Está en la página 1de 4

Entonces Emilio abrió los ojos con calma, en un sueño cualquiera, siguiendo acostado en la cama,

movió el brazo con tranquilidad a buscar el celular y ver la hora; donde procedió a levantarse,
llegando hasta el baño de la casa donde al verse en el espejo.

-es el mismo sueño de siempre…ha regresado con un tono de disgusto.

Luego de su rutina de la mañana diaria, recordaba que habían mencionado sobre la llegada de una
nueva compañera para este lunes en nuestro salón de clases, en donde Sarah estaba realmente
ansiosa, porque podría ser una buena forma de generar más amistades. Recordaba sus palabras en
mi mente en el camino.

-el lunes llegara una compañera recién transferida, por favor compra 2 jugos en la mañana para
invitarla y así podremos conocerlaaaa…

Sus palabras siempre son con mayor entusiasmo tratando que me acuerde para el dia de hoy, luego
de tiempo la veía asi, ya q apenas y se habla con Esther, Dora y Diego. En mi mente comentaba.

-que jugo será necesario para la ocasión, pero por el momento debo comprarle algo caro para que
Sarah vea que podría ser una excelente pareja, je je je…

Entonces con una sonrisa sarcástica la espere afuera al frente de la puerta del salón esperando que
llegara y me saludara, viendo a los demás estudiantes que se encontraban en el piso inferior,
sonriendo sobre la tranquilidad que me encontraba en estos momentos luego de muchos
problemas, algunos de mis compañeros de salón me saludaban al entrar y esperar q comience la
clase.

La poca brisa trae un olor reconocible, girando mi cabeza hacia la derecha veo a Sarah llegar con
gestos de pensamientos profundos de temas que no me sorprendería adivinar.

-hola Sarah…q tal tu domingo, tu padre ya no volvió a regañarte…

Emilio se detiene al conversar esperando una respuesta. Entonces Sarah se detiene a un lado,
dejando caer suavemente su mochila hacia el piso y posicionándose como lo hacía Emilio.

-Q tal Emilio, lo siento amanecí con un dolor así que probablemente te harás cargo tú con Dora,
también creo que no valla al salón del club.

Emilio espero que terminara de hablar porque vio los gestos de su cara mal cuidado por su dolor,
pensó sobre lo que podría generar tal dolor a Sarah siendo ella tan sana.

-sabes lo que es? En todo caso no debiste esforzarte en venir a clases.

Ella giro a ver sus ojos de Emilio y con una sonrisa ganadora y gestos de cansancio.

-sí, pero no te preocupes por eso.


La clase comenzó muy tarde, hasta que llego el profesor, muy firme como siempre, saludo a la clase
y la presento ante todos.

-ella es Samantha Tabernero, es una estudiante transferida de la escuela del Oeste…

Mirando defrente esperando el poder hablar, se veía algo nerviosa pero atenta a las palabras del
profesor, parecía alguien muy normal sus ojos no se concentraban en observar a la clase, solo se
percataba de la puerta, ella dijo su nombre muy formal y no parecía alguien de muchos amigos
parecía enojada por cambiarse de escuela o algún motivo la pudo poner así, solo era curiosidad,
pero los pensamientos de Emilio dejaron de sentir interés hasta que el profesor la mando a su
asiento.

Ella se dirigió a sentarse ccomo ahora Emilio se encontraba en el medio en segunda fila ella paso
por su derecha dirgiendose a su nuevo asiento asignado y ella dirigio su vista a mi persona y se
detuvo con miedo y sorpresa ella dijo.

¿tu nombre es Emilio…? Frágiles palabras que resonaban fuerte.

Sentí el miedo circular por todo mi cuerpo y sentí la importancia de aquel sueño que despertó
temprano. La respiración de Emilio se agitaba, pero en su mente pasaban muchas cosas para que
el pudiera responderla.

Como sabe mi nombre, ¿Quién es esta niña? … no otra vez –

-Samantha siéntate!

Esas palabras del profesor ordenaron mis pensamientos y respondi para ocultar el miedo que sentí
al escuchar aquella pregunta.

-Si, pasa algo…

Una sonrisa brillante y notoria, no ocultaba sus misteriosas intenciones, volvió a dirigir su paso a
dirección de su asiento con algunos murmuros que Emilio pudo oir.

-Te encontré.
Capitulo X: Huida

La situación me tenia intrigado no podía teorizar todos los posibles resultados, pero probablemente
era la única salida…

Emilio sabia que debía involucrarse con ella para poder acabar con este conflicto, era la única que
podía convencer de ayudar en esto, por eso tuvo que despertarse temprano para llamarla.

Aló, Sarah… cuanto tiempo soy Emilio quisiera poder hablar contigo esta tarde, podrias
encontrarnos…

El sonido que transmite los celulares en estos días presenta tanta calidad y escuchar todos sus
sentimientos atraves de las palabras suele ser reconocible durante esto ocurria, Emilio quería
escuchar su voz después de tanto tiempo de estar sin una conversación era una voz que había
olvidado por cuenta propio pero por muy fondo reconocia esa voz melodiosa y despreocupada que
expresaba.

…hola Emilio, si normal esta tarde cerca a la estación de buses eso de las 5:30 nos podemos
encontrar.

-está bien, adiós. Con tono calmado y miedo a que diga algo mas.

-adiós…

Emilio suposo con sus palabras tan punzocortantes que ella se encontraba superada de todos los
problemas que sucedió el año pasado. En su mente giraba la felicidad que todo se olvido y que
almenos pueden encontrarse como desconocidos que tienen que solucionar un problema juntos
para un fin justo y favorable para ambos.

-bien, ella me olvido.

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

Emilio antes de encontrarme con ella sabía que tenía comentarle a Sarah sobre esto y necesitaba
avisarle para no ir a la sala del club, se anticipó y tuvo que salir sin problemas en su clase evitando
cualquier distracción para no tardarse para la hora, aun me quedaban 16 minutos para el pobre
muchacho y se encontraba corriendo para ir a su sala del club.

-hice bien en llamarla?...

Esperando preocupado una respuesta para que no haga un berrinche, tenía un gesto de pensativa
observando a su lado izquierdo, tranquila y ella movió su mano encima de su oído para arreglar su
cabello, ella me observo con una sonrisa y exclamo:

-confió en ti, y simplemente debiste escribirme por Whatapp, jaja mañana soluciones todo, trata de
convencerla apropiadamente sin ofenderla.

Sonreí y me acerqué hacia ella diciéndole, “en la próxima cita juro hacer todo lo q me digas
Sarah…adiós
El muchacho preocupado por la hora se apresuro y empezó a correr, sin embargo alejándose ya de
el ultimo vértice del área de la secundaria vio a un hombre encapuchado como indigente que dirigio
su mirada hacia aquella persona pero aquel hombre no se dio cuenta.

La estación de buses es pequeña, se sabía que ese no sería el destino ya que en donde se encuentra
esa estación hay un parque a unas calles y quizá ahí podrían conversar tranquilamente. El parque es
mas seguro ahí hay asientos y mesas de cemento para acomodarse para conversar y cuando
oscurece la iluminación es simple sin dificultades.

Emilio apenas pudo ver la estación de buses, se detuvo para ver su hora, se encontraba atrasado 2
minutos y comenzó a caminar un poco exhausto y tranquilo, al ver que no llego aun Sarah, decidio
asi mismo esperarse unos 15 minutos después de lo acordado, caso contrario se retiraba.

- “que le debería decir, tendré que disculparme lo del año pasado o simplemente decidir el tema de
la secundaria…ahhhhhhh”. Emilio empezó a girar su cabeza hacia los costados por si llegaba, el
asiento era frio, el estacionamiento limpio, la brisa era fría haciéndose notar la llegada del invierno,
no se encontraba personas en el lugar. – “quizá ni quiera verme”. El pobre muchacho al pasar de los
minutos se notaba cabizbajo y sus pensamientos eran de posibles rutas negativas, al pensar que ni
llegaría. Miraba al frente y sonreía, dándole aquel gesto a la otra calle. Pasaban los minutos y las
personas se acercaban a esperar el autobús, se sintió que no le daba el propósito para sentarse en
aquel lugar y se puso a un lado, parado sin ver los lados, vio la hora.

5:46, no sabía que hacer, Emilio ofuscado no tenía ganas de llamarla, pero espero y decidió esperar
con los auriculares con su nuevo playlist que se había generado hace unos días en spotify, se puso
firme, comenzó a caminar rumbo a su casa, pensativo mirando adelante sin girar su mirada hacia
los demás…

Emilio al caminar sin importarle nada, ofuscado y perdido en su mundo, no vio pasar a Sarah por su
lado, mientras que ella si lo noto y se detuvo, dándose la vuelta y regresar a detener a Emilio.

-Espera… el chico sintió la sensación en su hombro donde se detuvo y giro a verla, sintió la sensación
de tranquilidad

También podría gustarte