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Según los últimos datos publicados por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), una pareja tiene
entre un 20-25% de posibilidades de conseguir un embarazo por mes de relaciones regulares y no
protegidas. Al cabo de un año, entre el 80-85% consiguen la gestación y el 90% lo consiguen
pasados dos años. Por ello, se recomienda empezar con un estudio de esterilidad si pasados un
año y medio de búsqueda no se ha conseguido el embarazo. En el caso de que la mujer tenga más
de 35 años se recomienza empezar con el estudio a los 6-8 meses.
Los típicos síntomas de embaraza, como náuseas, acidez, somnolencia, cansancio, tensión mamaria,
son normales y en pocas semanas desaparecerán. Se aconseja que si tiene otros síntomas o aparece
dolor acuda a su centro para descartar posibles complicaciones.
El riesgo de aborto es similar a la población general (15-20%), siempre teniendo en cuenta que a
mayor edad de la paciente, este riesgo aumenta.
El ginecólogo utilizará un pequeño catéter para guiar a los embriones a través del cuello del útero y
depositarlos en éste. El procedimiento de la transferencia embrionaria dura pocos minutos y el
tiempo de recuperación de la paciente es mínimo.
Primero de todo hay que revisar el historial clínico, de una forma completa de
la paciente que se va a someter a la fecundación como la persona que será el
donante fecundador. El análisis espermático del donante (ya sea conyugal o
no) evaluará la calidad seminal del varón, así como de un estudio y examen
ginecológico de la parte femenina.
Es uno de los últimos pasos que se realiza dentro del proceso de Fecundación
in vitro, y el que se considera la etapa clave para el éxito.
Los embriones se introducen dentro del útero, de forma similar a como ocurre
en el tratamiento de fertilidad de inseminación artificial.
Por ley se permite hasta tres pero lo habitual es transferir entre uno o dos
embriones, para evitar cualquier tipo de riesgo hacia un embarazo múltiple.
La edad, su historial médico, la calidad de los óvulos y espermatozoides harán
que se determine un tipo de implante y cuándo se implantan para la
optimización de la fecundación, y así el éxito del embarazo.