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Sincelejo, octubre de 2019.

Señores:

SECRETARÍA DE TRÁNSITO Y TRANSPORTE DE SINCELEJO

Ref: Derecho de petición de información; solicitud de acuerdo de pago.

FERNANDO ISAÍAS MANJARRES SILVA, identificado con cc. No. 1102232429 de


San Benito Abad, Sucre y domiciliado en la ciudad de Corozal, Sucre, en ejercicio
del Derecho de petición consagrado en el artículo 23 de la Constitución Política de
Colombia, la Ley 1755 de 2015 y las disposiciones pertinentes del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, solicito lo
siguiente:

PETICIÓN

1. Pretendo se efectúe un acuerdo de pago, con el fin de poder pagar la multa


impuesta y que no se afecte mi mínimo vital ni el de mi familia que tengo a
cargo.

Lo anterior por cuánto devengo un poco más de un salario mínimo y tengo que
mantener a mi familia, ya que tengo a mi cuidado y protección a mi madre e hijo
amparando todas sus necesidades, de igual manera, tengo que pagar arriendo,
servicios públicos, alimentación y otros gastos para mantener a mi núcleo familiar,
además, solvento mis estudios.

HECHOS

1. El día 29 de enero del 2016 me fue impuesto el comparendo N° COR0049593


(FotoMulta) mediante resolución CORMP2016028221.
2. El día 22 de abril del 2016 fue librado mandamiento de pago en mi contra,
con base en la resolución CORF2016010680, expedida por el comparendo
N° COR0049593; iniciándose el proceso de cobro coactivo, con el decreto de
medidas cautelares.
3. El día 14 de marzo del 2019 me fueron impuestos dos comparendos con el
N° 70001000000021220828 y N° 70001000000021220827 respectivamente.

FUNDAMENTOS DE DERECHO Y JURISPRUDENCIALES

- La suscrita petición encuentra sustento en el artículo 23 constitucional:


“Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las
autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta
resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones
privadas para garantizar los derechos fundamentales”.

- Se encuentra sustento por otro lado en la Sentencia T-891/13:

“La Corte ha entendido que en principio los descuentos sobre el salario del
trabajador no son contrarios a los derechos fundamentales, siempre y
cuando se respeten unos límites. Esos límites consagrados en las leyes
colombianas, son normas de orden público “que el empleador debe observar
obligatoriamente y de las cuales los terceros interesados no pueden derivar
ningún derecho más allá de lo que ellas permiten, de modo que si por
cualquier circunstancia el límite legal impide hacer los descuentos
autorizados por el trabajador para cumplir sus compromisos patrimoniales,
los acreedores estarán en posibilidad de acudir a las autoridades judiciales
competentes y hacer valer sus derechos de acuerdo con las normas
sustanciales y de procedimiento vigentes. Porque ni siquiera con autorización
expresa del trabajador, el empleador podrá practicar, ni los terceros exigir,
descuentos directos al salario más allá de lo permitido por la ley” Dicho en
otros términos, los descuentos sobre el salario de los trabajadores son
permitidos siempre que se respeten los máximos legales.”

“Aunque el mínimo vital se componga inevitablemente de aspectos económicos, no


puede ser entendido bajo una noción netamente monetaria. No se protege solo con
un ingreso económico mensual. Este, debe tener la virtualidad de producir efectos
reales en las condiciones de la persona, de tal manera que no solo le garantice vivir
dignamente sino también desarrollarse como individuo en una sociedad. Esta tesis
ha sido resaltada por esta Corte en diferentes oportunidades, cuando ha sostenido
que el derecho al mínimo vital no es una garantía cuantitativa sino cualitativa. Eso
significa que aunque los ingresos de una persona funcionan como un criterio para
analizar la vulneración del derecho, su protección va mucho más allá. La Corte ha
establecido que a pesar de su estrecha relación, salario mínimo no es igual a
mínimo vital. En efecto, existen situaciones en las que proteger el salario mínimo de
una persona no necesariamente garantiza las condiciones básicas sin las cuales un
individuo no podría vivir dignamente.”
El derecho al mínimo vital ha sido reconocido desde 1992 en forma extendida y
reiterada por la jurisprudencia constitucional de la Corte como un derecho que se
deriva de los principios de Estado Social de derecho, dignidad humana y solidaridad,
en concordancia con los derechos fundamentales a la vida, a la integridad personal
y a la igualdad en la modalidad de decisiones de protección especial a personas en
situación de necesidad manifiesta, dado el carácter de derechos directa e
inmediatamente aplicables de los citados derechos.

El objeto del derecho fundamental al mínimo vital abarca todas las medidas
positivas o negativas constitucionalmente ordenadas con el fin de evitar que la
persona se vea reducida en su valor intrínseco como ser humano debido a que no
cuenta con las condiciones materiales que le permitan llevar una existencia digna.

Este derecho fundamental busca garantizar que la persona, centro del


ordenamiento jurídico, no se convierta en instrumento de otros fines, objetivos,
propósitos, bienes o intereses, por importantes o valiosos que ellos sean. Tal
derecho protege a la persona, en consecuencia, contra toda forma de degradación
que comprometa no sólo su subsistencia física sino por sobre todo su valor
intrínseco. Es por ello que la jurisprudencia bajo el derecho fundamental al mínimo
vital ha ordenado al Estado, entre otras, reconocer prestaciones positivas a favor de
personas inimputables, detenidas, indigentes, enfermos no cubiertos por el sistema
de salud, mujeres embarazadas. Pero los jueces de tutela también han reprochado
las acciones u omisiones, con fundamento en el derecho fundamental al mínimo
vital, bien sea de particulares que presten algún servicio público como los servicios
de salud y educación, o de particulares que atentan contra la subsistencia digna de
una persona, con el fin de asegurar el mencionado derecho, como ha sucedido en
materia del no pago prolongado de salarios o pensiones por empresarios
particulares, y ocasionalmente los particulares, cuando se reúnen las condiciones
de urgencia están obligados a suministrar a la persona que se encuentra en una
situación en la cual ella misma no se puede desempeñar autónomamente y que
compromete las condiciones materiales de su existencia, las prestaciones
necesarias e indispensables para sobrevivir dignamente y evitar su degradación o
aniquilamiento como ser humano.

Por su parte, respecto de la dimensión negativa, el derecho fundamental al mínimo


vital se constituye en un límite que no puede ser traspasado por el Estado, en
materia de disposición de los recursos materiales que la persona necesita para
llevar una existencia digna. Es por ello que institucionales como la inembargabilidad
de parte del salario, la prohibición de la confiscación, la indisponibilidad de los
derechos laborales o el amparo de pobreza, entre otros, constituyen ejemplos
concretos del mencionado límite inferior que excluye ciertos recursos materiales de
la competencia dispositiva del Estado o de otros particulares. Lo anterior conduce a
la estrecha relación existente entre Estado Social de derecho, mínimo vital y
régimen tributario.

ANEXOS

Para los efectos pertinentes, solicito se tengan como anexo los siguientes soportes
y documentos:

- Fotocopia de cédula de la ciudadanía.


- Fotocopia de la constancia de mi salario a efectos de corroborar mi estado
económico.

NOTIFICACIONES

Carrera 19 F # 40 – 36, Barrio El Ceibón, número de celular: 3017877082.

Correo: consultoriojuridico@unisucre.edu.co

Manjarresilva.94@gmail.com

Atentamente,

___________________________________

FERNANDO ISAÍAS MANJARRES SILVA.

CC. 1102232429 de San Benito Abad, Sucre

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