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INTRO Y VIDEO
ELSA / NARRADORA.- ¿Cómo empiezan los cuentos? “Érase una vez que
se era…”, “Había una vez…”. Hoy, no os vamos a contar un cuento. Hoy,
vamos a contar una historia de verdad, que pasa todos los días, en
cualquier colegio. Sí, es verdad, habrá también personajes raros, extraños,
pero… en realidad, podéis reconocerlos si miráis a vuestro lado… Hoy,
vamos a contar la historia de Alicia a través del espejo, bueno, al menos,
así se llama ahora. Habrá magia, claro, sino sería un rollo, ¿no?; pero
también habrá mucho de cada uno y cada una de nosotros. Conoceremos
a una Alicia cuya identidad se pone en juego, y a la que acompañarán en
su recorrido diferentes personajes… ¿Empezamos? Pues, ¡dentro video!
VIDEO: EN EL INSTITUTO
EL FABLISTANON
Mario pasa a un lugar mágico, a un jardín donde las flores son gigantes y
muy hermosas, en el escenario diferente montículos pequeños llenos de
vegetación.
Mario mirando al patio de butacas habla consigo mismo en voz alta.
MARIO.- ¡¡¡Uauuuu!! ¡He atravesado el espejo!. MIRA A TODOS LADOS
SORPRENDIDO Y EMPIEZA A MIRARSE TAMBIÉN DE ARRIBA ABAJO.
MARIO.- ¡Me encanta mi vestido! ¡Siempre quise tener uno como éste!
¿¿Estaré soñando??. DA VUELTAS, JUGANDO CON EL VESTIDO Y AL FINAL
CAE COMO UNA PEONZA.
MARIO: Bueno, tendré que seguir algún camino… Si logrará subir a esa
colina. (señalando al final del teatro)
alcanzaría a ver todo este bonito jardín (dando una vuelta en sí mismo y
observando todo lo que tiene alrededor),
por ahí veo un sendero (dirigiendo a un lado del escenario)
que sube derecho hacía arriba..., bueno no tan derecho. (Empieza a hacer
que anda y a dar vueltas sobre sí misma)
me imagino que después de tanta vuelta llegará arriba... Por aquí hay una
desviación (se dirige al otro lado del escenario) Por este lado, debe subirse
al monte... (otra vez el juego de girar y andar sobre sí mismo)
Pues no, no sube... ¡me baja de nuevo al mismo sitio. (Otra vez el juego de
andar y girar sobre sí mismo)
ALICIA.- ¿Me quiere o no me quiere? ¡Ay Margarita, ojalá que las flores
pudierais hablar!
MARGARITA: Pues claro que podemos... Siempre que haya alguien que
valga la pena... ¿Tú vales la pena?
ALICIA: No tenéis miedo de estar plantadas aquí solas, sin nadie que os
cuide?
AZUCENA: Para eso está ahí ese árbol. ¿De qué serviría sino?
ROSA: Nos cuida con tanto mimo, que hasta llora por nosotras. Por eso se
llama “llorón”. ¿Es posible que no supieras eso?.
ALICIA: El suelo suena maravillosamente bien pero está muy duro, pero no
veo qué tiene eso que ver.
LILA.- Por cierto, ¿cómo es que la tuya no tiene puntas? ¡Creía que todas
tenían!
Se oyen unos pasos y vemos llegar a una reina roja con su corona de nueve
puntas.
Alicia no le hace caso y va directa a la Reina Roja, pero cuanto más avanza
mas se aleja la Reina Roja, se para de golpe, piensa y deshace el camino
hecho y empieza al revés y así la Reina Roja se va acercando a ella. Entra
con las cartas.
ESCENA 4. LA REINA ROJA
REINA ROJA: ¿De dónde sales tú? ¿Y adónde te diriges, si puede saberse?
Primero, levanta la vista;
segundo, habla con propiedad y...
tercero haz el favor de dejar los dedos tranquilos.
REINA ROJA: No sé que quieres decir con eso de tu camino. Cuando está
claro que todos los caminos que hay por aquí son míos... lo que yo quiero
saber es que te ha traído por aquí. Te aconsejo que hagas una reverencia
mientras piensas en la respuesta que me vas a dar y así ganas tiempo.
ALICIA: (con la boca abierta) Sólo quería ver como era este jardín,
Majestad...
REINA ROJA: ¿Cómo?
REINA ROJA: ¿Monte, le llamas tú a eso? ¡Para montes los que te podría
enseñar yo, tan grandes, que a su lado éste te parecería un valle!
REINA ROJA: ¿Disparate has dicho? ¡Para disparates los que oigo yo todos
los días!
ALICIA: ¡Se diría que está trazado como un enorme tablero de ajedrez!
¿Sólo faltan las piezas! Y sin embargo… ¡Por allí veo unos hombres que se
mueven! ¡Es cierto, están jugando una gigantesca partida de ajedrez y el
mundo entero es el tablero! Bueno, suponiendo que esto sea el mundo…
¡Que bien me lo voy a pasar! ¡Cómo me gustaría jugar a mi también! ¡No
me importaría ser peón, con tal de que me dejarán…! Aunque, puestos a
escoger preferiría ser Reina.
Alicia cada vez estaba más agitada. Hasta que las dos empezaron a correr
cogidas de la mano.
REINA ROJA: ¿Llegando? ¡Ya lo creo! ¡Cómo que lo pasamos hace diez
minutos1 ¡No te detengas! ¡Más deprisa! (una larga pausa) ¡Un
esfuerzo! ¡Un último esfuerzo! ¡Deprisa, mas deprisa! (al pararse, después
de una pausa larga) Puedes descansar un rato.
ALICIA: ¡Pero si estamos donde estábamos antes! ¡No nos hemos movido
de este árbol! En mi país (jadeando) cuando se corre durante algún
tiempo en una determinada dirección se suele llegar a alguna parte.
REINA ROJA: Tu país debe ser algo lento. Aquí tienes que correr a toda
velocidad para poder permanecer en el mismo lugar, y si quieres
desplazarte a otro, ¡entonces debes correr el doble de deprisa!.
REINA ROJA: Voy a tomar medidas del lugar. (sacando una cinta métrica
de su bolsillo) Cuando haya avanzado dos metros, te daré las
instrucciones que has de seguir. Cuando llegue a los tres metros, te
repetiré las instrucciones... no sea que se te olviden. Al llegar a los cuatro
me despediré de ti, y a los cinco... ¡habré desaparecido por completo!
Un peón puede avanzar dos casillas en la primera jugada, ya sabes, de
modo que tu debes desplazarte hasta la cuarta casilla, pasando, muy
deprisa por la tercera (mas vales que cojas el tren). Cuando llegues a la
cuarta verás que pertenece a los hermanos Tararí Tarará; en la quinta no
hay más que agua, la sexta es del Señor Huevo… la séptima casilla es un
bosque, pero encontrarás un caballero que te señalará el camino… y al
llegar a la octava… ¡te coronarán Reina y lo celebraremos juntas y todo
será diversión y alegría!
ESCENA III
(El mundo de los insectos)
(Señala al fondo del teatro donde hay un panel de abejas haciendo miel.
Permanece durante un tiempo en silencio observando el panel)
Alicia va directa al fondo del escenario pero cuando empieza a andar entra
un gusano con un banco de tren y la sienta de golpe.
MARIQUITA: Eso es lo que llaman el va- i-vén del tren. (voz en off)
MARIQUITA: ¡Vete a saber! Solo puedo decirte que ahí abajo, en ese
bosque, las cosas no tienen nombre y se arreglan muy bien sin él…
Supongo que a ti no te gustaría quedarte sin nombre.
(Se gira y ve en el fondo una indicación; dos postes con la misma dirección,
pero con información diferente: A la casa de Tarará y la otras a la casa
deTararí. Después de quedarse en silencio unos minutos)
Empiezo a pensar que estos dos señores viven en la misma casa. ¡Cómo no
se me habrá ocurrido antes. ¡Que tonta soy! Les haré una visita rápida.
ESCENA IV
(La morada de los gemelos Tararí y Tarará)
TARARÍ: Una de dos, o crees que somos figuras de cera y en este caso
deberías pagar por mirarnos, porque es bien sabido que nadie va a un
museo de cera gratis...
ALICIA: Les pido mil disculpas. Alicia recita o canta una canción:
Tarará de Tararí
era su hermano gemelo,
mas Tarará a Tararí
le retó a batirse en duelo.
TARARÁ: O si fuera así, entonces lo hubiera sido... pero como resulta que
no es así, pues no lo es... ¡y sanseacabó!.
ALICIA: Sólo pensaba en cual seria la mejor manera de salir de este
bosque, porque está oscureciendo. ¿Podrían ustedes indicarme el
camino?
(Señalando a uno de ellos después de estar observándolos un tiempo)
Alumno número uno. (Señalando al otro) Alumno número dos.
ALICIA: ¿Podrían ustedes indicarme el camino para salir del bosque? (Se
oye como un ronquido o un rugido) ¿Hay por casualidad, leones o tigres
por estos contornos?
TARARÍ: Sólo es el Rey Rojo, que está roncando. ¡Ven a echarle un vistazo!
(Se la llevan a un lado) ¿No es conmovedor verle así? Ronca como un
santo varón.
TARARÍ: ¡No serás real por más que llores!. Y no hay alguna razón para
llorar.
TARARÁ: Pero ¿es que acaso piensas que esas lágrimas tuyas con reales?
ALICIA: Se me está haciendo tarde y debería salir del bosque antes de que
oscurezca... Pero si es un cascabel. (lo examina) ¡Es un cascabel... pero sin
serpiente! En realidad, no es más que un sonajero, viejo y roto.
TARARÍ: ¡Lo sabía! ¡Naturalmente que está roto! ¿Cómo iba a estar sino?
(Se van mientras Alicia se queda allí sola, pero de golpe de un lado del
escenario le llega volando un mantón blanco)
ESCENA V
(La Reina Blanca)
(Aparece la Reina Blanca con los brazos abierto como si quisiera volar.
Alicia le acerca el mantón)
REINA BLANCA: ¡No sé que le pasa hoy a este mantón! Debe de estar de
mal humor... ¡Lo he sujetado con un alfiler aquí y otro allí, pero no hay
forma de que se esté quieto!
REINA BLANCA: Bueno, es lo que ocurre cuando se vive al revés. Hay que
reconocer que al principio, se marea una un poco...
REINA BLANCA: De poco sirve una memoria que sólo funciona marcha
atrás.
(Se le vuela el mantón, Alicia y ella van detrás de él, vemos en el escenario
como Alicia le pone de nuevo el mantón a la Reina pero no vemos a la
Reina)
ESCENA VI
(¿Cumpleaños o cumpledías?)
HUEVO: Hay personas que tienen menos seso que un mosquito. Vamos a
ver ¿Cómo te llamas?
HUEVO: ¡Pues claro que sí! ¡Mírame a mi! ¡Mi nombre se refiere a mi
figura... que no está nada mal por cierto! Pero tú con ese nombre,
¡podrías ser cualquier cosa!
HUEVO: Hombre, estoy solo... ¡porque no hay nadie conmigo! ¿Te creías
que no iba a saber contestarte a eso? ¿Qué edad dijiste que tenías?
HUEVO: Vamos niña, ¿no ves que es una corbata? ¡Y una corbata muy
bonita, como tu bien has dicho! Se trata de un regalo de los Reyes
Blancos.
HUEVO: ¿Pues claro que sí! Ellos me la dieron... en persona... con motivo
de una fiesta de cumpledías.
HUEVO: ¡No sabes los que estás diciendo! Vamos a ver, ¿Cuántos días hay
en el año?
ALICIA: Uno.
HUEVO: ¡De eso me quejo! Tu cara es idéntica a la de los demás: dos ojos
por aquí, una nariz por allá... y debajo la boquilla. ¡Siempre lo mismo! En
cambio, si tuvieras los dos ojos en el mismo lado de la cara, o la boca
arriba, en lugar de abajo, ya sería otra cosa...
Te queda poco camino que recorrer no tienes mas que bajar por esa colina
y cruzar el arroyo. Así te convertirás en reina.
ESCENA VII
(La Reina Alicia)
ALICIA: ¡Que cosa mas maravillosa! ¡Nunca pensé que llegaría a ser Reina
tan pronto! ¡Toma, biennnnn! (regañándose ella misma) ¡Y ahora,
Majestad, le voy a leer a usted la cartilla! ¿Qué es eso de andar rodando
por la hierba? ¡Las Reinas han de guardar una cierta compostura! (da
unas vueltas alrededor como una reina) Y si de verdad soy Reina ya me
acostumbraré a llevarla con el tiempo.
(Entran las dos reinas, la Reina Blanca y la Reina Roja)
ALICIA: Pero si todo el mundo siguiera esa regla y esperara a que alguien
hablara antes de abrir la boca, todo el mundo estaría esperando a que
alguien hablara primero y así nadie diría nunca nada...
ALICIA: Pero si todo el mundo siguiera esa regla y esperara a que alguien
hablara antes de abrir la boca, todo el mundo estaría esperando a que
alguien hablara primero y así nadie diría nunca nada...
REINA ROJA: ¡Qué estupidez! ¡Niña! ¿Es que no te das cuenta de que los
mayores podemos...? (parándose de golpe y cambiando de tema)
¿Qué es lo que querías decir con eso de que si de verdad soy Reina?
¿Conque derecho te atribuyes ese titulo? ¿Cómo puedes ser Reina si ni
siquiera has pasado el correspondiente examen? ¡Así, que cuanto antes
empieces, mejor!
REINA BLANCA: Pero está claro que dijo mucho más que eso. ¡Mucho más
que eso!
REINA ROJA: ¡De eso me quejo! ¡De que no dices lo que quieres! ¿De qué
sirve hablar sin sentido? ¡Todo tiene que tener un sentido! ¡Hasta los
chistes tienen sentido! ¡Y si los chistes tienen sentido...
REINA BLANCA: Perdona, ¿puedes repetir....?
REINA BLANCA: Está de un genio, que lo único que quiere es negar algo...
¡aunque no sabe en realidad qué!
(silencio largo)
ALICIA: Es la primera noticia que tengo de que voy a dar una fiesta; pero
ya que se va a dar, creo que soy yo la que debo escoger a los invitados.
REINA BLANCA: ¿Sabes sumar? Vamos a ver, ¿cuántas son una y una y una
y una y una y una y una y una?
REINA ROJA: ¡Ya ves lo cansada que está, la pobre! Anda alísale el pelo... y
arrúllala con una nana.
Y cuando se termine
la fiesta, iremos
al baile todos juntos
y bailaremos.
Allí estarán
las dos Reinas, Alicia
y los demás.
ALICIA: Bueno, y ahora ¿qué hago yo? ¡Supongo que es la primera vez que
una persona acuna sobre su regazo a dos Reinas a la vez! ¡En toda la
historia no se habrá dado un caso semejante! Bien pensado, es imposible
que ocurriera, porque nunca hubo más de una reina en el trono... (pausa
larga)
¡Vamos despertaos de una vez, pesadas!
REINA ROJA: ¡Lo menos que puedes hacer es dar las gracias por el
banquete!
ESCENA VIII
(¿Todo fue un sueño?)
FIN