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Teoría del poder marítimo

La conquista del mundo a través del dominio marítimo

Daniel Alejandro Almeida Salas

Universidad de las Fuerzas Armadas “ESPE”


Resumen

A lo largo de la historia los océanos y mares han ejercido una influencia en la humanidad

como consecuencia de una realidad geográfica y de interés de la comunidad. El poder naval, los

intereses marítimos de la nación y la voluntad del Estado de acuerdo a Alfred Mahan son los

elementos que conforman el poder marítimo. Éste sumado a una estrategia que maximice el

control del mar, ha sido clave para el desarrollo económico y sociocultural de los pueblos,

imperios y Estados durante la historia de la humanidad. El objetivo de este estudio es describir

la relación existente entre el Poder naval, los intereses marítimos de un Estado y la cooperación

internacional como estrategia para el desarrollo marítimo de un Estado.

Palabras Clave: Poder naval, Intereses marítimos, Poder marítimo, Voluntad política.

La conquista del mundo a través del dominio marítimo

1. Alfredo Thayer Mahan

Nació en West Point en 1840. Se graduó en la Escuela Naval de Annapolis 19 años después y

sirvió durante la Guerra Civil americana en el bando unionista. En 1883 fue nombrado profesor

de estrategia de la Escuela de Guerra Naval, comenzando a desarrollar su doctrina a partir de

entonces. Escribió 20 libros y alrededor de 165 artículos en diferentes revistas de la época. Entre

su vasta obra destacan: “Influencia del poder naval en la Historia” (1890) y “Estratega naval”

(1911). Fue llamado al Consejo de Guerra Naval durante la Guerra Hispano-

Norteamericana. Murió en 1914.

2. Pensamientos de Mahan

Los hechos históricos desarrollados a lo largo de la historia demuestran que fueron los

objetivos políticos y su relación con los intereses marítimos antagónicos los que avivaron la
escala del conflicto, como estrategia política para detonar la guerra y, fue la estrategia marítima

junto con el poder naval los medios que garantizaron la supremacía marítima.

El estudio de la historia ha dado lugar a varias lecciones aprendidas y es el origen de diversas

teorías a todos los niveles, como es el caso del pensamiento geopolítico desarrollado por el

Vicealmirante de la marina norteamericana Alfred Thayler Mahan.

La construcción y ampliación de la marina mercante debería unirse a una poderosa marina de

guerra para protegerla y, al mismo tiempo, evitar estimular a la competencia y conseguir nuevos

mercados y puntos estratégicos.

Durante su vida, los buques de combate de las marinas del mundo experimentaron la mayor

revolución de la Historia. Se pasó del navío de vela que había dominado los mares durante

siglos, al acorazado, de los cascos de madera de 3.000 toneladas de desplazamiento a los de

acero de 30.000 toneladas, de poco más de 10 nudos de velocidad máxima a cerca de 30 nudos.

Las ideas de Mahan recibieron una gran acogida en los gobiernos posteriores y aún hoy en día

tienen una amplia aceptación, no solo en su país natal sino en países tan antagónicos como puede

ser China. La aplicación en éste país es una conclusión que se extrae de la lectura del artículo “El

ascenso del Poder Marítimo chino”, al que se hace referencia en la bibliografía.

2.2. Base Teórica.

Cuando Mahan habla de poderío naval no está hablando tan solo de la marina de guerra, para

él existe una relación indisoluble entre una marina de guerra poderosa, un comercio marítimo

importante y la posesión de colonias, El mayor aporte del Almirante americano Alfred Thayer

Mahan a la estrategia, fue demostrar que los mares podían utilizarse no sólo como forma de

protección frente a las propias costas (que era la forma tradicional con que los Estados Unidos

(EEUU) veían los mares en aquellos tiempos) sino como un elemento importante de defensa. El
“Poder Naval”, como él llamaba, o para ser más exactos el “Poder Marítimo” o dominio de los

mares, permitiría no sólo evitar ataques en el propio territorio sino tomar la ofensiva para atacar

al enemigo.

Según Mahan la grandeza nacional, que debe convertirse sin lugar a dudas en el interés

nacional, tendrá como objetivo inmediato el crecimiento nacional, exigiendo por lo tanto, la

movilidad de fronteras. Fundamentado principalmente hacia el continente americano y

proyectarlo hacia el futuro.

La aplicación de su pensamiento se plasmó en su concepción del poder marítimo como la

fuerza impulsora de los Estados Unidos. Para él ese poderío surgía de un proceso donde se

integraban todas las fuerzas económicas, sociales, políticas y militares.

HMS Dreadnought fue un acorazado revolucionario de la Marina Británica. Entró en servicio

en 1906. Fue el primer gran barco de guerra propulsado con turbinas de vapor. Tan avanzado fue

que su nombre quedó genérico para señalar la modernidad de un buque de guerra. Si un buque

que daba obsoleto se le pasaba a denominar pre-dreadnought.

3. Poder Marítimo Según Mahan

En su obra más famosa y significativa, “Influencia del Poder Naval en la Historia”[1] realiza

un estudio detallado de la historia naval europea desde 1660 hasta 1783. En general, el

fundamento del pensamiento de Mahan se basa en una hipótesis preconcebida de que el uso y

gobierno del mar es y ha sido siempre un gran factor en la historia del mundo. De su estudio se

pueden extraer los siguientes principios:


3.1. Principios de la Guerra.

Los principios de la guerra, deducidos del estudio de la Historia, permanecen invariables. Esta

teoría es la base en la que descansan todos los conocimientos y enseñanzas que aporta Mahan a

la estrategia.

3.2. Las bases permanentes.

Lo que Mahan denominó posiciones permanentes seguras, constituyen la sustentación del

Poder Naval en el mar, ya que permite su control y el de la marina enemiga. Por tanto, debe

tenderse a la adquisición gradual (mediante compra o conquista) de tales bases.

3.3. Principios estratégicos del poder naval.

Mahan elaboró los principios estratégicos tomados de Jomini y aplicados al Poder Naval.

Entre ellos destaca el que postula que la concentración de fuerzas permite lograr la superioridad

en el lugar decisivo.

3.4. Misión del Poder Naval.

La misión principal del Poder Naval es mantener libres las líneas de comunicaciones

marítimas y comerciales a la navegación propia, e impedir su utilización por parte del adversario.

Además, reclama una estrecha relación entre el control del mar y la suerte de la guerra en

tierra. Concluyendo que en los océanos se decidía el destino de las potencias mundiales, siempre

buscando una batalla naval decisiva.

3.5. El Poder Marítimo como instrumento de política exterior.

El Poder Marítimo – nótese que se hace referencia al Poder “Marítimo” y no al “Naval” –

contribuye a la realización nacional, como elemento de la política exterior, y es una conjunción

entre el poder naval, el comercio y las colonias.


3.6. Factores que influyen en el desarrollo del Poder Marítimo.

Mahan enumeró los factores que influyen en el desarrollo del Poder Marítimo, de una nación.

Algunos de los más importantes son:

o La situación geográfica del país.

o La configuración física del país.

o El número de habitantes dedicado a profesiones marítimas.

o La clase de gobierno. (Paralelismo entre decadencia como nación y la debilidad de su

marina)

Para Mahan, el poder marítimo es “todo lo que tiende a hacer grande a un pueblo sobre o al

lado de la mar“. Se trata de una suma de elementos, que él mismo confirma cuando indica que

“está compuesto por muchos factores y no puede ser expresado fácilmente como una sola

entidad”.

En sus estudios llega a la conclusión de que la historia y la política de un país son el resultado

de su producción económica, la cual es la consecuencia de la comercialización de sus productos,

de la flota mercante que posibilita la comercialización y de las colonias o puertos sobre los que

se efectúan dichas transacciones.

En relación con la política de su país, Mahan considera una serie de aspectos que ayudan a su

grandeza, siendo la base una visión expansionista y mercantilista. Estos son:

o Diferencia entre la Estrategia marítima y la militar, puesto que la primera es tan necesaria en

la paz como en la guerra.

o Huida del aislacionismo, al ser el mundo exterior una fuente de recursos y de riqueza.

o Desarrollo de la marina mercante como consecuencia de la potenciación del comercio

exterior, lo que debe llevar aparejado el desarrollo de una marina de guerra acorde.
o Existencia de dos vías para lograr el poder marítimo, la del comercio y los acuerdos políticos

para el expansionismo en tiempos de paz, y la del dominio del mar en tiempos de guerra y paz.

o El dominio del mar en tiempos de guerra requiere grandes concentraciones navales y el

establecimiento de bases que mantengan abiertas las líneas de abastecimiento de esas fuerzas y

reduzcan sus tiempos de respuesta.

Otra de sus aportaciones es la definición de las principales características que afectan al poder

marítimo:

o Situación geográfica: condiciona el que una nación desarrolle más o menos el Poder naval,

que tenga ventajas estratégicas si dispone de una posición central que favorezca la concentración

de fuerzas, y que además permita dominar pasos de tráfico marítimo.

o Configuración física: la accesibilidad de la costa de un país a la comunicación por sus

puertos, que estos sean numerosos y profundos, y si el país está dividido por el mar o tiene una

configuración interna poco favorable.

o Extensión territorial: la extensión de la costa y el carácter de los puertos. A igualdad de

condiciones geográficas y físicas, puede ser un factor de fuerza o debilidad dependiendo del

número de habitantes.

o Número de habitantes. Más que el número total de habitantes, lo que interesa es el porcentaje

que se dedica al mar.

o Carácter de los habitantes: un carácter emprendedor, tanto en lo comercial como en lo

colonial, favorece el poder naval.

o Clase de gobierno: favorable al comercio marítimo y que sostenga una Marina Militar para

proteger el tráfico mercante y los intereses marítimos


4. Vigencia de las teorías de Mahan

Mahan consiguió extraer de su estudio histórico algunos principios que se han mantenido

invariables. Además, algunos de sus principios e ideas estratégicas siguen siendo hoy, con

pequeños matices, igualmente válidos.

4.1. Planteamientos de vigor.

La necesidad de las bases navales o aéreas para el control de ambos espacios se demostró,

en la Segunda Guerra Mundial, en el Pacífico. De hecho, el poder aéreo no habría podido

ejercerse sobre Japón si no se hubieran obtenido las bases navales o aéreas.

– Planteamientos ineficaces.

Sin embargo, otros planteamientos fueron erróneos como la historia se encargaría de

demostrar, especialmente en la Primera y Segunda Guerra Mundial (IGM, IIGM).

La asignación prioritaria de los buques de guerra en las “batallas decisivas” en lugar de la

“irregular, secundaria y poco convincente importancia de la destrucción de buques mercantes”.

Esta teoría fue asumida por muchas Marinas con mal resultado en la I y IIGM.

Para contradecirla basta señalar, únicamente, el éxito de las campañas navales de los

submarinos alemanes sobre convoyes mercantes tanto en la Primera como en la Segunda

Guerra Mundial, lo que llegó a ser un factor decisivo durante el desarrollo de ambas Guerras,

tanto que dejó a los aliados, en ambos casos, al borde de la derrota.

4.2. Planteamientos de difícil aplicación.

La asunción de algunos de sus principios llevó a circunstancias absurdas. Tal es el caso de

considerar el dominio de los mares como esencial para todas las operaciones marítimas. Hasta

tanto no se lograra el dominio de todos los mares, no se podría hacer nada. En este sentido, el

dominio de los mares sólo se podría lograr mediante la creación de una gran flota cuya función
consistiría en buscar y destruir la gran flota del adversario. Una vez logrado este objetivo,

mediante una muy probable gran batalla naval, el dominio de los mares sería del vencedor, y de

igual forma, la victoria en la guerra.

Efectivamente, en la Guerra de Cuba la Armada de los EEUU informó de que no era capaz de

transportar al Ejército norteamericano los 128 kilómetros que separa la Península de Florida de la

Isla de Cuba hasta que se hubiera encontrado y destruido la Armada Española. Afortunadamente

para la Armada de los EEUU, este dogma no se siguió literalmente y el Ejército americano llegó

a Cuba a pesar de no haber destruido la totalidad de la Armada Española.

Después de todas las operaciones navales llevadas a cabo en las dos Guerras Mundiales, las

marinas de los EEUU y Reino Unido se dieron cuenta de que no era necesario inutilizar o hundir

todas las naves corsarias del enemigo que surcaran los mares, bien submarinos o buques de

superficie sino que bastaba con controlar la zona por la que los convoyes fueran a pasar.

Se demostró entonces que el dominio absoluto de los mares no era un realmente un objetivo

en sí mismo sino un instrumento para conseguir el objetivo de la guerra. El dominio absoluto de

los mares es una entelequia inalcanzable.

Finalmente, en nuestros días, con la aparición de nuevas potencias continentales, la

maquinaria de vigilancia actual (satélites), el uso de misiles y UAV´s (Unmanned Aircraf

Vehicles)[1] se presenta un nuevo escenario geoestratégico.

Operaciones navales posteriores a las desarrolladas en la IIGM ponen de manifiesto la

necesidad de desarrollar una nueva estrategia que recoja líneas generales de actuación

considerando las nuevas tácticas enfocadas a identificar los objetivos-blancos y la definición

desde qué plataformas o desde qué combinación de plataformas podrá atacarse a esos blancos

con mayor precisión. En este sentido, cada rama militar deberá ejercer sus propias tácticas
particularidades. Posiblemente, las nuevas tecnologías y escenarios hacen que la doctrina de

Mahan, en algunos puntos, resulta obsoleta.

Aeronaves no tripuladas. Atendiendo a su capacidad de almacenaje de información y

autonomía, se denominan Estratégicas o Tácticas.

5.1. Fundamento de su pensamiento.

Mahan revolucionó la Marina de su país, con sus novedosas ideas estratégicas, basadas en sus

estudios de la Historia Naval de Inglaterra en los siglos XVII y XVIII.

Sus conceptos eran muy sencillos:

o Una gran potencia lo es por el volumen de tráfico mercante que era capaz de sostener (tráfico

= dinero).

o Una gran potencia naval tenía necesidad de una flota de guerra oceánica capaz de mantener

protegida su flota mercante y, a la vez, amenazar a la del adversario.

Este concepto estratégico se puso en entredicho con la aparición del submarino, especialmente

en periodos de crisis o conflicto. En situaciones de paz no suponen amenaza alguna, pero en

situaciones de crisis o conflicto condicionan mucho la estrategia naval y los requisitos para la

defensa de los convoyes. El conocimiento de la posible presencia de un submarino en una zona

de operaciones puede obligar a una fuerza a alterar totalmente su estrategia, obligándola a

reducir el número de unidades efectivas a emplear en el conflicto como consecuencia de la

necesidad de defender las rutas de tránsito de mercantes.

o Para ello no sólo se necesitaban buques de guerra, sino también bases navales y puntos de

apoyo desde los cuales proyectar la escuadra propia y de paso negar la misma proyección al

enemigo.
Actualmente los EEUU, con su política de Bases en todo el mundo parece seguir dicha

política, sin embargo, con el desarrollo de los actuales medios de comunicación y nuevas formas

de transporte, sus teorías geopolíticas han sido puestas en un lugar menos relevante; y han

permitido a ciertos países superar las limitaciones impuestas por sus ubicaciones geográficas o

barreras físicas.

Mahan llegó a dos conclusiones, por un lado, la necesidad de crear una gran escuadra capaz

de navegar distancias oceánicas y por otro, que los EEUU debía controlar las rutas comerciales

que usaban sus mercantes, para lo cual era necesario establecer bases en Hawái, en las Antillas y

controlar el istmo de Panamá (proyecto del Canal).

5.2. Trascendencia de su pensamiento.

Las ideas de Mahan marcaron quizás el calendario de agresiones externas de Estados Unidos:

anexión de Hawai, intervención armada en Haití y República Dominicana, intervención en

Nicaragua y Colombia, para la secesión de la República de Panamá, y por supuesto la agresión a

los intereses españoles en Cuba, las conquistas de las Marianas, Filipinas y otras posesiones del

Pacífico Occidental.

Además, partiendo de la consideración de que la mayor parte del comercio mundial se efectúa

por vía marítima, especialmente desde la aparición de los contenedores, todos los factores

anteriormente mencionados siguen siendo relevantes, aunque no determinantes debido a la

aparición de otros tipos de unidades, como son el submarino y el avión, y a la evolución de las

políticas económicas de las distintas potencias.

Además de las políticas económicas actuales resulta interesante considerar también el cambio

de orientación que han sufrido los escenarios de los conflictos. Hoy en día, las naciones

poderosas tienden a alejar los conflictos de sus fronteras y a evitar se produzcan conflictos a gran
escala. Con esto se consigue que no sea necesario emplear todos los recursos militares de una

nación, se permita el buen funcionamiento de la marina mercante y que la mayor parte de las

rutas comerciales sigan siendo seguras.

La gran responsable de esta ola expansiva en pos de la hegemonía mundial, fue esa

comunidad con visión de futuro que hemos identificado. Los resultados fueron palpables. Sin

duda alguna, esta expansión no hubiese podido llevarse a cabo, sino se hubiera concretado el

primer punto del plan, una marina de guerra capaz de competir con cualquiera. La conciencia

naval que evitaría la pereza naval, fue tan efectiva que la flota Norteamericana pasó de ser la

sexta en el mundo en 1890, a ser cuarta en 1900, la tercera en 1906 y la segunda en 1907. En la

concreción de este propósito juraron papel clave las dirigencias política y periodística de los

Estados Unidos.

En general, el salto tecnológico del siglo XX no ayuda al mantenimiento de sus teorías,

aunque tampoco se puede decir que le hayan restado todos sus valores.

A modo de resumen, se puede decir que las teorías de Mahan tienen vigencia en la actualidad

aunque con matices. Por un lado, debemos tener en cuenta las nuevas políticas económicas y los

tipos de conflictos que se dan en la actualidad y, por otro, cuando hablamos del Poder Marítimo

no hay que pensar únicamente en el poder de las unidades de superficie, sino también en el de la

aviación y el submarino.

Conclusión

El éxito de las naciones que hoy en día están a la vanguardia mundial no ha sido fruto de la

suerte, o del “destino” enarbolado hoy por el esoterismo (tan acogido por nuestra clase

dirigente), ni tampoco resultado de la explotación inmisericorde de los países débiles y pobres,

explicación esta última que nos vendió el marxismo y que tuvo y sigue teniendo, una
extraordinaria aceptación en los círculos políticos e intelectuales de todo el continente,

convirtiéndose en el discurso tercer mundista que se repite sin mayor imaginación en África,

Asia y por supuesto, en América Latina.

Llama la atención en el tema expuesto la unidad lograda en Estados Unidos entorno a un líder

como Mahan; la prensas tradicionalmente difusora del proyecto nacional, la clase dirigente se

apropia del proyecto y lo materializa dándole ante todo continuidad: e igualmente a él se integra

el sector militar debidamente preparado y apoyado para garantizar las condiciones de fuerza.

A pesar de todos los esfuerzos de las potencias en conseguir o mantener el poder marítimo

hasta la actualidad ninguno de los estados ha podido alcanzar el dominio ya existente de los

Estados Unidos en la mayoría de ámbitos, incluso no han podido superar su armada y sus

buques.

En conclusión desde los inicios de la humanidad hasta la actualidad, tener el poder del mar ha

sido un aspecto positivo e importante para el avance y desarrollo de una nación, tanto

económicamente debido a las vías marineras de mercado, como políticamente en tiempos de

guerra o de paz. La teoría marítima escrita por Mahan sirvió para que los distintos países se

dieran cuenta de lo importante que era un control del mar. Tanto importó su teoría que países

como Estados Unidos siguieron sus consejos, conquistando por ejemplo el Canal de Panamá.

Referencias

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Construyendo un país marítimo. Disponible en: http://www.cco.gov.co/

 Alvarez, C. (2014). Alfred Mahan: El dominio de los mares, no sólo permitiría evitar ataques

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martimo-de-mahan

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