1. Título. Placer, dinero y pecado. Historia de la prostitución en
Colombia. Cap.: La prostitución en la narrativa del siglo xx. 2. Autor: Betty Osorio 3. Edición Edición y compilación a cargo de Aída Martínez y Pablo Rodríguez. 4. Fecha 2002 5. Palabras Claves, Prostitución, patriarcado, sexualidad, femenina, literatura 6. Descripción. Indagación en algunas novelas colombianas centrándose en el imaginario sobre la prostitución, estas han sido ampliamente difundidas y muestran grandes rasgos de la cultura colombiana. 7. Fuentes. Martha Nussbaum, Georges Bataille, Galia Pelore, Lucía Guerra, Nietzsche, José María Vargas Vila, Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis, Laura Restrepo, Paul Bourget, Pierre Loti, Gabriele D’ Annunzio, Oscar Wilde, Federico de Onís, Fabio Rodríguez Amaya. 8. Contenidos. Es innegable que la sexualidad relaciona al ser humano con los otros animales del planeta que usan la reproducción sexuada para sobrevivir como especie, pero, por otro lado, la religión, la filosofía, el arte y la literatura han hecho un esfuerzo constante para rodear la función procreativa humana de una atmosfera especial. El cristianismo ha incluido la sexualidad como un aspecto negativo ligado al sentido de culpa y ha construido mitos como el de Eva y de las brujas, que asocian a aspectos dañinos para la sociedad. El mito de Eva y Venus dialogan a lo largo de una historia de más de 2.000 años de consecuencias tan devastadoras como la quema de brujas que se extendió por casi todos los países europeos. La imagen de la prostituta está fuertemente ligada a las estructuras que administran el poder y a la construcción del tejido simbólico que legitima o censura la economía de lo sexual. Según Bataille, la prostitución tiene como fundamento, el deseo masculino por el cuerpo de la mujer y la apropiación de este cuerpo para disfrutarlo individualmente. Entonces, la entrega del cuerpo femenino en el matrimonio claramente puede interpretarse como la transacción económica de una bien de la que está ausente el término deseo, claramente presente en la prostitución. Los cinturones de castidad de los cruzados, por ejemplo, tienen su origen en prácticas de los romanos para controlar la sexualidad de las mujeres. La práctica de remover el clítoris era popular en la Inglaterra victoriana como una forma de castigar la masturbación o de curar la locura. Hoy esta práctica todavía persiste en algunas sociedades musulmanas que consideran la sexualidad femenina como deshora. Algunas novelas colombianas problematizan la figura de la prostitución y la construyen en relación con contextos culturales. María Magdalena: la cortesana como ideal artístico. Vargas Vila coloca el erotismo dentro de un marco estético. Su aproximación al personaje de María Magdalena se hace precisamente desde el placer que produce el cuerpo de esta mujer. Ella un objeto bello para ser deseado por un sujeto masculino. El núcleo simbólico que le da vida a la novela es la imagen de una mujer hindú sentada es una playa, aparentemente recibiendo enseñanzas de un hombre. Magdalena tiene la capacidad de despertar el deseo de los hombres que tiene a su alrededor. Así el autor insiste en poner el arte al servicio de la estética y dotarlo de una fuerza transgresora que tenga la capacidad de liberar, en los personajes de la novela y en el lector, su voluntad para el disfrute del cuerpo. Palabra como sensualidad, concupiscencia e impudor aparecen en varias ocasiones para referirse al cuerpo de la Magdalena, a pesar de ser una virgen inocente, su cuerpo la traiciona, y es causa para que su padre la expulse de casa. La esencia de la mujer es presentada a través de una negación, ella existe para despertar el deseo del otro. Magdalena se atreve a construir su propio deseo y a elegir. Esto le da un nuevo sentido a su actividad de cortesana y se convierte en una imagen todavía más transgresora. Lynne Pearce, ha señalado que cuando se invierten los papeles y la mujer se convierte en sujeto que desea y toma bajo control esa emoción, se problematiza toda la estructura del patriarcado. En María Magdalena ocurre esta transgresión. María Magdalena no es remida por Cristo; por el contrario, ella ocasiona su caída convirtiéndolo así en el cuerpo femenino en un amenaza ontológica para una posible redención. La prostituta como iniciadora sexual. Gabriel García Márquez, en su novela cien años de soledad se muestra claramente el compromiso del autor con la cultura popular y su preocupación por temas relacionados con la ética. Úrsula Iguarán es una matriarca que controla con mano férrea y amorosa la vida íntima de la familia, es la juez que da la aportación o el rechazo de muchas relaciones. A diferencia de Úrsula, que es una mujer que debe ser tomada en matrimonio, Pilar huye con su familia para ocultar el estigma de una violación, la historia de Pilar Ternera revela así concepciones sobre el hombre y la mujer profundamente arraigadas en la cultura popular de la costa atlántica colombiana. La expresión hombre ajeno pertenece el ámbito de la economía con que se maneja la institución del matrimonio. En la novela queda bien claro que con este contrato se establece posesión sobre el cuerpo de la mujer. Una de las expresiones de la fuerza de este contrato se ve claramente en el cinturón de la castidad de Úrsula lleva con la ilusión de ponerle una barrera a José Arcadio para así impedir la reproducción o, más concretamente, la gestación de un bebe monstruoso. Cuando el hijo primogénito de la pareja, José Arcadio, llega a la adolescencia, la preocupación de su madre acerca de las actividades eróticas y sexuales. Úrsula no es mojigata que le saque el cuerpo a estos temas; al contrario, los enfrenta con decisión y limpieza. Para llenas ese vacío de la vida familiar aparece Pilar Ternera. Ella pase der ser una servidora doméstica a una servidora sexual de los machos Buendía. Pilar Ternera se convierte así, por iniciativa de la matriarca, en la iniciadora sexual, en una especie de niñera en el aspecto erótico. Pilar es una conocedora del tema de la sexualidad y por eso puede evaluar dicho capacidad en los varones de la familia Buendía. Pilar se convierte así en un instrumento al servicio de Úrsula, que la utiliza para desviar y mantener bajo control la inclinación de la familia. Este tipo de la relación por fuera del ámbito familiar libera a los hombres del sentido de la culpa que puede producirse ante la posibilidad de un deseo incestuosa; por eso, a menudo al placer que ellos experimentan con las prostitutas es enorme. El incesto se produce precisamente cuando las mujeres de afuera no logran desviar la potencia sexual de los hombres Buendía, que se vuelca inexorablemente sobre las hembras de su familia. En el mundo de la novela no se hacen consideraciones de tipo moral: Pilar siempre tiene abiertas las puertas de la casa de los Buendía. El esquema de esta familia muestra que las restricciones y las libertades de una mujer están dadas por el marco familiar. Un cuento para espantar niñas: El cuento la increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada está inmerso dentro de la cultura popular de la feria y del mercado con sus contrabandistas. La columna vertebral de la acción es la explotación injusta y abusiva que la abuela de Eréndira hace del cuerpo de su nieta. Eréndira apenas ha cumplido 14 años y pasa de ser una esclava doméstica, a convertirse en una joven prostituta para pagar un accidente que hizo cenizas el patrimonio familiar. Este caso recuerda el del Pilar Ternera. Su condición de esclava doméstica al servicio incondicional de la abuela es muy clara al comienzo del relato. El tema del carnaval se une al de la explotación sexual. Las niñas se convierte en el centro de la feria y su cuerpo, a medida que transcurren los meses, va perdiendo valor. Ni Eréndira ni a Pilar les es permitido situarse completamente en el mundo como sujetos; a pesar de ello, amos personajes se niegan a considerar la reproducción biológica como premisa para la construcción de un sujeto femenino. Ellas abren una posibilidad, aunque frágil, para inscribir el cuerpo de la mujer en una brecha del imaginario patriarcal. Ilona o la subversión de la economía erótica. El título de la novela, Ilona llega con la lluvia, hace alusión a las fuerzas de renovación que este fenómeno de la naturaleza trae especialmente en el trópico. Ilona es una mujer legendaria que vive de una manera mucho más radical el ideal de vida del Gaviero: ella tiene horizontes muy amplios, no se ha dejado tentar por el bienestar y no pertenece a un lugar preciso. La mezcla lingüística y cultural permite que el personaje no quede comprometido con ningún contexto cultural defino. Ilona no tiene parientes, se rehúsa a pertenecer a un hombre en particular. Es ella quien determina cómo y cuándo dar comienzo a una relación sentimental y cuándo darla por terminada. Ella evita cualquier compromiso de tipo erótico que esté comprometido por una negociación de poder. El burdel que ella y Maqroll montan en Panamá es una burla de la institución del patriarcado, Ilona, con sus reglas, ha transformado la institución del burdel, que pasa a ser un espacio convencional y poco trascendente. La historia vista desde el burdel. La obra, La novia oscura, logra mostrar en todos sus personajes un transformado de dignidad que los redime y los hace profundamente humanos. Está muy lejos del tema de la mujer fatal de la novela decimonónica cuyo cuerpo trae el mal y la destrucción espiritual y material. Las mujeres de La Catunga, incluso las más degradadas, como La Fideo, han logrado vivir algunos momentos felices de amor y les han dado a algunos se sus compañeros un poco de alegría. La novia oscura muestra cómo el proceso de modernización de país como Colombia está atravesado de contradicciones casi insuperables. Este nuevo mundo pretende enterrar su pasado, pero la novela realiza un ejercicio de arqueología que permite la recuperación de voces y de experiencias silenciadas y censuradas.
Los textos analizados pertenecen a autores muy
diferentes a la vez relacionados con contextos literarios bastante singulares. A pesar de las diferencias en las formas de narrar y en las estrategias para construir personajes, en las novelas comentadas hay un reclamo de justicia para que la prostitución no sea criminalizada sino vista desde múltiples facetas y en conexión con procesos históricos experimentados por la sociedad en general.
9. Metodología. Lectura compresiva y síntesis del capítulo para
generar Rae. 10. Conclusiones. La prostitución como problema cultural evidenciado desde la época de Jesús, como este siempre ha denigrado el rol de la mujer y como el matrimonio ha servido transformado a la mujer como valor mercantil al igual que la prostitución. También hay un cambio del concepto de Burdel donde el placer, goce no es solo para la figura masculina, sino también para las mujeres. 11. Autor del RAE.