Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Osteo Art Ritis
Osteo Art Ritis
ALIMENTOS RECOMENDADOS
Gota. De todas las clases de artritis, la gota es la que está más directamente
vinculada a la dieta. El cuerpo normalmente descompone unas sustancias llamadas
purinas presentes en muchos alimentos, formando ácido úrico. Los individuos con gota
tienen dificultad en eliminar este ácido úrico o lo producen en cantidades demasiado
altas, ocasionando la formación de cristales de ácido úrico en las articulaciones y los
tejidos. Estos depósitos causan inflamación y dolor intenso. El tener gota aumenta el
riesgo de desarrollar padecimientos cardiacos y diabetes, de tal forma que seguir una
dieta baja en grasas saturadas es clave para el manejo de la gota.
Qué comer: cerezas. Los estudios muestran que comer cerezas agrias podría servir
para disminuir la frecuencia de los ataques de gota. Los investigadores sospechan que
unas sustancias llamadas antocianinas de las cerezas poseen efectos
antiinflamatorios. Las antocianinas se encuentran en otras futas rojas y moradas,
como fresas, frambuesas, zarzamoras y arándanos. Sin embargo, las cerezas agrias
contienen los niveles más elevados. Las verduras, legumbres, nueces y frutas (con
menores cantidades de azúcar como las toronjas, melones, piñas y nectarinas) y los
cereales integrales son opciones saludables que pueden ayudar a manejar los efectos
de la gota. El consumo de café y leche (especialmente la descremada) se asocian a
un menor riesgo de gota.
Qué evitar: alimentos con niveles elevados de purinas, incluyendo órganos de carnes
(como res, cerdo y cordero), la mayoría de los pescados y mariscos además de caldos
y salsas a base de carne. Los refrescos endulzados con azúcar y los productos con
fructosa incrementan los niveles de ácido úrico. Hay una conexión importante entre la
ingesta de alcohol, en particular la cerveza, y un mayor riesgo de ataques de gota.
El papel de la actividad física
Una de las mejores cosas que puede hacer para su OA es sencillamente moverse. Pudiera
parecer contradictorio, especialmente cuando le duele el cuerpo, pero moverse es
verdaderamente la mejor medicina para el dolor. A diferencia de otras enfermedades, el
ejercicio se considera parte del tratamiento para la OA, quizá la parte más efectiva del
tratamiento, y no solo una forma de lidiar con la enfermedad. El Colegio Americano de
Reumatología recomienda el ejercicio, particularmente el ejercicio acuático, en sus
lineamientos para tratar la OA de rodilla y de cadera.
De hecho, las investigaciones muestran que el ejercicio puede realmente afectar el curso de la
OA. Tras revisar varios estudios de OA de rodilla se le halló asociado a una mayor cantidad de
cartílago en la rodilla y menos defectos del cartílago. Otro estudio descubrió un incremento de
actividad antiinflamatoria en la articulación de la rodilla en mujeres con OA de rodilla
inmediatamente después de ejecutar ejercicios intensos de fortalecimiento de los muslos.
Por supuesto, deberá hablar con su médico antes de iniciar un programa de ejercicios. Así se
le harán recomendaciones sobre qué es lo mejor para usted y le podrían diseñar un plan fácil
de seguir. Debe tratar de hacer tres tipos de actividad física con regularidad:
Estiramiento
Los estiramientos lentos y suaves pueden ayudarle a prevenir la rigidez de las articulaciones y
hacer que le sea más fácil comenzar a moverse por la mañana. Yoga y tai chi pueden ser
útiles para las personas con artritis. Este tipo de ejercicios puede mejorar la flexibilidad,
aumentar la fuerza muscular y ayudarle a relajarse. Hable con su doctor antes de iniciar un
programa de ejercicios.
Su médico o terapeuta físico u ocupacional puede enseñarle unos estiramientos para hacer en
casa. También, en ciertas comunidades, la Arthritis Foundation ofrece clases de tai chi para
personas con artritis. Además, contamos con el DVD Tai Chi for Arthritis (en inglés), que
puede adquirir en nuestro sitio www.arthritis.org o llamando al 800-283-7800.
Actividad aeróbica
Realizar actividades físicas de forma habitual es sumamente importante si se desea tener
éxito en controlar los síntomas y efectos negativos de la OA. El ejercicio aeróbico es una
actividad que acelera el ritmo cardiaco al fortalecer el corazón y los pulmones. Los ejercicios
acuáticos, caminar y montar en bicicleta estacionaria causan menos tensión sobre las
articulaciones que otros tipos de ejercicios y son buenos para su condición física general.
Ejercicios de fortalecimiento
Son importantes también los ejercicios que fortalecen y/o acrecientan la resistencia de los
músculos que rodean las articulaciones afectadas. Cuando los múscilos que rodean una
articulación se debilitan, la articulaciónpierde su capacidad de funcionar adecuadamente. Pida
que los integrantes de su equipo médico le ayuden a diseñar un programa que se adapte a
sus necesidades específicas.
).
Ejercicios de flexibilidad y equilibrio
Para ayudar a prevenir caídas, trate de hacer ejercicios suaves de elasticidad o flexibilidad
diariamente. Cuando realice ejercicios de fortalecimiento muscular, debe añadir algunos
estiramientos; siempre estire los músculos cuando se encuentren calientes para minimizar
lesiones. Finalmente, agregue ejercicios para mejorar el equilibrio, reduciendo así su riesgo a
caídas. El Tai chi o el yoga son buenas opciones, caminar hacia atrás o pararse en un pie
sirven para practicar el equilibrio.
Puntos clave para mantenerse activo
Mantenga una actitud positiva.
Incorpore el ejercicio como parte de su rutina diaria.
Fíjese metas realistas que concuerden con su nivel de condición física y estilo de vida.
Haga menos ejercicio los días que no esté tan motivado, pero no interrumpa el hábito del
ejercicio.
Actividades de fortaleza muscular que involucren a los principales grupos de músculos, dos
o tres veces por semana.
4. Nueces de Brasil
Las nueces de Brasil son una importante fuente de selenio: 272
microgramos en sólo tres o cuatro nueces, comparado con los 63
microgramos que hay en 85 gramos de atún.
Un bajo nivel de selenio en el cuerpo podría estar relacionado con la
artritis reumatoide. El mineral ayuda a los antioxidantes a limpiar los
radicales libres que dañan las células, promueve la regulación de la
glándula tiroides e, incluso, podría prevenir el cáncer.
Es recomendable consumir entre 55 y 200 microgramos al
día. Si te es difícil encontrar nueces de Brasil, o no te gustan, se
pueden sustituir por una ración de atún, ternera o pavo, o por 12
microgramos de harina de avena cocinada.
Ñ5. Cebollas y puerros
Los puerros y las cebollas contienen quercetina, un antioxidante
que puede inhibir sustancias inflamatorias, de una forma muy
parecida a como lo hacen la aspirina o el ibuprofeno, según algunos
estudios. Las manzanas, las coles y los tomates cherry también son
ricos en quercetina. Basta con tomar, una ración de alguno de estos
vegetales al día. las coles de Bruselas, en el repollo o col y especialmente en el brócoli
y retarda la destrucción del cartílago en las articulaciones asociadas a la OA.
6. Té verde
Los estudios muestran que ciertos componentes antioxidantes
que tiene el té verde pueden disminuir la severidad de la
artritis. Una de estas investigaciones, llevada a cabo por un equipo
de la Universidad de Michigan, descubrió que la epigalocatequina-3-
galato –un antioxidante presente en el té– disminuye la producción
de sustancias que causan daño articular en pacientes con artritis.
Es recomendable tomar tres o cuatro tazas de té verde al día,
evitando las versiones descafeinadas, que no contienen algunos de
los nutrientes beneficiosos de la infusión. No quita el dolor, pero lo
hace más llevadero.
TRES ALIMENTOS A EVITAR
1. El marisco y la carne roja (si tienes gota)
La gota aparece debido a la acumulación de ácido úrico en la
sangre, que forma cristales que dolorosamente se asientan en las
articulaciones.
La purina, es un compuesto abundante en mariscos, carnes,
alimentos ricos en grasa, la leche,y la cerveza, que se convierte
en ácido úrico. Estos alimentos deben estar completamente
prohibidos para cualquier enfermo de gota: almejas, ostras,
mejillones, anchoas, arenques, la caballa, y todo tipo de casquería.
No es recomendable ingerir más de 17 gramos carne magra, pollo o
pescado al día. El resto de aporte de proteínas se debe completar
con legumbres.
2. Aceite de girasol y soja
Estos aceites tienen altos niveles de ácigos grasos omega-6, que
provocan un aumento de la inflamación. También hay que tener
cuidado con todos los productos elaborados industrialmente
con este tipo de aceites. las grasas saturadas (derivadas de mantequilla, manteca
y carnes), grasas trans (presentes en algunas comidas rápidas, productos procesados y
alimentos chatarra)
3. Azúcar
Algunos estudios sugieren que el azúcar puede provocar un
aumento de la inflamación. Aunque ofrece un rápido aporte
energético, no dura en el tiempo, y puede ser un lastre para los
enfermos de artritis que ya sufren fatiga.