuicio producido. Por ello,
que: «el peligro que conlleva puede compararse al
que va unido con la introducción de una especie en la aplicación y extensión de estos culti-
un sistema ecológico donde no ha existido anterior- vos demanda un importante margen de
mente (…) exactamente igual que una especie extra- prudencia20.
ña, un organismo manipulado tiene una ventaja com-
petitiva con respecto a sus familiares salvajes y otras Corrobora esta postura el mayor es-
especies, pudiendo llegar a eliminarlas. El organis- tudio científico que se ha realizado hasta
mo manipulado genéticamente también puede ha- la fecha sobre el impacto ecológico de los
cer pasar sus nuevas disposiciones hereditarias a las
especies silvestres, y de ésta forma crear un desequi- cultivos transgénicos. Se trata de un In-
librio en el sistema ecológico» http:// forme, encargado a un equipo de cientí-
www.greenpeace.es/biodiversidad/bio_6htm. Zara- ficos por el Gobierno británico en 1999, y
zaga, I. «Biotecnología genética y agroganadera»,
Biotecnología y Derecho. Perspectivas en Derecho Com-
publicado en 2003 en la revista Philoso-
parado, Romeo, C. M., Granada, Comares, 1998, 353. phical Transactions: Biological Sciences21.
18 Sobre este tema se puede consultar Til- Este trabajo, elaborado durante tres años,
man, D. «Causes, consequences and ethics of biodi-
ha demostrado que los organismos ma-
versity», Nature, 405 (2000) 208-11. En este sentido,
Lacadena ha puesto de manifiesto que la mejora nipulados genéticamente, y en concreto
genética puede tener algunas consecuencias pre- la colza y la remolacha azucarera, provo-
ocupantes, como el hecho de que la especialización can graves daños medioambientales. El
de sus fines conduzca a un deterioro de la reserva
genética de las especies cultivadas y domésticas. estudio, en palabras de Les Firbank,
Cfr. Lacadena, J. R., «Problemas genéticos en rela- miembro del Centro de Hidrología y Eco-
ción con el medio ambiente», Ética y ecología, Gafo, logía británico, y coordinador de la in-
J., Publicaciones de la Universidad Pontificia de
Comillas, Madrid 1991, 107.
19 En mayo de 2000 saltó a los medios de
comunicación el incidente ocasionado por la ex- 20 En este sentido Vandana Shiva, una de
portación, por error, a la Unión Europea de semi- las mas conocidas representantes del Ecofeminis-
llas de colza genéticamente modificadas. La em- mo, ha denunciado públicamente que en la India
presa Advanta importó semillas de Canadá como las multinacionales de transgénicos están acaban-
producto genéticamente no modificado. En prue- do con la biodiversidad y los cultivos tradicionales
bas posteriores detectó que contenían un bajo ni- de los campesinos.
vel, menos de un 1%, de impurezas transgénicas. 21 VVAA, «The Farm Scale Evaluations of
Según la empresa, la mezcla pudo producirse a spring-sown genetically modified crops» Philoso-
través del polen de plantaciones de cultivos genéti- phical Transactions: Biological Sciences, Series B, 358
camente modificados en Canadá en el año 1998. (1439) (2003) 1775 y ss.

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vestigación, «revela diferencias significa- nológica se ha negado rotundamente a


tivas sobre la biodiversidad en los culti- esta propuesta23.
vos transgénicos en comparación con los Por otro lado, no hay que perder de
convencionales». Ha comprobado que los vista un dato constatable: los principios
cultivos transgénicos dañan la vida de rectores, radicalmente economicistas, que
las plantas convencionales y la de los in- han conducido a la situación actual de
sectos que habitan en un ecosistema. Los suma degradación del medio ambiente,
científicos afirmaban, por ejemplo, que se reproducen, igualmente, en los presu-
las abejas que llevaban polen de colza puestos de este nuevo tipo de agricultu-
modificado genéticamente habían conta- ra. La cruda experiencia de los daños pro-
minado plantaciones situadas a 26 kiló- ducidos por una agricultura basada en el
metros de distancia. Los investigadores principio de obtención de progresiva ren-
sentenciaban que basta con que se plante tabilidad, sin tener en cuenta otros pará-
una vez colza transgénica para que la metros medioambientales, nos exige una
tierra quede contaminada durante 16 extrema prudencia. No son pocos los que
años. Por ello, entre sus recomendacio- hace algunas décadas tachaban de extre-
nes se incluye una solicitud de no autori- mistas a aquellos grupos minoritarios que
zación del cultivo de estas especies trans- denunciaron la depredación de la socie-
génicas22. dad industrial frente a la naturaleza. Por
En atención a estas conclusiones, la ello, nos deberíamos hacer entre otras, la
mayoría de los miembros de la Comisión siguiente pregunta: ¿no estaremos ante
británica que había encargado el infor- una nueva forma, mucho más refinada,
me, han expresado la necesidad de que de saqueo de la naturaleza?24.
la industria biotecnológica cree un fon- En la actualidad se advierte, al menos
do, cuya financiación se obtendría a par- en amplios sectores de la población, una
tir de un nuevo impuesto que gravaría a falta de información imparcial sobre este
los agricultores de campos transgénicos.
Tal fondo tendría como finalidad com- 23 La Comisión también ha recomendado la
pensar los daños producidos por la con- creación de un segundo fondo legal, sufragado por
taminación a los agricultores convencio- el Gobierno, para compensar a aquellos agriculto-
res que pierdan la categoría de producto biológico
nales. Sin embargo, la industria biotec- debido a la contaminación transgénica. Además,
advierten de que la nueva legislación deberá respe-
tar un mínimo de distancia de separación entre
cultivos transgénicos y convencionales. Sostienen,
22 En el estudio se contabilizó el número de por otro lado, que la normativa debería de ser lo
especies de hierbas, varios tipos de arañas, escara- suficientemente flexible como para permitir que,
bajos, mariposas, polillas y abejas en los cultivos de acuerdo con los datos que se vayan obteniendo,
modificados genéticamente y en los terrenos de cul- poder incrementar las distancias.
tivos convencionales colindantes. En el caso de los 24 De Kathen, A. «The Debate on Risks from
terrenos dedicados a cultivos transgénicos, el nú- Plant Biotechnology: the End of Reductionism?»,
mero de hierbas e insectos se redujo significativa- Plant Tissue Culture and Biotechnology 4 (3-4) (1998)
mente. 137.

Cuad. Bioét. 2004/1ª 67


Ángela Aparisi Miralles

tema. Por ello, sería deseable garantizar can, básicamente, el de intolerancia a es-
la existencia de protocolos más rigurosos tos alimentos y el incremento en la apari-
que garantizaran el rigor y la veracidad ción de alergias. También se ha plantea-
de los resultados. Por otro lado, es nece- do la posibilidad de transferencia de ge-
sario articular medidas para asegurar que nes marcadores de resistencias a antibió-
los estudios de evaluación de riesgos ticos, a las bacterias patógenas presentes
abarquen periodos de tiempo significati- en nuestro organismo.
vos. En realidad, es ilusorio pretender Con respecto a la aparición de aler-
valorar potenciales efectos adversos a tra- gias, conviene tener presente que la mo-
vés de estudios muy limitados temporal- dificación genética se basa, generalmen-
mente. Estos sólo pueden determinar te, en la expresión de un gen que sinteti-
efectos a corto plazo, pero no a medio o za una molécula de naturaleza proteica.
largo plazo. Es claro que la metodología Por su parte, las proteínas tienen un lu-
empleada para la evaluación del riesgo gar destacado en el surgimiento de las
será determinante del resultado. Además, alergias. Se puede citar, como ejemplo, el
es importante insistir en que la no exis- caso del intento de obtención de una soja
tencia de pruebas de riesgo no implica, transgénica con genes de nuez de Brasil.
en ningún caso, ausencia real de riesgo. La proteína principal de la nuez contiene
Es evidente que hay consecuencias noci- un buen alérgeno. Ello ocasionó que se
vas que sólo se conocerán a más largo suscitara alergia a la soja por parte de
plazo. Por ello, es necesario conseguir que aquellas personas que son sensibles a la
la gran presión de las empresas de bio- proteína de la nuez de Brasil. Y ello a
tecnología por rentabilizar sus inversio- pesar de que las evaluaciones hechas con
nes y por captar máximas cuotas de mer- anterioridad a la comercialización de la
cado no influya en la determinación del soja habían dado negativo. Por esa ra-
ámbito temporal del estudio de evalua- zón, el intento de obtención de una nue-
ción del riesgo de las nuevas especies. va soja tuvo que ser abandonado.
Además, existe un claro factor de ries- Además, las proteínas pueden llevar
go relacionado con la actual incertidum- otros riesgos asociados. En este sentido,
bre sobre la misma aplicación de la técni- Martínez Tomey, en su Comparecencia
ca. Ciertamente, la actuación sobre un en la Comisión especial del Senado sobre
determinado gen, que puede ocasionar la manipulación genética con fines de
una sobreexpresión o un silenciamiento producción de alimentos, afirmó que no
de otro gen, puede llevar, en ocasiones y podemos limitarnos a valorar –en térmi-
en un espacio de tiempo más o menos nos de riesgo– una cadena de ADN mo-
largo, a problemas nuevos y subsidiarios dificada, sino que también tendríamos
a la misma técnica. que analizar las consecuencias derivadas
Entre los riesgos para la salud huma- de ese hecho en los organismos vivos. Y
na derivados de las especies transgéni- recordó que el origen de la enfermedad
cas que ya han sido comprobados desta- llamada Encefalopatía Espongiforme Bo-

68 Cuad. Bioét. 2004/1ª


Alimentos transgénicos y derecho humano a la salud

vina está en una proteína alterada, los El riesgo que conllevan estos genes,
priones, que dan al cerebro del animal presentes en los alimentos, es el de ser
un aspecto poroso25. absorbidos por microorganismos patóge-
La realidad es que los cultivos trans- nos para animales o personas. Por ejem-
génicos, por su naturaleza, al tener genes plo, los genes pueden pasar a bacterias
extraños en su ADN, pueden codificar intestinales dando lugar a posibles resis-
nuevas proteinas no presentes de modo tencias. Por otro lado, una mutación en
natural en los alimentos. Este hecho ge- un gen de resistencia a un determinado
nera el siguiente problema: los consumi- antibiótico puede generar resistencia a
dores alérgicos a alimentos conocidos no todos los antibióticos de una misma fa-
pueden saber si son o no alérgicos a es- milia, siendo esta propiedad transmitida
tos nuevos productos. La única forma a las siguientes generaciones. Esto agra-
segura de conocerlo es el ensayo con per- varía seriamente el problema, ya existen-
sonas, es decir, el consumo humano26. te, de resistencias a antibióticos genera-
Ello, a su vez, genera riesgos innecesa- do por un uso masivo e incorrecto de los
rios para las personas. mismos durante décadas. La situación
Ya he señalado que también se ha sería extremadamente grave para indivi-
planteado el peligro que conlleva la utili- duos con inmunodeficiencia, ya sean per-
zación, como marcadores, de genes resis- sonas con SIDA, leucemia o enfermos de
tentes a antibióticos. Estos genes marca- cáncer que están recibiendo radiotera-
dores son importantes, ya que permiten pia27.
identificar las células modificadas y, de Una alternativa frente a este riesgo es
esta forma, posibilitan la identificación utilizar como marcadores, genes de re-
de organismos modificados genéticamen- sistencia a antibióticos que, en la prácti-
te. Su objetivo es facilitar el trabajo de los
ingenieros genéticos a la hora de deter-
27 En este sentido, para Ricardo Amils, cate-
minar si se ha producido con éxito la
drático de Biología Molecular, «la reticencia sufi-
manipulación genética. De esta forma, el cientemente justificada a la utilización de marcado-
gen de resistencia a los antibióticos suele res genéticos inapropiados, como los genes respon-
encontrarse en todas y cada una de las sables de la resistencia a antibióticos (utilizados
con éxito en ambientes controlados pero inapropia-
células de la planta manipulada genéti- dos en sistemas abiertos en los que la promiscui-
camente. dad genética puede expandir innecesariamente los
ya elevados niveles de resistencia en microorganis-
mos patógenos), reside en la falta de una investiga-
ción básica exhaustiva, necesariamente desarrolla-
25 Comparecencia de D. Miguel Martínez da por grupos de investigación independientes, y
Tomey en la Comisión especial sobre la manipula- evaluada por paneles de expertos internacionales
ción genética con fines de producción de alimen- con participación de los grupos sociales interesa-
tos, Diario de Sesiones del Senado, 1999, 470, 3. dos, que disipe muchas de las reticencias razona-
26 Pedauyé, J.; Ferro, A., Pedauyé, V. Ali- bles establecidas» Amils, R. «Impacto de la Biotec-
mentos transgénicos. La nueva revolución verde, nología en el medio ambiente», Bioética 2000, Pala-
McGraw Hill, Madrid, 2000, 42-43. cios, M., Oviedo, Nobel 2000, 397.

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Ángela Aparisi Miralles

ca, no resulten nocivos, debido a que, te, que no se conozca una respuesta no
por su gran empleo, ya se han desarro- significa que esta no exista. Simplemen-
llado muchas cepas de bacterias patóge- te, que carecemos del nivel de conoci-
nas resistentes a ellos. Por otro lado, es mientos suficiente para alcanzarla.
importante tener en cuenta que estos ge- Uno de los argumentos a los que con
nes de resistencia a antibióticos no son mayor insistencia se recurre para defen-
estrictamente necesarios para la obten- der el cultivo y comercialización de estas
ción de plantas transgénicas. Existen otros especies es el relativo a los grandes bene-
métodos alternativos que podrían ser uti- ficios que, para la humanidad, podrían
lizados. Por ello, en teoría, los genes de derivarse de su implantación. Algunas
resistencia a antibióticos pueden dejar de empresas especializadas han enfatizado
ser un problema real. Sin embargo, re- que, gracias a estos avances, se podrá
sulta llamativo que los métodos sustitu- disponer de una despensa asegurada y,
tivos sean desechados en la práctica por de ese modo, poder paliar el hambre en
las empresas de biotecnología, debido a el mundo29. Sin embargo, conviene anali-
su mayor complejidad técnica o a su zar detenidamente estas afirmaciones. De
mayor coste económico. hecho, no todos son tan optimistas sobre
Ya he señalado que otro aspecto a va- los resultados de estos cultivos en el ter-
lorar es la posibilidad de existencia de cer mundo.
riesgos desconocidos hasta la fecha. En En mi opinión, el contexto político,
este sentido, es importante tener en cuen- económico y jurídico que rodea la co-
ta que una parte del código genético es mercialización de estas nuevas especies
repetitiva. Para algunos carece de signi- hace previsible que, en un futuro próxi-
ficado, por lo que la denominan, de for- mo, el referido argumento se convierta
ma peyorativa, «código basura». Pero del en una falacia. Entre otras cosas, la polí-
hecho de que actualmente desconozca- tica internacional en relación con las pa-
mos su traducción no puede derivarse, tentes de invenciones biotecnológicas,
automáticamente, que carezca de signifi- tendente a la creciente concesión de és-
cado. En este sentido, Mclean afirma que tas, va a tener consecuencias radicales.
«un elemento de vital importancia para El derecho de patentes ha exigido tradi-
la protección de los individuos y las co- cionalmente, entre otros requisitos, el que
munidades ante posibles abusos, es la el objeto a patentar sea una invención.
regulación del marco en el que se formu- En la actualidad este concepto se ha am-
lan ciertas preguntas y se buscan las co- pliado, incluyendo en él incluso organis-
rrespondientes respuestas»28. Ciertamen- mos vivos y genes humanos. Ello mues-
tra claramente el respaldo del Derecho a
28 Mclean, S. «La regulación de la nueva
genética», Biotecnología y Derecho. Perspectivas en 29 Es bien conocido que, en la actualidad,
Derecho Comparado, Romeo, C. M. Granada, Coma- una de cada tres personas sufre malnutrición, y
res, 1998, 196. más de 840 millones pasan hambre en el mundo.

70 Cuad. Bioét. 2004/1ª


Alimentos transgénicos y derecho humano a la salud

un modo reductivo de entender la natu- actual de patentes va a limitar extrema-


raleza y los seres vivos. Como señala Ri- damente el número de individuos que
fkin en la actualidad, desde un punto de podrán beneficiarse de las posibles ven-
vista comercial, «ya no existe necesidad tajas de las variedades transgénicas32. Es
alguna de distinguir entre los seres vivos más, en el caso de que se institucionalice
y los objetos inanimados. En lo sucesivo un derecho a la patente, los países del
habrá que considerar a un organismo so- tercer mundo, principales posibles bene-
metido a ingeniería genética un invento, ficiados de estos descubrimientos, care-
como un ordenador o una máquina cual- cerán de la información o capital sufi-
quiera»30. Se trata de la clásica visión ciente para acceder a estos conocimien-
mecanicista de la naturaleza, ratificada y tos33. Ello contribuirá a hacer más pro-
legitimada ahora por el Derecho. nunciada la diferencia entre países desa-
Ciertamente, es necesario encontrar rrollados y en vías de desarrollo34. En rea-
cauces que permitan hallar un equilibrio lidad, si el acceso a las nuevas semillas
entre el necesario beneficio económico, va a depender, exclusivamente, de crite-
que permita subsistir a los laboratorios,
y el respeto de la función social de la
investigación y de la propiedad privada. 32 Un ejemplo que puede ilustrar este plan-
En este sentido, es importante recordar teamiento es el de las plantas resistentes a insectos
que la Constitución española de 1978 se- mediante genes que cifran endotoxinas (Estruch, J.
J. «Plantas resistentes a insectos», Investigación y
ñala, en su artículo 33.2, que la función Ciencia 257 (1998) 46-53). Estos vegetales aumenta-
social de la propiedad privada podrá limitar rían la producción o, al menos, evitarían la insegu-
su contenido, de acuerdo con las leyes. ridad habitual en las cosechas que pone en peligro
la alimentación de poblaciones de países en vías de
El mismo principio general debería ser
desarrollo. Además, contribuirían globalmente a la
aplicado a las patentes. eliminación de pesticidas de carácter tóxico. Pero,
Sin embargo, hasta ahora el enfoque en el caso de que las patentes de estas especies
neoliberal ha marcado radicalmente el sean propiedad de laboratorios occidentales, los
países pobres no podrán tener acceso a estas semi-
proceso de concesión de patentes31. Sus llas, ya que éste estará condicionado al pago de
consecuencias son dramáticas en relación, cantidades económicas de las que tales países no
por ejemplo, al problema del acceso a podrán disponer.
33 En este sentido, tres ONGs que trabajan
medicamentos básicos en el tercer mun- con la FAO, Cáritas, Prosalus y Veterinarios sin
do. Del mismo modo, en mi opinión, que- Fronteras, hicieron público un comunicado el 13 de
da fuera de toda duda que la política octubre de 2003, afirmando que no se puede buscar
la solución a la desnutrición que padecen 840 mi-
llones de personas en los productos transgénicos,
ya que ello «implicaría una destrucción de la biodi-
30 Rifkin, J., El siglo de la biotecnología. El co- versidad y situaría a los campesinos en una situa-
mercio genético y el nacimiento de un mundo feliz, trad. ción de dependencia de las semillas con patentes»
J. P. Campos, Crítica, Barcelona, 1999. (publicado en El Mundo, 14 de octubre de 2003).
31 Holzman, I. «Patenting certain forms of 34 Aparisi, A. El Proyecto Genoma Humano:
life: a moral justification», The Hastings Center Re- algunas reflexiones sobre sus relaciones con el Derecho,
port 9 (3) (1997) 9-11. Tirant lo blanch, Valencia, 1997, 109.

Cuad. Bioét. 2004/1ª 71


Ángela Aparisi Miralles

rios de mercado, estas nuevas especies, baría por desbancar a la orgánica, debi-
no sólo no van a redundar en beneficio do a sus ventajas frente al mercado36. En
de los países subdesarrollados, sino que, definitiva, se podría generar un conflicto
por el contrario, van a hacer incrementar polarizado entre cultivos biológicos y
su dependencia servil frente a los países cultivos transgénicos, que podría afectar,
ricos35. de un modo muy negativo, a la econo-
También se ha señalado que la gene- mía de los más necesitados. Estos países
ración de alimentos transgénicos puede no podrían competir frente a una agri-
entrar en competencia con el manteni- cultura enormemente rentable, en térmi-
miento de una agricultura orgánica. De nos de mercado, pero difícilmente acce-
este modo, la producción transgénica aca- sible por el coste de las patentes37.

35 También se ha alegado que la concesión en un elemento primordial para que las industrias
de patentes de organismos transgénicos puede de- biotecnológicas puedan rentabilizar los enormes
jar exclusivamente en manos de la industria priva- gastos que conlleva la innovación tecnológica y
da la propiedad de estas especies, en detrimento de constituyen por ello un elemento importante para
las instituciones universitarias y organismos públi- el desarrollo industrial de un país» (García López
cos. En definitiva, ello supone que los grandes ca- op.cit. 76). En esta línea –aunque referido a paten-
pitales van a ser los depositarios del poder que tes de genes humanos– Cavalli-Sforza señalaba en
implica la capacidad de disponer de esos organis- el año 1996, con mucha razón, como después se
mos. Este hecho puede incidir en los investigado- ha comprobado, que claramente no deberían exis-
res con una pérdida de libertad e independencia. tir patentes sobre el DNA. Sin embargo, afirmaba
Para algunos, la concesión de patentes de especies que el potencial valor económico de la información
transgénicas puede implicar, en definitiva, una ame- que emerge del Proyecto Genoma Humano y de
naza para la misma comunidad científica. De he- actividades relacionadas es tan importante que tal
cho, con las patentes y el secreto industrial se impi- posición iba a ser imposible de sostener en la prácti-
de que otras personas puedan producir, vender o ca. Lehrman, S., «Proyecto diversidad: Cavalli-Sfor-
utilizar, libremente, lo inventado o desarrollado por za responde a las crítica». Quark 9 (1997) 73.
unos concretos investigadores. La patente se con- 36 En relación con este posible conflicto, Pou
templa así desde dos perspectivas: indica que los que quieren «comer unos alimentos
1) Los científicos que no tienen acceso a ella la biológicos van a tenerlo muy difícil en un medio en
consideran como una amenaza y un límite a sus in- el cual la producción de alimentos sea transgéni-
vestigaciones. No obstante, frente a ello se puede ale- ca». (Comparecencia de D. Antonio Pou Royo en la
gar que el uso experimental de una patente no consti- Comisión especial sobre la manipulación genética
tuye infracción de la misma y que desde el momento con fines de producción de alimentos, Diario de
en que «se presenta la solicitud de patente se puede Sesiones del Senado, 1999, 459, 3).
tener libre acceso a la información contenida en la 37 García Olmedo sostiene la tesis de que lo
misma y constituyen una fuente de datos de tanto que hace cara este tipo de agricultura es el proceso
valor como el de otras publicaciones científicas espe- de aprobación que debe seguir y que el costo de la
cializadas» (García López, J. L., Problemas éticos de las investigación es un componente mínimo. Para este
biopatentes. Ética y biotecnología. Gafo, J. Universidad autor, «lo que ha conseguido el movimiento con-
Pontificia de Comillas, Madrid, 1993, 84). trario a las plantas transgénicas, lo que está consi-
2) Por otro lado, los investigadores que la soli- guiendo a medio y a largo plazo, es convertirlo en
citan la consideran una necesidad, al permitirles un juego tan caro que sólo los muy grandes pue-
seguir obteniendo los beneficios indispensables den jugarlo» (Comparecencia de D. Francisco Gar-
para continuar con sus investigaciones. A este res- cía Olmedo en la Comisión especial sobre la mani-
pecto, García López señala que «resulta evidente pulación genética con fines de producción de ali-
que la obtención de una patente se ha convertido mentos, Diario de Sesiones del Senado, 1999, 459,13).

72 Cuad. Bioét. 2004/1ª


Alimentos transgénicos y derecho humano a la salud

En relación a este punto resulta inte- absorción de pequeñas y medianas em-


resante valorar la experiencia acumula- presas de biotecnología por parte de gran-
da en el sector alimenticio. Por un lado, des firmas. Asimismo, encontramos la
encontramos la consagración de una agri- fusión de multinacionales que operan en
cultura intensiva que no ha conseguido, el sector químico-farmacéutico, y de és-
en absoluto, erradicar el hambre en las tas con grandes firmas del sector agro-
regiones empobrecidas. Al contrario, la químico y alimentario38.
desnutrición, según datos hechos públi- Por todo ello, considero que sin tener
cos por la ONU, el 16 de octubre de 2003, acceso a la nueva tecnología, los países
Día Mundial de la Alimentación, no deja del tercer mundo difícilmente podrán
de aumentar. El problema no es la canti- competir en un mercado en el que los
dad de alimentos, sino la falta de acceso cultivos tradicionales, no sólo no resulta-
a los mismos. rán competitivos, sino extremadamente
Por otro lado, en la actualidad existen ruinosos. Así, por ejemplo, será fácil que
grandes empresas que han llegado a con- los alimentos transgénicos que tengan
trolar los mercados, imponiendo sus pro- control de maduración en frutos lleguen
ductos a los consumidores, y dominan- a excluir a los naturales, con las consi-
do a los pequeños y medianos agriculto- guientes pérdidas para aquellos sectores
res. Ello les ha producido fuertes perjui- que no puedan costearse la compra de
cios. También ahora los agentes que lide- semillas transgénicas.
ran el proceso de los alimentos transgé- Por otro lado, la tecnología termina-
nicos, porque lo han financiado y hecho tor39, al producir semillas estériles y, por
posible, son las compañías multinacio- lo tanto, de imposible utilización por el
nales, capaces de escapar a los controles mismo agricultor, sitúa a éste en una po-
políticos y jurídicos de los Estados nacio- sición de absoluta dependencia con res-
nales. No hay que perder de vista el he- pecto a sus proveedores. Los agriculto-
cho de que esta revolución biotecnológi- res se ven privados de la posibilidad de
ca está mayoritariamente en manos pri-
vadas, a diferencia de la anterior revolu-
ción genética, que estuvo promovida por 38 Como señala Muñoz, en ocasiones, todos
estos procesos han generado «el resentimiento ha-
organismos internacionales de tipo al-
cia las grandes empresas, teñido además en el caso
truista, financiados por Fundaciones y europeo por unas gotas de antiamericanismo» (Mu-
por los Estados más desarrollados. ñoz, op.cit. 374-375).
De hecho, cuando se observa el pano- 39 Esta tecnología, desarrollada inicialmen-
te por el Departamento de Agricultura de Estados
rama actual, se constata que el proceso Unidos y la empresa de semillas Delta & Pipe Land,
es ahora mucho más incontrolable que consiste en hacer estériles, por medio de la intro-
en otros momentos históricos. Por un ducción de una serie de genes, a las semillas que
producen determinadas especies transgénicas. La
lado, la incidencia de la biotecnología se empresa Delta & Pipe Land logró la patente US No.
extiende a grandes sectores económicos. 5.723.765, que le garantiza el monopolio sobre la
Por otro, se ha producido un proceso de tecnología «terminator».

Cuad. Bioét. 2004/1ª 73


Ángela Aparisi Miralles

guardar parte de la cosecha para ser re- De cualquier forma, es cierto que es-
plantada al año siguiente. En el tercer tas objeciones no recaen tanto en la tec-
mundo ello puede tener consecuencias nología de recombinación del ADN, como
desastrosas o, al menos, por el momento, en los criterios neoliberales que rigen ac-
imprevisibles. Además, existe la posibili- tualmente en el mercado41. Por ello, un
dad de que las plantas manipuladas ge- esfuerzo internacional que garantizara un
néticamente puedan traspasar sus genes uso responsable y solidario de estas nue-
a otros cultivos o flora silvestre. De ese vas semillas sería altamente deseable.
modo, podrían esterilizar a otras espe- Para algunos autores, incluso sería nece-
cies o variedades agronómicas y salva- saria la creación de una entidad interna-
jes, llegando a ocasionar su extinción40. cional con autoridad en este tema42. Sin
embargo, la importancia de los intereses
40 En este sentido, la Declaración de los de- económicos en juego, y la impotencia
legados de los países africanos participantes en la
5ª Sesión extraordinaria organizada por la FAO fue
declarada de los Estados frente a la ac-
muy contundente. En la misma, entre otras cosas, tuación de las multinacionales, no hace
se afirma: vislumbrar un futuro esperanzador.
«...los ciudadanos de Europa han sido someti-
dos a una agresiva campaña publicitaria...con el
objetivo de convencerles de que el mundo precisa Conclusión
de la manipulación genética para alimentar a los
pueblos hambrientos. Esta campaña, organizada y En conclusión, los alimentos transgé-
financiada por Monsanto, una de las grandes
multinacionales...muestra un escenario distorsiona- nicos se han situado en el centro de un
do y falso sobre las posibilidades reales de la mani- complejo debate en el que se mezclan
pulación genética para resolver el problema del aspectos meramente técnicos y biológi-
hambre en el mundo...
Los abajo firmantes... manifestamos nuestra enér-
cos, con otros de diversa índole: intere-
gica objeción a que las grandes multinacionales estén ses generados por las patentes, protec-
utilizando la imagen de los pobres y hambrientos ción de los consumidores, derechos de
para promover una tecnología que no es segura, ni es
los agricultores, bioseguridad, etc. Cier-
positiva para el medio ambiente, ni económicamente
beneficiosa para nosotros...En particular, no acepta- tamente, la aceptación ética de la aplica-
mos el uso de la tecnología Terminator o cualquier ción de las técnicas del ADN recombi-
otra técnica que anule la capacidad de nuestros agri- nante a las especies vegetales debe tener
cultores para cultivar los alimentos que
necesitan...Acordamos y aceptamos que se necesita la en cuenta el incremento de la produc-
ayuda mutua para conseguir mejoras en nuestra pro-
ducción agrícola...(pero) la ayuda debe responder a
las necesidades reales de la población, y no servir 41 Para Rifkin «el esfuerzo internacional por
para llenar los bolsillos de las multinacionales...». convertir los planos genéticos de millones de años
En esta línea, Vandana Shiva ha hecho público de evolución en una propiedad intelectual privada
que «sólo en la India más de 20.000 campesinos se representa la culminación de medio milenio de his-
han suicidado arruinados por tener que comprar toria comercial y la clausura de la última frontera
semillas transgénicas. Es un negocio inmoral». Y del mundo natural» (Rifkin, J. op.cit. 54).
asimismo, ha alertado sobre la nueva colonización 42 Martinho, P., «Genes y patentes: ¿estará
que están protagonizando las multinacionales que desfasado el derecho tradicional?», Revista de Dere-
tratan de patentar la vida. cho y Genoma Humano 3 (1995) 153.

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Alimentos transgénicos y derecho humano a la salud

ción y la mayor rentabilidad y seguridad se que van a ser tenidos en cuenta, de


de las futuras cosechas. Sin embargo, es una manera especial, los intereses de los
claro que éste no puede convertirse en el más necesitados de los beneficios de es-
único y exclusivo factor a tener en cuen- tas especies.
ta. En mi opinión, para poder situar con- Por otro lado, es importante resaltar
venientemente el debate ético sobre las que el control de las nuevas especies
especies transgénicas y su repercusión transgénicas no puede reducirse, como
sobre la salud y el entorno del ser huma- ocurre en la actualidad, a un capítulo
no, hay que partir de una crítica previa a meramente privado. Se trata de una cues-
la moderna visión instrumental de la na- tión de carácter público, por los bienes
turaleza reconociéndole, por el contrario, que quedan afectados, especies vivas, y
un claro valor inherente. Ello puede jus- porque sus posibles consecuencias en el
tificar el establecimiento de límites a la medio ambiente y en los organismos hu-
actuación humana, impidiendo la consi- manos afectan a toda la población, e in-
deración de lo creado como un mero ob- cluso a las futuras generaciones.
jeto susceptible de apropiación. Por último, creo que es importante
De acuerdo con ello, la aplicación de insistir en que, en la actualidad, no se
la técnica del ADN recombinante a espe- cumplen, de hecho, estas condiciones. No
cies vegetales sólo podría ser hipotética- está totalmente demostrada la ausencia
mente aceptada si tuviera como finali- de peligro para el medio ambiente y para
dad la promoción del bien común huma- los seres humanos derivada del cultivo y
no y ambiental, de tal modo que se ga- comercialización de estas especies. Al
rantizara la inexistencia de cualquier im- contrario, cada vez se reafirma más la
plícito atentado o riesgo para la biodi- existencia de verdaderos riesgos inheren-
versidad. Asimismo, debería garantizar- tes al cultivo de estas especies.

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