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UNIVERSIDAD POLITECNICA SALESIANA

CARRERA DE INGENIERIA ELECTRONICA


DEONTOLOGIA
NOMBRE: Sebastian Perez
Nivel: Decimo
Fecha: 15/04/2019

SUJETO:

Del latín subiectus, un sujeto es una persona innominada. El concepto se usa cuando no se sabe
el nombre de la persona o cuando no se quiere declarar acerca de quién se está hablando. Por
ejemplo: “El sujeto ingresó por la puerta trasera del local y amenazó a los presentes con un arma
de fuego”, “Ese sujeto no me despierta la menor confianza”, “Oficial, tiene que ayudarme: ese
sujeto de camisa blanca me robó la cartera”. Sujeto también es un adjetivo que permite describir
la exposición a algo o alguien: “El descuento está sujeto a las bases y condiciones del
contrato”, “Ayer renuncié a mi puesto así que ya no estoy sujeto a tus órdenes”. Por otra parte,
sujeto es la acción y efecto de sujetar (afirmar o contener algo por la fuerza): “El techo sólo está
sujeto por dos precarias columnas”, “El perro estaba sujeto por una cadena y, aunque consiguió
soltarse, su libertad le duró apenas unas horas”.
Para la gramática, el sujeto es el sustantivo, pronombre o sintagma nominal que cumple una
función oracional en concordancia obligada de persona y de número con el verbo. En otras
palabras, el sujeto es quien realiza la acción de la oración. En una frase como “Juan es un gran
pianista”, el sujeto es “Juan”, mientras que en “La espesa arboleda nos transportaba a un mundo
de fantasía” el sujeto es “La espesa arboleda”. El sujeto tácito, que también se conoce
como omitido o implícito, no goza de una representación en la oración, sino que se da a entender
con ciertos elementos del contexto. Dicho de otro modo, no es necesaria su presencia dado que
el resto de las palabras y la información previamente aportada al lector o interlocutor es suficiente
para que éste comprenda de quién se está hablando.
En nuestro idioma, la ausencia del sujeto no suele ser motivo de confusión, ya que contamos
con complejas conjugaciones verbales, generalmente distintas para cada persona. Sin embargo,
algunos tiempos, como ser el Pretérito Imperfecto y el Pluscuamperfecto, dificultan la
comprensión, como se puede apreciar en el siguiente ejemplo: “Comía una manzana”. A simple
vista, se puede tratar tanto de la primera persona del singular (yo) como de la tercera (él o ella),
e incluso de la forma de cortesía “usted”. Para comprender correctamente dicha oración, por lo
tanto, es necesaria más información contextual. Existe, a su vez, una clasificación que agrupa
ciertos sujetos tácitos y los denomina indeterminados. Se utiliza cuando el responsable de
la acción no puede ser identificado, sea porque existe el interés de mantenerlo incógnito o porque
no se cuenta con suficientes datos para saber de quién se trata. En la oración “Atracaron el centro
comercial”, por ejemplo, no siempre se puede especificar el o los nombres de los responsables;
además, se utiliza la tercera persona plural del verbo para contemplar la posibilidad de un ataque
en grupo, y no por saber que hubo más de un asaltante.
En el ámbito de la filosofía, el sujeto es el ser del cual se predica o anuncia algo. El sujeto
filosófico actúa de acuerdo a su propia decisión y voluntad y es el protagonista de sus actos; por
otro lado, está en condiciones de distinguir la realidad como objeto más allá de su conocimiento
subjetivo. Sujeto, por último, es el asunto o materia sobre el que se escribe o habla. Esta
acepción no es común en el habla cotidiana, ámbito en el cual se utilizan términos
como tema o cuestión. Resulta interesante destacar que en inglés existe un término de uso
similar (subject), cuya escritura deja en evidencia que posee la misma raíz latina.
Curiosamente, subject es utilizado como sinónimo de asunto o tema incluso en la actualidad,
como todos podemos apreciar en las casillas de correo electrónico.
SUBJETIVIDAD:
La subjetividad es la percepción y valorización personal y parcial sobre un asunto, idea,
pensamiento o cultura. La subjetividad se asocia a la incorporación de emociones y sentimientos
al expresar ideas, pensamientos o percepciones sobre objetos, experiencias, fenómenos o
personas. De esta manera, la subjetividad es una cualidad humana, ya que es inevitable expresar
estando fuera de uno mismo. En filosofía, la subjetividad es considerada una propiedad intrínseca
del conocimiento, ya que este se constituye de argumentos y experiencias que emanan desde la
percepción de alguien. En psicología, la subjetividad es lo que es propio del sujeto singular. Esto
quiere decir que la subjetividad es humana, ya que todos presentan un punto de vista.
A pesar de la elaboración de parámetros para definir con mayor exactitud lo que se considera
verdadero u objetivo, los intereses y las motivaciones afectarán inevitablemente cualquier
respuesta, conclusión o conocimiento. La subjetividad puede ser negativa o positiva. Desde un
punto de vista negativo, la subjetividad puede llevar a prejuicios como, por ejemplo, condenar
formas culturales diferentes a las propias. De manera positiva, la subjetividad ayuda a la
aceptación de ideas diferentes a las propias como, por ejemplo, aceptar que el mejor artista del
mundo para unos puede ser el peor para otros.

La subjetividad de los valores es uno de los ejemplos más claros, ya que difieren de cultura en
cultura y de religión en religión.

SUBJETIVISMO:

Subjetivismo es la creencia que la realidad no es un firme absoluto, sino un reino fluido, plástico
e indeterminado que puede ser alterado, en todo o en parte, por la consciencia del que percibe,
o sea: por sus sentimientos, deseos o caprichos. Es la doctrina que sostiene que el hombre –
una entidad de una naturaleza específica, lidiando con un universo de una naturaleza específica
– puede, de alguna manera, vivir, actuar y lograr sus objetivos fuera de y / o en contradicción a
los hechos de la realidad – o sea, fuera de y / o en contradicción a su propia naturaleza y a la
naturaleza del universo.

(Esta es la versión de subjetivismo “mixta”, moderada o “del camino de en medio”. El subjetivismo


puro o “extremo” no reconoce el concepto de identidad – es decir, el hecho de que el hombre o
el universo o nada posea una naturaleza específica.)

Lo subjetivo significa lo arbitrario, lo irracional, lo ciegamente emocional

En metafísica, ” subjetivismo” es la noción de que la realidad (el “objeto”) depende de la


consciencia humana (el “sujeto”). En epistemología, como resultado, los subjetivistas sostienen
que un hombre no necesita preocuparse con los hechos de la realidad; en vez de eso, para llegar
al conocimiento o a la verdad, basta con que él vuelque su atención hacia dentro de sí mismo,
consultando los contenidos relevantes de su consciencia, aquellos con el poder de hacer que la
realidad se adapte a sus dictados. Según la forma más popular de subjetivismo, los elementos
que poseen este poder son los sentimientos, las emociones.

En esencia, el subjetivismo es la doctrina de que los sentimientos son los que crean los hechos,
y por lo tanto la principal herramienta de los hombres para el conocimiento. Si los hombres lo
sienten, declara el subjetivista, eso lo hace realidad.

La alternativa al subjetivismo es la defensa de la objetividad – una actitud que se basa en la idea


de que la realidad existe independiente de la consciencia humana; que el papel del sujeto no es
crear el objeto, sino percibirlo; y que el conocimiento de la realidad puede ser adquirido
solamente dirigiendo cada uno la atención hacia afuera, hacia los hechos.

El subjetivista niega que exista tal cosa como “la verdad” sobre una cuestión determinada, la
verdad que corresponde a los hechos. En su opinión, la verdad varía de consciencia a
consciencia al variar los procesos o los contenidos de dada consciencia; la misma afirmación
puede ser cierta para una consciencia (o un tipo de consciencia) y falsa para otra. La señal
prácticamente infalible del subjetivista es el negarse a decir, sobre una declaración que acepta:
“Es verdad”; en vez de eso, él dice: “Es verdad – para mí (o para nosotros)”. No existe la verdad,
sólo la verdad relativa de un individuo o un grupo – la verdad para mí, para ti, para él, para ella,
para nosotros, para vosotros, para ellos.

RELATIVISMO:
El concepto de relativismo se emplea en la filosofía para nombrar a cierta manera de entender
la realidad y el conocimiento. De acuerdo al relativismo, lo real no tiene una base
permanente, sino que se basa en los vínculos que existen entre los fenómenos. Respecto
al conocimiento, el relativismo sostiene que no alcanza lo absoluto: su objeto son las relaciones.

En otras palabras, el relativismo cree que el conocimiento carece de una validez absoluta o
universal; por el contrario, sólo es válido según el contexto. La construcción de la realidad, de
este modo, depende de la subjetividad que, a su vez, surge de las circunstancias. Se puede
entender el relativismo por oposición al objetivismo. Para éste, la verdad tiene independencia de
los sujetos que se encargan de pensarla. Esto quiere decir que, de acuerdo al objetivismo, hay
hechos que tienen una existencia objetiva.

Para el relativismo, en cambio, la verdad siempre está relacionada al sujeto que la piensa. No
existen verdades o conocimientos objetivos ni que sean universales. A partir de esta idea, el
relativismo aparece en diferentes ámbitos de la ciencia y del pensamiento. Es importante
conocer que dentro del relativismo existen diversos tipos o clasificaciones, que se basan en los
pilares del mismo pero que lo encaminan o dirigen hacia un punto de vista más concreto. Así,
nos topamos con estos:

 Relativismo individual. Este se sustenta en el principio fundamental de que la verdad es


relativa y que depende de cada individuo. Precisamente por eso, establece que existen
tantas verdades como individuos.
 Relativismo específico. En este caso, lo que viene a establecerse es que la verdad es
relativa porque depende de cada especie. Y cada una de estas tendrá una y vivirá en un
mundo diferente en base a sus circunstancias.
 Relativismo de grupo. Como es de imaginar, esta otra vertiente se encarga de determinar
que la verdad es relativa porque depende de cada grupo. A su vez cuenta con cuatro
tipos diferentes: relativismo de grupo por civilización, por clase social, por sexo y por
edad. Estos vienen a establecer que la citada verdad es relativa en base a que varía en
función de cada civilización, clase social, sexo o grupo de edad, respectivamente.
NIHILISMO:
Término que empezó a ser utilizado por los románticos alemanes para referirse a las doctrinas
que propugnan la ausencia de convicciones verdaderas y, especialmente, la ausencia de valores.
Pero este término adquiere su significado filosófico más importante en Nietzsche. Para este autor
el término nihilismo tiene dos significados distintos:1) Por una parte, en sentido negativo, designa
el largo proceso de decadencia de la cultura occidental que se inició con el socratismo y se
prolongó con el platonismo y, especialmente, con la religión judeo-cristiana. Esta decadencia es
fruto de una plena inversión de valores pues, desde Sócrates, se ha puesto la vida en función de
la razón en lugar de poner la razón en función de la vida. Este conceptualismo socrático-platónico
se acentuó con el cristianismo, cuyos valores de sometimiento, de resignación y de culpabilidad,
son el fruto del resentimiento contra todo lo vital. El fruto de todo ello ha sido la pérdida de sentido
del devenir, la formación de una moral de esclavos y de una metafísica de verdugos, que tiene
en los sacerdotes a sus oficiantes. En este sentido, el nihilismo es el cumplimiento de la esencia
de la metafísica occidental decadente, y coincide con el movimiento histórico propio de la cultura
occidental.
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