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INTRODUCCIÓN
EUROPA Y SU HISTORIA
Este problema, que es muy general y que suele darse en la mayor parte de
las publicaciones, especialmente en las destinadas a un público no especiali-
zado en las cuestiones históricas, se acentúa en los manuales escolares por la
gran cantidad de contenidos que en ellos se incluyen y la consecuente rapidez,
a veces superficialidad, con la que son abordados. En esta situación influye,
además, el enorme peso de la tradición historiográfica, no solo escolar, que ha
tendido a consolidar los planteamientos esencialistas y teleológicos respecto
de sus objetos de estudio, que han tenido su formulación más palpable en el
modelo de las llamadas historias generales de un determinado país o, en nues-
tro caso, de una entidad llamada Europa. Estas historias generales se carac-
terizan por el estudio desde los orígenes hasta la actualidad de las peculiari-
dades propias del objeto estudiado. Tal planteamiento privilegia, obviamente,
las continuidades históricas que sobre un determinado territorio se han dado
a lo largo de los tiempos y, al mismo tiempo, tiende a ocultar los cambios y
las transformaciones que las sociedades radicadas en tal territorio, tanto en
una consideración interna como externa, han ido experimentando.
LA PREHISTORIA EN EUROPA
1
Las reseñas bibliográficas completas a las que están referidas tanto esta nota a pie de pá-
gina como las siguientes de la presente investigación se encuentran al final de esta aportación.
La nota primera se encuentra en Anaya, 2: 56.
2
Anaya, 2: 63.
3
S.M., 1: 160.
4
Ecir, 2: 31.
5
Santillana, 1: 121.
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
Este texto, además, es una de las pocas ocasiones en las que el concepto
de España es utilizado en referencia a los tiempos prehistóricos, para los que
la expresión más frecuente, como se ha podido comprobar en algunas de las
citas previas, es la de península Ibérica, aunque ambas no sean obviamente
coincidentes.
LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA
6
S.M. 1: 205.
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
7
Anaya, 2: 88
8
Anaya, 2: 102.
9
Anaya, 2: 107.
10
S.M., 1: 222-223
11
Anaya, 2: 90
12
Anaya, 2: 90
13
Anaya, 2:102.
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
años, que han sido decisivos para la formación de los pueblos y las nacio-
nalidades europeos. El tramo más extenso de ese período, llamado Edad
Media, abarca desde el siglo V al siglo XV. Son mil años en los que una cul-
tura diferenciada se va forjando en Europa. Sus bases serán la herencia
grecorromana y la cristiana, sobre las que actuarán las migraciones de pue-
blos germánicos y la aportación de la cultura musulmana»16.
14
Anaya, 2: 134
15
Puede servir de ejemplo la formulación realizada por Edgar Morin: «la noción de Europa
debe de concebirse según una complejidad múltiple y plena… la dificultad de pensar Europa es, en
primer lugar, la dificultad de pensar lo uno en lo múltiple, lo múltiple en lo uno: la unitas multiplex»
(E. MORIN: Pensar Europa. Las metamorfosis de Europa. Barcelona, Gedisa, 1988, pp. 24-25).
16
S.M., 2: 123.
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
Este mismo manual nos puede servir para constatar una de las variantes
más significativas de esta nueva Europa que se está configurando en este pri-
mer período de la Edad Media: «desde el siglo VII al XII, en el imperio de
Oriente, llamado bizantino, se desarrolló una cultura peculiar, expresada en
lengua griega, distinta de la de Occidente. La Iglesia de Bizancio, u ortodo-
xa, se alejó también de la Iglesia romana»17.
Tomando como punto de partida fundamental esta época medieval co-
mienzan a delinearse las principales características con las que los manuales
analizados abordan el tema de la construcción histórica de Europa.
En primer lugar, con una atención casi exclusiva a la Europa Occidental
y su intento de reconstrucción del imperio romano occidental, con sus im-
pulsores y principales protagonistas (entre los que se destaca al emperador
Carlomagno como figura más cimera), que darán lugar a una Europa feudal
que, aunque los manuales no lo expresen de manera muy explícita, está re-
ferida a la parte católico-occidental de la misma. Esta perspectiva europea
occidentalista reemplaza, especialmente en los mapas históricos, a la más
mediterránea, incluyendo en ella los territorios comprendidos dentro del
limes romano, que había prevalecido en la época anterior.
En segundo lugar, la parte oriental de Europa comienza a esfumarse, a
diluir su presencia en los manuales y sólo es abordada con algún detalle en
los momentos iniciales de este período medieval (con la figura del empera-
dor bizantino Justiniano y su intento de recomposición del imperio romano
o la recopilación de la legislación romana por él realizada) y en sus momen-
tos finales (con la desaparición del imperio bizantino). Todo el período in-
termedio de esta parte oriental o suroriental de Europa está prácticamente
ausente de los manuales, incluso el momento del importante cisma oriental,
que sólo es citado, y muy de pasada, por algunos de los manuales analizados.
En tercer lugar, la aparición de los pueblos germánicos, que obviamente
es recogida y valorada por todos los manuales, como ya hemos comprobado
anteriormente, como una de las bases sobre las que se creará esta nueva Eu-
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ropa medieval.
En cuarto lugar, los hasta ahora inexistentes pueblos del norte de Europa,
los escandinavos fundamentalmente, hacen su aparición a través de los nor-
mandos y de los vikingos, aunque se destaque en algún manual que su presen-
cia e inclusión en la historia de la cristiandad europea occidental, para la que
supusieron un considerable peligro, se deba a su conversión al cristianismo.
La influencia de la cultura musulmana en la configuración de la nueva
Europa, que hemos visto reflejada en una de las citas anteriormente recogi-
17
S.M., 2: 126.
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
18
Anaya, 2: 146.
19
Anaya, 2: 241-255 (tema 15: los otros mundos en la Edad Media).
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
significativos del mundo medieval como lo son los castillos, las catedrales, los
monasterios o las formas más representativas de la vida cotidiana medieval
(aspecto este último que se ha incorporado recientemente, de forma generali-
zada, a los manuales). El arte medieval, que es objeto de una amplia atención,
es considerado una de las principales manifestaciones de la cultura europea y
tanto el románico como el gótico son definidos como «estilos artísticos euro-
peos medievales» o como ejemplos de arte «que se extendieron por toda Euro-
pa». Esta misma expresión es también muy frecuentemente utilizada a la hora
de estudiar la creación y expansión de las universidades medievales.
El carácter cristiano de las sociedades medievales recibe una especial
atención en los manuales y esta religión viene definida como uno de los prin-
cipales factores identitarios de la Europa medieval:
«el cristianismo era la religión mayoritaria de la población europea de la
Edad Media y fue también uno de los elementos que más contribuyó a la
formación de una civilización común. La Iglesia era la única institución
que superaba las fronteras nacionales y se encontraba presente en todos los
países y regiones de Europa, lo que le daba también un gran poder frente
al de los emperadores y los reyes»20.
dos a la altura de ambas partes de Europa y, por tanto, se induce, aunque sea
de forma involuntaria, una imagen parcial de Europa, al tiempo que no se le
ofrece al alumnado la posibilidad de conocer lo que estaba ocurriendo en
tales regiones europeas21.
Los peregrinos del Camino de Santiago pueden servir de ejemplo de al-
gunas de las imprecisiones que, por vía de exageración en el uso del concep-
to de Europa y de sus adjetivos correspondientes, suelen darse en los ma-
nuales analizados. En uno de ellos podemos leer que
20
Santillana, 2: 118.
21
Pueden servir de ejemplo los mapas presentes en Ecir, 2: 148 y S.M., 2:126.
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
aunque en líneas anteriores se haya establecido una doble matización, que li-
mita considerablemente el significado de la anterior cita, al afirmar que
«Santiago se convirtió, junto con Roma y Jerusalén, en uno de los principa-
les lugares de peregrinación de la Cristiandad»22. El significado práctica-
mente exclusivo que se otorga en los manuales al concepto de cristiandad
está relacionado, por lo que respecta a la época medieval, con su sentido más
restringido de cristiandad católica, esto es, la vinculada a la Iglesia de obe-
diencia romana, sin incluir a la oriental-ortodoxa, escindida desde mediados
del siglo XI. En otro de los manuales analizados podemos encontrar una
mayor precisión respecto de la importancia de las peregrinaciones a Santia-
go. En esta ocasión se establece que
«a comienzos del siglo XI, se extendió por toda Europa la moda de pere-
grinar (…) de todas las iglesias y monasterios, la de Santiago de Compos-
tela, después de la de Roma, se convirtió en la meta preferida de los pere-
grinos (…) Santiago de Compostela sería, desde la Edad Media, el objetivo
de millones de peregrinos que, después de recorrer toda Europa, partían de
cuatro ciudades francesas por una serie de rutas sembradas de numerosos
monasterios, iglesias y hospederías».
22
Anaya, 2: 222-223.
23
Ecir, 2: 212.
24
FALK PINGEL et al.: L´immagine dell´Europa nei manuali scolastici di Germania, Francia,
Spagna, Gran Bretagna e Italia. Torino, Edizioni della Findazione G. Agnelli, 1994, y también del
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
25
Estos tres titulares corresponden respectivamente a S.M., 2: 192; Anaya, 4:12 y Vicens
Vives, 2: 176.
26
S.M., 2:192.
27
Vicens Vives, 2: 176.
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
(«desde el siglo XIV, los europeos buscaban nuevas rutas para llegar a Asia.
Con este fin, los portugueses emprendieron expediciones rumbo al sur, re-
corriendo las costas africanas. Portugueses y españoles llegaron a las islas
Azores… después, Francia y Gran Bretaña lograron asentarse en el extre-
mo norte de América y en algunas islas del Caribe»)30.
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28
Santillana, 2: 200-201. Las páginas citadas son un ejemplo más de lo que venimos consta-
tando. El título general de las mismas es «la conquista vista por americanos y europeos». En la
entradilla se habla del debate europeo sobre la conquista («en Europa la mayoría de los intelec-
tuales y políticos no dudaban en considerarla justa y deseable»), pero a la hora de seleccionar los
textos de la «postura europea», los dos escritos presentados son de autores españoles.
29
Un ejemplo de este nuevo tipo de enfoque puede verse, entre otros, en Anaya, 4: 18-19.
30
Ambas citas en S.M, 2: 196.
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
Las pugnas entre estos nuevos Estados modernos por establecer su hege-
monía en Europa es la que está en la base de los grandes enfrentamientos bé-
licos de la Edad Moderna. Tanto la Guerra de los Treinta Años como la Gue-
rra de la Sucesión Española son consideradas como guerras europeas,
aunque a la segunda se le suela añadir el calificativo de mundial, dado que
también se desarrolló en las colonias que estas grandes monarquías europeas
poseían.
pueden ser aceptables si se las matiza adecuadamente, pero, tal como vie-
nen expresadas, pueden inducir a confusión ya que no se distingue sufi-
cientemente, por una parte, entre cristianismo y catolicismo de obediencia
romana y, por otra, que el concepto de cristiandad se utiliza en su acepción
católica y no en su significado más amplio de seguidores del cristianismo,
pues en esta segunda acepción, la cristiandad ya había quedado rota con el
cisma oriental de la época medieval. Este es otro ejemplo más de la pre-
31
Es muy frecuente encontrar frases como las siguientes: «el reinado de Luis XIV en Francia
es el mejor ejemplo de absolutismo» o «la Francia de Luis XIV se convirtió en el modelo para los
demás monarcas europeos». Ambas citas provienen de Anaya, 2: 204.
32
Santillana, 2: 178-179.
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
33
Ocasionalmente las expresiones utilizadas en algún manual son más afinadas. Puede ser-
vir de ejemplo la utilizada en S.M., 2: 196 en que se precisa el ámbito de la reforma religiosa:
«¿por qué se dividió la cristiandad occidental?».
34
S.M., 2: 232.
35
Santillana, 2: 208-209.
36
Ecir, 4: 9. Una definición muy similar puede verse en Anaya, 4: 314.
37
Vicens Vives, 3: 4. En algún otro manual esta reducción del significado de este concepto
sólo es de tipo temporal (S.M., 2: 260: «se denomina Antiguo Régimen al sistema político y social
del siglo XVIII»).
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
38
Ecir, 4: 95.
39
Una matización parcialmente diferente es la introducida por Anaya, 4: 114 a la hora de de-
finir los efectos de las revoluciones burguesas del siglo XIX. Por una parte afirma que «en Fran-
cia estalló una revolución, cuyos principios se extendieron por toda Europa», pero unas líneas
antes ha establecido que «entre 1775 y 1848, Occidente vivió una serie de acontecimientos revo-
lucionarios de gran importancia», en clara alusión a la repercusión que el proceso norteameri-
cano de independencia y su nueva constitución ejercieron respecto de los vigentes principios del
Antiguo Régimen. El uso del concepto de Occidente, como ya señalamos anteriormente, dada
su marcada polisemia, no favorece una comprensión más precisa del texto. En este sentido, la
formulación de esta misma idea es más comprensible, en nuestra opinión, si se afirma que «el
modelo democrático americano sirvió en Europa como un ejemplo de liberalismo» (Ecir, 4: 98).
40
Santillana, 3: 210-211. El título del apartado donde se desarrolla esta idea es «Gran Bre-
taña: una isla sin revoluciones».
41
Vicens Vives, 3: 43.
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
42
Anaya, 4: 140.
43
Santillana, 3: 156.
44
S.M., 4: 90-91.
45
Un ejemplo de estos nuevos planteamientos, entre otros posibles es el de S.M., 4: 101. Tras
suministrarles dos textos que defienden el carácter negativo y positivo de la colonización euro-
pea, así como un tercer texto que establece que el origen del actual subdesarrollo de la mayor
parte de las ex colonias reside en sus problemas internos, se les propone la realización de un de-
bate sobre tal situación a partir de la confección de un listado de los elementos que, según su
criterio, consideren positivos o negativos para las sociedades colonizadas.
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
46
S.M., 4: 44.
47
Ambas citas en S.M., 4: 160 y 162.
48
Ecir, 4: 222-223.
49
Un ejemplo de este tratamiento es el realizado por Anaya, 4: 227, en el que, a partir de
un mapa de la Europa de finales de los años treinta (que distingue los regímenes fascistas,
las dictaduras conservadoras y el régimen comunista) se pide a los alumnos que, dentro de
los regímenes dictatoriales o autoritarios, establezcan diferencias según el tipo de dictadura
que padecían.
50
Vicens Vives, 3: 150.
51
Por ejemplo, S.M., 4:144.
HISTORIOGRAFÍA ESCOLAR ESPAÑOLA: SIGLOS XIX-XXI
52
Puede servir de ejemplo el tratamiento realizado en Anaya, 4: 232-233; Santillana, 4: 58;
S.M., 4, 178 ó Vicens Vives, 3: 188.
EUROPA Y LA DIMENSIÓN EUROPEA EN LOS ACTUALES MANUALES...
A MODO DE CONCLUSIÓN
los distintos países y regiones europeos (y del resto del mundo) en los temas his-
tóricos. Una posible solución a este problema es la de ampliar el enfoque pa-
neuropeo (y mundialista) de los temas históricos de forma que en ellos aparez-
ca más destacada la europeidad (y el carácter mundial) de los fenómenos
estudiados, aunque sea con los evidentes desfases temporales en los que la cues-
tión analizada llegó a ser una realidad en toda Europa (y en las otras partes del
mundo). El uso de conceptos como los de feudalismo o Antiguo Régimen, entre
muchos otros, pueden ser una buena muestra de estas posibilidades que, ob-
viamente, pueden ser mejoradas, pero que ya contienen el germen de un enfo-
que más europeo (y potencialmente mundial) de la historia estudiada.
Por lo que se refiere a la Europa del presente y del inmediato futuro, sería
conveniente profundizar, por una parte, en los aspectos de la ciudadanía euro-
pea impulsada por la Unión Europea y su significado en la vida cotidiana del
alumnado, para evitar que se tuviese una comprensión restrictiva de la misma
y, por la otra, el significado, también cívico y civilizatorio, de la Convención Eu-
ropea de los Derechos del Hombre aceptada por todos los Estados europeos
miembros del Consejo de Europa y por los que desean formar parte del mismo.
Una cuestión tan importante como la abolición universal de la pena de muerte,
por poner un ejemplo muy significativo, o la exigencia de instituciones demo-
cráticas para poder formar parte del Consejo de Europa son fundamentos bási-
cos a la hora de proponer una definición actual de una cultura europea.
El problema de más difícil solución posiblemente sea el de ir avanzando
en un estudio escolar de Europa en el que la abundante información sumi-
nistrada por los manuales y los docentes respecto de Europa logre entrar en
contacto e interactuar con las vivencias, emociones, sentimientos y opinio-
nes del alumnado con el fin de conseguir un conocimiento más razonado y,
por tanto, menos convencional o estereotipado del habitualmente presente
en gran parte de la sociedad. Este es, evidentemente, un reto para el conjun-
to de la enseñanza, pero en cuestiones tan actuales como la del proceso de
construcción de una Europa unida, la necesidad de formar actores cons-
cientes de este proceso y no sólo meros espectadores es de una urgencia
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ANEXO
Editorial Santillana
1. MASCARÓ FLORIT, Jaume y Enric JUAN REDAL (dirs.) et al.: Geografía e
Historia. Primer curso (secundaria). El mundo: grandes paisajes. Euro-
pa hasta el año mil. Valencia, 1997, 240 pp.
2. MASCARÓ FLORIT, Jaume (dir.) et al.: Geografía e Historia. Segundo
curso (secundaria). El mundo: gentes y países. Europa desde el año mil
a las revoluciones. Valencia, 1997, 247 pp.
3. MASCARÓ FLORIT, Jaume y Enric JUAN REDAL (dirs.) et al.: Geografía e
Historia. Tercer curso (secundaria). El sistema mundo. Del Antiguo Ré-
gimen a 1914. Valencia, 1995, 300 pp.
4. MASCARÓ FLORIT, Jaume y Enric JUAN REDAL (dirs.) et al.: Geografía e
Historia. Cuarto curso (secundaria). El siglo XX: 1914-1989. El mundo
actual. España, siglo XX. Valencia, 1995, 300 pp.
Editorial Anaya
1. GONZÁLEZ GALLEGO, I.; M. MAÑERO MONEDO; D. SÁNCHEZ ZURRO; J. VAL-
DEÓN BARUQUE; S. GARRIDO RICO e I. MARTÍNEZ SALAS: Geografía e His-
toria. Primer ciclo.1. Madrid, 1997, 217 pp.
2. GONZÁLEZ GALLEGO, I.; M. MAÑERO MONEDO; D. SÁNCHEZ ZURRO; J. VAL-
DEÓN BARUQUE; S. GARRIDO RICO, I MARTÍNEZ SALAS: Geografía e Histo-
ria. Priner ciclo.2. Madrid, 1997, 279 pp.
4. PRATS, J.; J.E. CASTELLÓ; M.a C. GARCÍA; I. IZUZQUIZA; M.a A. LOSTE; M.
PONGILUPPI; Historia. Segundo ciclo. Madrid, 1998, 319 pp.
Editorial S.M.
1. SÁNCHEZ, J.; J. SANTACANA; G. ZARAGOZA y A. ZÁRATE: Ciencias Sociales,
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Editorial ECIR
2. Grupo Edetania: Saiti 2. Historia. ESO. Primer ciclo. Valencia, 2000,
247 pp.
4. Grupo Edetania: Saiti 4. Historia. ESO. Segundo ciclo. Valencia, 2000,
349 pp.
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